Primer milagro de la Virgen Niña

La imagen de la Virgen Niña modelada en cera por la Capuchina Sor Isabel Fornari en 1735, se encontraba expuesta en setiembre de1884 en la enfermería del Noviciado de las Hermanas de la Caridad de las Santas Bartolomea Capitanio y Vicenta Gerosa, en Milán.

El 9 de setiembre la Madre General de la Congregación, Sor Teodolinda Nazari, acercó la imagen a las enfermas para que pudieran besarla. Entre ellas estaba la Novicia Julia Macario, en estado de gravedad, en una inmovilidad absoluta, por graves contusiones a la cabeza, con posibilidad de que le sobreviniera una lesión cerebral que le provocara parálisis total.

La novicia al ver la imagen, animada de una viva confianza, mientras se esforzaba por tomarla con la mano izquierda, pues la derecha estaba inmovilizada, pedía con insistencia a la Virgen Niña que la curase. En ese mismo instante pudo levantar también la mano derecha, calmándosele inmediatamente los dolores. Sintiéndose curada, ella misma se desató las vendas gritando “Estoy curada” Se vistió sola, recorrió la enfermería sin dejar de repetir “Estoy curada” y permaneció de pie todo el día hasta la noche.

La Virgencita quiso llenarnos de mayor estupor. La imagen contaba ya más de un siglo y medio y el tiempo había dejado huellas en ella y se la veía descolorida y oscurecida. De pronto fue adquiriendo una belleza inusitada y a la vista de todos apareció la imagen hermosísima de una belleza casi sobrehumana sin que nadie pusiera manos sobre ella.
Desde ese día el pueblo llamó a las Hermanas de la Caridad, “Hermanas de la Virgen Niña”

Éste fue el primer milagro pero son innumerables los milagros y bendiciones con que la Virgen Niña favorece y consuela a todos.