En 1246, la Virgen, Flor del Carmelo, le da a san Simón Stock el escapulario con la siguiente promesa: "Quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno"
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Una gran señal aparecerá en el cielo: Una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre Su cabeza. (ver artículo)
Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo.. ¡Roguemos a la Virgen! (ver artículo)
espiritualidad, de la Iglesia y de nuestra propia conversión. (ver artículo)
Oh pacientísimo Señor Jesús, te adoramos e imploramos la infinita misericordia de tu Corazón indulgente, porque queremos hacernos uno contigo... (ver artículo)