
La Virgen Mar铆a, madre de Dios y madre nuestra, siempre aboga e intercede por sus hijos. As铆 mismo, a aquellos que recen el rosario, les ha prometido:
- Protecci贸n y gracias abundantes a los que recen el rosario.
- Obtener todo lo que se le pida, por intercesi贸n de la Virgen Mar铆a, mediante el rezo del rosario.
- Aquellos que lo recen no ir谩n al infierno, podr谩n vencer los vicios, disminuir los pecados y ser defendidos.
- Aquellos que lleven los misterios del rosario como testimonio de vida, no conocer谩n la desdicha.
- Ser谩n liberados del purgatorio quienes recen el rosario devotamente.
- Los que propaguen el rezo del rosario, recibir谩n asistencia de la Virgen en sus necesidades.
- El rezo del rosario otorgar谩, al que lo reza, la virtud de las buenas obras y la piedad de Dios para las almas
Origen del Santo Rosario
A finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzm谩n sufr铆a al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversi贸n de los albigenses y decidi贸 ir al bosque a rezar. Estuvo en oraci贸n tres d铆as y tres noches haciendo penitencia y flagel谩ndose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareci贸 la Virgen con tres 谩ngeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelaci贸n, sino el rezo de su salterio.
Santo Domingo se dirigi贸 en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reuni贸 para escucharlo. Cuando iba a empezar a hablar, se solt贸 una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara. Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo. Santo Domingo empez贸 a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se termin贸.
En otra ocasi贸n, Santo Domingo ten铆a que dar un serm贸n en la Iglesia de Notre Dame en Par铆s con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rez贸 el Rosario. La Virgen se le apareci贸 y le dijo que su serm贸n estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entreg贸 un libro con im谩genes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemar铆as porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por Mar铆a, hab铆a aceptado a su Hijo como Salvador.
Santo Domingo cambi贸 su homil铆a y habl贸 de la devoci贸n del Rosario y la gente comenz贸 a rezarlo con devoci贸n, a vivir cristianamente y a dejar atr谩s sus malos h谩bitos.