Déjame reclinar mi cabeza en tu sagrado pecho como a tu discípulo amado San Juan. Deseo vivir contigo, porque eres vida y amor.
(ver artículo)
(ver artículo)
¡Sagrados Corazón de Jesús y Corazón de María, sed la salvación mía! Te necesitamos y queremos que vivas con nosotros. (ver artículo)