Mi meta es el cielo y quiero ser santa, realmente quiero ser santa. Así que me relajo dejando que Dios haga lo que quiera conmigo”. (ver artículo)
Mi meta es el cielo y quiero ser santa, realmente quiero ser santa. Así que me relajo dejando que Dios haga lo que quiera conmigo”. (ver artículo)
Sepamos ver en el llamado de la Madre de Dios la invitación a caminar, para que el camino sea un encuentro con Jesús en nuestro corazón.