Elisabeth Leseur soportó durante años las burlas de su marido ateo, y nunca perdió la fe. Finalmente él, gracias a tu testimonio escrito, encontró la salvación. (ver artículo)
Elisabeth Leseur soportó durante años las burlas de su marido ateo, y nunca perdió la fe. Finalmente él, gracias a tu testimonio escrito, encontró la salvación. (ver artículo)