 
			 Haced, Santa mía, que mis palabras, obras y traje respiren y rebosen humildad; y dadme una solución para las necesidades que sufro. (ver artículo)
Haced, Santa mía, que mis palabras, obras y traje respiren y rebosen humildad; y dadme una solución para las necesidades que sufro. (ver artículo)								 
			 Haced, Santa mía, que mis palabras, obras y traje respiren y rebosen humildad; y dadme una solución para las necesidades que sufro. (ver artículo)
Haced, Santa mía, que mis palabras, obras y traje respiren y rebosen humildad; y dadme una solución para las necesidades que sufro. (ver artículo)