Bruce, el rock y Dios en su vida

En Drive all Night hace a un tipo de oración: «Y quisiera que Dios me dijera una palabra / me mandara algo que me diera miedo perder»

—“A veces me siento como un católico en fuga, pero…”
—¿Pero?
—“Si eres católico lo eres para siempre. Y no podría ser de otra manera, si desde niño estás acostumbrado a escuchar oraciones Y luego, en mis temas, hay mucha Biblia, mucho Antiguo Testamento”.

Bruce Springsteen confesaba una vez más su vínculo visceral con la religión y Dios.

El 23 de septiembre, el “rey del rock”, cumplió 67 años, y  siempre manifiesta una tensión, la inquietud hacia una salvación que no siempre llega a los hombres. Y es particularmente evidente en Darkness on the Edge of Town (1978), donde afirma «soy un hombre y creo en una tierra prometida». Y en The River (1980), en Drive all Night hace a un tipo de oración: «Y quisiera que Dios me dijera una palabra / me mandara algo que me diera miedo perder»; y en Nebraska (1982), aparece una súplica en aquél «libérame de la nada».

Su vida

Educación católica

Todo parece más evidente después de la salida del Tunnel of Love, en 1987, cuando la revista Rolling Stone subrayó que “se entiende con claridad la educación católica recibida por Springsteen; los protagonistas oran repetidamente para ser liberados del mal, las historias de amor son presentadas como una manifestación de la gracia divina”.

Fracaso y luz

Springsteen se divorció, se da cuenta del fracaso, y en Brilliant Disguise (1987) admite: “Esta noche en nuestra cama fría / me he perdido en la oscuridad de nuestro amor / Dios tenga piedad del hombre / que no duda de lo que está seguro”.

Aunque, al contar la pesadilla del protagonista en Cautious Man (1987), vuelve la imagen todo lo contrario a tenebrosa: “En los límites de la cama le quitó el pelo del rostro a su esposa / mientras la luna iluminaba su piel tan blanca / llenando la habitación con la belleza de la luz de Dios”.

Himno de alegría

Y si las dudas parecen volver en Human Touch (1992), donde no se encuentran palabras de piedad y de perdón de un Dios sobre nosotros, sin embargo, se capta una aspiración a la paz y a la esperanza, en Living Proof, tema del álbum Lucky Town (1992), la alegría de la paternidad explota casi en un himno gozoso: “Una noche de verano en una habitación oscura / entró una mínima parte de la luz eterna del Señor / gritando como si hubiera engullido la luna encendida / En los brazos de su madre estaba toda la belleza posible / Como las palabras que faltan en una oración / que no podría inventar / en un mundo tan duro y sucio, tan deshonesto y confuso / en busca de un poco de misericordia de Dios / encontré la prueba viviente.

Escucha Live Proof

El atentado a las Torres Gemelas

En el fuego que envolvió al World Trade Center golpeado a muerte el 11 de septiembre de 2001 se entrevé una luz. En el tema Into the Fire las palabras de fe, esperanza y amor acompañan al protagonista, un bombero “desaparecido en el polvo”.

Y si la lluvia se transforma en una lágrima que desciende del cielo en Waitin’ on a Sunny Day, seguramente se puede esperar “un día de sol / para disipar las nubes”.

Y en My City of Ruins se exhorta “Adelante, surge” y rezar para tener la fuerza: “Con estas manos / pido Señor / pido la fuerza, Señor / con estas manos / pido la fe, Señor / pedimos tu amor, Señor / pedimos por los perdidos, Señor / pedimos por este mundo, Señor / pedimos la fuerza”.

Escucha The Rising

Confianza en Dios

Mientras que en el tema que da el título al álbum se asoma una visión: “Hay espíritus arriba y atrás de mí / caras que se han vuelto oscuras, ojos que queman y resplandecen / Que su sangre preciosa me ate / Señor, cuando me encuentre frente a la luz ardiente”.

Una oración que en el protagonista de Countin’ on a Miracle (2002) se transforma en confianza en Dios, que espera un milagro.

María y Jesús

En 2005 con Devils & Dust, Springsteen vuelve a los sonidos del pasado y, sin embargo los textos evocan temas ambivalentes de la desesperación y la búsqueda de vías de salida del infierno de la realidad.

Pero también aquí, en un mundo que parece “abandonado por Dios”, con Jesus Was an Only Son, el autor descubre una auténtica inspiración religiosa. Y habla de María, madre de Jesús, y de su estar junto al hijo “a lo largo del camino que se teñía con su sangre”.

La Biblia

En High Hopes (2014) en todo el mundo, Springsteen no renuncia a citar la Biblia. Lo hace en el tema Heaven’s Wall, donde, en un elevar los brazos al cielo, las referencias a las Sagradas Escrituras son evidentes en los versos referidos arriba y evoca a Jonás en el vientre de la ballena y a la samaritana en el pozo de Sicar.

Pero también en otros temas el Boss se encomienda a un contexto religioso no menos evidente.

Como en Hunter of Invisible Game, donde invita a rezar uno mismo, para que no se “caiga cuando la hora de la salvación llegue para todos nosotros”; o en This is Your Sword, donde, tras haber hablado de “un mundo lleno de la belleza de la obra de Dios” amenazado por las tinieblas, invita a no ceder.

El imaginario católico

Así respondía en 2005 Springsteen, en una entrevista de Beppe Severgnini para la Rai y el Corriere della Sera: “Yo creo que los primeros doce años acumulamos las imágenes que nos acompañarán toda la vida”. Yo iba a una escuela católica. El alma no es una abstracción para un niño. Es muy real. La tomas al pie de la letra. Y el imaginario católico, así como en la Biblia, es una manera extraordinaria que expresa el viaje del hombre, del espíritu humano. Yo recurro instintivamente a esas imágenes”.

“Historias de poesía”

En octubre de 2002, la Civiltà Cattolica también dedicó al Boss un amplio artículo de Antonio Spadaro con el título La resurrección de Bruce Springsteen.

A través de sus canciones –que Spadaro define como “historias en forma de poesía”–, Springsteen habla de la vida auténtica, siempre con una fuerte connotación social que profundiza no sólo en la Biblia que ha conocido en sus años juveniles de formación, sino también en las obras de los grandes escritores anglosajones como Flannery O’Connor, Cormac McCarthy y John Steinbeck.

La fe y la cotidianidad

A propósito de su disco The Rising –recuerda Spadaro en un artículo publicado en Vita Pastorale– Springsteen afirmó en una entrevista a la revista rock Uncut: “Yo pienso que las canciones invitan a una superposición matizada de estas ideas: el religioso y la vida cotidiana deben de alguna manera fundirse”, por lo que afirma que se mueve “hacia un imaginario religioso para explicar la experiencia”.

“Aquí –subraya Spadaro– pretendo hacer notar precisamente cómo la inspiración del Boss es rica de figuras, términos y símbolos de significado religioso y con una fuerte connotación de liberación. Su imaginario hace constante referencia a las imágenes, a los símbolos de la fe cristiana y a las historias de la Biblia, hasta citarla literalmente. En 1980 dijo: ‘He leído la Biblia. Intenté leerla durante un tiempo hace un año. Fue algo grande. Es fascinante. Grandes historias’”.

Los fans y la religión

La articulación del imaginario bíblico-cristiano, dice el director de Civiltà Cattolica, “es tal que prescindir de observar su presencia significa no tomar completamente el sentido de su producción musical. Daniel Cavicchi de la Oxford University Press publicó un estudio académico sobre el significado de la pasión de los fans de Springsteen por su “ídolo”. Llegó, entre otras cosas, a esta conclusión: existe un vínculo estrecho entre apasionarse del Boss y la conversión de tipo religioso”.

“Uno de los motivos por los que eso sucede es que “las canciones de Springsteen contienen muchas referencias al renacimiento espiritual y a la renovación interior”. Por lo tanto, su música – glosa Spadaro – sería religiosa en su raíz y evocaría per se una atención de tipo religioso”.

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Fuente: Aleteia.org