Apariciones de María – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 06 Jun 2025 14:48:49 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Mensajes de La Virgen desde Medjugorje, La Reina de la Paz https://www.reinadelcielo.org/mensajes-de-la-virgen-de-medjugorje/ Sun, 01 Jun 2025 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=2847

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Aquí tenemos una recopilación de los Mensajes de La Virgen

Mensaje de La Virgen del 25 de mayo de 2025

“¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, os invito a ser hombres de esperanza, paz y alegría, para que cada persona sea instrumento de paz y amante de la vida. Hijitos, orad al Espíritu Santo para que os llene con el poder de valentía y entrega de su Santo Espíritu. Y este tiempo será para vosotros un don y un camino en la santidad hacia la vida eterna. Estoy con vosotros y os amo. Gracias por haber respondido a mi llamada”. (Con aprobación eclesiástica)

Mensaje de La Virgen del 25 de abril de 2025

“¡Queridos hijos! Los vientos del desasosiego, del egoísmo y del pecado están apoderándose de muchos corazones y los conducen a la desolación y a la perdición. Por eso, hijitos, los invito: regresen a Dios y a la oración, para que se sientan bien en sus corazones y en la tierra en la que viven. Los amo, hijitos, y por eso no me canso de llamarlos a la conversión. Gracias por haber respondido a mi llamado”. (Con aprobación eclesiástica)

Mensaje de La Virgen del 25 de marzo de 2025

“¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia en el que están llamados a la conversión, los animo, hijitos, a ofrecerme sus oraciones, sufrimientos y lágrimas por la conversión de los corazones que están lejos del Corazón de mi Hijo Jesús. Oren conmigo, hijitos, porque sin Dios no tienen futuro ni vida eterna. Los amo, pero sin ustedes no los puedo ayudar. Por eso, díganle sí a Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado”.

Mensaje anual de la Sma. Virgen María Reina de la Paz, del 18 de marzo de 2025 dado a Mirjana en Medjugorje (con aprobación eclesiástica)

«Queridos hijos! Con amor materno les ruego: entréguenme sus manos juntas, entréguenme sus corazones purificados en la confesión, y yo los guiaré hacia mi Hijo. Porque, hijos míos, sólo mi Hijo, con Su luz, puede iluminar las tinieblas, sólo Él, con Su Palabra, puede eliminar el sufrimiento. Por eso, no tengan miedo de caminar conmigo, porque yo los conduzco hacia mi Hijo, hacia la salvación. ¡Les doy las gracias!»

Mensaje de La Virgen del 25 de febrero de 2025

“¡Queridos hijos! Que este tiempo primaveral sea un estímulo para la conversión personal, a fin de que con sus vidas puedan orar y amar a Dios por encima de todo, y por todos los que están en necesidad. Hijitos, sean mis manos de paz y de oración, sean amor para todos los que no aman, no oran y no desean la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado.”
(Con aprobación eclesiástica)

Mensaje de La Virgen del 25 de enero de 2025

“¡Queridos hijos! En este año de gracia los invito a la conversión. Pongan a Dios, queridos hijos, en el centro de su vivir y los frutos serán el amor hacia el prójimo y la alegría de testimoniar; y la santidad de su vida llegará a ser el testimonio verdadero de la fe. Gracias por haber respondido a mi llamado.” (Con aprobación eclesiástica)

Mensaje de La Virgen del 25 de diciembre de 2024

“¡Queridos hijos! Oren, oren, oren para que la paz reine en cada corazón y prevalezca sobre todo mal e inquietud. Gracias por haber respondido a mi llamado”. (Con aprobación eclesiástica)

Mensaje de La Virgen del 25 de diciembre de 2024 (mensaje a a Jakov Čolo)

En la última aparición diaria a Jakov Čolo el 12 de septiembre de 1998, la Virgen le dijo que en adelante tendría una aparición al año, cada 25 de diciembre, el día de Navidad. Así fue también este año. La Virgen vino con el pequeño Jesús en brazos. A través de Jakov, Nuestra Señora dio el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, hoy, en este día de gracia, de manera especial los invito a que no vivan la vida aspirando a metas terrenales, ni buscando paz y alegría en las cosas terrenales, porque así la oscuridad envuelve su vida y ustedes no ven el sentido de ella. Hijitos, abran las puertas de su corazón a Jesús, permítanle que se apodere de todo su ser para que puedan comenzar a vivir en el amor y en la misericordia de Dios. Hijos míos, sólo con Jesús en sus corazones conocerán el verdadero propósito de su vida y aspirarán a la salvación eterna. Los bendigo con mi bendición maternal”. (Con aprobación eclesiástica)

Mensaje de La Virgen del 25 de noviembre de 2024

“Queridos hijos, en este tiempo de gracia de la espera, deseo invitarlos a la oración para que el Adviento sea la oración de la familia. De manera especial, hijitos, a quienes abrazo con ternura, los animo a la oración por la paz en el mundo, para que la paz prevalezca sobre la inquietud y el odio. Gracias por haber respondido a mi llamado”. (Con aprobación eclesiástica)

Mensaje de La Virgen del 25 de octubre de 2024

¡Queridos hijos! En este tiempo, cuando celebran el Día de Todos los Santos, pidan su intercesión y sus oraciones para que en comunión con ellos encuentren la paz. Que los santos sean para ustedes intercesores y ejemplos a imitar, a fin de que vivan santamente. Estoy con ustedes e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje de La Virgen del 25 de setiembre de 2024 – Primer mensaje sujeto a aprobación eclesiástica

«¡Queridos hijos! Por amor hacia vosotros, Dios me ha enviado en medio vuestro para amaros y animaros a la oración y a la conversión, por la paz en vosotros, en vuestras familias y en el mundo. Hijos míos, no olvidéis que la verdadera paz sólo viene a través de la oración, de Dios que es vuestra paz. Gracias por haber respondido a mi llamado» (Con aprobación eclesiástica)

Mensaje de La Virgen del 25 de agosto de 2024

“¡Queridos hijos! Hoy mi oración con ustedes es por la paz. El bien y el mal luchan y desean predominar en el mundo y en los corazones de la gente. Sean ustedes personas de esperanza, de oración y de gran confianza en Dios Creador para quien todo es posible. Hijitos, que la paz prevalezca en ustedes y alrededor de ustedes. Los bendigo con mi bendición maternal para que, hijitos, sean alegría para todos con quienes se encuentren. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”

Mensaje de La Virgen del 25 de julio de 2024

“¡Queridos hijos míos! Con alegría los he elegido y los guío porque en ustedes, hijitos, veo personas de fe, esperanza y oración. Hijitos, que los guíe la dignidad de ser míos; y yo los guío a Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida. Estoy con ustedes para que la paz triunfe en ustedes y a su alrededor, porque con esa intención Dios me ha enviado a ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”.

Mensaje de La Virgen del 25 de junio de 2024, aniversario de las apariciones

“Queridos hijos, me regocijo con vosotros y doy gracias a Dios por permitirme estar con vosotros, para guiaros y amaros. Hijos míos, la paz está en peligro y la familia bajo ataque. Os invito, hijos míos: regresad a la oración en familia. Poned la Sagrada Escritura en un lugar visible y leedla cada día. Amad a Dios sobre todas las cosas para que viváis bien en la tierra. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

Mensaje anual a Ivanka

Ivanka tuvo la aparición anual en su casa y duró 6 minutos (18:37h – 18:43h), estuvo presente sólo la familia de Ivanka. Después de la aparición, la vidente Ivanka dijo:

La Virgen dio el siguiente mensaje: “Hijos míos, orad, orad, orad. Recibid mi bendición maternal”.

Mensaje del 25 de mayo de 2024

“Queridos hijos, en este tiempo de gracia, os invito a la oración con el corazón. Hijos míos, formad grupos de oración en los que os exhortareis unos a otros a hacer el bien y creceréis en la alegría. Hijos míos, aún estáis lejos. Por eso, continuad convirtiéndoos y elegid el camino de la santidad y de la esperanza, para que Dios os dé paz en abundancia. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

Mensaje del 25 de abril de 2024

“¡Queridos hijos! Estoy con ustedes para decirles que los amo, y los animo a orar porque Satanás es fuerte y cada día su fuerza es mayor a través de aquellos que eligieron la muerte y el odio. Ustedes, hijitos, sean oración y mis manos extendidas de amor para todos aquellos que están en tinieblas y buscan la luz de nuestro Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”

Mensaje del 25 de marzo de 2024

“¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, oren conmigo para que el bien venza en ustedes y a su alrededor. De manera especial, hijitos, oren unidos a Jesús en Su viacrucis. Pongan en sus oraciones a esta humanidad que vaga sin Dios y sin Su amor. Sean oración, sean luz y testigos para todos los que encuentran, hijitos, a fin de que Dios misericordioso tenga misericordia de ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 18 de marzo de 2024 – Aparición anual a Mirjana Soldo

Queridos hijos, yo estoy con ustedes gracias al amor misericordioso de Dios. Y por eso, como Madre, los invito a creer en el amor, amor que es unión con mi Hijo. Con el amor ayudan a los demás a abrir sus corazones para que conozcan a mi Hijo y lo amen. Hijos míos, el amor hace que mi Hijo ilumine sus corazones con Su gracia, crezca en ustedes y les dé la paz. Hijos míos, si viven el amor, si viven a mi Hijo, tendrán paz y serán felices. En el amor está la victoria. ¡Les doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de febrero de 2024

“Queridos hijos, orad y renovad vuestro corazón para que el bien que habéis sembrado dé frutos de alegría y de unión con Dios. La cizaña se ha apoderado de muchos corazones y se han vuelto estériles. Por eso vosotros, hijos míos, sed luz, amor y mis manos extendidas en este mundo que anhela a Dios que es amor. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

Mensaje del 25 de enero de 2024

“¡Queridos hijos! Que este tiempo sea un tiempo de oración.”

Mensaje del 25 de diciembre de 2023 – Día de Navidad

“¡Queridos hijos! Os llevo a mi Hijo Jesús para llenar vuestros corazones de paz, porque Él es la paz. Hijos míos, buscad a Jesús en el silencio de vuestro corazón para que nazca de nuevo. El mundo necesita a Jesús, por eso buscadlo a través de la oración, porque Él se entrega diariamente a cada uno de vosotros”.

Hoy Nuestra Señora vino vestida solemnemente con el Niño Jesús en brazos. Jesús extendió su mano en señal de bendición mientras Nuestra Señora oraba por nosotros en arameo.

Mensaje a Jacov del 25 de diciembre de 2023

En la última aparición diaria a Jakov Colo el 12 de septiembre de 1998, Nuestra Señora le dijo que en adelante tendría una aparición al año, cada 25 de diciembre, el día de Navidad. Así fue también este año. La aparición comenzó a las 14:20 y duró 6 minutos. Nuestra Señora vino con el pequeño Jesús en brazos. A través de Jakov, Nuestra Señora dio el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, hoy con mi Hijo en brazos, deseo llamaros a todos a orar al Niño Jesús por la sanación de vuestro corazón. Hijos, muchas veces en vuestros corazones reina el pecado que destruye vuestra vida y no podéis sentir la presencia de Dios. Por eso, en este día de Gracia, cuando la Gracia se está extendiendo por todo el mundo, entregad vuestra vida y vuestro corazón al Señor, para que el Señor os sane con su Gracia. Sólo con corazones puros podréis vivir nuevamente el nacimiento de Jesús en vosotros, y la luz de Su nacimiento iluminará vuestra vida. Os bendigo con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido mi llamado”.

Mensaje del 25 de noviembre de 2023

“¡Queridos hijos!, que este tiempo esté entretejido de la oración por la paz y de las buenas obras, para que la alegría de la espera del Rey de la Paz se sienta en vuestros corazones, en vuestras familias y en el mundo que no tiene esperanza. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de octubre de 2023

“Queridos hijos, los vientos del mal, del odio y de la tribulación soplan sobre la tierra para destruir vidas. Por eso, el Altísimo me ha enviado hasta vosotros para conduciros por el camino de la paz y de la unidad con Dios y con los hombres. Vosotros, hijos míos, sois mis manos extendidas: orad, ayunad y ofreced sacrificios por la paz, el tesoro que todo corazón anhela. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de setiembre de 2023

“Queridos hijos, os invito a una oración fuerte. El modernismo quiere introducirse en vuestros pensamientos y robaros la alegría de la oración y del encuentro con Jesús. Por eso, queridos hijos, renovad la oración en vuestras familias, para que mi Corazón maternal esté gozoso como en los primeros días cuando os elegí y la respuesta era la oración de día y de noche, y el cielo no permanecía en silencio sino que concedía en abundancia paz y bendición a este lugar de Gracia. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

Mensaje del 25 de agosto de 2023

“¡Queridos hijos! En este tiempo de Gracia, los invito a la oración con el corazón. Que sus corazones, hijitos, se eleven en oración hacia El Cielo, para que su corazón pueda sentir al Dios del Amor que los sana y los ama con un Amor inmenso. Por eso estoy con ustedes, para guiarlos por el camino de la conversión del corazón. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 25 de julio de 2023

“Queridos hijos, en este tiempo de gracia, en que el Altísimo me envía a vosotros para amaros y guiaros por el camino de la conversión, ofreced vuestras oraciones y sacrificios por todos los que están lejos y no han conocido el amor de Dios. Vosotros, hijos míos, sed testigos del amor y de la paz para todos los corazones atribulados. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de junio de 2023

“¡Queridos hijos! El Altísimo me permite estar en medio de vosotros, para orar por vosotros, para ser vuestra Madre y vuestro refugio. Hijos míos, os invito: regresad a Dios y a la oración, y Dios os bendecirá abundantemente. Gracias por haber respondido a mi llamada”

Mensaje del 25 de mayo de 2023

“¡Queridos hijos! Os invito a ir a la Naturaleza y a orar para que el Altísimo hable a vuestro corazón y sintáis el poder del Espíritu Santo, con el fin de que podáis testimoniar el amor que Dios tiene por cada criatura. Estoy con vosotros e intercedo por vosotros. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

Mensaje del 25 de abril de 2023

“Queridos hijos, os invito a todos a ser portadores de la paz y de la alegría de Jesús resucitado para todos aquellos que se encuentran alejados de la oración; para que el amor de Jesús, a través de vuestras vidas, los transforme a una nueva vida de conversión y santidad. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada”

Mensaje del 25 de marzo de 2023

“Queridos hijos, que este tiempo sea para vosotros tiempo de oración”

Mensaje del 18 de marzo de 2023  – Aparición anual a Mirjana Soldo

Queridos hijos, los invito a que -a través de la oración y la misericordia- conozcan a mi Hijo lo más posible, para que con corazones puros y abiertos aprendan a escuchar, para que escuchen lo que mi Hijo les dice a fin de que puedan llegar a ver espiritualmente. Que, como un solo pueblo de Dios, en comunión con mi Hijo, den testimonio de la verdad con sus vidas. Oren, hijos míos, para que junto a mi Hijo puedan llevar sólo paz, alegría y amor a todos sus hermanos y hermanas. Yo estoy con ustedes y los bendigo con mi bendición maternal. ”

Mensaje del 25 de febrero de 2023

Queridos hijos, convertíos y revestíos de vestiduras penitenciales y de oración personal profunda, y humildemente pedid la paz al Altísimo. En este tiempo de gracia, Satanás quiere seduciros, pero vosotros, hijos míos, mirad a mi Hijo y seguidlo hacia el Calvario en la renuncia y el ayuno. Estoy con vosotros porque el Altísimo me permite amaros y conduciros al gozo del corazón, en la fe que crece en todos los que aman a Dios por encima de todo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de enero de 2023

“Queridos hijos, orad conmigo por la paz, porque Satanás quiere la guerra y el odio en los corazones y en los pueblos. Por eso, orad y sacrificad vuestros días haciendo ayuno y penitencia, para que Dios os dé la paz. El futuro está en una encrucijada, porque el hombre moderno no quiere a Dios. Por ello la humanidad se dirige hacia la perdición. Vosotros, hijos míos, sois mi esperanza. Orad conmigo para que se haga realidad lo que comencé en Fátima y aquí. Orad y dad testimonio de la paz en vuestro entorno, y sed personas de paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de diciembre de 2022 recibido por Jakov en Navidad

En la última aparición diaria a Jakov Colo, el 12 de septiembre de 1998, la Virgen le dijo que de ahora en adelante tendría una aparición al año, cada 25 de diciembre, el día de Navidad. Así ha sido también este año. La aparición comenzó a las 2:18 pm y duró 8 minutos. La Virgen vino con el pequeño Jesús en sus brazos. A través de Jakov, Nuestra Señora dio el siguiente mensaje:

“Queridos hijos: Hoy, cuando la luz del nacimiento de Jesús ilumina al mundo entero, con Jesús en mis brazos, oro de manera especial para que cada corazón se convierta en el establo de Belén en que nacerá mi Hijo, y para que vuestras vidas se conviertan en la luz de Su nacimiento. Hijos míos, vosotros vivís en la aflicción y en el miedo. Por eso, hijos míos, hoy en este día de gracia, pido a Jesús que fortalezca vuestra fe y se convierta en el Soberano de vuestras vidas porque, hijos míos, solo con Jesús en vuestras vidas no veréis aflicción, sino que rezaréis por la paz y viviréis en paz; no veréis miedo, sino que veréis a Jesús que nos libera de todos los miedos. Yo soy vuestra Madre que vela continuamente por vosotros y os bendigo con mi bendición maternal”.

Mensaje del 25 de diciembre de 2022

“Queridos hijos: hoy os traigo a mi Hijo Jesús para que vosotros seáis Su Paz y el reflejo de la serenidad y del gozo del Cielo. Orad, hijos míos, para que estéis abiertos a recibir la paz, porque muchos corazones están cerrados al llamado de la Luz que cambia los corazones. Estoy con vosotros y oro por vosotros para que os abráis a recibir al Rey de la Paz, que colma vuestros corazones de calor y bendición. Gracias por haber respondido a mi llamado”.

Mensaje del 25 de noviembre de 2022

“¡Queridos hijos! El Altísimo me ha enviado a vosotros para enseñaros a orar. La oración abre los corazones y da esperanza, y la Fe nace y se fortalece. Hijos míos, yo os invito con amor: regresad a Dios porque Dios es vuestro amor y vuestra esperanza. Si no os decidís por Dios no tenéis futuro, y por eso estoy con vosotros, para guiaros con el fin de que os decidáis por la conversión y la vida, y no por la muerte. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje del 25 de octubre de 2022

“Queridos hijos, el Altísimo me permite estar con vosotros, y ser vuestra alegría y camino en la esperanza, porque la humanidad se ha decidido por la muerte. Por eso Él me ha enviado a enseñaros que sin Dios no tenéis futuro. Hijos míos, sed instrumentos de amor para todos los que no han conocido al Dios del Amor. Testimoniad con alegría vuestra fe y no perdáis la esperanza en el cambio del corazón humano. Yo estoy con vosotros y os bendigo con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”.

Mensaje del 25 de septiembre de 2022

“¡Queridos hijos! Oren para que el Espíritu Santo los ilumine a fin de que sean gozosos buscadores de Dios y testigos del amor sin límites. Estoy con ustedes, hijitos, y a todos los llamo nuevamente: anímense y den testimonio de las buenas obras que Dios está haciendo en ustedes y a través de ustedes. Alégrense en Dios. Hagan el bien al prójimo para que estén bien en la tierra, y oren por la paz que está siendo amenazada porque Satanás quiere la guerra y la tribulación. Gracias por haber respondido a mi llamado”.

Mensaje del 25 de agosto de 2022

“Queridos hijos, Dios me permite estar con vosotros y guiaros por el camino de la paz para que, a través de la paz personal, construyáis la paz en el mundo. Yo estoy con vosotros e intercedo por vosotros ante mi Hijo Jesús, para que Él os dé una fe fuerte y la esperanza en un futuro mejor que deseo construir con vosotros. Vosotros, sed valientes y no temáis, porque Dios está con vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!

Mensaje del 25 de julio de 2022

“Queridos hijos, estoy con vosotros para guiaros por el camino de la conversión porque, hijos míos, con vuestras vidas podéis acercar muchas almas a mi Hijo. Sed testigos gozosos de la Palabra y del amor de Dios, con la esperanza en el corazón que vence todo mal. Perdonad a los que os hacen mal y caminad por la senda de la santidad. Os conduzco a mi Hijo para que Él sea para vosotros Camino, Verdad y Vida. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

Mensaje del 25 de junio de 2022

“¡Queridos hijos! Me regocijo con vosotros y os agradezco por cada sacrificio y oración que habéis ofrecido por mis intenciones. Hijos míos, no olvidéis que sois importantes en mi plan de salvación de la humanidad. Regresad a Dios y a la oración para que el Espíritu Santo obre en vosotros y a través de vosotros. Hijos míos, yo estoy con vosotros en estos días en que Satanás lucha por fomentar la guerra y el odio. La división es fuerte y el mal actúa en el hombre como nunca antes. ¡Gracias por haber respondido mi llamada!”

Mensaje del 25 de mayo de 2022

“¡Queridos hijos! Os miro y doy gracias a Dios por cada uno, porque Él me ha permitido estar todavía con vosotros, para animaros a la santidad. Hijos míos, la paz está deteriorada y Satanás quiere la tribulación. Por lo tanto, que vuestra oración sea aún más fuerte con el fin de que todo espíritu impuro de división y de guerra sea silenciado. Sed constructores de paz y portadores de la alegría del Resucitado en vosotros y a vuestro alrededor, para que el bien triunfe en cada hombre. ¡Gracias por haber respondido mi llamada!”

Mensaje del 25 de abril de 2022

“Queridos hijos, los miro y veo que están perdidos. Por eso los invito a todos: regresen a Dios, regresen a la oración y el Espíritu Santo los colmará de Su amor que da alegría al corazón. La esperanza crecerá en ustedes y en un futuro mejor, y se convertirán en testigos gozosos de la misericordia de Dios y también alrededor de ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje del 25 de marzo de 2022

“¡Queridos hijos! Escucho su clamor y sus oraciones por la paz. Durante años Satanás ha estado luchando en favor de la guerra. Por eso Dios me ha enviado entre ustedes: para conducirlos por el camino de la santidad, porque la humanidad se encuentra en una encrucijada. Los invito a regresar a Dios y a sus Mandamientos para que estén bien en la tierra y para que salgan de esta crisis en la que han entrado por no escuchar a Dios que los ama y quiere salvarlos, y llevarlos a una vida nueva. ¡Gracias por haber respondido mi llamado!”


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Mensaje del 18 de marzo de 2022, por medio de Marija

“¡Queridos hijos! Con amor maternal los invito a mirar a mi Hijo llenos de fuerza, fe y confianza. Ábranle sus corazones y no tengan miedo, porque mi Hijo es la Luz del mundo y en Él se hallan la paz y la esperanza. Por eso los invito nuevamente, nuevamente a orar por aquellos hijos míos que no han conocido el amor de mi Hijo; que mi Hijo ilumine sus corazones con Su luz de amor y esperanza, y que a ustedes, hijos míos, los fortalezca y les dé paz y esperanza. Yo estoy con ustedes. Les doy las gracias’.’

Mensaje del 25 de febrero de 2022

“¡Queridos hijos! Yo estoy con ustedes y estamos orando juntos. Hijitos, ayúdenme con la oración para que Satanás no prevalezca. Su poder de muerte, odio y miedo ha visitado la tierra. Por eso, hijitos, regresen a Dios y a la oración, al ayuno y a la renuncia, por todos aquellos que son pisoteados, son pobres y no tienen voz en este mundo sin Dios. Hijitos, si no regresan a Dios y a sus Mandamientos, no tienen futuro. Por eso, Él me ha enviado a ustedes para guiarlos. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”

Mensaje del 25 de enero de 2022

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a regresar a la oración personal. Hijitos, no olviden que satanás es fuerte y quiere atraer hacia sí mismo cuántas almas sea posible. Por eso, estén vigilantes en la oración y decididos en el bien. Yo estoy con ustedes y los bendigo a todos con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje anual de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de diciembre de 2021 por medio de Jakov

“¡Queridos hijos!, ustedes son y se llaman ‘hijos de Dios’. Si tan solo sus corazones sintieran el inmenso amor que Dios tiene por ustedes, sus corazones lo adorarían y agradecerían en cada instante de su vida. Por eso, hijitos, hoy, en este día de Gracia, abran sus corazones y pidan al Señor el don de la fe, para que puedan ser verdaderamente dignos del nombre de ‘hijos de Dios’, quienes con corazones puros agradecen y honran a su Padre Celestial. Estoy con ustedes y los bendigo con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido mi llamado!”

Mensaje mensual de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de diciembre de 2021 por medio de Marija

¡Queridos hijos! Hoy les traigo a mi Hijo Jesús para que Él les dé Su Paz. Hijitos, sin paz no tienen futuro ni bendición, por lo tanto, regresen a la oración porque el fruto de la oración es la alegría y la fe, sin las cuales no pueden vivir. La bendición de hoy que les damos, llévenla a sus familias y enriquezcan a todos quienes encuentran, para que puedan sentir la Gracia que ustedes reciben. ¡Gracias por haber respondido mi llamado!”

Mensaje del 25 de noviembre de 2021

“¡Queridos hijos! ¡Queridos hijos! Estoy con ustedes en este tiempo de Misericordia y los invito a todos a ser portadores de paz y de amor en este mundo en el que Dios, hijitos, a través de mí, los invita a ser oración y amor, y expresión del paraíso aquí en la tierra. Hijitos, que sus corazones se llenen de gozo y de Fe en Dios, para que tengan plena confianza en Su Santa Voluntad. Por eso estoy con ustedes, porque Él, El Altísimo, me envía entre ustedes para alentarlos a la esperanza; y ustedes serán constructores de paz en este mundo sin paz. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 25 de octubre de 2021

“¡Queridos hijos! Regresen a la oración porque quien reza no tiene miedo del futuro; quien ora está abierto a la vida y respeta la vida de los demás; Quien ora, hijitos, siente la libertad de los hijos de Dios y con alegría de corazón sirve para al bien del hombre, su hermano. Porque Dios es amor y libertad. Por lo tanto, hijitos, cuando quieren ponerles cadenas y servirse de ustedes, eso no viene de Dios porque Dios es amor y da su paz a cada criatura. Por eso me envió: para ayudarlos a crecer en el camino de la santidad. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado”.

Mensaje del 25 de septiembre de 2021

“¡Queridos hijos! Orad, testificad y regocijaos conmigo porque el Altísimo me sigue enviando para guiaros por el camino de la santidad. Sabed, hijos míos, que la vida es corta y que la eternidad os espera para darle gloria a Dios con vuestro ser, junto con todos los santos. Hijos míos, no os preocupéis por las cosas terrenales, anhelad el Cielo. El cielo será vuestra meta y la alegría comenzará a reinar en vuestros corazones. Estoy con vosotros y os bendigo a todos con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido mi llamada”.

Mensaje del 25 de agosto de 2021

“¡Queridos hijos! Con alegría, hijitos, invito a todos los que han respondido a mi llamado: sean alegría y paz. Testimonien con sus vidas el cielo que les traigo. Es hora, hijitos, de que sean un reflejo de mi amor para todos aquellos que no aman y cuyos corazones han sido conquistados por el odio. No olviden: yo estoy con ustedes e intercedo por todos ante mi Hijo Jesús para que les dé su paz. Gracias por haber respondido a mi llamado”.

Mensaje del 21 de agosto de 2021 dado a Ivan

“Queridos hijos, también hoy los invito a vivir mis mensajes, para que de esa manera permitan al Espíritu Santo que entre en sus corazones y los lave, los purifique, los ilumine. Solo un corazón abierto está preparado para recibir la Palabra Viva. Por eso, estos días, oren más y vivan mis mensajes. Yo sé, queridos hijos, que esperan mis mensajes, pero comiencen a vivir los que ya tienen. ¡Gracias, queridos hijos, por haber respondido también hoy a mi llamado!”

Mensaje del 25 de julio de 2021 dado a Marija Pavlovic

“¡Queridos hijos! Os invito a ser oración para todos los que no oran. Hijos míos, testimoniad con vuestra vida la alegría de ser míos, y Dios escuchará vuestras oraciones y os dará la paz en este mundo inquieto, donde el orgullo y el egoísmo reinan. Hijos míos, sed generosos y sed el amor de mi amor, para que los paganos sientan que vosotros sois míos y se conviertan a mi Corazón Inmaculado. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

Mensaje del 25 de junio de 2021 dado a Marija Pavlovic

“Queridos hijos: mi Corazón está alegre porque a lo largo de estos años veo vuestro amor y vuestra apertura a mi llamada. Hoy os llamo a todos: orad conmigo por la paz y la libertad, porque Satanás es fuerte y quiere, con sus engaños, alejar de mi Corazón maternal a cuantos corazones sea posible. Por eso, decidíos por Dios para que estéis bien en la tierra que Dios os ha dado. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

Mensaje del 25 de junio de 2021 dado a Ivanka Ivankovic

“Hijos míos, necesito vuestras oraciones. Orad, orad, orad”

Mensaje del 19 de junio de 2021 dado a Ivan

“Queridos hijos: todos ustedes son importantes para mí, oren y alégrense  conmigo. Alégrense por cada corazón que ha cambiado y se ha convertido. Oren hoy especialmente por todos los grupos de oración que son fruto de mis venidas. Yo, Su Madre oro por todos ustedes e intercedo por todos ustedes ante mi Hijo. Gracias, queridos hijos, por haber respondido también hoy a mi llamado.”

Mensaje del 25 de mayo de 2021

Queridos hijos, os miro y os invito: regresad a Dios porque Él es Amor y por Amor me ha enviado con el fin de guiaros en el camino de la conversión. Dejad el pecado y el mal, decidíos por la santidad y la alegría reinará; y vosotros seréis mis manos extendidas en este mundo extraviado. Deseo que seáis oración y esperanza para aquellos que no han conocido al Dios del amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje del 25 de abril de 2021

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a dar testimonio de su fe en los colores de la primavera; que esta sea una fe de esperanza y valentía. Hijitos, que su fe no vacile ante ninguna situación, ni siquiera en este tiempo de prueba. Vayan valientemente con Cristo Resucitado hacia el Cielo, que es la meta de ustedes. Los acompaño por este camino de santidad y los pongo a todos en mi Corazón Inmaculado. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”

Mensaje del 25 de marzo de 2021

Queridos hijos, también hoy estoy con vosotros para deciros: hijos míos, quien reza no le tiene miedo al futuro y no pierde la esperanza. Vosotros habéis sido elegidos para llevar alegría y paz, porque sois míos. He venido aquí con el nombre de Reina de la Paz, porque el diablo quiere la aflicción y la guerra; quiere llenar vuestro corazón con el miedo al futuro; y el futuro es de Dios. Por eso, sed humildes y orad, y dejad todo en manos del Altísimo que os ha creado. ¡Gracias, queridos hijos, por haber respondido a mi llamada!

Mensaje del 18 de marzo de 2021 – Aparición anual a Mirjana Soldo

“¡Queridos hijos! Los invito maternalmente a volver a la alegría y a la verdad del Evangelio; a regresar al amor de mi Hijo, porque Él los espera con los brazos abiertos; a que todo lo que hagan en la vida, lo hagan con mi Hijo, con amor, para que sean bendecidos; a que la espiritualidad de ustedes sea interior y no solo exterior. Solo así serán humildes, generosos, llenos de amor y alegres. Y mi Corazón maternal se regocijará con ustedes. Les doy las gracias.”

Mensaje del 25 de febrero de 2021

“¡Queridos hijos! También hoy Dios me ha permitido estar con vosotros para invitaros a la oración y al ayuno. Vivid este tiempo de gracia y sed testigos de esperanza porque, os repito, hijos míos: con la oración y el ayuno incluso las guerras pueden ser suprimidas. Hijos míos, creed y vivid en la fe, y con la fe este tiempo de gracia; mi Inmaculado Corazón no os abandona a ninguno de vosotros en el desasosiego si recurre a mí. Intercedo por vosotros ante el Altísimo y oro por la paz en vuestros corazones y por la esperanza en el futuro. ¡Gracias por haber respondido mi llamada”

Mensaje del 25 de enero de 2021

“Queridos hijos, en este tiempo os invito a la oración, al ayuno y a la renuncia, para que seáis más fuertes en la fe. Este es el tiempo del despertar y del renacer. Así como la naturaleza se da, también vosotros, hijos míos, pensad en todo lo que habéis recibido; sed portadores alegres de la paz y del amor para que estéis bien en la tierra. Anhelad el cielo, porque en el cielo no hay tristeza ni odio. Por eso, hijos míos, decidíos de nuevo por la conversión y que la santidad reine en vuestras vidas. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje extraordinario dado a Ivan el 16 de enero de 2021

“Queridos hijos, también hoy quiero animarlos a que renueven los mensajes que les doy, a que vivan mis mensajes. En este tiempo de Gracia, quiero llamarlos a que abran sus corazones, especialmente en sus familias.

Vivan, oren y trabajen.

Gracias, queridos hijos, por haber respondido hoy a mi llamado”.

Mensaje del 25 de diciembre de 2020

“Queridos hijos: Os traigo al Niño Jesús que os trae la paz, Él, que es el pasado, el presente y el futuro de vuestro vivir. Hijos míos, no permitáis que se apaguen vuestra fe y la esperanza en un futuro mejor, porque habéis sido elegidos para ser testigos de esperanza en cada ocasión. Por eso estoy aquí con Jesús para que os bendiga con Su paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje anual del 25 de diciembre de 2020 a Jacov

“Queridos hijos, también hoy Jesús está aquí a vuestro lado. Aun cuando pensáis que estáis solos y no hay luz en vuestra vida, Él está ahí y nunca os ha dejado ni se ha alejado de vosotros. La luz de Su Nacimiento ilumina este mundo y vuestra vida. Su Corazón está siempre abierto para recibir cada sufrimiento vuestro, cada tentación, miedo y necesidad. Sus manos están extendidas hacia vosotros para abrazaros como un padre y deciros lo importante que sois para Él, cuánto os ama y se preocupa por Sus hijos. Hijos míos, ¿vuestro corazón está abierto a Jesús? ¿Habéis puesto vuestra vida completamente en sus manos? ¿Habéis aceptado a Jesús como vuestro padre, a quien siempre podéis acudir y encontrar en Él consuelo y cuánto necesitáis para vivir la verdadera fe?.

Por eso, hijos míos, entregad vuestro corazón a Jesús y permitid que gobierne vuestras vidas, porque solo así podréis aceptar el presente y podréis enfrentar el mundo en el que hoy vivís. Con Jesús, todo miedo, sufrimiento y dolor desaparece, cuando vuestro corazón acepta Su voluntad y todo lo que llega a vuestra vida. Jesús os dará la fe para aceptarlo todo y nada os alejará de Él, porque os toma firmemente de la mano sin permitir que os alejéis y os perdáis en los momentos difíciles, porque Él se ha convertido en el Señor de vuestras vidas. Os bendigo con mi bendición maternal”.

Mensaje del 25 de Noviembre de 2020

Queridos hijos, este es un tiempo de amor, de afabilidad, de oración y de alegría. Rezad, hijos míos, para que el Niño Jesús nazca en vuestros corazones. Abrid vuestros corazones a Jesús que se da a cada uno de vosotros. Dios me ha enviado a ser alegría y esperanza en este tiempo. Y yo os digo: sin el Niño Jesús no tenéis la ternura ni el sentimiento del Cielo que están escondidos en el Recién Nacido. Por eso, hijos míos, trabajad en vosotros mismos. Al leer la Sagrada Escritura descubriréis el nacimiento de Jesús y la alegría, como en los primeros días que Medjugorje dio a la humanidad. La historia será verdadera: lo que también hoy se repite en vosotros y en torno a vosotros. Trabajad y construid la paz a través del sacramento de la Confesión. Reconciliaros con Dios, hijos míos, y veréis milagros en torno a vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!.

Mensaje del 25 de Octubre de 2020

“¡Queridos hijos! En este tiempo los llamo a regresar a Dios y a la oración. Invoquen la ayuda de todos los santos a fin de que sean para ustedes ejemplo y ayuda. Satanás es fuerte y lucha por atraer cuantos corazones sea posible. Quiere la guerra y el odio. Por eso llevo tanto tiempo con ustedes, para conducirlos por el camino de la salvación, hacia Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida. Hijitos, regresen al amor a Dios y Él será su fuerza y su refugio. Gracias por haber respondido a mi llamado”.

Mensaje del 25 de septiembre de 2020

“¡Queridos hijos! Estoy con vosotros durante tanto tiempo porque Dios es grande en Su amor y en mi presencia. Os invito, hijos míos: regresad a Dios y a la oración. Que el amor sea la medida de vuestra vida, y no olvidéis, hijos míos, que la oración y el ayuno hacen milagros en vosotros y a vuestro alrededor. Que todo lo que hagáis sea para la gloria de Dios; entonces el Cielo llenará vuestro corazón de alegría y sentiréis que Dios os ama y que me está enviando para salvaros y salvar la tierra en la que vivís. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje del 25 de agosto de 2020

“¡Queridos hijos! Este es un tiempo de gracia. Estoy con ustedes y los llamo nuevamente, hijitos: regresen a Dios y a la oración hasta que la oración se convierta en alegría para ustedes. Hijitos, no tienen futuro ni paz mientras en su vida no inicie la conversión personal y un cambio hacia el bien. El mal cesará y la paz reinará en sus corazones y en el mundo. Por eso, hijitos, oren, oren, oren. Estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo Jesús por cada uno de ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 25 de julio de 2020

“¡Queridos hijos! En este tiempo turbulento en que el demonio está cosechando almas para atraerlas hacia sí, los llamo a una oración perseverante para que en la oración descubran al Dios del amor y de la esperanza. Hijitos, tomen la cruz en sus manos. Que ella sea para ustedes estímulo de que el amor triunfa siempre, especialmente ahora que la cruz y la fe son rechazadas. Con sus vidas, sean ustedes reflejo y ejemplo de que la fe y la esperanza aún están vivas y que un mundo nuevo de paz es posible. Estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante mi Hijo Jesús. ¡Gracias por haber respondido mi llamado!

Mensaje del 25 de junio de 2020

“Queridos hijos, escucho sus súplicas y oraciones e intercedo por ustedes ante mi Hijo Jesús, que es el Camino, la Verdad y la Vida. Hijitos, regresen a la oración, abran sus corazones en este tiempo de gracia y emprendan el camino de la conversión. Su vida es pasajera y sin Dios no tiene sentido. Por eso estoy con ustedes, para guiarlos hacia la santidad de la vida, para que cada uno descubra la alegría de vivir. Hijitos, los amo a todos y los bendigo con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 24 de junio de 2020

Aparición de la Virgen María a Iván en Medjugorje, del 24 de junio 2020.
Después de la aparición Iván se dirigió a un grupo de peregrinos con estas palabras.

“Quisiera saludarlos a todos con mi corazón en este día, en que hace 39 años Nuestra Señora comenzó a golpear a la puerta de mi corazón. Intentaré presentarles los elementos más importantes de nuestro encuentro de esta noche.
Hoy es un día muy importante y no puede ser comparado a ningún otro. Nuestra Señora vino a nosotros esta noche muy contenta y feliz. Ella dijo:
“Sea Alabado Jesús mis queridos hijos”; y luego, por un largo tiempo por esta Parroquia que Ella escogió, de manera especial. Luego también oró sobre todos los sacerdotes y parroquianos. Luego dio este mensaje:
“Queridos Hijos, vengo a ustedes porque mi Hijo me envía aquí. Él desea que yo los guíe hacia Él, yo deseo que ustedes encuentren paz a través de mí porque el mundo de hoy no les puede dar la paz; por lo tanto, deseo que perseveren en la oración. Oren por mis planes y para que ellos se realicen en la parroquia y en el mundo. Yo no estoy cansada mis hijos, y tampoco deseo que ustedes se cansen. Yo oro por todos ustedes e intercedo por ustedes delante de mi Hijo Jesús. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!; especialmente aquellos que me buscan en la oración”.
Yo le presenté a Ella nuestra Parroquia, a quienes Ella escogió, a todos los enfermos… Luego Ella se fue bajo el signo de la cruz y en una gran luz con las palabras: “¡Vayan en paz mis queridos Hijos!”

Ustedes saben que mañana es el 25, Nuestra Señora dará otro mensaje para el mundo. Continuemos orando por la Madre, para que se realicen sus planes por el mundo. ¡Felicidades!”

Mensaje del 25 de mayo de 2020

“Queridos hijos: oren conmigo para que todos ustedes tengan una vida nueva. En sus corazones, hijitos, saben lo que hay que cambiar: regresen a Dios y a Sus Mandamientos, para que el Espíritu Santo pueda cambiar sus vidas y la faz de esta tierra, que necesita de una renovación en el Espíritu. Hijitos, sean oración para todos los que no oran, sean alegría para todos los que no ven una salida, sean portadores de luz en la oscuridad de este tiempo turbulento. Oren y pidan la ayuda y la protección de los Santos, para que también ustedes puedan anhelar el Cielo y las realidades celestiales. Estoy con ustedes y a todos los protejo y bendigo con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje del 25 de abril de 2020

“¡Queridos hijos! Que este tiempo sea para ustedes una exhortación a la conversión personal. Hijitos, oren en soledad al Espíritu Santo para que los fortalezca en la fe y en la confianza en Dios, a fin de que puedan ser testigos dignos del amor que Dios les regala a través de mi presencia. Hijitos, no permitan que las pruebas endurezcan su corazón y que la oración sea como un desierto. Sean un reflejo del amor de Dios y testimonien con sus vidas a Jesús Resucitado. Estoy con ustedes y los amo a todos con mi amor maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 25 de marzo de 2020

“¡Queridos hijos! He estado con ustedes todos estos años para conducirlos por el camino de la salvación. Regresen a mi Hijo, regresen a la oración y al ayuno. Hijitos, permitan que Dios le hable a su corazón, porque Satanás reina y quiere destruir sus vidas y la tierra por la que caminan. Sean valientes y decídanse por la santidad. Verán la conversión en sus corazones y en sus familias; la oración será escuchada, Dios atenderá sus súplicas y les dará la paz. Estoy con ustedes y los bendigo a todos con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje anual de la Virgen María Reina de la Paz a Mirjana del 18 de marzo de 2020

“¡Queridos hijos! Mi Hijo, en cuanto Dios, siempre ha mirado más allá del tiempo. Yo, como Su Madre, a través de Él veo en el tiempo. Veo cosas hermosas y cosas tristes. Pero veo que aun hay amor y que hay que hacer que éste se conozca.
Hijos míos, no pueden ser felices si no se aman unos a otros, si no tienen amor en cada situación y en cada momento de su vida. Yo, como Madre, vengo a ustedes por medio del amor para ayudarlos a conocer el verdadero amor y a conocer a mi Hijo. Por eso los llamo a que, de nuevo, tengan cada vez más sed de amor, fe y esperanza. La única fuente de la que pueden beber es la confianza en Dios, mi Hijo.
Hijos míos, en tiempos de inquietud y de renuncia, sólo busquen el rostro de mi Hijo. Solo vivan sus palabras y no teman. Oren y amen con sentimientos sinceros, con buenas obras, y ayuden a que el mundo cambie y mi Corazón triunfe. Como mi Hijo, yo les digo que se amen unos a otros, porque sin amor no hay salvación. ¡Les doy las gracias, hijos míos!”.

La Virgen le dijo a Mirjana que no tendrá más la aparición extraordinaria del día 2 de cada mes. Por lo cual la verá, de ahora en adelante, solo el 18 de marzo.

Mensaje del 2 de marzo de 2020

Queridos hijos: su amor puro y sincero atrae mi corazón materno. Su fe y confianza en el Padre Celestial son rosas fragantes que me ofrecen: el ramo de rosas más hermoso, compuesto de sus oraciones, de obras de misericordia y amor. Apóstoles de mi amor, ustedes que se esfuerzan por seguir sinceramente a mi Hijo con un corazón puro, ustedes que sinceramente lo aman, sean ustedes los que ayuden, sean un ejemplo para quienes aún no han conocido el amor de mi Hijo. Pero, hijos míos, no solo con palabras sino también con obras y sentimientos puros con los que glorifican al Padre Celestial. Apóstoles de mi amor, es tiempo de vigilia y a ustedes les pido amor; no es para juzgar a nadie, porque el Padre Celestial juzgará a todos. Les pido a ustedes que amen, que difundan la verdad, porque la verdad es antigua: ella no es nueva, ella es eterna. Ella es la verdad. Ella da testimonio de la eternidad de Dios. Lleven la luz de mi Hijo y dispersen la oscuridad que quiere cada vez más envolverlos. No tengan miedo: por la gracia y el amor de mi Hijo estoy con ustedes. Les doy las gracias.”

Mensaje del 25 de febrero de 2020

“¡Queridos hijos! En este tiempo de Gracia, quiero ver sus rostros transformados en oración. Ustedes están tan inundados por las preocupaciones terrenales que ni siquiera sienten que la primavera está a las puertas. Hijitos, ustedes son llamados a la penitencia y a la oración. Así como la naturaleza lucha en silencio por una vida nueva, también ustedes están llamados a abrirse a Dios en oración, en quien encontrarán la paz y el calor del sol primaveral en sus corazones. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de febrero de 2020

“Queridos hijos, por obra de la decisión y del amor de Dios, he sido elegida para ser la Madre de Dios y la Madre vuestra. Pero también por mi voluntad y por mi amor ilimitado hacia el Padre Celestial y mi completa confianza en Él, mi cuerpo fue el cáliz del Dios-hombre. He estado al servicio de la verdad, del amor y de la salvación, como estoy aquí ahora, entre vosotros, para invitaros, hijos míos, apóstoles de mi amor, a ser portadores de la verdad; para invitaros a que, por medio de vuestra voluntad y amor por mi Hijo, difundáis Sus palabras, palabras de salvación. Para que con vuestros actos mostréis, a quienes no han conocido a mi Hijo, Su amor. La fuerza la encontraréis en la Eucaristía, en mi Hijo que os nutre con Su cuerpo y os fortalece con Su sangre. Hijos míos, juntad vuestras manos y mirad la Cruz en silencio. De esa manera, obtenéis la fe para que la podáis difundir, obtenéis la verdad para que podáis discernir, obtenéis el amor para saber realmente cómo amar. Hijos míos, apóstoles de mi amor, juntad las manos, mirad la Cruz: solo en la Cruz está la salvación. ¡Os agradezco! ”

Mensaje del 25 de enero de 2020

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a que oren aún más, hasta que en su corazón sientan la santidad del perdón. Debe haber santidad en las familias, porque, hijitos, no hay futuro para el mundo sin amor ni santidad, porque ustedes se dan en santidad y en alegría a Dios Creador que los ama con inmenso amor. Por eso Él me envía a ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”


¿Quieres que nuestros grupos de oración recen por tu intención?


Mensaje del 2 de enero de 2020

“Queridos hijos, sé que estoy presente en vuestras vidas y en vuestros corazones. Siento vuestro amor, escucho vuestras oraciones y las dirijo a mi Hijo. Pero, hijos míos, mediante mi amor maternal, yo deseo estar en la vida de todos mis hijos. Quiero reunir a todos mis hijos a mi alrededor, bajo mi manto maternal. Por eso, os invito y os llamo a vosotros, apóstoles de mi amor, para que me ayudéis.

Hijos míos, mi Hijo pronunció las palabras “Padre Nuestro”, Padre Nuestro que estás en todas partes y en nuestros corazones, porque Él quiere enseñaros a orar con palabras y sentimientos. Desea que siempre seáis mejores, que viváis el amor misericordioso que es oración y sacrificio ilimitado por los demás.

Hijos míos, dad a mi Hijo amor por el prójimo, dad a vuestro prójimo palabras de consuelo, de compasión y obras de justicia. Todo lo que dais a los demás, apóstoles de mi amor, es acogido por mi Hijo como un regalo. Y estoy con vosotros porque mi Hijo desea que mi amor, como un rayo de luz, reanime vuestras almas y os ayude en la búsqueda de la paz y de la felicidad eterna.

Por eso, hijos míos, amaos los unos a los otros, permaneced unidos por medio de mi Hijo. Sed hijos de Dios, que, todos unidos, pronunciáis el Padre Nuestro con un corazón pleno, abierto y puro. ¡Y no temáis! Os doy las gracias.”

Mensaje del 25 de diciembre de 2019

“Queridos hijos! Les traigo a mi Hijo Jesús para que los bendiga y les revele Su Amor que proviene del Cielo. El corazón de ustedes anhela una paz que está cada vez menos presente en la Tierra. Es por eso que las personas están lejos de Dios y las almas están enfermas y avanzan hacia la muerte espiritual. Estoy con ustedes, hijitos, para guiarlos en el camino de salvación al que Dios los llama. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 2 de diciembre de 2019

“Queridos hijos, mientras os miro a vosotros que amáis a mi Hijo, mi Corazón se llena de ternura. Os bendigo con mi bendición maternal. Con mi bendición maternal bendigo también a vuestros pastores: a ellos que pronuncian las palabras de mi Hijo, que bendicen con Sus manos y que tanto lo aman, que están dispuestos a hacer con alegría cualquier sacrificio por Él. Ellos lo están siguiendo a Él, quien fue el primer Pastor, el primer Misionero.

Hijos míos, apóstoles de mi amor, para todos los que amáis a través de mi Hijo, vivir y trabajar para otros, es gozo y consuelo de la vida terrenal. Si mediante la oración, el amor y el sacrificio, el Reino de Dios está en vuestros corazones, entonces, vuestra vida será alegre y serena. Entre los que aman a mi Hijo y se aman recíprocamente por medio de Él, no son necesarias las palabras. Una mirada es suficiente para que se escuchen las palabras que no se pronuncian y los sentimientos que no se expresan. Allí donde reina el amor, ya no cuenta el tiempo. Nosotros estamos con vosotros. Mi Hijo os conoce y os ama. El amor es lo que os conduce a mí, y por medio de ese amor, vendré a vosotros y os hablaré de las obras de la salvación. Deseo que todos mis hijos tengan fe y sientan mi amor maternal que los lleva a Jesús. Por eso, hijos míos, dondequiera que vayáis, iluminad con amor y fe, como apóstoles del amor. Os doy las gracias. ”

Mensaje del 25 de noviembre de 2019

“Queridos hijos, que este tiempo sea para vosotros tiempo de oración. Sin Dios no tenéis paz. Por eso, hijos míos, orad por la paz en vuestros corazones y en vuestras familias, para que Jesús pueda nacer en vosotros y os dé Su amor y Su bendición. El mundo está en guerra porque los corazones están llenos de odio y de envidia. Hijos míos, se ve en los ojos inquietud porque no habéis permitido a Jesús que nazca en vuestras vidas. Buscadlo, rezad y Él se dará a vosotros en el Niño que es alegría y paz. Yo estoy con vosotros y oro por vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 2 de noviembre de 2019

“Queridos hijos: mi Hijo amado siempre ha orado y glorificado al Padre Celestial. Siempre le ha dicho todo a Él y ha confiado en Su voluntad. Es lo que ustedes, hijos míos, también deberían hacer, porque el Padre Celestial siempre escucha a sus hijos. Un corazón en un corazón – amor, luz y vida. El Padre Celestial se ha donado mediante un rostro humano, y ese rostro es el rostro de mi Hijo. Ustedes, apóstoles de mi amor, siempre deberían llevar el rostro de mi Hijo en sus corazones y en sus pensamientos. Deberían siempre pensar en Su amor y en Su sacrificio. Deberían orar de manera que siempre sientan Su presencia, porque, apóstoles de mi amor, esa es la forma de ayudar a todos aquellos que no conocen a Mi Hijo, que no han conocido Su amor. Hijos míos, lean el Libro del Evangelio que siempre es algo nuevo. Es lo que los une a mi Hijo quien nació para llevar palabras de vida a todos mis hijos y para sacrificarse por todos. Apóstoles de mi amor, guiados por el amor a mi Hijo, lleven amor y paz a todos sus hermanos. No juzguen a nadie. Amen a cada uno mediante el amor de mi Hijo. De esta manera, estarán cuidando su alma: es lo más precioso que les pertenece verdaderamente. Les doy las gracias.”

Mensaje del 25 de octubre de 2019

“Queridos hijos, hoy los invito a la oración. Que la oración sea un bálsamo para su alma, porque el fruto de la oración es la alegría, es dar, es testimoniar a Dios a los demás a través de sus vidas. Hijitos, al entregarse ustedes totalmente a Dios, Él se ocupará de todo y los bendecirá, y sus sacrificios tendrán sentido. Estoy con ustedes y los bendigo a todos con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.


”Mensaje del 2 de octubre de 2019

“Queridos hijos: la voluntad y el amor del Padre Celestial hacen que yo esté aquí, en medio de vosotros, para ayudaros con amor maternal al crecimiento de la fe en vuestro corazón, para que podáis comprender verdaderamente el propósito de la vida terrenal y la grandeza de la vida celestial. Hijos míos, la vida terrenal es el camino hacia la eternidad, hacia la verdad y la vida, hacia mi Hijo. Quiero llevaros por ese camino. Vosotros, hijos míos, vosotros que siempre tenéis sed de más amor, verdad y fe, sabed que solo existe una fuente de la cual podéis beber: la confianza en el Padre Celestial, la confianza en Su amor. Abandonaos completamente a Su voluntad y no temáis. Todo lo que sea mejor para vosotros, todo lo que os lleve a la vida eterna, os será dado. Comprenderéis que el propósito de la vida no siempre es ansiar y tener, sino amar y dar. Tendréis verdadera paz y verdadero amor, seréis apóstoles del amor; con vuestro ejemplo haréis que esos hijos míos que no conocen a mi Hijo y Su amor deseen conocerlo. Hijos míos, apóstoles de mi amor, adorad conmigo a mi Hijo y amadlo por encima de todo. Procurad vivir siempre en Su verdad. Os doy las gracias. ”

Mensaje del 25 de septiembre de 2019

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a orar por mis intenciones a fin de que los pueda ayudar. Hijitos, recen el Rosario y mediten los misterios del Rosario, porque también ustedes en su vida atraviesan por alegrías y tristezas. De ese modo, convierten los misterios en su vida, porque la vida es un misterio hasta que no la ponen en las manos de Dios. Así tendrán la experiencia de la fe, como cuando Pedro encontró a Jesús, y el Espíritu Santo le llenó su corazón. También ustedes, hijitos, están llamados a testimoniar viviendo el amor con que Dios los envuelve día a día con mi presencia. Por eso, hijitos, sean abiertos y oren con el corazón en la fe. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de septiembre de 2019

 “Queridos hijos, ¡oren! Recen el Rosario cada día, esa corona de flores que me enlaza directamente, como Madre, con sus dolores, sufrimientos, deseos y esperanzas. 

Apóstoles de mi amor, estoy con ustedes por la gracia y el amor de mi Hijo, y les pido oraciones. El mundo tiene mucha necesidad de sus oraciones para que las almas se conviertan. Abran con total confianza sus corazones a mi Hijo, y Él escribirá en ellos un resumen de Su palabra: eso es el amor. Vivan un vínculo indisoluble con el Sagrado Corazón de Mi Hijo. Hijos míos, como Madre les digo que ya es hora de que se arrodillen ante mi Hijo, que lo reconozcan como su Dios, el centro de su vida. Ofrézcanle dones, lo que Él más ama es el amor al prójimo, la misericordia y un corazón puro.

Apóstoles de mi amor, muchos de mis hijos aún no reconocen a mi Hijo como su Dios, aún no han conocido Su amor. Pero ustedes, con su oración pronunciada desde un corazón puro y abierto, con los dones que ofrecen a mi Hijo, harán que se abran, incluso los corazones más endurecidos.

Apóstoles de mi amor, el poder de la oración, pronunciada desde el corazón -la poderosa oración llena de amor-, cambia el mundo. Por eso, hijos míos, oren, oren, oren. Yo estoy con ustedes. ¡Les doy las gracias!”

Mensaje del 25 de agosto de 2019

“Queridos hijos, orad, trabajad y testimoniad con amor el Reino de los Cielos, para que podáis estar bien aquí en la tierra. Hijos míos, Dios bendecirá el céntuplo vuestro esfuerzo y seréis testigos entre los pueblos, las almas de los no creyentes sentirán la gracia de la conversión y el cielo estará agradecido por vuestros esfuerzos y sacrificios. Hijos míos, testimoniar con el Rosario en la mano que sois míos y decidiros por la santidad. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

Mensaje del 2 de agosto de 2019

“Queridos hijos, ¡grande es el amor de mi Hijo! Si conocieran la grandeza de su amor, no dejarían de adorarlo y agradecerle. Él está siempre vivo con ustedes en la Eucaristía, porque la Eucaristía es su Corazón. La Eucaristía es el corazón de la fe. Él nunca los ha abandonado: aun cuando han procurado alejarse de Él, Él de ustedes no se ha alejado. Por eso mi Corazón materno se siente feliz cuando ve que, llenos de amor, regresan a Él; cuando veo que acuden a Él por el camino de la reconciliación, del amor y de la esperanza. Mi Corazón materno sabe que, cuando ustedes emprenden el camino de la fe, son brotes, capullos, pero, con la oración y el ayuno, serán frutos, mis flores, los apóstoles de mi amor. Serán portadores de luz e iluminarán, con amor y sabiduría, a todos alrededor de ustedes. Hijos míos, como Madre les pido: oren, reflexionen, contemplen. Todo lo hermoso, doloroso, alegre, santo, que les ocurre, les hace crecer espiritualmente; hace que en ustedes crezca mi Hijo. Hijos míos, abandónense en Él, créanle a Él, confíen en Su amor; sea Él quien los guíe. Que la Eucaristía sea el lugar donde alimenten sus almas, y luego difundan el amor y la verdad, y testimonien a mi Hijo. ¡Les doy las gracias!”

Mensaje del 25 de julio de 2019

“Queridos hijos! Mi llamado para ustedes es la oración. Que la oración sea para ustedes alegría y una corona que los une a Dios. Hijitos, vendrán las pruebas y ustedes no serán fuertes y el pecado reinará, pero si son míos vencerán, porque su refugio será el Corazón de mi Hijo Jesús. Por eso, hijitos, regresen a la oración hasta que la oración se convierta en vida para ustedes, de día y de noche. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de julio de 2019

“Queridos hijos, por voluntad del Padre misericordioso, os he dado y aún os continuaré dando signos evidentes de mi presencia maternal. Hijos míos, es el deseo maternal por la curación de las almas. Es el deseo de que cada hijo mío tenga una fe auténtica, de que viva experiencias prodigiosas bebiendo de la fuente de las palabras de mi Hijo, palabras de vida. Hijos míos, con Su amor y sacrificio, mi Hijo ha traído al mundo la luz de la fe y os ha mostrado el camino de la fe. Porque, hijos míos, la fe enaltece el dolor y el sufrimiento. La fe auténtica hace la oración más sensible, hace obras de misericordia: una conversación, una ofrenda. Esos hijos míos que tienen fe, fe auténtica, son felices a pesar de todo, porque viven el comienzo de la felicidad celestial en la tierra. Por eso, hijos míos, apóstoles de mi amor, os invito a dar ejemplo de fe auténtica, a llevar luz donde hay oscuridad, a vivir a mi Hijo. Hijos míos, como Madre os digo: no podéis andar por el camino de la fe y seguir a mi Hijo sin vuestros pastores. Orad para que tengan la fuerza y el amor de guiaros. Que vuestras oraciones estén siempre con ellos. Os doy las gracias. ”

Mensaje del 25 de junio de 2019

“¡Queridos hijos! Le doy gracias a Dios por cada uno de ustedes. De manera particular, hijitos, gracias por haber respondido a mi llamado. Los estoy preparando para nuevos tiempos, para que sean firmes en la fe y perseverantes en la oración, para que el Espíritu Santo obre a través de ustedes y renueve la faz de la tierra. Oro con ustedes por la paz, que es el don más precioso, aunque Satanás quiere la guerra y el odio. Ustedes, hijitos, sean mis manos extendidas y caminen orgullosos con Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de junio de 2019

“Queridos hijos, solo un corazón puro y abierto hará que realmente conozcáis a mi Hijo, y que todos los que no conocen su amor lo conozcan a través vuestro. Solo el amor os hará comprender que él es más fuerte que la muerte, porque el amor verdadero ha vencido a la muerte y ha hecho que la muerte no exista. Hijos míos, el perdón es la forma más sublime del amor. Vosotros, apóstoles de mi amor, debéis orar para que podáis ser más fuertes en el espíritu y podáis comprender y perdonar. Vosotros, apóstoles de mi amor, con la comprensión y con el perdón, dais ejemplo de amor y de misericordia. Poder comprender y perdonar es un don, por el que hay que orar, y que hay que cultivar. Al perdonar, demostráis que sabéis amar. Mirad, hijos míos, cómo el Padre Celestial os ama con gran amor, con comprensión, perdón y justicia; mirad cómo me da a vosotros, Madre de vuestros corazones. Heme aquí, en medio vuestro, para bendeciros con la bendición maternal, para invitaros a la oración y al ayuno, para deciros que creáis, que tengáis esperanza, que perdonéis, que oréis por vuestros pastores y, sobre todo, que améis incondicionalmente. Hijos míos, seguidme. Mi camino es el camino de la paz y del amor, el camino de mi Hijo. Es el camino que conduce al triunfo de mi Corazón. Os doy las gracias.

Mensaje del 25 de mayo de 2019

“Queridos hijos: Por su misericordia, Dios me ha permitido estar con vosotros, e instruiros y guiaros hacia el camino de la conversión. Hijos míos, todos vosotros estáis invitados a orar con todo el corazón para que se realice el plan de salvación en vosotros y a través de vosotros. Sed conscientes, hijos míos, de que la vida es breve y os espera la vida eterna según vuestros méritos. Por eso orad, orad, orad para que podáis ser instrumentos dignos en las manos de Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 2 de mayo de 2019

“Queridos hijos, con amor maternal os invito a responder al gran amor de mi Hijo, con un corazón puro y abierto, con total confianza. Yo conozco la grandeza de Su amor. Lo llevé dentro de mí, Hostia en el corazón, luz y amor del mundo. Hijos míos, que yo me dirija a vosotros también es un signo del amor y de la ternura del Padre Celestial, una gran sonrisa llena del amor de mi Hijo, una invitación a la vida eterna. La Sangre de mi Hijo fue derramada por amor a vosotros. Esa Sangre preciosa es para vuestra salvación, para la vida eterna. El Padre Celestial ha creado al hombre para la felicidad eterna. No es posible que perezcáis vosotros que conocéis el amor de mi Hijo, vosotros que lo seguís. La vida ha vencido: ¡mi Hijo está vivo! Por eso, hijos míos, apóstoles de mi amor, que la oración os muestre el camino y la manera de difundir el amor de mi Hijo, la oración en su forma más sublime. Hijos míos, cuando procuráis vivir las palabras de mi Hijo, también estáis orando. Cuando amáis a las personas con las que os encontráis, estáis difundiendo el amor de mi Hijo. El amor es lo que abre las puertas del Paraíso. Hijos míos, desde el comienzo he orado por la Iglesia. Por eso, también os invito a vosotros, apóstoles de mi amor, a orar por la Iglesia y sus servidores, por aquellos a quienes mi Hijo ha llamado. ¡Os doy las gracias!

Mensaje del 25 de abril de 2019

¡Queridos hijos! Este es un tiempo de gracia, un tiempo de misericordia para cada uno de vosotros. Hijos míos, no permitid que el viento del odio y del desasosiego reinen en vosotros y a vuestro alrededor. Vosotros, hijos míos, estáis llamados a ser amor y oración. El diablo desea el desasosiego y el desorden, pero vosotros, hijos míos, sed el gozo de Jesús Resucitado que murió y resucitó por cada uno de vosotros. Él ha vencido la muerte para daros la vida, la vida eterna. Por eso, hijos míos, testimoniad y sentiros orgullosos de haber resucitado en Él. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!.

Mensaje del 2 de abril de 2019

“Queridos hijos, como Madre que conoce a sus hijos, sé que clamáis por mi Hijo. Sé que anheláis la verdad, la paz, lo que es puro y que no es engañoso. Por eso yo, como Madre, me dirijo a vosotros por medio del amor de Dios, y os invito a que, orando con un corazón puro y abierto, podáis conocer por vosotros mismos a mi Hijo, Su Amor, Su Corazón Misericordioso. Mi Hijo veía la belleza en todas las cosas. Él busca el bien en todas las almas, incluso lo pequeño y escondido, para perdonar el mal. Por eso, hijos míos, apóstoles de mi amor, os invito a adorarlo, a agradecerle continuamente y a ser dignos. Porque Él os ha dicho Palabras Divinas, Palabras de Dios, Palabras que son para todos y para siempre. Por eso, hijos míos, vivid la alegría, la serenidad, la unidad y el amor mutuo. Eso es lo que vosotros necesitáis en el mundo de hoy. Así seréis apóstoles de mi amor, así daréis testimonio de mi Hijo de la manera correcta. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de marzo de 2019

“¡Queridos hijos! Este es un tiempo de Gracia. Así como la naturaleza se renueva para una vida nueva, también ustedes están llamados a la conversión. Decídanse por Dios. Hijitos, ustedes están vacíos y no tienen alegría, porque no tienen a Dios. Por eso oren hasta que la oración se convierta en vida para ustedes. Busquen en la naturaleza a Dios que los creó, porque la naturaleza habla y lucha por la vida, y no por la muerte. Las guerras reinan en los corazones y en los pueblos, porque ustedes no tienen paz y no ven, hijitos, al hermano en su prójimo. Por eso regresen a Dios y a la oración. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 18 de marzo de 2019

Hijos míos, como Madre, como Reina de la Paz, los invito a que acojan a mi Hijo para que Él pueda otorgarles la paz del alma, para que pueda darles lo que es justo, lo que es bueno para ustedes. Hijos míos, mi Hijo los conoce. Él vivió la vida del hombre y, al mismo tiempo, la de Dios – una vida maravillosa: cuerpo humano, espíritu divino. Por eso, hijos míos, mientras mi Hijo los mira con sus ojos divinos, penetra en sus corazones. Sus ojos, mansos y cálidos, buscan a Él mismo en sus corazones. ¿Puede Él encontrarse a sí mismo en ustedes, hijos míos? Acójanlo, y los momentos de dolor y sufrimiento se convertirán en momentos de bienestar. Acójanlo, y tendrán paz en el alma, la difundirán a todos en torno a ustedes, eso es lo que más necesitan ahora. Escúchenme, hijos míos. Oren por los pastores, por aquellos cuyas manos ha bendecido mi Hijo. Les doy las gracias.

“Queridos hijos, os llamo “apóstoles de mi amor”. Os muestro a mi Hijo que es la verdadera paz y el verdadero amor. Como Madre, por gracia de Dios, deseo conduciros hacia Él. Hijos míos, por eso os invito a que os observéis a vosotros mismos a partir de mi Hijo, a que lo miréis con el corazón y que con el corazón veáis dónde estáis y hacia dónde va vuestra vida. Hijos míos, os invito a que comprendáis que vosotros vivís gracias al amor y al sacrificio de mi Hijo. Le pedís a mi Hijo que sea misericordioso con vosotros, pero también os llamo a la misericordia. Le pedís que sea bueno con vosotros y que os perdone, pero, hijos míos, desde hace tiempo os he rogado que perdonéis y améis a todas las personas que encontréis. Cuando comprendáis mis palabras con el corazón, comprenderéis y conoceréis el verdadero amor y podréis ser apóstoles de ese amor, mis apóstoles, mis queridos hijos. Os doy las gracias.”

Mensaje del 25 de febrero 2019

“Queridos hijos! Hoy los invito a una vida nueva. No importa cuántos años tengan: abran su corazón a Jesús que los transformará en este tiempo de gracia y ustedes, al igual que la naturaleza, nacerán a una vida nueva en el amor de Dios y abrirán su corazón al Cielo y a las cosas celestiales. Yo estoy aún con ustedes porque Dios me lo ha permitido por amor a ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de febrero de 2019

“Queridos hijos, el amor y la bondad del Padre Celestial dan revelaciones que hacen que la fe crezca y se comprenda, y traiga paz, seguridad y esperanza. Así también yo, hijos míos, por medio del amor misericordioso del Padre Celestial, siempre y de nuevo, les muestro el camino hacia mi Hijo, hacia la salvación eterna. Pero, lamentablemente, muchos de mis hijos no quieren escucharme, y muchos de ellos dudan. Y yo, yo siempre, en el tiempo y más allá del tiempo, he magnificado (engrandecido) al Señor por todo lo que ha hecho en mí y a través de mí. Mi Hijo se da a ustedes, parte el Pan con ustedes, les habla palabras de vida eterna para que las lleven a todos. Y ustedes, hijos míos, apóstoles de mi amor, ¿a qué temen si mi Hijo está con ustedes? Ofrézcanle sus almas para que Él pueda morar en ellas, y pueda hacer de ustedes instrumentos de la fe e instrumentos del amor. Hijos míos, vivan el Evangelio, vivan el amor misericordioso hacia el prójimo y, ante todo, vivan el amor hacia el Padre celestial. Hijos míos, no están unidos por casualidad. El Padre Celestial no une a nadie por casualidad. Mi Hijo habla a sus almas y yo les hablo a su corazón. Como Madre les digo: síganme, ámense los unos a los otros, den testimonio. Con su ejemplo, no tengan miedo de defender la verdad: la Palabra de Dios, que es eterna y nunca cambia. Hijos míos, quien obra a la luz del amor misericordioso y de la verdad, siempre recibe ayuda del cielo y no está solo. Apóstoles de mi amor, que siempre los reconozcan entre todos los demás por pasar inadvertido, por el amor y la serenidad. Yo estoy con ustedes. ¡Les doy las gracias!”.

Mensaje del 25 de enero de 2019

“Queridos hijos! Hoy, como Madre, los invito a la conversión. Hijitos, este tiempo es para ustedes, tiempo de silencio y de oración. Por eso, que crezca en el calor de su corazón la semilla de la esperanza y de la fe, y ustedes, hijitos, día tras día sentirán la necesidad de orar más y su vida se volverá ordenada y responsable. Comprenderán, hijitos, que ustedes están de paso aquí en la Tierra y sentirán la necesidad de estar más cerca de Dios; testimoniarán con amor su experiencia del encuentro con Él, la que compartirán con los demás. Estoy con ustedes y oro por ustedes, pero no puedo hacerlo sin su “Sí”. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de enero de 2019

“Queridos hijos, lamentablemente entre vosotros, hijos míos, hay mucha lucha, odio, intereses personales y egoísmo. Hijos míos, ¡cuán fácilmente olvidáis a mi Hijo, sus palabras, su amor! La fe se extingue en muchas almas y los corazones están siendo atrapados por las cosas materiales del mundo. Pero mi Corazón maternal sabe que aún hay quienes creen y aman, que intentan acercarse lo más posible a mi Hijo, que incansablemente buscan a mi Hijo y, de esta manera, me buscan a mí. Son los humildes y los mansos que sobre llevan sus dolores y sufrimientos en silencio, con sus esperanzas y sobre todo con su fe. Son los apóstoles de mi amor. Hijos míos, apóstoles de mi amor, os enseño que mi Hijo no solo pide oraciones continuas, sino también obras y sentimientos; pide que creáis, que oréis, que con vuestras oraciones personales crezcáis en la fe, crezcáis en el amor. Amarse unos a otros es lo que Él pide: este es el camino a la vida eterna. Hijos míos, no olvidéis que mi Hijo trajo la luz a este mundo y la trajo a quienes quisieron verla y recibirla. Sed vosotros de esos; porque es la luz de la verdad, de la paz y del amor. Os conduzco maternalmente a adorar a mi Hijo, a amar conmigo a mi Hijo; a que vuestros pensamientos, palabras y obras se orienten hacia Mi Hijo y que estos sean en Su nombre. Solo entonces mi Corazón estará colmado. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de diciembre de 2018

Queridos hijos! Les traigo a mi hijo Jesús que es el Rey de la Paz. Él les da la paz y que esta paz no sea solo para ustedes, hijitos, sino llévenla a los demás en alegría y humildad. Yo estoy con ustedes y oro por ustedes en este tiempo de gracia que Dios desea darles. Mi presencia aquí es un signo de amor, mientras estoy con ustedes, para protegerlos y guiarlos hacia la eternidad. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Aparición anual a Jakov del 25 de diciembre de 2018

Queridos hijos, en este día de gracia los invito al amor. Hijitos, Dios los ama inmensamente y por eso, hijitos, llenos de confianza, sin mirar hacia atrás y sin temor, entréguenle completamente sus corazones para que Dios los colme de Su amor. No tengan temor de creer en Su amor y misericordia porque Su amor es más fuerte que cualquier debilidad y temor de ustedes. Por eso, hijos míos, llenos de amor en sus corazones, confíen en Jesús y exprésenle su Sí, porque Él es el único camino que los lleva al Padre Eterno. Gracias por haber respondido a mi llamado

Mensaje del 2 de diciembre de 2018

Queridos Hijos, cuando venís a mí, como a una madre, con un corazón puro y abierto, sabed que os escucho, os aliento, os consuelo y, sobre todo, intercedo por vosotros ante mi Hijo. Sé que deseáis tener una fe fuerte y manifestarla de la manera correcta. Lo que mi Hijo os pide es una fe sincera, fuerte y profunda; en consecuencia, de cualquier manera que la manifestéis es válida. La fe es un secreto maravilloso que se guarda en el corazón. Ella se halla entre el Padre Celestial y todos sus hijos, se reconoce por los frutos y por el amor que se tiene hacia todas las criaturas de Dios. Apóstoles de mi amor, hijos míos, confiad en mi Hijo. Ayudad a todos mis hijos a que conozcan Su amor. Vosotros sois mi esperanza, vosotros que intentáis amar sinceramente a mi Hijo. En el nombre del amor, por vuestra salvación, según la voluntad del Padre Celestial y por mi Hijo, estoy aquí entre vosotros. Apóstoles de mi amor, que vuestros corazones, con la oración y el sacrificio, sean iluminados por el amor y la luz de mi Hijo. Que esa luz y ese amor iluminen a todos los que encontréis, y los haga regresar a Mi Hijo. Yo estoy con vosotros. De manera especial, estoy con vuestros pastores. Los ilumino y los animo con mi amor maternal para que, con sus manos bendecidas por mi Hijo, bendigan al mundo entero. ¡Os doy las gracias!

Mensaje del 25 de noviembre de 2018

”Queridos hijos, este es un tiempo de gracia y de oración, un tiempo de espera y de donación. Dios se da a ustedes para que lo amen por encima de todo. Por eso, hijitos, abran sus corazones y sus familias para hacer que esta espera se convierta en oración y amor, y especialmente en donación. Yo estoy con ustedes, hijitos, y los exhorto a no renunciar al bien, porque los frutos se ven y se escuchan a lo lejos. Por eso el enemigo está enojado y utiliza todo para alejarlos de la oración. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje del 2 de noviembre de 2018

“Queridos hijos, mi Corazón materno sufre mientras miro a mis hijos que no aman la verdad y que la esconden, mientras miro a mis hijos que no oran con los sentimientos y con las obras. Estoy triste mientras hablo a mi Hijo de tantos hijos míos que ya no tienen fe y que no le conocen a Él, mi Hijo. Por eso os invito a vosotros, apóstoles de mi amor: tratad de mirar hasta lo profundo del corazón humano y allí encontraréis con seguridad aquel pequeño tesoro escondido. Mirar de esta manera es la misericordia del Padre Celestial. Buscad el bien también donde domina el mal, tratad de comprenderos los unos a los otros y no juzgaros. Esto es lo que mi Hijo os pide y yo, como Madre, os invito a escucharlo. Hijos míos, el espíritu es más potente que el cuerpo y sostenido con el amor y con las obras supera todos los obstáculos. No lo olvidéis: mi Hijo os ha amado y os ama. Su amor está con vosotros y en vosotros cuando sois una cosa con Él. Él es la luz del mundo y ninguno y nada logrará detenerlo en la gloria final. Por eso, apóstoles de mi amor, no tengáis miedo de testimoniar la verdad. Testimoniadla con entusiasmo, con las obras, con amor, con vuestro sacrificio y sobre todo con humildad. Testimoniad la verdad a todos aquellos que no han conocido a mi Hijo. Yo estaré a vuestro lado, yo os fortaleceré. Testimoniad el amor que no pasa nunca, porque proviene del Padre Celestial que es eterno y que ofrece la eternidad a todos mis hijos. El Espíritu de mi Hijo estará a vuestro lado. Nuevamente os invito, hijos míos, a orar por vuestros pastores. Orad para que puedan ser guiados por el amor de mi Hijo. Os doy las gracias.”

Mensaje del 25 de octubre de 2018

“Queridos hijos! Ustedes tienen la gran gracia de ser llamados a una vida nueva a través de los mensajes que les doy. Hijitos, este es un tiempo de Gracia, un tiempo y un llamado a la conversión, para ustedes y las generaciones futuras. Por eso los invito, hijitos, oren más y abran su corazón a mi Hijo Jesús. Yo estoy con ustedes, los amo a todos y los bendigo con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de octubre de 2018

“Queridos hijos, os invito a ser valientes, a no desistir, porque el bien más pequeño y el más pequeño signo de amor, vencen sobre el mal cada vez más visible. Hijos míos, escuchadme, para que el bien pueda vencer, para que podáis conocer el amor de mi Hijo. Esta es la dicha más grande: los brazos de mi Hijo que abrazan; Él, que ama el alma; Él, que se ha dado por vosotros y siempre y nuevamente se da en la Eucaristía; Él, que tiene palabras de vida eterna. Conocer su amor, seguir sus huellas, significa tener la riqueza de la espiritualidad. Esa es la riqueza que da buenos sentimientos y ve el amor y la bondad en todas partes. Apóstoles de mi amor, con el calor del amor de mi Hijo, sed como los rayos del sol que calientan todo en torno a sí. Hijos míos, el mundo tiene necesidad de apóstoles del amor, el mundo tiene necesidad de muchas oraciones, pero de oraciones con el corazón y con el alma, y no solo de aquéllas que se pronuncian con los labios. Hijos míos, tended a la santidad, pero en humildad; en la humildad que le permite a mi Hijo realizar, a través de vosotros, lo que Él desea. Hijos míos, vuestras oraciones, vuestras palabras, pensamientos y obras, todo esto os abre o cierra las puertas del Reino de los Cielos. Mi Hijo os ha mostrado el camino y os ha dado esperanza, y yo os consuelo y aliento porque, hijos míos, yo he conocido el dolor, pero he tenido fe y esperanza. Ahora tengo el premio de la vida en el Reino de mi Hijo. Por eso, escuchadme: ¡tened valor y no desistáis! ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de septiembre de 2018

“Queridos hijos! También la naturaleza les ofrece signos de su amor a través de los frutos que les da. También ustedes, con mi venida, han recibido dones y frutos en abundancia. Hijitos, en qué medida han respondido a mi llamado, Dios lo sabe. Yo los invito: ¡No es tarde, decídanse por la santidad y la vida con Dios en Gracia y en paz! Dios los bendecirá y les dará el ciento por uno, si confían en Él. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de setiembre de 2018

“Queridos hijos, mis palabras son simples, pero llenas de amor maternal y preocupación. Hijos míos, sobre vosotros se ciernen cada vez más las sombras de las tinieblas y del engaño, y yo os llamo hacia la luz y la verdad, yo os llamo hacia mi Hijo. Solo Él puede convertir la desesperación y el dolor en paz y serenidad, solo Él puede dar esperanza en los dolores más profundos. Mi Hijo es la vida del mundo: cuanto más lo conocéis más os acercáis a Él y más lo amaréis porque mi Hijo es amor. El amor lo cambia todo, él hace maravilloso incluso lo que sin amor os parece insignificante. Por eso nuevamente os digo que, si deseáis crecer espiritualmente, debéis amar mucho. Apóstoles de mi amor, sé que no siempre es fácil, pero, hijos míos, también los caminos dolorosos son vías que llevan al crecimiento espiritual, a la fe y a mi Hijo. Hijos míos, orad, pensad en mi Hijo. Durante todos los momentos del día elevad vuestra alma a Él, y yo recogeré vuestras oraciones como flores del jardín más bello y las regalaré a mi Hijo. Sed apóstoles auténticos de mi amor, difundid a todos el amor de mi Hijo; sed jardines con las flores más bellas. Con la oración ayudad a vuestros pastores para que puedan ser padres espirituales llenos de amor hacia todos los hombres. Os doy las gracias”.

La Virgen ha bendecido a todos los presentes y todos los objetos religiosos. Después, como la Reina de la Paz desea, los sacerdotes han bendecido a todos los presentes y todos los objetos religiosos

Mensaje del 25 de agosto de 2018

“Queridos hijos! Este es un tiempo de Gracia. Hijitos, oren más y hablen menos, y dejen que Dios los guíe por el camino de la conversión. Yo estoy con ustedes y los amo con mi amor maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.”


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Mensaje del 2 de agosto de 2018

“Queridos hijos, con amor maternal os invito a abrir los corazones a la paz, a abrir los corazones a mi Hijo, a que en vuestros corazones cante el amor hacia mi Hijo, porque es solo de ese amor que llega la paz al alma. Hijos míos, sé que tenéis bondad, sé que tenéis amor, un amor misericordioso. Pero muchos hijos míos tienen aún los corazones cerrados; piensan que pueden actuar sin dirigir sus pensamientos hacia el Padre Celestial que ilumina, y hacia mi Hijo, que siempre está nuevamente con vosotros en la Eucaristía y desea escucharos. Hijos míos, ¿por qué no le habláis? La vida de cada uno de vosotros es importante y preciosa, porque es un don del Padre Celestial para la eternidad; por eso, no os olvidéis nunca de darle gracias: ¡habladle! Sé, hijos míos, que para vosotros todavía es desconocido lo que vendrá después, pero cuando os llegue vuestro después, recibiréis todas las respuestas. Mi amor maternal desea que estéis preparados. Hijos míos, poned con vuestra vida sentimientos buenos en el corazón de las personas que encentráis: sentimientos de paz, de bondad, de amor y de perdón. A través de la oración, escuchad lo que os dice mi Hijo y actuad en consecuencia. Os invito nuevamente a orar por vuestros pastores, por aquellos que mi Hijo ha llamado. Recordad que tienen necesidad de oraciones y de amor. Os doy las gracias.

Mensaje del 25 de julio de 2018

“Queridos  hijos! Dios me ha llamado para guiarlos a Él, porque Él es su fortaleza. Por eso los invito a orarle y a confiar en Él, porque Él es su refugio ante todo mal que está al acecho y aleja las almas de la gracia y de la alegría a las que han sido llamados. Hijitos, vivan el Paraíso aquí en la Tierra para que estén bien, y que los Mandamientos de Dios sean luz en su camino. Yo estoy con ustedes y los amo a todos con mi amor maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de julio de 2018

“Queridos hijos, soy Madre de todos vosotros, por eso no tengáis miedo, porque yo escucho vuestras oraciones. Sé que me buscáis y por eso oro por vosotros a mi Hijo; mi Hijo que está unido con el Padre Celestial y con el Espíritu consolador, mi Hijo que guía a las almas hacia el Reino de donde Él ha venido, el Reino de la paz y de la luz.

Hijos míos, os ha sido dada la libertad de elegir. Por eso yo, como Madre, os pido que uséis la libertad para el bien. Vosotros, con almas puras y sencillas, sois capaces de comprender; aunque algunas veces no entendáis las palabras, dentro de vosotros sentís cuál es la verdad.

Hijos míos, no perdáis la verdad y la verdadera vida por seguir la falsa. Con la verdadera vida el Reino Celestial entra en vuestros corazones, este es el Reino del amor, de la paz y de la concordia. Entonces, hijos míos, no existirá el egoísmo que os aleja de mi Hijo. En su lugar habrá amor y comprensión por vuestro prójimo.

Por eso recordad -nuevamente os repito-: orar también significa amar a los demás, al prójimo y darse a ellos. Amad y dad en mi Hijo y Él obrará en vosotros y para vosotros. Hijos míos, pensad continuamente en mi Hijo y amadlo inmensamente, así tendréis la verdadera vida y esto será por la eternidad. ¡Os doy las gracias apóstoles de mi amor! ”

Mensaje del 25 de junio de 2018

“Queridos hijos! Este es el día que el Señor me ha dado para agradecerle por cada uno de ustedes, por aquellos que se han convertido y han acogido mis mensajes y han emprendido el camino de la conversión y de la santidad. Alégrense, hijitos, porque Dios es misericordioso y a todos los ama con Su inmenso amor y los conduce hacia el camino de la salvación a través de mi venida aquí. Los amo a todos y les doy a mi Hijo para que Él les dé la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de junio de 2018

Santuario de Medjugorje (ft img)

“Queridos hijos, os invito a que acojáis mis palabras con sencillez de corazón, que como Madre os digo para que emprendáis el camino de la luz plena, de la pureza, del amor único de mi Hijo, hombre y Dios. Una alegría, una luz que no se puede describir con palabras humanas, penetrará en vuestra alma y os envolverá la paz y el amor de mi Hijo. Es lo que deseo para todos mis hijos. Por eso vosotros, apóstoles de mi amor, vosotros que sabéis amar, vosotros que sabéis perdonar, vosotros que no juzgáis, vosotros a los que yo exhorto: sed ejemplo para todos aquellos que no van por el camino de la luz y del amor, o que se han desviado de él. Con vuestra vida mostradles la verdad. Mostradles el amor, porque el amor supera todas las dificultades, y todos mis hijos tienen sed de amor. Vuestra unión en el amor es un regalo para mi Hijo y para mí. Pero, hijos míos, recordad que amar significa desear el bien a vuestro prójimo y desear la conversión de su alma. Pero, mientras os miro reunidos en torno a mí, mi Corazón está triste, porque veo muy poco el amor fraterno, el amor misericordioso. Hijos míos, la Eucaristía, mi Hijo vivo en medio vuestro y sus palabras, os ayudarán a comprender, porque Su Palabra es vida, Su Palabra hace que el alma respire, Su Palabra hace conocer el amor. Queridos hijos nuevamente os pido como Madre que desea el bien de sus hijos: amad a vuestros pastores, orad por ellos. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de mayo de 2018

“Queridos hijos! En este tiempo inquieto los invito a tener más confianza en Dios, que es el Padre de ustedes que está en los Cielos y que me ha enviado para conducirlos a Él. Ustedes, abran sus corazones a los dones que Él desea darles, y en el silencio del corazón adoren a mi Hijo Jesús, que ha dado su vida para que vivan en la eternidad, a donde quiere conducirlos. Que su esperanza sea la alegría del encuentro con el Altísimo en la vida cotidiana. Por eso los invito: no descuiden la oración porque la oración hace milagros. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de mayo de 2018

“Queridos hijos, mi Hijo, que es la luz del amor, todo lo que ha hecho y hace, lo hace por amor. Así también ustedes, hijos míos, cuando viven en el amor y aman a su prójimo, hacen la voluntad de mi Hijo. Apóstoles de mi amor, háganse pequeños. Abran sus corazones puros a mi Hijo para que Él pueda actuar por medio de ustedes. Con la ayuda de la fe, llénense de amor, pero, hijos míos, no olviden que la Eucaristía es el corazón de la fe: es mi Hijo que los nutre con su Cuerpo y los fortalece con su Sangre. Este es el milagro del amor: mi Hijo, quien siempre y nuevamente viene vivo para dar vida a las almas. Hijos míos, al vivir en el amor hacen la voluntad de mi Hijo y Él vive en ustedes. Hijos míos, mi deseo materno es que lo amen cada vez más, porque Él los llama con su amor, les da amor para que lo difundan a todos alrededor de ustedes. Como Madre, por medio de Su amor, estoy con ustedes para decirles palabras de amor y de esperanza, para decirles palabras eternas y victoriosas sobre el tiempo y sobre la muerte, para invitarlos a ser mis apóstoles del amor. ¡Les doy las gracias!”

Mensaje del 25 de abril de 2018

“Queridos hijos! Hoy los invito a vivir con Jesús su vida nueva. Que el Resucitado les dé la fuerza para que sean siempre fuertes en las pruebas de la vida y fieles y perseverantes en la oración, porque Jesús los salvó con sus heridas, y con su Resurrección les ha dado una vida nueva. Oren, hijitos, y no pierdan la esperanza. Que en sus corazones haya alegría y paz, y testimonien la alegría de ser míos. Yo estoy con ustedes y los amo a todos con mi amor materno. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de abril de 2018

Imagen de Virgen de Medjugorje (ft img)

“Queridos hijos, por el gran amor del Padre Celestial, estoy con vosotros como vuestra Madre, y vosotros estáis conmigo como hijos míos, como apóstoles de mi amor que continuamente reúno en torno a mí. Hijos míos, vosotros sois aquellos que con la oración os debéis entregar completamente a mi Hijo, que no seáis más vosotros los que vivís sino mi Hijo en vosotros. De manera que todos aquellos que no conocen a mi Hijo, lo vean en vosotros y deseen conocerlo. Orad para que en vosotros vean una decidida humildad y bondad, disponibilidad para servir a los demás; que vean en vosotros que vivís con el corazón la llamada terrenal en comunión con mi Hijo; que vean en vosotros dulzura, ternura y amor hacia mi Hijo, como hacia sus hermanos y hermanas. Apóstoles de mi amor, debéis orar mucho y purificar vuestros corazones, de manera que seáis vosotros los primeros en caminar por la senda de mi Hijo; para que seáis aquellos justos que están unidos a la justicia de mi Hijo. Hijos míos, como mis apóstoles, debéis estar unidos en la comunión que proviene de mi Hijo, para que mis hijos, que no conocen a mi Hijo, reconozcan la comunión del amor, y deseen caminar por el camino de la vida, por la senda de la unión con mi Hijo. Os doy las gracias. ”

Mensaje del 25 de marzo de 2018

“¡Queridos hijos! Los invito a estar conmigo en oración, en este tiempo de gracia, cuando las tinieblas luchan contra la luz. Oren, hijitos, confiésense y comiencen una vida nueva en la gracia. Decídanse por Dios y Él los guiará a la santidad, y la Cruz será para ustedes signo de victoria y de esperanza. Siéntanse orgullosos de ser bautizados y sean agradecidos en su corazón de ser parte del plan de Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de marzo de 2018

“Queridos hijos, grandes obras ha hecho en mí el Padre Celestial, como las hace en todos aquellos que tiernamente lo aman y lo sirven con fe. Hijos míos, el Padre Celestial los ama y por su amor yo estoy aquí con ustedes. Él les habla, ¿por qué no quieren ver los signos? Con Él todo es más fácil: el dolor vivido con Él se vuelve más tenue porque existe la fe. La fe ayuda en el dolor y sin la fe el dolor lleva a la desesperación. El dolor vivido y ofrecido a Dios enaltece. ¿Acaso no ha sido mi Hijo quien por su doloroso sacrificio ha salvado el mundo? Como Madre suya estaba con Él en el dolor y en el sufrimiento, como estoy con todos ustedes. Hijos míos, estoy con ustedes en la vida, en el dolor, en el sufrimiento, en la alegría y en el amor. Por eso tengan esperanza. La esperanza hace comprender que la vida está ahí. Hijos míos yo les hablo, mi voz habla a su alma, mi Corazón habla a su corazón. ¡Oh apóstoles de mi amor!, cuánto los ama mi Corazón materno, cuántas cosas deseo enseñarles. Cuánto desea mi Corazón materno que estén completos, y pueden estarlo solamente cuando en ustedes el alma, el cuerpo y el amor estén unidos. Les ruego, como hijos míos: oren por la Iglesia y sus servidores —sus pastores; que la Iglesia sea como mi Hijo la desea: pura como agua de manantial y llena de amor. ¡Les doy las gracias!”

Mensaje del 25 de febrero de 2018

“¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia los invito a todos a abrirse y a vivir los Mandamientos que Dios les ha dado, para que estos los guíen a través de los Sacramentos en el camino de la conversión. El mundo y las tentaciones del mundo los prueban; ustedes, hijitos, miren las criaturas de Dios que, en belleza y humildad, Él les ha dado, e hijitos, amen a Dios sobre todas las cosas y Él los guiará en el camino de la salvación. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de febrero de 2018

“Queridos hijos, vosotros a quienes mi Hijo ama, vosotros a los que yo amo inmensamente con amor maternal, no permitáis que el egoísmo y el amor propio reinen en el mundo; no permitáis que el amor y la bondad estén ocultos. Vosotros que sois amados y que habéis conocido el amor de mi Hijo, recordad que ser amados significa amar. Hijos míos, tened fe. Cuando tenéis fe, sois felices y difundís la paz; vuestra alma exulta de alegría. En esa alma está mi Hijo. Cuando os dais por la fe, cuando os dais por amor, cuando hacéis el bien a vuestro prójimo, mi Hijo sonríe en vuestra alma. Apóstoles de mi amor, yo me dirijo a vosotros como Madre, os reúno en torno a mí y deseo conduciros por el camino del amor y de la fe, por el camino que conduce a la Luz del mundo. Por causa del amor y de la fe estoy aquí; porque deseo con mi bendición maternal daros esperanza y fuerza en vuestro camino. Porque el camino que conduce a mi Hijo no es fácil: está lleno de renuncias, de entrega, de sacrificio, de perdón y de mucho, mucho amor. Pero ese camino conduce a la paz y a la alegría. Hijos míos, no creáis en las falsas voces que os hablan de cosas falsas y de una falsa luz. Vosotros, hijos míos, volved a la Sagrada Escritura. Con inmenso amor os miro y por gracia de Dios me manifiesto a vosotros. Hijos míos, venid conmigo, que vuestra alma exulte de alegría. ¡Os doy las gracias!”

Mensaje del 25 de enero de 2018

“¡Queridos hijos! Que este tiempo sea para ustedes tiempo de oración, para que el Espíritu Santo, a través de la oración, descienda sobre ustedes y les dé la conversión. Abran sus corazones y lean la Sagrada Escritura para que, por medio de los testimonios, también ustedes puedan estar más cerca de Dios. Hijitos, busquen sobre todo a Dios y las cosas de Dios y dejen las terrenales a la tierra, porque Satanás los atrae al polvo y al pecado. Ustedes están llamados a la santidad y han sido creados para el Cielo. Por eso, busquen el Cielo y las cosas celestiales. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de enero de 2018

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“Queridos hijos, cuando en la Tierra llega a faltar el amor, cuando no se encuentra el camino de la salvación, yo, la Madre, vengo a ayudaros para que conozcáis la verdadera fe, viva y profunda; para ayudaros a que améis de verdad. Como Madre anhelo vuestro amor recíproco, vuestra bondad y vuestra pureza. Mi deseo es que seáis justos y os améis. Hijos míos, sed alegres en el espíritu, sed puros, sed niños. Mi Hijo decía que amaba estar entre los corazones puros, porque los corazones puros son siempre jóvenes y alegres. Mi Hijo os decía que perdonéis y os améis. Sé que esto no siempre es fácil: el sufrimiento hace que crezcáis en el espíritu. Para poder crecer cada vez más espiritualmente, debéis perdonar y amaros sincera y verdaderamente. Muchos hijos míos en la Tierra no conocen a mi Hijo, no lo aman; pero vosotros, que amáis a mi Hijo, vosotros que lo lleváis en el corazón, orad, orad y, orando, sentid a mi Hijo junto a vosotros, que vuestra alma respire su Espíritu. Yo estoy en medio de vosotros y os hablo de pequeñas y grandes cosas. No me cansaré nunca de hablaros de mi Hijo, amor verdadero. Por eso, hijos míos, abridme vuestros corazones, permitidme que os guíe maternalmente. Sed apóstoles del amor de mi Hijo y del mío. Como Madre os pido: no olvidéis a aquellos que mi Hijo ha llamado para guiaros. Llevadlos en el corazón y orad por ellos. Os doy las gracias. ”

Mensaje  a Jakov el 25 de diciembre de 2017

Queridos hijos, hoy en este día de Gracia, los invito a pedir al Señor el don de la fe. Hijos míos, decídanse por Dios y comiencen a vivir y a creer en lo que Dios les pide. Creer, hijos míos, significa poner sus vidas en las manos de Dios, en las manos del Señor que los ha creado y que los ama inmensamente. No sean creyentes solo con palabras, sino testimonien su fe a través de las obras y con su ejemplo personal. Hablen con Dios, con su Padre. Ábranle y entréguenle sus corazones y verán cómo sus corazones cambian y cómo su vida admirará las obras de Dios. Hijos míos, no hay vida sin Dios, por eso yo como su Madre, intercedo y le pido a mi Hijo que renueve sus corazones y llene su vida con Su inmenso Amor. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de diciembre de 2017

“Queridos hijos! Hoy les traigo a mi Hijo Jesús, para que les dé Su paz y Su bendición. Hijitos, los invito a todos a que vivan y testimonien las gracias y los dones que han recibido. ¡No teman! Oren para que el Espíritu Santo les dé la fuerza de ser testigos alegres y personas de paz y de esperanza. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de diciembre de 2017

“Queridos hijos, os hablo como vuestra Madre, Madre de los justos, Madre de aquellos que aman y sufren, Madre de los santos. Hijos míos, también vosotros podéis ser santos, eso depende de vosotros. Santos son aquellos que aman sin medida al Padre Celestial, aquellos que lo aman sobre todas las cosas. Por eso, hijos míos, procurad siempre ser mejores. Si procuráis ser buenos, podéis ser santos, sin pensar que lo sois. Si pensáis que sois buenos, no sois humildes y la soberbia os aleja de la santidad. En este mundo inquieto, lleno de amenazas, vuestras manos, apóstoles de mi amor, deberían estar extendidas en oración y misericordia. A mí, hijos míos, regaladme el Rosario, esas rosas que tanto amo. Mis rosas son vuestras oraciones dichas con el corazón y no solo recitadas con los labios. Mis rosas son vuestras obras de oración, de fe y de amor. Cuando mi Hijo era pequeño, me decía que mis hijos serían numerosos y me traerían muchas rosas. Yo no lo comprendía. Ahora sé que esos hijos sois vosotros, que me traéis rosas cuando amáis a mi Hijo sobre todas las cosas, cuando oráis con el corazón, cuando ayudáis a los más pobres. Esas son mis rosas. Esa es la fe que hace que todo en la vida se haga por amor, que no se conozca la soberbia, que se esté pronto a perdonar; nunca juzgar y tratar siempre de comprender al propio hermano. Por eso, apóstoles de mi amor, orad por aquellos que no saben amar, por aquellos que no os aman, por aquellos que os han hecho mal, por aquellos que no han conocido el amor de mi Hijo. Hijos míos, esto es lo que pido de vosotros, porque recordad: orar significa amar y perdonar. Os doy las gracias”.

La Virgen ha bendecido a todos los presentes y todos los objetos religiosos. Después, como la Reina de la Paz desea, los sacerdotes han bendecido a todos y todos los objetos religiosos.

Mensaje del 25 de noviembre de 2017

“Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito a orar. Oren y busquen la paz, hijitos. El, que vino aqui a la Tierra para darles Su paz, sin importar quienes son ni lo que son – El, mi Hijo, su Hermano – a traves de mi los invita a la conversion, porque sin Dios no tienen futuro ni vida eterna. Por eso, crean y oren, y vivan en gracia y en la expectativa de su encuentro personal con El. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de noviembre de 2017

“Queridos hijos, al miraros reunidos en torno a mí, vuestra Madre, veo muchas almas puras, a muchos hijos míos que buscan el amor y la consolación, pero que nadie os la ofrece. Veo también a aquellos que hacen el mal, porque no tienen buenos ejemplos, no han conocido a mi Hijo: ese bien que es silencioso y se difunde a través de las almas puras, es la fuerza que sostiene este mundo. Los pecados son muchos, pero también existe el amor. Mi Hijo me envía a vosotros, la Madre, la misma para todos, para que os enseñe a amar y comprendáis que sois hermanos. Él desea ayudaros. Apóstoles de mi amor, es suficiente un vivo deseo de fe y amor y mi Hijo lo aceptará; pero debéis ser dignos, tener buena voluntad y corazones abiertos. ¡Mi Hijo entra en los corazones abiertos! Yo, como Madre, deseo que lleguéis a conocer mejor a mi Hijo, Dios nacido de Dios, para que conozcáis la grandeza de Su amor, del que vosotros tenéis tanta necesidad. Él ha tomado sobre sí vuestros pecados, ha obtenido la redención para vosotros, y a cambio, os ha pedido que os améis los unos a los otros. Mi Hijo es amor, Él ama a todos los hombres sin distinción, a los hombres de todas las naciones y de todos los pueblos. Si vivierais, hijos míos, el amor de mi Hijo, Su Reino estaría ya en la Tierra. Por eso, apóstoles de mi amor, orad, orad para que mi Hijo y Su amor estén más cerca de vosotros, para poder ser ejemplo del amor y poder ayudar a todos aquellos que no han conocido a mi Hijo. Nunca olvidéis que mi Hijo, Uno y Trino, os ama. Orad y amad a vuestros pastores. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de octubre de 2017

“Queridos hijos! En este tiempo de gracia los invito a que sean oración. Todos ustedes tienen problemas, aflicciones, sufrimientos e inquietudes. Que los santos sean para ustedes modelo y exhortación a la santidad. Dios estará cerca de ustedes y serán renovados en la búsqueda por medio de su conversíón personal. La fe será esperanza para ustedes y la alegría comenzará a reinar en sus corazones. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de octubre de 2017

Imagen de Virgen de Medjugorje (ft img)

“Queridos hijos, como Madre yo os hablo con palabras simples, pero llenas de amor y de solicitud por mis hijos que, por medio de mi Hijo, me habéis sido confiados. Mi Hijo, que es del eterno presente, os habla con palabras de vida y siembra amor en los corazones abiertos. Por eso os pido, apóstoles de mi amor: tened corazones abiertos, siempre dispuestos a la misericordia y al perdón. Por mi Hijo, perdonad siempre al prójimo, porque así la paz estará en vosotros. Hijos míos, preocuparos por vuestra alma, porque es lo único que en realidad os pertenece. Os olvidáis de la importancia de la familia. La familia no debería ser lugar de sufrimiento y dolor, sino lugar de comprensión y ternura. Las familias que intentan vivir según mi Hijo viven en amor recíproco. Desde que mi Hijo era pequeño, me decía que para Él todos los hombres son sus hermanos. Por eso recordad, apóstoles de mi amor, que todos los hombres que encontráis, son familia para vosotros; hermanos según mi Hijo. Hijos míos, no perdáis el tiempo pensando en el futuro con preocupación. Que vuestra única preocupación sea, cómo vivir bien cada momento según mi Hijo: he ahí la paz. Hijos míos, no olvidéis nunca orar por vuestros pastores. Orad para que puedan acoger a todos los hombres como hijos suyos y sean para ellos padres espirituales según mi Hijo. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de septiembre de 2017

“¡Queridos hijos! Los invito a ser generosos en la renuncia, en el ayuno y en la oración por todos los que están en la prueba, y son sus hermanos y hermanas. De manera especial, les pido que oren por los sacerdotes y por todos los consagrados, para que amen con más fervor a Jesús, para que el Espíritu Santo llene sus corazones de gozo; para que testimonien el Cielo y los misterios celestiales. Muchas almas están en pecado, porque no hay quienes se sacrifiquen y oren por su conversión. Yo estoy con ustedes y oro por ustedes para que sus corazones puedan estar llenos de alegría. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de septiembre de 2017

“Queridos hijos, ¡quién mejor que yo puede hablaros del amor y del dolor de mi Hijo! He vivido con Él, he sufrido con Él. Durante la vida terrena he experimentado el dolor, porque fui madre. Mi Hijo amaba los pensamientos y las obras del Padre Celestial, el verdadero Dios. Y, como Él me decía, había venido para redimiros. Yo escondía mi dolor en el amor, y vosotros, hijos míos, tenéis numerosas preguntas. No comprendéis el dolor. No comprendéis que, a través del amor de Dios, debéis aceptar el dolor y soportarlo. Cada criatura de Dios lo experimentará en menor o mayor medida, pero, con la paz en el alma y en estado de gracia, la esperanza existe: es mi Hijo, Dios, nacido de Dios. Sus palabras son la semilla de la vida eterna que, sembradas en las almas buenas, producen numerosos frutos. Mi Hijo ha llevado sobre sí el dolor porque ha tomado sobre sí vuestros pecados. Por eso, hijos míos, apóstoles de mi amor, vosotros que sufrís, sabed que vuestros dolores se convertirán en luz y en gloria. Hijos míos, mientras soportáis el dolor, mientras sufrís, el Cielo entra en vosotros. Y vosotros, dad un poco de Cielo y mucha esperanza a quienes tenéis alrededor. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de agosto de 2017

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a ser personas de oración. Oren hasta que la oración se convierta en alegría para ustedes y en un encuentro con el Altísimo. Él transformará su corazón y ustedes se convertirán en personas de amor y de paz. No olviden, hijitos, que Satanás es fuerte y desea alejarlos de la oración. Ustedes no olviden que la oración es la llave secreta del encuentro con Dios. Por eso estoy con ustedes, para guiarlos. ¡No desistan de la oración! Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de agosto de 2017

Queridos hijos, por voluntad del Padre Celestial, como Madre de Aquel que os ama, estoy aquí con vosotros para ayudaros a conocerlo, a seguirlo. Mi Hijo os ha dejado las huellas de Sus pies para que os sea más fácil seguirlo. No temáis, no estéis inseguros, yo estoy con vosotros. No os dejéis desanimar, porque es necesaria mucha oración y mucho sacrificio por aquellos que no oran, aquellos que no aman y no conocen a mi Hijo. Ayudadlo viendo en ellos a vuestros hermanos. Apóstoles de mi amor, prestad atención a mi voz en vosotros, sentid mi amor materno. Por eso, orad; orad actuando, orad dando, orad con amor, orad con las obras y con los pensamientos, en el Nombre de mi Hijo. Cuanto más amor deis tanto más recibiréis; el amor surgido del Amor ilumina el mundo; la redención es amor y el amor no tiene fin. Cuando mi Hijo venga de nuevo a la Tierra buscará el amor en vuestros corazones. Hijos míos, Él ha hecho por vosotros muchas obras de amor: yo os enseño a verlas, a comprenderlas y a darle gracias amándolo y perdonando siempre de nuevo al prójimo; porque amar a mi Hijo significa perdonar. A mi Hijo no se lo ama si no se sabe perdonar al prójimo, si no se intenta comprenderlo, si se lo juzga. Hijos míos, ¿de qué os sirve la oración si no amáis y no perdonáis? Os doy las gracias.

Mensaje del 25 de julio de 2017

“Queridos hijos! Sean oración y reflejo del amor de Dios para todos los que están lejos de Dios y de los Mandamientos de Dios. Hijitos, sean fieles y decididos en la conversión y trabajen en sí mismos a fin de que la santidad de la vida pueda hacerse verdad para ustedes. Exhórtense al bien a través de la oración para que su vida en la Tierra sea más agradable. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de julio de 2017

“Queridos hijos, os doy las gracias porque respondéis a mis llamadas y porque os reunís en torno a mí, vuestra Madre Celestial. Sé que pensáis en mí con amor y esperanza, y yo también siento amor hacia todos vosotros, como también lo siente mi amadísimo Hijo que, en Su Amor Misericordioso, siempre y de nuevo me envía a vosotros. Él, que se hizo hombre, que era y es Dios, Uno y Trino; Él, que por vuestra causa ha sufrido en el Cuerpo y en el Alma. Él, que se ha hecho Pan para nutrir vuestras almas, y así salvarlas. Hijos míos, os enseño cómo ser dignos de Su Amor, a dirigir a Él vuestros pensamientos, a vivir a mi Hijo. Apóstoles de mi amor, os envuelvo con mi manto porque, como Madre, deseo protegeros. Os pido: orad por todo el mundo. Mi Corazón sufre, los pecados se multiplican, son muy numerosos. Pero con vuestra ayuda, que sois humildes, modestos, llenos de amor, ocultos y santos, mi Corazón triunfará. Amad a mi Hijo por encima de todo y a todo el mundo por medio de Él. No olvidéis nunca que cada hermano vuestro lleva en sí algo precioso: el alma. Por eso, hijos míos, amad a todos aquellos que no conocen a mi Hijo, para que, por medio de la oración y del amor que proviene de esta, puedan ser mejores; para que la bondad en ellos pueda vencer, para que las almas se salven y tengan vida eterna. Apóstoles míos, hijos míos, mi Hijo os ha dicho que os améis los unos a los otros. Que esto esté escrito en vuestros corazones y con la oración procurad vivir este amor. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de junio de 2017

“Queridos hijos! Hoy quiero agradecerles por su perseverancia e invitarlos a abrirse a la oración profunda. Hijitos, la oración es el corazón de la fe y de la esperanza en la vida eterna. Por eso, oren con el corazón hasta que su corazón cante con gratitud a Dios Creador que les ha dado la vida. Yo estoy con ustedes, hijitos, y les traigo mi bendición maternal de paz. Gracias por haber respondido a mi llamado“

Mensaje del 2 de junio de 2017

“Queridos hijos, como en otros lugares donde he venido, también aquí os llamo a la oración. Orad por aquellos que no conocen a mi Hijo, por aquellos que no han conocido el amor de Dios; contra el pecado; por los consagrados: por aquellos que mi Hijo ha llamado a tener amor y espíritu de fortaleza para vosotros y para la Iglesia. Orad a mi Hijo, y el amor que experimentáis por Su cercanía, os dará fuerza y os dispondrá para las obras de amor que vosotros haréis en su Nombre. Hijos míos, estad preparados: ¡este tiempo es un momento crucial! Por eso yo os llamo nuevamente a la fe y a la esperanza. Os muestro el camino a seguir: el de las palabras del Evangelio. Apóstoles de mi amor, el mundo tiene mucha necesidad de vuestras manos alzadas al Cielo, hacia mi Hijo y hacia el Padre Celestial. Es necesaria mucha humildad y pureza de corazón. Confiad en mi Hijo y sabed vosotros que siempre podéis ser mejores. Mi Corazón materno desea que vosotros, apóstoles de mi amor, seáis pequeñas luces del mundo; que iluminen allí donde las tinieblas desean reinar: que con vuestra oración y amor mostréis el camino correcto, y salvéis almas. Yo estoy con vosotros. ¡Os doy las gracias!”

Mensaje del 25 de mayo de 2017

¡Queridos hijos! El Altísimo me ha permitido invitarlos de nuevo a la conversión. Hijitos, abran sus corazones a la gracia a la que están todos invitados. Sean testigos de la paz y del amor en este mundo inquieto. Su vida aquí en la Tierra es pasajera. Oren para que a través de la oración anhelen el Cielo y las cosas del Cielo, y sus corazones verán todo de manera diferente. No están solos, yo estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo Jesús por ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 2 de mayo de 2017

“Queridos hijos, os invito a orar, no pidiendo sino ofreciendo sacrificios, sacrificándoos. Os invito al anuncio de la verdad y del amor misericordioso. Oro a mi Hijo por vosotros, por vuestra fe, que en vuestros corazones disminuye cada vez más. Le pido a Él que os ayude con el Espíritu Divino, como también yo deseo ayudaros con el espíritu materno. Hijos míos, debéis ser mejores; solo los que son puros, humildes y llenos de amor sostienen el mundo, se salvan a sí mismos y al mundo. Hijos míos, mi Hijo es el corazón del mundo; es necesario amarlo y orarle a Él, y no traicionarlo siempre de nuevo. Por eso vosotros, apóstoles de mi amor, difundid la fe en los corazones de los hombres con vuestro ejemplo, con la oración y con el amor misericordioso. Yo estoy a vuestro lado y os ayudaré. Orad para que vuestros pastores tengan cada vez más luz, para que puedan iluminar a todos aquellos que viven en las tinieblas. Os doy las gracias. ”


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Mensaje del 25 de abril de 2017

“¡Queridos hijos! Amen, oren y testimonien mi presencia a todos los que están lejos. Con vuestro testimonio y ejemplo pueden acercar los corazones que están lejos de Dios y de Su gracia. Yo estoy con ustedes e intercedo por cada uno de ustedes para que, con amor y valentía, testimonien y animen a todos aquellos que están lejos de mi Corazón Inmaculado. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de abril de 2017

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“Queridos hijos, apóstoles de mi amor, está en vosotros difundir el amor de mi Hijo a todos aquellos que no lo han conocido; está en vosotros, pequeñas luces del mundo, a las que yo con amor maternal os enseño a brillar con claridad en todo su esplendor. La oración os ayudará, porque la oración os salva a vosotros, la oración salva el mundo. Por eso, hijos míos, orad con palabras, con sentimiento, con amor misericordioso y con el sacrificio. Mi Hijo os ha mostrado el camino, Él, que se ha encarnado y ha hecho de mí el primer cáliz, Él, que con su supremo Sacrificio os ha mostrado cómo se debe amar. Por eso, hijos míos, no tengáis miedo a decir la verdad. No tengáis miedo, vosotros mismos, de cambiar y de cambiar el mundo difundiendo el amor y haciendo todo para que mi Hijo llegue a ser conocido y amado, al amar a los demás en Él. Yo, como Madre, estoy siempre con vosotros. Oro a mi Hijo para que os ayude a que en vuestra vida reine el amor: el amor que vive, el amor que atrae, el amor que da la vida. Ese es el amor que os enseño, un amor puro. Está en vosotros, apóstoles míos, reconocerlo, vivirlo y difundirlo. Orad con sentimiento por vuestros pastores, para que con amor puedan testimoniar a mi Hijo. Os doy las gracias”.

Mensaje del 25 de marzo 2017

“¡Queridos hijos! En este tiempo de Gracia los invito a todos a abrir sus corazones a la Misericordia de Dios, para que a través de la oración, la penitencia y la decisión por la santidad, comiencen una vida nueva. Este tiempo primaveral los estimula en sus pensamientos y corazones a una vida nueva, a la renovación. Por eso, hijitos, yo estoy con ustedes para ayudarlos a que, con determinación, digan SÍ a Dios y a los Mandamientos de Dios. Ustedes no están solos, yo estoy con ustedes por medio de la Gracia que el Altísimo me concede para ustedes y sus descendencias. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 18 de marzo de 2017

“Queridos hijos, mi deseo maternal es que sus corazones estén llenos de paz y que sus almas sean puras, para que, en la presencia de mi Hijo, puedan ver su Rostro. Porque, hijos míos, yo como Madre sé que están sedientos de consuelo, de esperanza y de protección. Ustedes, hijos míos, consciente o inconscientemente buscan a mi Hijo. También yo, mientras vivía en el tiempo terreno, me alegraba, sufría y soportaba con paciencia los dolores, hasta que mi Hijo, en toda su gloria, los suprimió. Y por eso digo a mi Hijo: “Ayúdalos siempre”. Ustedes, hijos míos, con un amor verdadero, iluminen la oscuridad del egoísmo que envuelve cada vez más a mis hijos. Sean generosos: que sus manos y su corazón estén siempre abiertos. No tengan miedo, abandónense a mi Hijo con confianza y esperanza. Mirándolo a Él, vivan la vida con amor. Amar significa darse, soportar y nunca juzgar. Amar significa vivir las palabras de mi Hijo. Hijos míos, como Madre les digo que solo el amor verdadero lleva a la felicidad eterna. Les doy las gracias”.

Mensaje del 2 de marzo de 2017

“Queridos hijos, con amor maternal, vengo a ayudaros para que tengáis más amor, lo que significa más fe. Vengo para ayudaros a vivir con amor las palabras de mi Hijo, de manera que el mundo sea diferente. Por eso, apóstoles de mi amor, os reúno en torno a mí. Miradme con el corazón, habladme como a una madre de vuestros dolores, aflicciones y alegrías. Pedidme que yo ore a mi Hijo por vosotros. Mi Hijo es misericordioso y justo. Mi Corazón materno desea que también vosotros seáis así. Mi Corazón materno desea que vosotros, apóstoles de mi amor, habléis con vuestra vida de mi Hijo y de mí a todos los que os rodean para que el mundo sea diferente, para que retornen la simplicidad y la pureza, para que retornen la fe y la esperanza. Por eso, hijos míos, orad, orad, orad con el corazón, orad con amor, orad con buenas obras; orad para que todos conozcan a mi Hijo, para que el mundo cambie, para que el mundo se salve. Vivid con amor las palabras de mi Hijo; no juzguéis, sino amaos los unos a los otros para que mi Corazón pueda triunfar. Os doy las gracias. ”

Mensaje del 25 de febrero de 2017

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“¡Queridos hijos! Hoy los invito a vivir profundamente su fe y a que oren al Altísimo para que la fortalezca, de manera que los vientos y tempestades no la puedan quebrantar. Que las raíces de su fe sean la oración y la esperanza en la vida eterna. Y desde ahora, hijitos, trabajen en sí mismos en este tiempo de gracia en que Dios les concede la gracia para que, por medio de la renuncia y el llamado a la conversión, sean personas de clara y perseverante

Mensaje del 2 de febrero de 2017

“Queridos hijos, vosotros que os esforzáis en ofrecer cada día de vuestra vida a mi Hijo, vosotros que procuráis vivir con Él, vosotros que oráis y os sacrificáis, vosotros sois la esperanza en este mundo inquieto. Vosotros sois los rayos de la luz de mi Hijo, el evangelio vivo, y sois mis queridos apóstoles del amor. Mi Hijo está con vosotros, Él está con los que piensan en Él, con los que oran, pero de la misma manera, Él espera pacientemente a los que no lo conocen. Por eso vosotros, apóstoles de mi amor, orad con el corazón y mostrad con las obras el amor de mi Hijo. Esta es la única esperanza para vosotros, este es el único camino hacia la vida eterna. Yo, como Madre, estoy aquí con vosotros. Vuestras oraciones dirigidas a mí, son para mí las más bellas rosas de amor. No puedo no estar allí donde siento el perfume de rosas. Hay esperanza. Os doy las gracias.”

Mensaje del 25 de enero de 2017

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a orar por la paz. Paz en los corazones, paz en las familias y paz en el mundo. Satanás es fuerte y quiere ponerlos a todos en contra de Dios, hacerlos regresar a todo lo que es humano y destruir en los corazones todo sentimiento hacia Dios y las cosas de Dios. Ustedes, hijitos, oren y luchen contra el materialismo, el modernismo y el egoísmo que el mundo les ofrece. Hijitos, decídanse por la santidad, y yo, con mi Hijo Jesús, intercedo por ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado”.

Mensaje del 2 de enero de 2017

“Queridos hijos, mi Hijo ha sido fuente de amor y de luz, cuando en la Tierra habló al pueblo de todos los pueblos. Apóstoles míos, seguid su luz. Esto no es fácil: debéis ser pequeños, debéis aprender a haceros más pequeños que los otros, y con la ayuda de la fe, llenaros de Su amor. Ningún hombre en la tierra, sin fe, puede vivir una experiencia milagrosa. Yo estoy con vosotros; me manifiesto a vosotros con estas venidas, con estas palabras; deseo testimoniaros mi amor y mi preocupación maternal. Hijos míos, no perdáis el tiempo haciendo preguntas a las que nunca recibís respuesta: al final de vuestro viaje terreno os las dará el Padre Celestial. Sabed siempre que Dios lo sabe todo, Dios ve y Dios ama. Mi amadísimo Hijo ilumina las vidas y dispersa la oscuridad; y mi amor materno, que me trae a vosotros, es indescriptible, misterioso, pero es real. Yo expreso mis sentimientos hacia vosotros: amor, comprensión y afecto maternal. De vosotros, apóstoles míos, busco las rosas de vuestra oración, que deben ser obras de amor; estas son para mi Corazón maternal las oraciones más queridas, y yo se las presento a mi Hijo, que ha nacido por vosotros. Él os ve y os escucha; nosotros siempre estamos cerca vuestro. Este es el amor que llama, une, convierte, alienta y llena. Por eso, apóstoles míos, amaos siempre los unos a los otros, pero, sobre todo, amad a mi Hijo: este es el único camino hacia la salvación y hacia la vida eterna. Esta es mi oración más querida que, con el perfume más hermoso de rosas, llena mi Corazón. Orad, orad siempre por vuestros pastores, para que tengan la fuerza de ser la luz de mi Hijo. ¡Os doy las gracias! ”

Aparición anual a Jakov

Queridos hijos, hoy en este día de gracia, de manera especial los invito a orar por la paz. Hijos, yo he venido aquí como la Reina de la Paz y los he invitado muchas veces a orar por la paz. Pero hijos, sus corazones están inquietos. El pecado les impide abrirse completamente a la gracia y a la paz que Dios desea darles. Para vivir la paz, hijos míos, es necesario que ante todo tengan paz en vuestros corazones y estar entregados por completo a Dios y a Su voluntad. No busquen la paz y la felicidad en las cosas de este mundo, porque todo eso es pasajero. Tiendan hacia la verdadera misericordia y paz que provienen solamente de Dios, y solo de esa manera sus corazones estarán llenos de una alegría verdadera; solo de esa forma ustedes podrán convertirse en testigos de la paz en este mundo inquieto. Yo soy vuestra Madre e intercedo ante mi Hijo por cada uno de ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de diciembre de 2016 – ¡Navidad!

“Queridos hijos! Con gran alegría hoy les traigo a mi Hijo Jesús para que Él les dé Su paz. Abran sus corazones, hijitos, y estén alegres para que puedan recibirla. El Cielo está con ustedes y lucha por la paz en sus corazones, en las familias y en el mundo, y ustedes, hijitos, ayuden con sus oraciones para que así sea. Los bendigo con mi Hijo Jesús y los invito a no perder la esperanza y a que vuestra mirada y corazón estén siempre dirigidos hacia el Cielo y la eternidad. De esa manera estarán abiertos a Dios y a Sus planes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 25 de noviembre de 2016

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a regresar a la oración. En este tiempo de gracia, Dios me ha permitido que los guíe hacia la santidad y hacia una vida simple, para que en las pequeñas cosas descubran a Dios Creador, se enamoren de Él y su vida sea un agradecimiento al Altísimo por todo lo que Él les da. Hijitos, que su vida sea un don en amor para los demás y Dios los bendecirá. Y ustedes testimonien sin interés, por amor hacia Dios. Yo estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo por todos ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de noviembre de 2016

“Queridos hijos, para mi Corazón materno, es una gran alegría venir y manifestarme a vosotros. Esto es un regalo de mi Hijo para vosotros y para los que vendrán. Como Madre os invito: amad a mi Hijo por encima de todo. Para que podáis amarlo con todo el corazón debéis conocerlo; y lo conoceréis por medio de la oración. Orad con el corazón y con sentimiento. Orar significa pensar en Su amor y en Su sacrificio. Orar significa amar, dar, sufrir y ofrecer. Hijos míos, os invito a ser apóstoles del amor y de la oración. Hijos míos, este es un tiempo de vigilia. En esta vigilia os invito al amor, a la oración y a la confianza. Mi Corazón materno desea que, cuando mi Hijo mire en vuestros corazones, vea en ellos confianza y amor incondicionales. El amor unido de mis apóstoles vivirá, vencerá y desenmascarará el mal. Hijos míos, yo fui el cáliz del Hombre-Dios, fui instrumento de Dios, y por eso, apóstoles míos, os invito a que seáis cáliz del amor puro y sincero de mi Hijo. Os invito a ser un instrumento para que, quienes no han conocido el amor de Dios y nunca han amado, comprendan, acepten y se salven. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de octubre de 2016

“Queridos hijos! Hoy los invito: ¡oren por la paz! Dejen de lado el egoísmo y vivan los mensajes que les doy. Sin ellos no pueden cambiar su vida. Al vivir la oración, ustedes tendrán paz. Al vivir en paz, sentirán la necesidad de dar testimonio, porque descubrirán a Dios a quien ahora sienten distante. Por eso, hijitos, oren, oren, oren y permitan a Dios que entre en sus corazones. Regresen al ayuno y a la confesión, a fin de que puedan vencer el mal en ustedes y en torno a ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de octubre de 2016 a Mirjana

Cruz de Medjugorje

Queridos hijos, el Espíritu Santo, por el Padre Celestial, me ha hecho Madre, la Madre de Jesús y c
on esto, también vuestra Madre. Por eso vengo para escucharos, para abriros mis brazos maternos, para daros mi Corazón y para invitaros a permanecer conmigo. Porque desde lo alto de la Cruz mi Hijo os ha confiado a mí. Pero lamentablemente, muchos hijos míos no han conocido el amor de mi Hijo y muchos no desean conocerlo. ¡Oh hijos míos!, qué mal hacen aquellos que, para poder creer necesitan ver o razonar. Por eso hijos míos, apóstoles míos, en el silencio de vuestro corazón, escuchad la voz de mi Hijo, para que vuestro corazón sea Su morada, para que no sea un corazón oscuro ni triste, sino iluminado por la luz de mi Hijo. Con la fe buscad la esperanza, porque la fe es la vida del alma. Nuevamente os invito: orad. Orad para poder vivir la fe en humildad, en la paz del alma e iluminados por la luz. Hijos míos, no os esforcéis en comprenderlo todo de una vez, porque tampoco yo lo comprendía todo, sin embargo, he amado y he creído en las palabras divinas que mi Hijo decía, Él, que ha sido la primera luz y el origen de la redención. Apóstoles de mi amor, vosotros que oráis, que os sacrificáis, vosotros que amáis y no juzgáis, id y difundid la verdad: las palabras de mi Hijo, el Evangelio, porque vosotros sois el evangelio vivo, vosotros sois los rayos de la luz de mi Hijo. Mi Hijo y yo estaremos a vuestro lado, os alentaremos y os pondremos a prueba. Hijos íos, pedid siempre la bendición de aquellos, y solo de aquellos, cuyas manos ha bendecido mi Hijo, de sus pastores. ¡Os doy las gracias!”

Mensaje del 25 de septiembre de 2016

“Queridos hijos! Hoy los invito a la oración. Que la oración sea vida para ustedes. Solamente así su corazón se llenará de paz y alegría. Dios estará cerca de ustedes, y ustedes lo sentirán en su corazón como un amigo. Hablarán con Él como con alguien que ya conocen e, hijitos, sentirán la necesidad de testimoniar, porque Jesús estará en vuestro corazón y ustedes estarán unidos en Él. Yo estoy con ustedes y los amo a todos con mi amor materno. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de septiembre

“Queridos hijos, por voluntad de mi Hijo y por mi amor materno, vengo a vosotros, mis hijos, y especialmente por aquellos que no han conocido el amor de mi Hijo. A vosotros os doy mi amor materno y os traigo la bendición de mi Hijo. Vengo a vosotros que en mí pensáis, que me invocáis. ¿Tenéis corazones puros y abiertos? ¿Veis los dones, los signos de mi presencia y de mi amor? Hijos míos, en vuestra vida terrena, actuad siguiendo mi ejemplo. Mi vida ha sido dolor, silencio y una inmensa fe y confianza en el Padre Celestial. Nada sucede por casualidad: ni el dolor ni la alegría, ni el sufrimiento ni el amor. Todas estas son gracias que mi Hijo os da y que os conducen a la vida eterna. Mi Hijo pide de vosotros amor y oración en Él. Amar y orar en Él –y yo como Madre os lo enseñaré–, significa: orar en el silencio de vuestra alma, y no solo recitando con los labios. Este es el gesto más pequeño y hermoso que podéis realizar en nombre de mi Hijo: esto es paciencia, misericordia, aceptación del dolor y el sacrificio realizado por los otros. Hijos míos, mi Hijo os mira. Orad para que vosotros también podáis ver Su Rostro, para que este pueda ser revelado a vosotros. Hijos míos, yo os revelo la única y auténtica verdad; orad para que podáis comprenderla y para que podáis difundir el amor y la esperanza; para que podáis ser apóstoles de mi amor. De manera especial, mi Corazón materno ama a los pastores; orad por sus manos benditas. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de agosto de 2016

“Queridos hijos! Hoy quiero compartir con ustedes la alegría del Cielo. Ustedes, hijitos, abran la puerta del corazón a fin de que en su corazón crezca la esperanza, la paz y el amor que solo Dios da. Hijitos, están demasiado apegados a la Tierra y a las cosas terrenales, por eso Satanás los agita como el viento lo hace con las olas del mar. Por lo tanto, que la cadena de su vida sea la oración con el corazón y la adoración a mi Hijo Jesús. Entreguen a Él su futuro para que en Él sean alegría y ejemplo para los demás con sus vidas. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de agosto de 2016

“Queridos hijos, he venido a vosotros, en medio de vosotros, para que me deis vuestras preocupaciones, para que las presente a mi Hijo e interceda ante Él por vosotros y vuestro bien. Sé que cada uno de vosotros tiene sus preocupaciones, sus pruebas; por eso os invito maternalmente: venid a la Mesa de mi Hijo. Él, por vosotros, parte el pan, se da a vosotros, os da la esperanza. A vosotros os pide más fe, más esperanza y más vitalidad. Pide vuestra lucha interior contra el egoísmo, contra el juicio y las debilidades humanas. Por eso yo, como Madre, os digo: orad, porque la oración os da la fuerza para la lucha interior. Mi Hijo, de pequeño, me decía a menudo que muchos me habrían amado y llamado Madre. Yo, aquí en medio de vosotros, siento amor y os doy las gracias. Por medio de este amor, ruego a mi Hijo para que ninguno de vosotros, hijos míos, vuelva a casa igual que antes, para que llevéis siempre más esperanza, misericordia y amor; para que seáis apóstoles del amor, aquellos que con su vida testimoniarán que el Padre Celestial es fuente de vida y no de muerte. Queridos hijos, nuevamente y maternalmente os pido: orad por los elegidos de mi Hijo, por sus manos bendecidas, por vuestros pastores, para que puedan predicar a mi Hijo siempre con más amor, y así obrar conversiones. ¡Os doy las gracias!“

Mensaje del 25 de julio de 2016

“Queridos hijos! Los miro y los veo perdidos, y no tienen oración ni alegría en el corazón. Hijitos, regresen a la oración y pongan a Dios en el primer lugar y no al hombre. No pierdan la esperanza que les traigo. Hijitos, que este tiempo sea para ustedes, buscar cada día más a Dios en el silencio de su corazón y oren, oren, oren hasta que la oración se convierta en alegría para ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de julio de 2016

“Queridos hijos, mi presencia viva y real entre ustedes, tiene que hacerlos felices, debido al gran amor de mi Hijo. Él me envía entre ustedes para que con mi amor maternal les dé seguridad, para que comprendan que el dolor y la alegría, el sufrimiento y el amor, hacen que vuestra alma viva intensamente; para invitarlos nuevamente a glorificar el Corazón de Jesús, el corazón de la fe: la Eucaristía. Mi Hijo, día a día, a través de los siglos, retorna vivo en medio de ustedes, regresa a ustedes, aunque en verdad, nunca los ha abandonado. Cuando uno de ustedes, mis hijos, regresa a Él, mi Corazón materno exulta de alegría. Por eso, hijos míos, regresen a la Eucaristía, a mi Hijo. El camino hacia mi Hijo es difícil, lleno de renuncias, pero al final está siempre la luz. Yo comprendo vuestros dolores y sufrimientos, y con amor maternal, enjugo vuestras lágrimas. Confíen en mi Hijo, porque Él hará por ustedes lo que ni siquiera sabrían pedir. Ustedes, hijos míos, deben preocuparse solo por el alma, porque ella es lo único que les pertenece en la Tierra. Sucia o limpia, la tendrán que presentar ante el Padre Celestial. Recuerden: la fe en el amor de mi Hijo siempre es recompensada. Les pido que oren, de manera especial, por quienes mi Hijo ha llamado a vivir según Él y a amar a su rebaño. ¡Les doy las gracias!”

Mensaje del 25 de junio de 2016

Queridos hijos! Den gracias a Dios conmigo por el don de poder estar con ustedes. Oren, hijitos, y vivan los Mandamientos de Dios para que sean felices en la Tierra. Hoy, en este día de gracia, deseo darles mi bendición maternal de paz y de amor. Intercedo por ustedes ante mi Hijo ya perseverar en la oración para que con ustedes p mis planes. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 2 de junio de 2016

Queridos hijos, como Madre de la Iglesia, como vuestra Madre, sonrío mientras os veo venir a mí, cómo os reunís en torno a mí y cómo me buscáis. Mis venidas entre vosotros son prueba de cuánto el Cielo os ama. Ellas os muestran el camino hacia la vida eterna, hacia la salvación. Apóstoles míos, vosotros que os esforzáis en tener un corazón puro y a mi Hijo en él, estáis en el buen camino. Vosotros que buscáis a mi Hijo, buscáis el buen camino. Él dejó muchos signos de Su amor. Él dejó esperanza. Es fácil encontrarlo si estáis dispuestos al sacrificio y la penitencia, si tenéis paciencia, misericordia y amor por vuestro prójimo. Muchos de mis hijos no ven y no escuchan porque no quieren. No aceptan mis palabras ni mis obras, pero mi Hijo, a través de mí, os invita a todos. Su Espíritu ilumina a todos mis hijos en la luz del Padre Celestial, en la comunión del Cielo y la tierra, en el amor recíproco. Porque el amor llama al amor y hace que las obras sean más importantes que las palabras. Por tanto, apóstoles míos, orad por vuestra Iglesia, amadla y haced obras de amor. Por cuanto haya sido traicionada y herida, ella está aquí, porque proviene del Padre Celestial. ¡Orad por vuestros pastores!, para que podáis ver en ellos la grandeza del amor de mi Hijo. ¡Os doy las gracias!

Mensaje del 25 de mayo de 2016

“Queridos hijos! Mi presencia es un don de Dios para todos ustedes y un estímulo a la conversión. Satanás es fuerte y quiere poner desorden e inquietud en vuestros corazones y pensamientos. Por eso, ustedes hijitos, oren para que el Espíritu Santo los guíe por el verdadero camino de la alegría y de la paz. Yo estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo por ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado”

Mensaje del 2 de mayo de 2016

Imagen de Virgen de Medjugorje (ft img)

“Hijos míos, mi Corazón materno desea vuestra sincera conversión y fe firme para que podáis transmitir el amor y la paz a todos aquellos que os rodean. Pero, hijos míos, no lo olvidéis: cada uno de vosotros es un mundo único ante el Padre Celestial; por eso, permitid que la obra incesante del Espíritu Santo actúe en vosotros. Sed, hijos míos, espiritualmente puros. En la espiritualidad está la belleza: todo lo que es espiritual está vivo y es muy hermoso. No olvidéis que en la Eucaristía, que es el corazón de la fe, mi Hijo está siempre con vosotros, viene a vosotros y parte el pan con vosotros porque, hijos míos, Él ha muerto por vosotros, ha resucitado y viene nuevamente. Estas palabras mías vosotros las conocéis porque son la verdad y la verdad no cambia; solo que muchos hijos míos la han olvidado. Hijos míos, mis palabras no son ni antiguas ni nuevas, son eternas. Por eso os invito, hijos míos, a mirar bien los signos de los tiempos, a recoger las cruces despedazadas y a ser apóstoles de la Revelación. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de abril de 2016

“Queridos hijos! Mi Corazón Inmaculado sangra al mirarlos a ustedes en el pecado y en hábitos pecaminosos. Los estoy llamando: regresen a Dios y a la oración para que sean felices en la Tierra. Dios los llama a través de mí para que sus corazones sean esperanza y alegría para todos los que están lejos. Que mi llamado sea un bálsamo para el alma y el corazón a fin de que glorifiquen a Dios Creador, que los ama y los llama a la eternidad. Hijitos, la vida es breve, aprovechen este tiempo para hacer el bien. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de abril de 2016

“Queridos hijos, no tengáis corazones duros, cerrados y llenos de temor. Permitid a mi amor materno iluminarlos y llenarlos de amor y de esperanza, para que yo, como Madre, pueda atenuar vuestros dolores, porque los conozco y los he experimentado. El dolor eleva y es la oración más grande. Mi Hijo ama de manera especial a los que padecen dolores. Él me ha enviado para que os los atenúe y traeros esperanza. ¡Confiad en Él! Sé que para vosotros es difícil, porque a vuestro alrededor veis cada vez más tiniebla. Hijos míos, es necesario aniquilarla con la oración y el amor. Quien ora y ama no teme, tiene esperanza y amor misericordioso. Ve la luz, ve a mi Hijo. Como apóstoles míos, os llamo para que intentéis ser ejemplo de amor misericordioso y de esperanza. Siempre volved a orar para tener el mayor amor posible, porque el amor misericordioso porta la luz que aniquila toda tiniebla, porta mi Hijo. No tengáis miedo, no estáis solos: Yo estoy con vosotros. Os pido que oréis por vuestros pastores, para que en todo momento tengan amor, y actúen con amor hacia Mi Hijo, por medio de Él y en memoria de Él. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de marzo de 2016

“Queridos hijos! Hoy les traigo mi amor. Dios me ha permitido amarlos y por amor llamarlos a la conversión. Hijitos, ustedes son pobres en el amor y aún no han comprendido que mi Hijo Jesús por amor dio su vida para salvarlos y darles la vida eterna. Por eso oren, hijitos, oren para que en la oración comprendan el amor de Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”

Mensaje del 2 de marzo de 2016

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“Queridos hijos, mi venida en medio de vosotros es un regalo del Padre Celestial para vosotros. Por Su amor, vengo a ayudaros a encontrar el camino hacia la verdad, a encontrar el camino hacia mi Hijo. Vengo a confirmaros la verdad. Quiero recordaros las palabras de mi Hijo. Él ha pronunciado palabras de salvación para todo el mundo, palabras de amor para todos, amor que demostró con Su sacrificio. Pero también, hoy muchos de mis hijos no lo conocen, no desean conocerlo, son indiferentes. A causa de vuestra indiferencia mi Corazón sufre dolorosamente. Mi Hijo ha estado siempre en el Padre. Al nacer en la Tierra, traía lo divino, y de mí adquirió lo humano. Con Él llegó a nosotros la Palabra. Con Él llegó la luz del mundo, que penetra en los corazones, los ilumina y los llena de amor y de consuelo. Hijos míos, todos los que aman a mi Hijo lo pueden ver, porque Su rostro se ve en las almas que están llenas de amor hacia Él. Por lo tanto, hijos míos, apóstoles míos, escuchadme: dejad la vanidad y el egoísmo, no viváis solo para lo terrenal, lo material. Amad a mi Hijo y haced que los demás vean Su rostro por medio de vuestro amor por Él. Yo os ayudaré a conocerlo siempre más y os hablaré de Él. ¡Os doy las gracias!”

Mensaje del 25 de febrero de 2016

“Queridos hijos, en este tiempo de gracia os invito a todos a la conversión. Hijos míos, vosotros amáis poco y oráis aún menos. Estáis perdidos y no sabéis cuál es vuestro propósito. Tomad la cruz, mirad a Jesús y seguidle. Él se entrega a vosotros hasta la muerte en la cruz, porque Él os ama. Hijos míos, os invito a regresar a la oración con el corazón, para que en la oración podáis encontrar la esperanza y el sentido de vuestra existencia. Yo estoy con vosotros y oro por vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 2 de febrero de 2016

“Queridos hijos, os he invitado y os invito nuevamente a conocer a mi Hijo, a c
onocer la Verdad. Yo estoy con vosotros y oro para que lo logréis. Hijos míos, vosotros debéis orar mucho para tener cada vez más amor y paciencia, para saber soportar el sacrificio y ser pobres en espíritu. Mi Hijo, por medio del Espíritu Santo, está siempre con vosotros. Su Iglesia nace en cada corazón que lo conoce. Orad para que podáis conocer a mi Hijo, orad para que vuestra alma sea toda una con Él. ¡Esto es la oración, este es el amor que atrae a los demás y que a vosotros os hace mis apóstoles! Os miro con amor, con amor maternal. Os conozco, conozco vuestros dolores y aflicciones, porque yo también he sufrido en silencio. Mi fe me dio amor y esperanza. Repito: la Resurrección de mi Hijo y mi Asunción al Cielo son para vosotros esperanza y amor. Por lo tanto, hijos míos, orad para conocer la verdad, para tener una fe firme, que guíe vuestros corazones y sepa transformar vuestros sufrimientos y dolores en amor y esperanza. ¡Os doy las gracias!

Mensaje del 25 de enero de 2016

“Queridos hijos! También hoy los invito a todos a la oración. Sin la oración no pueden vivir, porque la oración es la cadena que los acerca a Dios. Por eso, hijitos, en la humildad del corazón regresen a Dios y a sus Mandamientos para que puedan decir con todo el corazón: ‘así en la Tierra como en el Cielo’. Ustedes, hijitos, son libres para que en libertad se decidan por Dios o contra Él. Vean cómo Satanás quiere arrastrarlos al pecado y a la esclavitud. Por eso, hijitos, regresen a mi Corazón para que yo los pueda conducir a mi Hijo Jesús, que es el Camino, la Verdad y la Vida. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de enero de 2016

“Queridos hijos, como Madre me siento feliz de estar en medio de vosotros, porque deseo hablaros nuevamente de las palabras de mi Hijo y de Su amor. Espero que me aceptéis con el corazón, porque las palabras de mi Hijo y Su amor, son la única luz y esperanza en la oscuridad del presente. Esta es la única verdad, y vosotros, que la aceptaréis y la viviréis, tendréis corazones puros y humildes. Mi Hijo ama a los puros y a los humildes. Los corazones puros y humildes dan vida a las palabras de mi Hijo: las viven, las difunden y buscan la forma de que todos las escuchen. Las palabras de mi Hijo hacen renacer a quienes las escuchan, las palabras de mi Hijo hacen que regresen el amor y la esperanza. Por eso, mis queridos apóstoles, hijos míos, vivid las palabras de mi Hijo. Amaos como Él os ha amado. Amaos en Su nombre y en Su memoria. La Iglesia progresa y crece gracias a aquellos que escuchan las palabras de mi Hijo, gracias a aquellos que aman, gracias a aquellos que sufren y padecen en silencio y en la esperanza de la redención definitiva. Por eso queridos hijos míos, que las palabras de mi Hijo y Su amor estén en el primer y último pensamiento del día. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de diciembre de 2015

“Queridos hijos! También hoy les traigo en mis brazos a mi Hijo Jesús y desde este abrazo les doy Su paz y el anhelo por el Cielo. Oro con ustedes por la paz y los invito a ser paz. Los bendigo a todos con mi bendición maternal de paz. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de diciembre 2015“

Queridos hijos, yo estoy siempre con vosotros, porque mi Hijo os ha confiado a mí. Y vosotros hijos míos, vosotros me necesitáis, me buscáis, venís a mí y alegráis mi Corazón materno. Yo tengo y siempre tendré amor para vosotros, para vosotros que sufrís y que ofrecéis vuestrodolores y sufrimientos a Mi Hijo y a mí. Mi amor busca el amor de todos mis hijos y mis hijos buscan mi amor. Por medio del amor, Jesús busca la comunión entre el Cielo y la Tierra, entre el Padre celestial y vosotros, mis hijos, su Iglesia. Por eso necesitamos orar mucho, orar y amar la Iglesia a la cual pertenecéis. Ahora la Iglesia está sufriendo y necesita apóstoles que, al amar la comunión, al testimoniar y dar, muestren los caminos de Dios. Necesita apóstoles que, viviendo la Eucaristía con el corazón, realicen grandes obras; necesita de vosotros, mis apóstoles del amor. Hijos míos, la Iglesia ha sido perseguida y traicionada desde sus inicios, pero ha crecido día a día. Es indestructible, porque mi Hijo le ha dado un corazón: la Eucaristía. La luz de Su Resurrección ha brillado y brillará sobre ella. ¡Por eso no temáis! Orad por vuestros pastores para que tengan la fuerza y el amor de ser puentes de salvación. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de noviembre de 2015

“Queridos hijos! Hoy los llamo a todos: oren por mis intenciones. La paz está en peligro, por lo tanto, hijitos, oren y sean portadores de paz y esperanza en este mundo sin paz donde Satanás ataca y pone a prueba de todas las formas. Hijitos, sean fuertes en la oración y valientes en la fe. Yo estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo Jesús por todos ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de noviembre de 2015

“Queridos hijos, de nuevo quiero hablaros del amor. Os he reunido en torno a mí, en Nombre de mi Hijo, según Su voluntad. Quiero que vuestra fe sea firme y que provenga del amor, porque mis hijos que comprenden el amor de mi Hijo y lo siguen, viven en el amor y en la esperanza. Ellos han conocido el amor de Dios. Por eso, hijos míos, orad, orad para que podáis amar más y hacer obras de amor, porque la fe sola, sin amor y sin obras de amor, no es lo que busco de vosotros. Hijos míos, esa es una apariencia de fe, eso es vanagloriarse. Mi Hijo pide fe y obras, amor y bondad. Yo oro y os pido también a vosotros, que oréis y viváis el amor, porque quiero que mi Hijo, cuando mire los corazones de todos mis hijos, pueda ver en ellos amor y bondad, y no odio ni indiferencia. Queridos hijos, apóstoles de mi amor, no perdáis la esperanza, no pierdáis la fuerza, vosotros podéis lograrlo. Yo os aliento y os bendigo, porque todas las cosas de esta tierra –que desgraciadamente muchos hijos míos ponen en el primer lugar– desaparecerán, y permanecerán solo el amor y las obras de amor, que os abrirán las puertas del Reino de los Cielos. Yo os estaré esperando en Esas puertas. En Esas puertas quiero esperar y abrazar a todos mis hijos. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de octubre de 2015

“Queridos hijos! Mi oración también hoy es para todos ustedes, especialmente para aquellos que se han vuelto duros de corazón a mi llamado. Ustedes viven días de gracia y no son conscientes de los dones que Dios les da a través de mi presencia. Hijitos, decídanse también hoy por la santidad y tomen el ejemplo de los santos de estos tiempos y verán que la santidad es una realidad para todos ustedes. Regocíjense en el amor, hijitos, porque ustedes son únicos e insustituibles ante los ojos de Dios, porque son la alegría de Dios en este mundo. Testimonien la paz, la oración y el amor. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de octubre de 2015

Mejugorje 2

“Queridos hijos: aquí estoy entre vosotros para alentaros, para llenaros con mi amor y para invitaros
nuevamente a ser testigos del amor de mi Hijo. Muchos de mis hijos no tienen esperanza, no tienen paz, no tienen amor. Ellos buscan a mi Hijo, pero no saben cómo ni dónde encontrarlo. Mi Hijo les abre a ellos sus brazos, y vosotros debéis ayudarles a que lleguen a Su abrazo. Hijos míos, por eso debéis orar por el amor. Debéis orar mucho, mucho para que siempre tengáis vosotros más amor, porque el amor vence a la muerte y hace que la vida perdure.

Apóstoles de mi amor, hijos míos, con un corazón simple y sincero, uníos siempre en oración por muy lejos que estéis los unos de los otros. Animaos mutuamente en el crecimiento espiritual, como yo os animo a vosotros. Yo velo por vosotros y estoy junto a vosotros siempre que pensáis en mí.

Orad también por vuestros pastores: por aquellos que han renunciado a todo por mi Hijo y por vosotros. ¡Amadlos y orad por ellos! El Padre Celestial escucha vuestras oraciones. ¡Os doy las gracia

Mensaje del 25 de septiembre de 2015

“Queridos hijos! También hoy oro al Espíritu Santo para que llene sus corazones con una fe firme. La oración y la fe llenarán su corazón de amor y de alegría, y ustedes serán una señal para aquellos que están lejos de Dios. Hijitos, exhórtense unos a otros a la oración con el corazón, para que la oración llene su vida, y ustedes, hijitos, cada día serán, sobre todo, testigos del servicio a Dios en la adoración y al prójimo en la necesidad. Yo estoy con ustedes e intercedo por todos ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de septiembre de 2015

«Queridos hijos, queridos apóstoles míos del amor, mis portadores de la verdad, los invito nuevamente y los reúno en torno a mí para que me ayuden, para que ayuden a todos mis hijos sedientos del amor y de la verdad, sedientos de mi Hijo. Yo soy una gracia enviada por el Padre Celestial para ayudarlos a vivir la Palabra de mi Hijo. Ámense los unos a los otros. Yo viví vuestra vida terrena y sé que no es siempre fácil, pero si se aman unos a otros, orarán con el corazón y alcanzarán cumbres espirituales y se abrirá para ustedes el camino hacia el Paraíso. Allí los espero yo, su Madre, porque estoy allí. Sean fieles a mi Hijo y enseñen la fidelidad a los demás. Estoy con ustedes, los ayudaré. Les enseñaré la fe para que sepan transmitirla de manera correcta a los demás. Les enseñaré la verdad para que sepan discernir. Les enseñaré el amor para que conozcan
lo que es el verdadero amor. Queridos hijos, mi Hijo logrará hablar a través de vuestras palabras y de vuestras obras. ¡Les doy las gracias!»

Mensaje del 25 de agosto 2015

Queridos hijos! También hoy los invito a que sean oración. Que la oración sea para ustedes las alas para el encuentro con Dios. El mundo se encuentra en un momento de prueba porque ha olvidado y ha abandonado a Dios. Por eso, hijitos, sean aquellos que buscan y aman a Dios sobre todas las cosas. Yo estoy con ustedes y los guio hacia mi Hijo, pero ustedes tienen que dar su sí en la libertad de los hijos de Dios. Intercedo por ustedes, hijitos, y los amo con un amor infinito. Gracias por haber respondido a mi llamado. 

Mensaje del 2 de agosto 2015

“Queridos hijos, Yo, como Madre que ama a sus hijos, veo qué difícil es el tiempo en el que vivís. Veo vuestro sufrimiento. Pero debéis saber que no estáis solos. Mi Hijo está con vosotros. Está en todas partes: es invisible, pero lo podéis ver si lo vivís. Él es la luz que os ilumina el alma y os concede la paz. Él es la Iglesia que debéis amar y por la que siempre debéis orar y luchar; pero no solo con las palabras sino con las obras de amor. Hijos míos, haced que todos conozcan a mi Hijo, haced que sea amado, porque la verdad está en mi Hijo nacido de Dios, Hijo de Dios. No perdáis el
tiempo en reflexionar demasiado, os alejaréis de la verdad. Con un corazón simple aceptad Su Palabra y vividla. Si vivís Su Palabra, amaréis con un amor misericordioso. Os amaréis los unos a los otros. Cuanto más améis, más lejos estaréis de la muerte. Para aquellos que vivan la Palabra de mi Hijo y la amen, la muerte será la vida. ¡Os doy las gracias! Orad para que podáis ver a mi Hijo en sus pastores, orad para que lo podáis abrazar en ellos.”

Mensaje del 25 de julio 2015

“Queridos hijos! También hoy con alegría estoy con ustedes y los invito a todos, hijitos: oren, oren, oren para que comprendan el amor que tengo hacia ustedes. Mi amor es más fuerte que el mal por eso, hijitos, acérquense a Dios para que puedan sentir mi gozo en Dios. Sin Dios, hijitos, no tienen futuro, no tienen esperanza ni salvación, por eso dejen el mal y elijan el bien. Yo estoy con ustedes y con ustedes intercedo ante Dios por todas sus necesidades. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de julio de 2015

“Queridos hijos, os invito a difundir la fe en mi Hijo, vuestra fe. Vosotros, mis hijos, iluminados por el Espíritu Santo, mis apóstoles, transmitidla a los demás, a aquellos que no creen, no saben y no quieren saber. Por eso vosotros debéis orar mucho por el don del amor, porque el amor es un rasgo distintivo de la verdadera fe, y vosotros seréis apóstoles de mi amor. El amor revive siempre y de nuevo, el dolor y el gozo de la Eucaristía, revive el dolor de la Pasión de mi Hijo, con la cual Él os ha mostrado lo que significa amar inmensamente; revive el gozo de haberos dejado Su Cuerpo y Su Sangre para nutriros de sí mismo y ser así uno con vosotros. Al miraros con ternura siento un amor inmenso, que refuerza en mí el deseo de conduciros a una fe firme. Una fe firme os dará en la Tierra gozo y alegría y al final, el encuentro con mi Hijo. Ese es Su deseo. Por eso vividlo a Él, vivid el amor, vivid la luz que os ilumina siempre en la Eucaristía. Os pido que oréis mucho por vuestros pastores, que oréis para que tengáis el mayor amor posible hacia ellos, porque mi Hijo os los ha dado para que os nutran a vosotros con Su Cuerpo y os enseñen el amor. Por eso amadlos también vosotros. Sin embargo, hijos míos recordad: el amor significa soportar y dar, y jamás, jamás juzgar. ¡Os doy las gracias!”

Mensaje del 25 de junio de 2015

“Queridos hijos! También hoy el Altísimo me concede la gracia de poderlos amar y de llamarlos a la conversión. Hijitos, que Dios sea vuestro mañana, no la guerra ni el desasosiego, no la tristeza sino la alegría y la paz deben reinar en los corazones de todos los hombres, y sin Dios nunca podrán encontrar la paz. Hijitos, por eso regresen a Dios y a la oración para que vuestro corazón cante con alegría. Yo estoy con ustedes y los amo con inmenso amor. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de junio de 2015

“Queridos hijos, deseo actuar a través de vosotros, mis hijos, mis apóstoles, para que al final pueda reunir a todos mis hijos allí donde está todo preparado para su felicidad. Oro por vosotros, para que con las obras podáis convertir a los demás, porque ha llegado el tiempo de las obras de la verdad, de mi Hijo. Mi amor obrará en vosotros, me serviré de vosotros. Tened confianza en mí, porque todo lo que deseo, lo deseo para vuestro bien, eterno bien, creado por el Padre Celestial. Vosotros, hijos míos, apóstoles míos, vivís la vida terrena en comunidad con mis hijos que no han conocido el amor de mi Hijo, aquellos que a mí no me llaman Madre. Pero no tengáis miedo de dar testimonio de la verdad, porque, si vosotros no tenéis miedo y dais testimonio con valor, la verdad milagrosamente vencerá. Pero recordad: ¡la fuerza está en el amor! Hijos míos, el amor es arrepentimiento, perdón, oración, sacrificio y misericordia. Si sabéis amar con las obras convertiréis a los demás, permitiréis que la luz de mi Hijo penetre en las almas. ¡Os doy las gracias! Orad por vuestros pastores, ellos pertenecen a mi Hijo, Él los ha llamado. Orad para que siempre tengan la fuerza y el valor de brillar con la luz de mi Hijo.”

Mensaje del 25 de mayo de 2015

“¡Queridos hijos! También hoy estoy con ustedes y con alegría los invito a todos: oren y crean en el poder de la oración. Abran sus corazones, hijitos, para que Dios los llene con su amor y ustedes serán alegría para los demás. Su testimonio será poderoso y todo lo que harán estará entretejido con la ternura de Dios. Yo estoy con ustedes y oro por ustedes y por su conversión, hasta que pongan a Dios en el primer lugar. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje del 2 de mayo de 2015

“Queridos hijos, abrid vuestros corazones y tratad de sentir cuánto os amo y cuánto deseo que améis a mi Hijo. Deseo que lo conozcáis lo más posible, porque es imposible conocerlo y no amarlo, porque Él es amor. Hijos míos, yo os conozco. Conozco vuestros dolores y vuestros sufrimientos porque los he vivido. Me río con vosotros en vuestras alegrías. Lloro con vosotros en vuestros dolores. Nunca os abandonaré. Siempre os hablaré maternal y dulcemente. Y yo como Madre, necesito vuestros corazones abiertos, para que con sabiduría y sencillez difundáis el amor de mi Hijo. Os necesito abiertos y sensibles al bien y a la misericordia. Os necesito unidos a mi Hijo, porque deseo que seáis felices y me ayudéis a llevar la felicidad a todos mis hijos. Apóstoles míos, os necesito para que a todos les enseñéis la verdad de Dios, a fin de que mi Corazón, que ha sufrido y también hoy padece tanto sufrimiento, pueda triunfar en el amor. Orad por la santidad de vuestros pastores, para que en nombre de mi Hijo puedan hacer milagros, porque la santidad hace milagros. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de abril 2015

“¡Queridos hijos! También hoy estoy con ustedes para guiarlos hacia la salvación. Su alma está inquieta porque el espíritu está débil y cansado de todas las cosas terrenas. Ustedes, hijitos, pídanle al Espíritu Santo que Él los transfigure y los llene con Su fuerza de fe y de esperanza, a fin de que estén firmes en esta lucha contra el mal. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante mi Hijo Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

 

Mensaje a Mirjana del 2 de abril de 2015

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“¡Queridos hijos! Os he elegido a vosotros, apóstoles míos, porque todos lleváis en vosotros algo hermoso. Vosotros me podéis ayudar a fin de que el amor por el cual mi Hijo murió, y luego resucitó, venza nuevamente. Por eso os invito, apóstoles míos, a que en toda criatura de Dios, en todos mis hijos, procuréis ver algo bueno y procuréis comprenderlos. Hijos míos, todos vosotros sois hermanos por el mismo Espíritu Santo. Vosotros que estáis llenos de amor hacia mi Hijo, podéis narrar a todos aquellos que no han conocido ese amor, lo que vosotros sabéis. Vosotros habéis conocido el amor de mi Hijo, habéis comprendido Su Resurrección, vosotros ponéis vuestros ojos con alegría en Él. Mi deseo maternal es que todos mis hijos estén unidos en el amor a Jesús. Por eso os invito, apóstoles míos, a vivir la Eucaristía con alegría, porque en la Eucaristía mi Hijo se os da siempre de nuevo, y con Su ejemplo os muestra el amor y el sacrificio por el prójimo. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de marzo de 2015

“Queridos hijos! También hoy el Altísimo me permite estar con ustedes y guiarlos por el camino de la conversión. Muchos corazones se han cerrado a la gracia y han hecho oídos sordos a mi llamado. Ustedes, hijitos, oren y luchen contra las tentaciones y contra todos los planes malvados que el diablo les ofrece a través del modernismo. Sean fuertes en la oración y con la cruz en las manos, oren para que el mal no los utilice y no venza en ustedes. Yo estoy con ustedes y oro por ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje a Mirjana del 18 de marzo de 2015

“¡Queridos hijos! Les pido con todo el corazón, les pido hijos: purifiquen sus corazones del pecado y elévenlos a Dios y a la vida eterna. Les pido: estén vigilantes y abiertos a la verdad. No permitan que todo lo que es de esta Tierra los aleje del conocimiento de la verdadera felicidad que se encuentra en la unión con mi Hijo. Yo los guío por el camino de la verdadera sabiduría, porque solo con la verdadera sabiduría pueden llegar a conocer la verdadera paz y el verdadero bien. No pierdan el tiempo pidiendo signos al Padre Celestial, porque Él ya les ha dado el mayor signo: mi Hijo. Por lo tanto, hijos míos, oren para que el Espíritu Santo los pueda introducir a la verdad, los ayude a conocerla, y mediante ese conocimiento de la verdad, sean uno con el Padre Celestial y con mi Hijo. Ese es el conocimiento que da la felicidad en la Tierra y abre la puerta de la vida eterna y del amor sin límites. Les doy las gracias. ”

Mensaje del 2 de marzo de 2015

“Queridos hijos, ustedes son mi fuerza. Ustedes, apóstoles míos, que con su amor, humildad y el silencio de la oración, hacen que mi Hijo sea conocido. Ustedes viven en mí. Ustedes me llevan en su corazón. Ustedes saben que tienen una Madre que los ama y que ha venido a traer amor. Los miro en el Padre Celestial, miro sus pensamientos, sus dolores, sus sufrimientos y se los presento a mi Hijo. No tengan miedo, no pierdan la esperanza, porque mi Hijo escucha a su Madre. Él ama desde que nació, y yo deseo que todos mis hijos conozcan este amor; que regresen a Él quienes, a causa del dolor e incomprensión, lo han abandonado, y que lo conozcan todos aquellos que jamás lo han conocido. Por eso ustedes están aquí, apóstoles míos, y yo como Madre, estoy con ustedes. Oren para que tengan la firmeza de la fe, porque el amor y la misericordia provienen de una fe firme. Por medio del amor y de la misericordia, ayudarán a todos aquellos que no son conscientes de que eligen las tinieblas en lugar de la luz. Oren por sus pastores, porque ellos son la fuerza de la Iglesia que mi Hijo les ha dejado. Por medio de mi Hijo ellos son los pastores de las almas. ¡Les doy las gracias!”

Mensaje del 25 de  febrero de 2015

“Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito a todos: oren más y hablen menos. En la oración busquen la voluntad de Dios y vívanla según los Mandamientos a los que Dios los invita. Yo estoy con ustedes y oro con ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de febrero de 2015

Alegría de Dios 2

“Queridos hijos, aquí me tenéis. Estoy aquí entre vosotros, os miro, os sonrío y os amo como solo una Madre puede hacerlo. A través del Espíritu Santo, que viene por medio de mi pureza, veo vuestros corazones y los ofrezco a mi Hijo. Desde hace tiempo, os pido que seáis mis apóstoles y que oréis por quienes no han conocido el amor de Dios. Pido la oración hecha con amor, que realiza obras y sacrificios. No perdáis el tiempo en pensar si sois dignos de ser mis apóstoles. El Padre Celestial juzgará a todos, pero vosotros amadle y escuchadle. Sé que todo esto os confunde, como también mi permanencia entre vosotros, pero aceptadla con gozo y orad para comprender que sois dignos de trabajar para el Cielo. Mi amor está en vosotros. Orad para que mi amor venza en todos los corazones, porque este es un amor que perdona, da y nunca termina. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de enero de 2015

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a vivir en oración su vocación. Ahora más que nunca, Satanás quiere sofocar, con su viento contagioso de odio y de inquietud, al hombre y su alma. En muchos corazones no hay alegría porque no está Dios ni la oración. El odio y la guerra crecen día a día. Los invito, hijitos, a empezar de nuevo con entusiasmo el camino de la santidad y del amor, porque por eso yo he venido entre ustedes. Juntos, seamos amor y perdón para todos aquellos que solo saben y quieren amar con el amor humano, y no con el inmenso amor de Dios al cual Él los invita. Hijitos, que la esperanza en un mañana mejor esté siempre en su corazón. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje a Mirjana del 2 de enero de 2015

“Queridos hijos, estoy aquí entre vosotros como una Madre que desea ayudaros a conocer la verdad. Mientras vivía en la Tierra vuestra vida, yo tenía el conocimiento de la verdad y con eso, un pedacito del Paraíso en la Tierra. Por eso a vosotros, mis hijos, os deseo lo mismo. El Padre Celestial desea corazones puros, colmados del conocimiento de la verdad. Él desea que améis a todos aquellos que encontráis, porque yo también amo a mi Hijo en todos vosotros. Este es el inicio del conocimiento de la verdad. A vosotros os ofrecen muchas verdades falsas. Las podréis superar con un corazón purificado por medio del ayuno, la oración, la penitencia y el Evangelio. Esa es la única verdad y es la verdad que mi Hijo os ha dejado. No debéis analizarla mucho. Se pide de vosotros, como yo también lo hacía, que améis y deis. Hijos míos, si amáis, vuestro corazón será una morada para mi Hijo y para mí, y las palabras de mi Hijo, serán guía para vuestra vida. Hijos míos, me serviré de vosotros, apóstoles del amor, para ayudar a mis hijos a conocer la verdad. Hijos míos, yo siempre he orado por la Iglesia de mi Hijo, por eso, a vosotross os pido que hagáis lo mismo. Orad para que vuestros pastores resplandezcan con el amor de mi Hijo. ¡Os doy las gracias!”

Aparición anual a Jakov del 25 de diciembre de 2014

En la última aparición diaria del 12 de setiembre de 1998, la Virgen le dijo a Jakov Colo que tendría una aparición cada año, el 25 de Diciembre. Así ha ocurrido también este año. La Virgen vino con el Niño Jesús en brazos. La aparición comenzó a las 14:40, y duró 8 minutos, luego dio el siguiente mensaje:

“¡Queridos hijos! Hoy, en este día de gracia, deseo que el corazón de cada uno de ustedes se convierta en el establo de Belén, donde nació el Salvador del mundo. Yo soy su Madre que los ama inmensamente y que cuida de cada uno de ustedes. Por lo tanto, hijos míos, entréguense a la Madre para que, ante el Niño Jesús, pueda presentar el corazón y la vida de cada uno de ustedes, porque solo así, hijos míos, sus corazones serán testigos del nacimiento cotidiano de Dios en ustedes. Permitan a Dios que con la luz ilumine sus vidas y con la alegría sus corazones, para que ustedes puedan diariamente iluminar el camino, y ser un ejemplo de la verdadera alegría, a otros que viven en la oscuridad y no están abiertos a Dios y a sus gracias. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 25 de diciembre de 2014

Paz de Dios

“Queridos hijos! También hoy, les traigo en mis brazos a mi Hijo Jesús, y a Él le pido la paz para ustedes y la paz entre ustedes. Oren y adoren a mi Hijo, para que en vuestros corazones entre su paz y su alegría. Oro por ustedes para que cada vez estén más abiertos a la oración. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

 

Mensaje del 2 de diciembre de 2014

“Queridos hijos, recuerden lo que les digo: ¡el amor triunfará! Sé que muchos de ustedes están perdiendo la esperanza porque ven en torno a sí sufrimiento, dolor, celos y envidia… Sin embargo, yo soy su Madre. Estoy en el Reino, pero también aquí con ustedes. Mi Hijo me envía nuevamente para ayudarlos. Por lo tanto no pierdan la esperanza, por el contrario, síganme, porque el triunfo de Mi Corazón es en el Nombre de Dios. Mi amado Hijo piensa en ustedes como siempre lo ha hecho: ¡créanle y vívanlo! Él es la vida del mundo. Hijos míos, vivir a mi Hijo significa vivir el Evangelio. Eso no es fácil. Conlleva amor, perdón y sacrificio. Eso purifica y abre el Reino. Una oración sincera, que no son solo palabras, sino oración que el corazón pronuncia, los ayudará. Como también el ayuno, porque ello conlleva ulterior amor, perdón y sacrificio. Por lo tanto no pierdan la esperanza, sino síganme. Les pido nuevamente orar por sus pastores: para que tengan siempre la mirada en mi Hijo, que ha sido el primer Pastor del mundo y cuya familia era el mundo entero. ¡Les doy gracias!”

Mensaje del 25 de noviembre 2014

“Queridos hijos! De modo especial hoy los invito a la oración. Oren, hijitos, para que comprendan quiénes son y a dónde deben ir. Sean portadores de la Buena Nueva y gente de esperanza. Sean amor para todos aquellos que están sin amor. Hijitos, podrán ser y realizar todo solamente si oran y están abiertos a la voluntad de Dios, a Dios, que desea conducirlos a la vida eterna. Yo estoy con ustedes e intercedo día tras día por ustedes ante mi Hijo Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje extraordinario dado por la Virgen a Vicka (vidente de Mejugorje) el día 9 de noviembre de 2014 en Palestrina (Italia)

“Queridos hijos, todavía tengo muchos mensajes para darles, mientras tanto, comiencen a vivir los mensajes que ya les he dado. Abran sus corazones y oren por la Iglesia. La Iglesia está muy necesitada de sus oraciones. ¡Vayan en la paz del Señor queridos hijos míos!”

Mensajes del 2 de noviembre de 2014

“Queridos hijos, estoy con vosotros con la bendición de mi Hijo, con vosotros que me amáis y procuráis seguirme. Yo también deseo estar con vosotros, con los que no me aceptáis. A todos os abro mi Corazón lleno de amor y os bendigo con mis manos maternas. Soy una Madre que os comprende. He vivido vuestra vida y he experimentado vuestros sufrimientos y alegrías. Vosotros que vivís el dolor, comprendéis mi dolor y sufrimiento por aquellos hijos míos que no permiten que los ilumine la luz de mi Hijo, por mis hijos que viven en la oscuridad. Por eso os necesito a vosotros, a vosotros que habéis sido iluminados por la luz y que habéis comprendido la verdad.Os invito a adorar a mi Hijo, para que vuestra alma crezca y alcance una verdadera espiritualidad. Entonces, apóstoles míos, de esa manera me podréis ayudar. Ayudarme significa: orar por aquellos que no han conocido el amor de mi Hijo. Al orar por ellos, vosotros demostráis a mi Hijo que lo amáis y lo seguís. Mi Hijo me ha prometido que el mal nunca vencerá, porque aquí estáis vosotros, almas de los justos; vosotros que procuráis decir vuestras oraciones con el corazón; vosotros que ofrecéis vuestros dolores y sufrimientos a mi Hijo; vosotros que comprendéis que la vida es solamente un abrir y cerrar de ojos; vosotros que anheláis el Reino de los Cielos. Todo eso os hace a vosotros mis apóstoles y conduce al triunfo de mi Corazón. Por eso hijos míos purificad vuestros corazones y adorad a mi Hijo. ¡Os doy las gracias!”

Mensaje del 25 de octubre de 2014

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“Queridos hijos! Oren en este tiempo de gracia y pidan la intercesión de todos los santos que ya están en la luz. Que ellos sean un ejemplo y un estímulo día tras día en el camino de su conversión. Hijitos, sean conscientes que su vida es breve y pasajera. Por eso, anhelen la eternidad y preparen sus corazones en la oración. Yo estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo por cada uno de ustedes, especialmente por aquellos que se han consagrado a mí y a mi Hijo. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de octubre de 2014

“Queridos hijos, con amor materno os ruego: amaos los unos a los otros. Que en vuestros corazones esté siempre, como mi Hijo ha querido desde el principio: en el primer lugar, el amor hacia el Padre Celestial y hacia vuestro prójimo, por encima de todo lo terrenal. Queridos hijos míos, ¿es que no reconocéis los signos de los tiempos? ¿es que no os dais cuenta de que todo eso que está en torno a vosotros —lo que está sucediendo—, es porque no hay amor? Comprended que la salvación está en los verdaderos valores. Aceptad el poder del Padre Celestial, amadlo y respetadlo. Encaminaos y seguid los pasos de mi Hijo. Vosotros, hijos míos, apóstoles míos queridos, siempre os reunís de nuevo en torno a mí, porque estáis sedientos. Estáis sedientos de paz, de amor y de felicidad. Bebed de mis manos. Mis manos os ofrecen a mi Hijo, que es manantial de agua pura. Él reavivará vuestra fe y purificará vuestros corazones, porque mi Hijo ama los corazones puros y los corazones puros aman a mi Hijo. Solo los corazones puros son humildes y tienen una fe pura. Os pido esos corazones. Hijos míos, mi Hijo me dijo que yo era la Madre de toda la Humanidad. A vosotros, que me aceptáis como tal, os pido que me ayudéis con vuestra vida, oración y sacrificio, para que todos mis hijos me acepten como Madre, para que yo los pueda conducir al manantial de agua pura. Os doy las gracias. Queridos hijos míos, mientras vuestros pastores, con sus manos benditas, os ofrecen el Cuerpo de mi Hijo, dad gracias siempre en vuestro corazón a mi Hijo por su Sacrificio y por los pastores que os lo dan a vosotros siempre de nuevo.”

Mensaje del 25 de septiembre 2014

“Queridos hijos! También hoy los invito para que ustedes, del mismo modo, sean como las estrellas, que con su resplandor dan luz y belleza a los demás, para que se alegren. Hijitos, sean también ustedes resplandor, hermosura, alegría y paz, y especialmente oración para todos aquellos que están lejos de mi amor y del amor de mi Hijo Jesús. Hijitos, testimonien su fe y oración en alegría, en la alegría de la fe que está en sus corazones y oren por la paz que es un don precioso de Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de septiembre de 2014

“Queridos hijos, yo su Madre, vengo de nuevo entre ustedes del amor que no tiene fin, del amor infinito, del infinito Padre Celestial. Y, mientras miro en sus corazones, veo que muchos de ustedes me acogen como Madre y, con un corazón sincero y puro, desean ser mis apóstoles. Pero, yo también soy Madre de ustedes que no me acogen y, en la dureza de su corazón, no desean conocer el amor de mi Hijo. No saben cuánto mi Corazón sufre y cuánto yo oro a mi Hijo por ustedes. Le pido que sane sus almas porque Él lo puede hacer. Le pido que los ilumine con el milagro del Espíritu Santo, para que dejen de traicionarlo, blasfemar y herir siempre de nuevo. Oro con todo el Corazón para que comprendan que solamente mi Hijo es la salvación y la luz del mundo. Y ustedes, hijos míos, queridos apóstoles míos, lleven siempre a mi Hijo en el corazón y en los pensamientos. De esta forma lleven ustedes el amor. Todos aquellos que no lo conocen, lo reconocerán en vuestro amor. Yo estoy siempre junto a ustedes. De una manera especial, yo estoy junto a sus pastores, porque mi Hijo los ha llamado para guiarlos por el camino de la eternidad. Les doy las gracias, apóstoles míos, por el sacrificio y el amor.”

Mensaje del 25 de agosto de 2014

Imagen de Virgen de Medjugorje (ft img)

“Queridos hijos! Oren por mis intenciones, porque Satanás quiere destruir mi plan que tengo aquí y robarles la paz. Por eso, hijitos, oren, oren, oren para que Dios a través de cada uno de ustedes pueda actuar. Que sus corazones estén abiertos a la voluntad de Dios. Yo los amo y los bendigo con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de agosto de 2014

“¡Queridos hijos! La razón por la que estoy entre vosotros, mi misión, es ayudaros a que venza el Bien, aunque a vosotros ahora eso no os parece posible. Sé que muchas cosas no las comprendéis, como tampoco yo comprendía todo, todo lo que mi Hijo me enseñaba mientras crecía junto a mí, pero yo creí en Él y lo seguí. Eso mismo os pido a vosotros, que creáis en mí y que me sigáis. Pero, hijos míos, seguirme a mí significa amar a mi Hijo por encima de todo, amarlo en cada ser humano, sin distinción. Para que podáis hacerlo, os invito nuevamente a la renuncia, a la oración y al ayuno. Os invito a que la vida de vuestra alma sea la Eucaristía. Os invito a ser mis apóstoles de luz, que en el mundo difundiréis el amor y la misericordia. Hijos míos, vuestra vida es solo un abrir y cerrar de ojos hacia la vida eterna. Y cuando vosotros lleguéis ante mi Hijo, Él verá en vuestros corazones cuánto amor habéis tenido. Para que podáis difundir de la mejor manera el amor, yo le pido a mi Hijo que, a través del amor, os conceda la unión por medio de Él, la unidad entre vosotros, la unidad entre vosotros y vuestros pastores. Mi Hijo siempre se da de nuevo por medio de ellos y renueva vuestra alma. Eso no lo olvidéis. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de julio de 2014

“¡Queridos hijos! Ustedes no son conscientes de las Gracias que viven en este tiempo, en que el Altísimo les da señales para que se abran y se conviertan. Regresen a Dios y a la oración, y que en sus corazones, familias y comunidades reine la oración, para que el Espíritu Santo los guíe y los anime a estar cada día más abiertos a la Voluntad de Dios y a Su plan para cada uno de ustedes. Yo estoy con ustedes, y con los santos y los ángeles intercedo por ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”
Mensaje, 25. septiembre 2014
“Queridos hijos! También hoy los invito para que ustedes, del mismo modo, sean como las estrellas, que con su resplandor dan luz y belleza a los demás, para que se alegren. Hijitos, sean también ustedes resplandor, hermosura, alegría y paz, y especialmente oración para todos aquellos que están lejos de mi amor y del amor de mi Hijo Jesús. Hijitos, testimonien su fe y oración en alegría, en la alegría de la fe que está en sus corazones y oren por la paz que es un don precioso de Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje de Medjugorje del 2 de julio de 2014

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“Queridos hijos, yo, Madre de los aquí reunidos, y Madre del mundo entero, os bendigo con la bendición maternal y os invito a emprender el camino de la humildad. Ese camino conduce al conocimiento del amor de mi Hijo. Mi Hijo es omnipotente. Él está en todo. Si vosotros, hijos míos, no conocéis eso, entonces la oscuridad reina en vuestra alma –la ceguera. Solamente la humildad os puede sanar. Hijos míos, yo siempre he vivido humilde y valientemente, y en la esperanza. Yo sabía, y había comprendido que Dios está en nosotros y nosotros en Dios. Eso mismo pido de vosotros. Deseo que todos vosotros estéis conmigo en la eternidad, porque vosotros sois parte de mí. En vuestro camino, yo os ayudaré. Mi amor os envolverá como un manto, y hará de vosotros apóstoles de mi luz –la luz de Dios. Con el amor que proviene de la humildad, llevaréis la luz donde reina la oscuridad –la ceguera. Llevaréis a mi Hijo, que es la luz del mundo. Yo estoy siempre con vuestros pastores, y oro para que siempre sean ejemplo de humildad para vosotros. ¡Os doy las gracias!

Mensaje del 25 de junio de 2014

“Queridos hijos! El Altísimo me da la gracia de poder estar aún con ustedes y de guiarlos en la oración hacia el camino de la paz. Vuestro corazón y vuestra alma tienen sed de paz y de amor, de Dios y de Su alegría. Por eso, hijitos, oren, oren, oren y en la oración descubrirán la sabiduría del vivir. Yo los bendigo a todos e intercedo por cada uno de ustedes ante mi Hijo Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de junio de 2014

“Queridos hijos, os llamo a todos y os acepto como hijos mios. Oro para que vosotros me aceptéis y me améis como Madre. Os he unido a todos vosotros en mi Corazón, he descendido entre vosotros y os bendigo. Sé que vosotros deseáis de mí consuelo y esperanza, porque os amo e intercedo por vosotros. Yo os pido a vosotros que os unáis conmigo en mi Hijo y seáis mis apóstoles. Para que podáis hacerlo, os invito de nuevo a amar. No hay amor sin oración -no hay oración sin perdón, porque el amor es oración-, el perdón es amor. Hijos míos, Dios os ha creado para amar, amad para poder perdonar. Cada oración que proviene del amor os une a mi Hijo y al Espíritu Santo, y el Espíritu Santo os ilumina y os hace apóstoles míos, apóstoles que todo lo que harán, lo harán en nombre del Señor. Ellos orarán con obras y no sólo con palabras, porque aman a mi Hijo y comprenden el camino de la verdad que conduce a la vida eterna. Orad por vuestros pastores, para que puedan siempre guiaros con un corazón puro por el camino de la verdad y del amor, por el camino de mi Hijo. ¡Os doy las gracias! ”

Mensaje del 25 de mayo de 2014

“¡Queridos hijos! Oren y sean conscientes de que ustedes sin Dios son polvo. Por lo tanto, dirijan sus pensamientos y su corazón a Dios y a la oración. Confíen en Su amor. En el Espíritu de Dios, hijitos, están todos ustedes invitados a ser testigos. Ustedes son preciosos y yo los invito, hijitos, a la santidad, a la vida eterna. Por lo tanto, sean conscientes de que esta vida es pasajera. Yo los amo y los invito a una vida nueva de conversión. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de mayo de 2014

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“Queridos hijos, Yo, su Madre, estoy con ustedes por su bien, por sus necesidades y por su conocimiento personal. El Padre celestial les ha dado la libertad de decidir por sí solos, y de conocer por sí solos. Yo deseo ayudarlos. Deseo ser su Madre, Maestra de la Verdad, para que con la simplicidad de un corazón abierto, conozcan la inconmensurable pureza y la luz que proviene de ella y que disipa las tinieblas, la luz que trae esperanza. Yo, hijos míos, comprendo sus dolores y sufrimientos. ¿Quién mejor que una Madre los podría comprender? ¿Y ustedes, hijos míos? Es pequeño el número de aquellos que me comprenden y que me siguen. Grande es el número de los extraviados, de aquellos que no han conocido aun la verdad en mi Hijo. Por lo tanto, apóstoles míos, oren y actúen. Lleven la luz y no pierdan la esperanza. Yo estoy con ustedes. De manera particular estoy con sus pastores: los amo y los protejo con un Corazón materno, porque ellos los conducen al Paraíso que Mi Hijo les ha prometido. ¡Les agradezco!”

Mensaje del 25 de abril de 2014

“Queridos hijos! Abran sus corazones a la gracia que Dios les da a través de mí como una flor que se abre a los cálidos rayos del sol. Sean oración y amor para todos aquellos que están lejos de Dios y de Su amor. Yo estoy con ustedes e intercedo por todos ustedes ante mi Hijo Jesús y los amo con un amor inconmensurable. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de abril de 2014

“Queridos hijos, con amor materno deseo ayudaros para que vuestra vida de oración y penitencia sea un verdadero intento de acercamiento a mi Hijo y a Su luz divina, para que sepáis cómo separaros del pecado. Cada oración, cada Misa y cada ayuno son un intento de acercamiento a mi Hijo, una remembranza de Su gloria y un refugio del pecado; son el camino hacia una nueva unión del buen Padre con sus hijos. Por lo tanto, queridos hijos míos, con los corazones colmados de amor, invocad el nombre del Padre Celestial para que os ilumine con el Espíritu Santo. Por medio del Espíritu Santo, os convertiréis en fuente del amor de Dios. De esa fuente beberán todos aquellos que no conocen a mi Hijo, todos los sedientos del amor y de la paz de mi Hijo. ¡Os doy las gracias! Orad por vuestros pastores. Yo oro por ellos y deseo que ellos sientan siempre la bendición de mis manos maternas y el apoyo de mi Corazón materno. ”

Mensaje del 25 de marzo de 2014

“Queridos hijos! Los invito de nuevo: comiencen la lucha contra el pecado como en los primeros días, vayan a la confesión y decídanse por la santidad. El amor de Dios fluirá al mundo a través de ustedes, la paz reinará en vuestros corazones y la bendición de Dios los llenará. Yo estoy con ustedes y ante mi Hijo Jesús intercedo por todos ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

 

Mensaje del 18 de marzo de 2014

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La aparición comenzó a las 13:46 y duró hasta las 13:51.
“¡Queridos hijos! Como Madre deseo ayudarlos, deseo ayudarlos con mi amor materno para que abran su corazón y en él, pongan a mi Hijo en el primer lugar. Deseo que, a través de vuestro amor a mi Hijo y por medio de vuestra oración, resplandezca en ustedes la luz de Dios y los llene la misericordia de Dios. Deseo, de esta manera, ahuyentar las tinieblas y la sombra de muerte que desea envolverlos y seducirlos; deseo que sientan la alegría de la bendición de la promesa de Dios. Ustedes, hijos de los hombres, ustedes son hijos de Dios, ustedes son mis hijos. Por eso, hijos míos, vayan por los caminos donde mi amor los conduce: les enseña la humildad, la sabiduría y les hace encontrar el camino hacia el Padre Celestial. Oren conmigo por aquellos que no me aceptan y no me siguen. Debido a la dureza de su corazón, no pueden sentir la alegría de la humildad, de la devoción, de la paz y del amor, de la alegría de mi Hijo. Oren para que sus pastores, con sus manos benditas, les den siempre la alegría de la bendición de Dios. Les agradezco.”

Mensaje del 2 de marzo de 2014

«Queridos hijos, vengo a ustedes como Madre y deseo que en mí, como Madre, encuentren refugio, consuelo y descanso. Por lo tanto, hijos míos, apóstoles de mi amor, oren. Oren con humilde devoción, con obediencia y con plena confianza en el Padre Celestial. Tengan confianza como yo la tuve, cuando me dijeron que iba a traer la Bendición prometida. Que de su corazón a sus labios llegue siempre un: “¡Hágase Tu voluntad!” Por lo tanto, tengan confianza y oren, para que pueda interceder por ustedes ante el Señor, a fin de que Él les dé la bendición celestial y los llene del Espíritu Santo. Entonces podrán ayudar a todos aquellos que no conocen al Señor; ustedes, apóstoles de mi amor, los ayudarán a que con plena confianza puedan llamarlo “Padre”. Oren por sus pastores y confíen en sus manos benditas. ¡Les agradezco!»

Mensaje del 25 de febrero 2014

“Queridos hijos! Ven, oyen y sienten que en los corazones de mucha gente no está Dios: no lo quieren, porque están lejos de la oración y no tienen paz. Ustedes, hijitos, oren, vivan los mandamientos de Dios. Ustedes sean oración, ustedes que desde el principio mismo han dicho “sí” a mi llamado. Testimonien a Dios y mi presencia, y no olviden, hijitos, Yo estoy con ustedes y los amo. Día a día los presento a todos a mi Hijo Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de febrero de 2014

“¡Queridos hijos! Con amor materno, quiero enseñarles la honestidad, porque quiero que, en vuestra labor como mis apóstoles, sean correctos, decididos, y sobre todo honestos. Deseo que con la gracia de Dios estén abiertos a la bendición. Deseo que con el ayuno y la oración obtengan, del Padre Celestial, el conocimiento de lo natural, de lo sagrado-Divino. Llenos del conocimiento y bajo la protección de Mi Hijo y la Mía, serán mis apóstoles que sabrán difundir la Palabra de Dios a todos aquellos que no la conocen y sabrán superar los obstáculos que se les interpongan en el camino. Hijos míos, con la bendición, la gracia de Dios descenderá sobre ustedes, y ustedes podrán conservarla con el ayuno, la oración, la purificación y con la reconciliación. Ustedes tendrán la eficacia que pido de ustedes. Oren por sus pastores para que el rayo de la gracia de Dios ilumine sus caminos. ¡Les agradezco!”

Mensaje del 25 de enero de 2014

“Queridos hijos! Oren, oren, oren para que el reflejo de su oración influya en las personas que encuentren. Pongan en sus familias la Sagrada Escritura en un lugar visible y léanla para que esas palabras de paz fluyan en sus corazones. Oro con ustedes y por ustedes, hijitos, para que día tras día estén aún más abiertos a la voluntad de Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de enero de 2014

“Queridos hijos, para poder ser mis apóstoles y ayudar a todos aquellos que están en la oscuridad, a que conozcan la luz del amor de Mi Hijo, deben tener el corazón puro y humilde. No pueden ayudar a que Mi Hijo nazca y reine en los corazones de aquellos que no lo conocen, si Él no reina -si no es Rey- en vuestro corazón. Yo estoy con ustedes. Camino con ustedes como madre. Llamo a sus corazones, que no se pueden abrir porque no son humildes. Yo oro, pero también oren ustedes, amados hijos míos, para que puedan abrir a Mi Hijo un corazón puro y humilde, y recibir los dones que les ha prometido. Entonces serán guiados por el amor y por la fuerza de Mi Hijo. Entonces serán mis apóstoles, que difunden los frutos del amor de Dios por todas partes. Desde ustedes y por medio de ustedes, obrará Mi Hijo, porque serán uno con Él. Esto es lo que anhela Mi Corazón materno: la unión de todos mis hijos en Mi Hijo. Con gran amor bendigo y oro por los elegidos de Mi Hijo, por vuestros pastores. ¡Les agradezco!”


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Aparición de la Virgen de Fatima – Portugal https://www.reinadelcielo.org/virgen-de-fatima-portugal-1917/ Tue, 13 May 2025 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=62 Una gran señal aparecerá en el cielo: Una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre Su cabeza. ]]>  

Aparición de la Virgen de Fátima – Portugal
Cova de Iría, Fátima, Portugal

La Virgen María, vestida del sol, en su máximo esplendor, se aparece a tres pastorcitos en seis oportunidades, ante multitudes crecientes de testigos.

Realiza revelaciones sobre castigos divinos que caerán sobre la humanidad si ésta no se arrepiente y convierte, y anuncia el triunfo final del Inmaculado Corazón de María. El 13 de octubre de 1917, en su última aparición, setenta mil testigos presencian un hecho conocido a partir de allí como el milagro del sol. Fátima marca claramente un cambio de rumbo en la historia de la humanidad.

No puede entenderse Fátima si no se la interpreta como la materialización de lo anunciado en el libro del Apocalipsis, capítulo 12, escrito por San Juan Evangelista, a partir de visiones que tuvo durante su estancia en la isla griega de Patmos.

Allí se anuncia que en ese tiempo una gran señal aparecerá en el cielo: Una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Está por dar a luz.

Fátima es un hito que señala una intervención más cercana de María en estos tiempos que vive el mundo, y a la cercanía del retorno de Jesús en Gloria, representado allí como Su segundo nacimiento, nuevamente en María, Su amada Madre.

¿El momento?

1917 es un momento muy especial para la humanidad. Gran parte del mundo civilizado sufre la Primera Guerra Gundial, mientras el comunismo realiza su primer gran conquista práctica: alcanza el poder en Rusia a partir del éxito de la revolución bolchevique. Si se analiza una vez más Apocalipsis 12, allí también veremos el anuncio de otra señal en la tierra: la llegada de un “gran dragón rojo, que tratará de devorar a su Hijo en cuanto la Mujer diera a luz”.

En varias apariciones María ha aclarado que el dragón rojo es una representación Bíblica del comunismo ateo, que arrastra a millones de almas a la negación de Dios, e intenta poner a la humanidad de espaldas a Jesús, en los momentos previos a Su retorno en Gloria.

1917 marca entonces un año muy especial por el doble acontecimiento: la venida de la Mujer vestida del Sol, en Fátima, y la llegada del dragón rojo al mundo, con el comunismo tomando el control de una de las mayores naciones de la tierra.

¿Los videntes?

Tres jóvenes pastorcitos: dos hermanos de 9 y 7 años, Francisco y Jacinta Marto, y su prima de 10 años, Lucia Dos Santos. En un Portugal rural, pobre y alejado, configuraban la más total ausencia de conocimiento teológico o histórico sobre el mundo, la Iglesia o aún sobre la propia existencia del Papa.

María opta por almas pobres y desprovistas, de tal modo de resaltar la magnitud de su Presencia, buscando solo pureza y humildad en sus instrumentos elegidos.

Los niños sufrieron persecución política durante las apariciones, siendo secuestrados por la autoridad política mas cercana (Portugal sufría una dictadura en esa época), y recibieron la amenaza de ser hervidos en un caldero de aceite, en caso de no confesar los mensajes secretos que les entregara la Virgen. Ante la valiente negativa de los niños, durante tres largos días, fueron liberados y enviados nuevamente a sus hogares.

En la primera aparición, María anuncia que Jacinta y Francisco se irían rápidamente con ella al Cielo (ambos fallecieron poco tiempo después, luego de sufrir penosas enfermedades), mientras Lucía iba a permanecer “un tiempo más”, para difundir la devoción al Corazón Inmaculado de María en todo el mundo. Lucía falleció finalmente el 13 de febrero de 2005, a los 97 años de edad, corroborando una vez más que los tiempos de Dios no son nuestros tiempos.

¿Los testigos?

En las seis oportunidades en que María se presentó a los niños, empezando el 13 de mayo de 1917 y culminando el 13 de octubre del mismo año, se fueron acercando en cantidad creciente testigos deseosos de ver a María. En la última aparición, setenta mil personas acompañaron a los niños en su diálogo final con nuestra Madre Celestial.

Durante las apariciones, mientras los pastorcitos dialogaban con la Madre Celestial, los testigos veían una nube sobre la pequeña encina en la que se posaba María. También sentían un sonido peculiar, como un leve zumbido, y veían como se arqueaban las ramas del árbol ante el peso de algo que era invisible para ellos.

María anunció a los videntes que en su última aparición, del 13 de octubre, daría una prueba de Su Presencia. Y así fue: los setenta mil asistentes presenciaron el milagro del sol, el que fue visto desde distancias de hasta cuarenta kilómetros de la Cova de Iría.

¿Hubo antecedentes previos?

En 1915 los pastorcitos habían tenido, mientras cuidaban a sus ovejas, la aparición de un Ángel, que se presentó como el Ángel de La Paz, y les enseñó una oración para que la repitan con él:  

“Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman”.

Luego se apareció dos veces más, presentándose como el Ángel de la Guarda, el Ángel de Portugal. Les enseñó el resto de la oración, dándole la Eucaristía a Lucía (que ya había recibido la Primera Comunión) y de beber el Cáliz a Jacinta y Francisco.

A partir de esta experiencia, los niños empezaron una activa vida de oración, de penitencia y sacrificios en expiación de los pecados del mundo.

¿De qué manera se manifestó María a los niños?

Durante la tarde del domingo 13 de mayo de 1917, mientras los niños pastaban a su rebaño, vieron un relámpago en un día de pleno sol. Mientras llevaban a sus ovejas a un lugar protegido observaron a muy corta distancia, sobre una encina de poco más de un metro de altura, una nube sobre la que estaba parada una hermosa Mujer, con un vestido de luz, y un resplandor que parecía provenir del mismo sol. 

Tenía sus manos en posición de oración, mientras pendía de las mismas un Rosario de cuentas brillantes como perlas, y una Cruz pequeña plateada. Lucía y Jacinta podían verla y oírla, mientras Francisco solo podía verla. La Virgen en un momento abrió sus manos, saliendo de las mismas una Luz más fuerte que el sol, que los niños entendieron era la Luz del Mismo Dios.

En la primera aparición María les pidió que vuelvan los días trece de cada mes, por seis meses consecutivos, a la misma hora y al mismo lugar. Los niños, culminada la aparición, veían a María elevarse hasta el Cielo, el cual se abría dando cabida a una imagen celestial que se elevaba entre los astros. Luego, todo retornaba a la normalidad en la Cova de Iría.

¿Cuál fue el mensaje entregado por María?

A lo largo de las seis apariciones, nuestra Amadísima Madre Celestial fue entregando una serie de mensajes que cambian el curso de nuestro entendimiento sobre el mundo en que vivimos. Ante todo hubo varias advertencias al creciente apego al pecado y a la negación de Dios en el mundo moderno.

María advierte sobre la necesidad de orar el Santo Rosario, pedir perdón por los pecados del mundo y orar por la Paz. Nuestra Madre anuncia el fin inminente de la Primera Guerra Mundial, pero advierte que en caso de no convertirse, el mundo enfrentaría pronto una guerra peor aún (fue la Segunda Guerra Mundial, que se inició en 1939).

María les muestra el infierno a los tres niños, que ante el horror miraron a la Virgen con sus rostros demudados. Nuestra Madre Celestial les dijo que para evitar que mucha gente pierda su alma y fuera allí, Dios quería instaurar la devoción al Corazón Inmaculado de María, ya que a través de la misma se podrán salvar a muchas almas (primera parte del mensaje). También advierte sobre el peligro del comunismo ateo, y pide la Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María, como freno a la difusión del error por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia.

María anuncia mucho sufrimiento al Papa y a la Iglesia

Finalmente, La Virgen realiza una advertencia: si los hombres no se convierten y arrepienten, ya no podrá detenerse el castigo de Dios a tanta ofensa y traición a Su Amor. Un gran castigo se abatirá sobre la humanidad, varias naciones serán aniquiladas, habrá guerra, hambre y persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre (segunda parte del mensaje).

¿Cuál es el contenido del tercer mensaje secreto de Fátima?

La Virgen también dio a Lucía la tercera parte del mensaje, pero le pidió que se lo entregue a las autoridades religiosas, para que lo difundan en una fecha que Lucía les comunicó. Varios Papas han leído este tercer mensaje secreto, habiendo sufrido conmoción al hacerlo, y evitando su difusión o conocimiento.

Finalmente, durante el año 2000 la Iglesia difundió oficialmente el tercer mensaje de Fátima. En el mismo se habla del llamado a la penitencia, de persecuciones a la Iglesia, a los religiosos y religiosas, y al mismo Santo Padre, y de mártires de la Iglesia que se generarán en nuestros tiempos. Todo esto fue presentado a los tres pastorcitos en una visión donde María tenía un papel protagónico, como protectora y pastora del mundo en estos tiempos.

De todos modos, la controversia respecto del tercer mensaje de Fátima no se ha agotado, a pesar de la versión oficial que la Iglesia difundió sobre el mismo. Por ejemplo, en el libro del Padre Gobbi la misma Virgen María hace referencias al tercer mensaje, indicando que el mismo se refiere al inminente regreso de Cristo en Gloria y al triunfo del Inmaculado Corazón de María.

¿En qué consistió el milagro del sol?

En su última aparición, se concentraron en la Cova de Iría setenta mil testigos, que deseosos de asistir a la prueba de Presencia Celestial que María había anticipado a los tres niños, soportaron una jornada de fuerte temporal. En medio del lodazal y la lluvia, comenzó la aparición. Cuando la misma estaba por culminar, se abrió el cielo y se vió el sol como un inmenso disco de plata. A pesar de su brillo intenso podía ser mirado a simple vista.

La multitud lo contemplaba absorta, cuando súbitamente, el astro se puso a bailar. Giró rápidamente como una gigantesca rueda de fuego, se detuvo de repente, y poco después comenzó nuevamente a girar sobre si mismo, a una velocidad sorprendente. Finalmente, en un torbellino vertiginoso, sus bordes adquirieron un color escarlata, esparciendo llamas rojas en todas direcciones. Estas se reflejaban en el suelo, en los árboles, en los rostros vueltos hacia el cielo, reluciendo con todos los colores del arco iris. El disco de fuego giró locamente tres veces, con colores cada vez mas intensos, tembló espantosamente, y describiendo un zigzag descomunal, se precipitó sobre la multitud aterrorizada. Un único e inmenso grito escapó de todas las gargantas. Todos cayeron de rodillas en el lodo, pensando que serían consumidos por el fuego. Esto se pudo ver hasta a cuarenta kilómetros de distancia. Muchos rezaban en voz alta, mientras el sol volvía a su posición normal, retornando la paz al lugar. 

Sorprendentemente, la ropa empapada por la lluvia y el lodazal del lugar, se habían secado por completo en toda la multitud congregada.

¿Qué dijo la Iglesia sobre Fátima?

En los años posteriores a la aparición, se inició un proceso formal de investigación, que culminó en 1930 cuando el Obispo de Leiría aprobó la devoción a la Virgen de Fátima.

Varios Papas han reafirmado y manifestado su devoción a Fátima, siendo quizás Juan Pablo II el Papa que más abiertamente expresó su amor por María, a través de la reafirmación de la importancia del Corazón Inmaculado, que nuestra Madre nos presentó como seguro refugio, en Cova de Iría.

¿Qué efecto produjo Fátima en las décadas siguientes?

María pidió oración del Santo Rosario en su tercera aparición, y agregó la siguiente jaculatoria, para el final de cada misterio:
¨Oh Jesús mío! Líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al Cielo, principalmente a las que más lo necesiten¨.

En este pedido se esconde el secreto del Triunfo del Corazón Inmaculado que María anunció: la oración vencerá finalmente al mal, cuando todo parezca perdido.

María nos vino a anunciar crisis en la Iglesia, el mal que el comunismo iba a traer a la Fe, y una advertencia: si el mundo no se convierte, la ira de Dios volcará Su Copa (como está escrito en el Apocalipsis) sobre esta empobrecida humanidad. La justicia vendrá finalmente para rescatar a aquellos que manteniéndose en la Fe, el amor y la oración, encuentren en Dios el camino de regreso a la verdadera patria: la Patria Celestial.

ORACIÓN DADA A LOS PASTORCITOS

Oh Dios mío,
yo creo, espero, adoro y os amo.
Y os pido perdón por todos los que
no creen, no esperan, no adoran
y no os aman. (Tres veces)

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente,
y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, 
Alma,
Sangre y Divinidad de Tu
Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los tabernáculos 
de la tierra, en expiación por los 
ultrajes, sacrilegios e indiferencias 
con las que Él mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos del 
Sagrado Corazón de Jesús y por la 
intercesión del Inmaculado Corazón 
de María, te pido por la conversión 
de todos los pecadores.
Amén.

Relato de Lucía Dos Santos
LAS APARICIONES DEL ÁNGEL DE LA PAZ

Primera Aparición del Ángel

No recuerdo exactamente los datos, puesto que en aquel tiempo no sabía nada de años, ni de meses, ni tampoco de los días de la semana. Me parece que debe haber sido en la primavera de 1916 que nos apareció el Ángel por primera vez en nuestro “Loca de Cabeco”.

Como ya he escrito en el relato sobre Jacinta, subimos con el ganado al cerro arriba en busca de abrigo, y después de haber tomado nuestro bocadillo y dicho nuestras oraciones, vimos a cierta distancia, sobre la cúspide de los árboles, dirigiéndose hacia el saliente, una luz más blanca que la nieve, distinguiéndose la forma de un joven transparente y más brillante que el cristal traspasado por los rayos del sol. Al acercarse más pudimos discernir y distinguir los rasgos. Estábamos sorprendidos y asombrados.

Al llegar junto a nosotros dijo:
–No temáis. Soy el Ángel de la Paz. ¡Orad conmigo!
Y arrodillado en tierra inclinó la frente hasta el suelo, e imitamos llevados por un movimiento sobrenatural y repetimos las palabras que le oímos decir:
–Dios mío, yo creo, adoro, espero y Te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman.
Después de repetir esto tres veces se levantó y dijo:
–Orad así. Los Corazones de Jesús y de María están atentos a la voz de vuestras súplicas.
Y desapareció.

La atmósfera sobrenatural que nos envolvió era tan densa, que casi no nos dábamos cuenta durante un largo espacio de tiempo de nuestra propia existencia, permaneciendo en la posición en que el Ángel nos había dejado repitiendo siempre la misma oración. Tan íntima e intensa era la conciencia de la Presencia de Dios, que ni siquiera intentamos hablar el uno con el otro. Al día siguiente todavía sentimos la influencia de esa Santa atmósfera que iba desapareciendo sólo poco a poco.

No decíamos nada de esta aparición, ni recomendamos tampoco el uno al otro guardar el secreto. La misma aparición parecía imponernos silencio. Era de una naturaleza tan íntima, que no era nada fácil hablar de ella. Tal vez por ser la primera manifestación de esta clase su impresión sobre nosotros era mayor.

Segunda Aparición del Ángel 

La segunda aparición tiene que haber ocurrido sobre mitad de verano, cuando debido al gran calor, llevamos los rebaños a casa hacia mediodía para regresar por la tarde.

Pasamos las horas de la siesta en la sombra de los árboles que rodeaban el pozo en la quinta llamada Arneiro, que pertenecía a mis padres.
–De pronto vimos al mismo Ángel junto a nosotros.
–¿Qué estáis haciendo? ¡Rezad! ¡Rezad mucho! Los Corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia. ¡Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!
–¿Cómo hemos de sacrificarnos? –pregunté.
–De todo lo que pudierais ofreced un sacrificio como acto de reparación por los pecados por los cuales Él es ofendido, y de súplica por la conversión de los pecadores. Atraed así sobre vuestra patria la paz. Yo soy el Ángel de su Guardia, el Ángel de Portugal. Sobre todo, aceptad y soportad con sumisión el sufrimiento que el Señor os envíe.

Estas palabras hicieron una profunda impresión en nuestros espíritus como una luz que nos hacía comprender quién es Dios, cómo nos ama y desea ser amado, el valor del sacrificio, cuánto le agrada y cómo concede en atención a esto la Gracia de conversión a los pecadores. Por esta razón, desde ese momento, comenzamos a ofrecer al Señor cuanto nos mortificaba, no buscando jamás otros caminos de mortificación y penitencia sino los de quedar durante horas con las frentes tocando el suelo, repitiendo la oración que el Ángel nos enseñó.

Tercera Aparición del Ángel

Me parece que la tercera aparición debe haber sido en octubre o a fines de septiembre, porque ya no volvíamos a casa para el descanso del mediodía. Como ya he escrito en el relato acerca de Jacinta, pasamos un día desde Pregueira (un pequeño olivar propiedad de mis padres) a la cueva llamada Lapa (Loca de Cabeco), caminando alrededor del cerro al lado que mira a Aljustrel y Casa Velha. Allí decíamos nuestro Rosario y la oración que el Ángel nos enseñó en la primera aparición.

Estando allí apareció por tercera vez, teniendo en sus manos un Cáliz, sobre el cual estaba suspendida una Hostia, de la cual caían gotas de Sangre al Cáliz. Dejando el Cáliz y la Hostia suspensos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces esta oración:
–Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Te adoro profundamente y Te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de Su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores.

Después, levantándose, tomó de nuevo en la mano el Cáliz y la Hostia. Me dio la Hostia a mí y el contenido del Cáliz lo dio a beber a Jacinta y Francisco, diciendo al mismo tiempo:
–Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios.
De nuevo se postró en tierra y repitió con nosotros hasta por tres veces la misma oración: Santísima Trinidad, etcétera, y desapareció.

Impulsados por la fuerza de lo sobrenatural que nos envolvía imitamos al Ángel en todo, esto es, postrándonos nosotros como él y repitiendo las oraciones como él decía. Tan intensamente sentimos la Presencia de Dios, que estábamos completamente dominados y absorbidos por ella. Parecía que por un tiempo bastante largo estábamos privados de nuestros sentidos corporales. Durante los días siguientes nuestras acciones estaban impulsadas del todo por este poder sobrenatural. Por dentro sentimos una gran paz y alegría que dejaban el alma completamente sumergida en Dios. También era grande el agotamiento físico que nos sobrevino.

No sé por qué las apariciones de Nuestra Señora producían en nosotros efectos bien diferentes. La misma alegría íntima, la misma paz y felicidad, pero en vez de ese abatimiento físico, una cierta agilidad expansiva; en vez de ese aniquilamiento en la Divina Presencia, un exultar de alegría; en vez de esa dificultad en hablar, un cierto entusiasmo comunicativo.

LAS APARICIONES DE NUESTRA SEÑORA

Primera Aparición
Domingo, 13 de mayo del año 1917

Estando jugando con Jacinta y Francisco en lo alto, junto a Cova de Iría, haciendo una pared de piedras alrededor de una mata de retamas, de repente vimos una luz como de un relámpago.

–Está relampagueando –dije–. Puede venir una tormenta. Es mejor que nos vayamos a casa.
–¡Oh, sí, está bien! –contestaron mis primos.
Comenzamos a bajar del cerro llevando las ovejas hacia el camino. Cuando llegamos a menos de la mitad de la pendiente, cerca de una encina, que aún existe, vimos otro relámpago, y habiendo dado algunos pasos más vimos sobre la encina una Señora vestida de blanco, más brillante que el sol, esparciendo luz más clara e intensa que un vaso
de cristal lleno de agua cristalina atravesado por los rayos 
más ardientes del sol.

Nos paramos, sorprendidos por la aparición. Estábamos tan cerca que quedamos dentro de la luz que la rodeaba o que Ella irradiaba, tal vez a metro y medio de distancia. Entonces la Señora nos dijo:
–No tengáis miedo. No os hago daño.
Yo la pregunté:
–¿De dónde es usted?
–Soy del Cielo.
–¿Qué es lo que usted me quiere?
–He venido para pediros que vengáis aquí seis meses seguidos el día 13 a esta misma hora. Después diré quién Soy y lo que quiero. Volveré aquí una séptima vez.
Pregunté entonces:
–¿Yo iré al Cielo?
–Sí, irás.
–¿Y Jacinta?
–Irá también.
–¿Y Francisco?
–También irá, pero tiene que rezar antes muchos Rosarios.

Entonces me acordé de preguntar por dos niñas que habían muerto hacía poco. Eran amigas mías y solían venir a casa para aprender a tejer con mi hermana mayor.
–¿Está María de las Nieves en el Cielo?
–Sí, está.
Tenía cerca de dieciséis años.
–¿Y Amelia?
–Pues estará en el purgatorio hasta el fin del mundo.
Me parece tenía entre dieciocho y veinte años.
–¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?
–Sí, queremos.
–Tendréis, pues, mucho que sufrir, pero la Gracia de Dios os fortalecerá.

Diciendo estas palabras, la Gracia de Dios, etc., la Virgen abrió sus manos por primera vez, comunicándonos una luz muy intensa que parecía fluir de sus manos y penetraba en lo más íntimo de nuestro pecho y de nuestros corazones, haciéndonos ver a nosotros mismos en Dios, que era esa Luz, más claramente de lo que nos vemos en el mejor de los espejos. Entonces, por un impulso interior que nos fue comunicado también, caímos de rodillas, repitiendo humildemente:
–Santísima Trinidad, yo Te adoro. Dios mío, Dios mío, yo Te amo en el Santísimo Sacramento.

Después de pasados unos momentos Nuestra Señora agregó:
–Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra.

Acto seguido comenzó a elevarse serenamente subiendo en dirección al Levante hasta desaparecer en la inmensidad del espacio. La luz que la circundaba parecía abrirle el camino a través de los astros, motivo por el que algunas veces decíamos que vimos abrirse el cielo.

Segunda ApariciónMiércoles
13 de junio

Después de rezar el Rosario con otras personas que estaban presentes (unas cincuenta) vimos de nuevo el reflejo de la luz que se aproximaba, y que llamábamos relámpago, y en seguida a Nuestra Señora sobre la encina, todo como en mayo.

–¿Qué es lo que me quiere? –pregunté.– Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, que recéis el Rosario todos los días y que aprendáis a leer. Después diré lo que quiero además. Le pedí la curación de una enferma. Nuestra Señora respondió:
–Si se convierte se curará durante el año.
–Quisiera pedirle que nos llevase al Cielo.
–Sí, a Jacinta y a Francisco los llevaré en breve, pero tú te quedas aquí algún tiempo más. Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien le abrazare prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mí a adornar Su Trono.

–¿Me quedo aquí solita? –pregunté con pena.
–No, hija. ¿Y tú sufres mucho por eso? ¡No te desanimes! Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios.

En este momento abrió las manos y nos comunicó por segunda vez el reflejo de la Luz inmensa que la envolvía. En esta luz nos veíamos como sumergidos en Dios. Jacinta y Francisco parecían estar en la parte de la luz que se eleva hacia el cielo y yo en la que se esparcía sobre la tierra. Delante de la palma de la mano derecha de Nuestra Señora estaba un corazón rodeado de espinas que parecían clavarse en él. Entendimos que era el Corazón Inmaculado de María, ultrajado por los pecados de la humanidad, que quería reparación.

Esto es a lo que nos referíamos al decir que Nuestra Señora nos había contado un secreto en junio. Ella no nos mandó en aquella ocasión guardarlo como secreto, pero nos sentíamos impulsados por Dios a hacerlo así.

Francisco, muy impresionado con lo que había visto, me preguntó después:
–¿Por qué es que la Virgen estaba con un corazón en la mano irradiando sobre el mundo aquella Luz tan grande que es Dios? Tú, Lucía, estabas con Ella en la luz que bajaba a la tierra y Jacinta conmigo en la que subía hacia el cielo.
–Es que –le respondí– tú, con Jacinta, iréis en breve al Cielo. Yo me quedo con el Corazón Inmaculado de María en la tierra.

Tercera Aparición
Viernes 13 de julio

El Gran Secreto. Momentos después de haber llegado a Cova de Iría, junto a la encina, entre numeroso público (unas 4.000 personas) que estaban rezando el Rosario, vimos el rayo de luz una vez más y un momento más tarde apareció la Virgen sobre la encina.
–¿Qué es lo que quiere de mí? –pregunté.
–Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, y continuéis rezando el Rosario todos los días en honra a Nuestra Señora del Rosario, con el fin de obtener la paz del mundo y el final de la guerra, porque sólo Ella puede conseguirlo.

Dije entonces:
–Quisiera pedirle nos dijera quién es, y que haga un milagro para que todos crean que usted se nos aparece.
–Continuad viniendo aquí todos los meses. En octubre diré quién Soy y lo que quiero, y haré un milagro que todos han de ver para que crean.
Aquí hice algunos pedidos que ahora no recuerdo. Lo que recuerdo es que Nuestra Señora dijo que era preciso rezar el Rosario para alcanzar las Gracias durante el año. 

Y continuó:
–Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, y especialmente cuando hagáis un sacrificio: “¡Oh, Jesús, es por Tu Amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María!”. Al decir estas últimas palabras abrió de nuevo las manos como los meses anteriores. El reflejo parecía penetrar en la tierra y vimos como un mar de fuego y sumergidos en este fuego los demonios y las almas como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, de forma humana, que fluctuaban en el incendio llevadas por las llamas que de ellas mismas salían, juntamente con nubes de humo, cayendo hacia todo los lados, semejante a la caída de pavesas en grandes incendios, pero sin peso ni equilibrio, entre gritos y lamentos de dolor y desesperación que horrorizaban y hacían estremecer de pavor. (Debía ser a la vista de eso que di un “ay” que dicen haber oído.) 

Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes como negros tizones en brasa. Asustados y como pidiendo socorro levantamos la vista a Nuestra Señora, que nos dijo con bondad y tristeza:
–Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que yo os digo se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra terminará pero si no dejan de ofender a Dios en el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando viereis una noche alumbrada por una luz desconocida sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir eso vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atendieran mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia: los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas. Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En Portugal el dogma de la fe se conservará siempre, etc. (Aquí comienza la tercer parte del secreto, escrita por Lucía entre el 22 de diciembre de 1943 y el 9 de enero de 1944.) Esto no lo digáis a nadie. A Francisco sí podéis decírselo.

–Cuando recéis el Rosario, decid después de cada misterio: “Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al Cielo, especialmente las más necesitadas.”
Seguía un instante en silencio y después pregunté:
–¿Usted no me quiere nada más?
–No, no quiero nada más por hoy.
Y como de costumbre comenzó a elevarse en dirección a Oriente hasta que desapareció en la inmensidad del firmamento.

Cuarta Aparición
Domingo, 19 de agosto, en los Valinhos

La aparición no se realizó el día 13 de agosto en Cova de Iría porque el Administrador del Concejo apresó y llevó a Vila Nova de Ourem a los pastorcitos con la intención de obligarles a revelar el secreto. Los tuvo presos en la Administración y en el calabozo municipal.
Les ofreció los más valiosos presentes si descubrían el secreto. Los pequeños videntes respondieron:
–No lo decimos ni aunque nos den el mundo entero.
Los encerró en el calabozo. Los presos les aconsejaron:
–Pero decid al Administrador ese secreto. ¿Qué os importa que esa Señora no quiera?
–¡Eso no –respondió Jacinta con vivacidad–, antes quiero morir!
Y los tres niños rezaron con aquellos infelices el Rosario, delante de una medalla de Jacinta colgada de la pared.

El Administrador para amedrentarlos, mandó preparar una caldera de aceite hirviendo, en la cual amenazó asar a los pastorcitos si no hacían lo que les mandaban. Ellos, aunque pensaban que la cosa iba en serio, permanecieron firmes sin revelar nada. El día 15, fiesta de la Asunción, los llevó por fin a Fátima.

Habiendo ya contado lo que sucedió este día, pasaré a hablar de la aparición que, según mi opinión, tuvo lugar el día 15 por la tarde. Como todavía no sabía contar los días del mes, puede ser que me equivoque. Pero tengo la idea de que fue el mismo día en que volvimos de Vila Nova de Ourem.

Estuvimos con las ovejas en un lugar llamado Valinhos, Francisco y su hermano Juan, acompañándome, y sintiendo que algo sobrenatural se aproximaba y nos envolvía, sospechando que Nuestra Señora nos venía a aparecer y teniendo pena de que Jacinta quedaba sin verla, pedimos a su hermano Juan que fuese a llamarla. No quería ir, y le ofrecí dos veintenos y allá se fue corriendo. Entretanto, Francisco y yo vimos el reflejo de la luz que llamábamos relámpago y al instante de llegar Jacinta vimos a la Señora sobre la encina.
–¿Qué es lo que quiere usted?
–Deseo que sigáis yendo a Cova de Iría en los días 13, que sigáis rezando el Rosario todos los días. El último mes haré el milagro para que todos crean.
–¿Qué es lo que quiere usted que se haga con el dinero que la gente deja en Cova de Iría?
–Hagan dos andas, una para ti y Jacinta, para llevarlas con dos chicas más vestidas de blanco y otra que la lleve Francisco con tres niños más. El dinero de las andas es para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, y lo que sobre es para ayuda de una capilla que se debe hacer. (Andas usadas en Fátima y otros lugares no son para transportar imágenes, sino para recoger ofertas en dinero y en género.)
–Yo quisiera pedirle la curación de algunos enfermos.
–Sí, a algunos los curaré durante el año.
Y tomando un aspecto muy triste, la Virgen añadió:
–Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quién se sacrifique y rece por ellas.
Y la Señora comenzó a subir como de costumbre hacia Oriente.

Quinta Aparición
Jueves, 13 de septiembre

Al aproximarse la hora fui a Cova de Iría con Jacinta y Francisco entre numerosas personas (unas treinta mil) que nos dejaban andar sólo con dificultad. Los caminos estaban apiñados de gente; todos nos querían ver y hablar; allí no había respetos humanos. Mucha gente del pueblo, y hasta señoras y caballeros, consiguiendo romper por entre la muchedumbre que alrededor nuestro se agolpaba, venían a postrarse de hinojos delante de nosotros pidiendo que presentásemos sus necesidades a Nuestra Señora. Otros, no consiguiendo llegar junto a nosotros, clamaban de lejos. Uno de ellos:
–¡Por el amor de Dios, pidan a Nuestra Señora que me cure a mi hijo, que está impedido!
Otro:
–Que me cure el mío, que es ciego.
Otro:
–El mío, que es sordo.
–Que me traiga a mi marido o mi hijo, que están en la guerra; que me convierta un pecador; que me dé salud, que estoy tuberculoso, etcétera.
Allí aparecían todas las miserias de la pobre humanidad y algunos gritaban subidos a los árboles y a las tapias con el fin de vernos pasar. Diciendo a unos que sí, dando la mano a otros para ayudarles a levantarse del polvo de la tierra, allá íbamos andando gracias a algunos caballeros que nos iban abriendo camino entre la muchedumbre. Ahora, cuando leo estas escenas encantadoras del Nuevo Testamento, del paso de Nuestro Señor por Palestina, pienso en nuestros pobres caminos y sendas de Aljustrel, Fátima y Cova de Iría, y doy gracias a Dios ofreciéndole la fe de nuestra buena gente portuguesa. Y pienso si ellos podían humillarse como lo hicieron ante tres pobres niños, sólo porque eran agraciados de hablar a la Madre de Dios, ¿qué no harían si pudieran ver a Nuestro Señor mismo en persona delante de ellos?

Bien, esto no tiene que ver con la materia; era una distracción de mi pluma que me llevaba a parte donde yo no quería, una inútil divagación. No lo arranco para no estropear el cuaderno.

Por fin llegamos a Cova de Iría, y al alcanzar la encina comenzamos a decir el Rosario con la gente. Un poco más tarde vimos el reflejo de luz y acto seguido, sobre la encina, a Nuestra Señora, que dijo:
–Continuad rezando el Rosario para alcanzar el fin de la guerra. En octubre vendrá también Nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen, San José con el Niño Jesús para bendecir al mundo. Dios está contento con vuestros sacrificios, pero no quiero que durmáis con la cuerda puesta; llevadla sólo durante el día.
–Me han pedido para suplicarle muchas cosas: la cura de algunos enfermos, de un sordomudo, etc.
–Sí, a algunos curaré, pero a otros no. En octubre haré el milagro para que todos crean.

Y comenzó a elevarse, desapareciendo como de costumbre.
(Los niños tomaron muy a pecho las palabras de la Virgen en agosto, que pedía sacrificios a los pecadores. Uno de los sacrificios más dolorosos era el de la cuerda que cada uno de ellos llevaba atada a la cintura. Tanto les hacía sufrir, que Jacinta a veces hasta lloraba con la violencia del dolor. La Virgen les dijo con solicitud maternal que de noche no usaran la cuerda para poder disfrutar del reposo necesario. Otros sacrificios eran no comer la merienda, que repartían entre los pobres. Dejaban los higos y las uvas. “Teníamos la costumbre de ofrecer de vez en cuando el sacrificio de pasar una novena o un mes sin beber. Hicimos una vez este sacrificio en pleno mes de agosto, en que el calor era sofocante.” Mayores todavía eran los sacrificios que les exigía la misión que la Virgen les encomendara: las vejaciones, la curiosidad y molestias de la gente; sus interminables visitas y preguntas, la persecución y la prisión, y por fin la larga enfermedad de Francisco y, sobre todo, de Jacinta, a la cual varias veces visitó la Virgen, previniéndola que moriría solita, después de sufrir mucho.

Sexta Aparición
Sábado, 13 de octubre

Salimos de casa bastante pronto, contando con las demoras del camino. Había gente en masa (70.000 personas), bajo una lluvia torrencial. Mi madre, temiendo que fuese aquel el último día de mi vida, con el corazón traspasado por la incertidumbre de lo que podía ocurrir, quiso acompañarme. Por el camino, las escenas del mes pasado, más numerosas y conmovedoras. Ni el barro de los caminos impedía a la gente arrodillarse en actitud humilde y suplicante.

Llegando a Cova de Iría, junto a la encina, llevada de un movimiento interior, pedí al pueblo que cerrasen los paraguas para rezar el Rosario. Poco después vimos el reflejo de luz y en seguida a la Virgen sobre la encina.
–¿Qué es lo que usted me quiere?
–Quiero decirte que hagan aquí una capilla en honor mío, que soy la Señora del Rosario, que continúen rezando el Rosario todos los días. La guerra está acabándose y los soldados volverán pronto a sus casas.
–Tenía muchas cosas que pedirle: si curaba a los enfermos, si convertía a unos pecadores, etc.
–Unos, sí; otros, no. Es preciso que se enmienden; que pidan perdón de sus pecados.

Y tomando aspecto más triste dijo:
–Que no ofendan más a Dios Nuestro Señor, que ya está muy ofendido.
Y abriendo sus manos las hizo reflejar en el sol, y en cuanto se elevaba continuaba el brillo de su propia luz proyectándose en el sol.
He aquí el motivo por el cual exclamé que mirasen al sol. Mi motivo no era llamar la atención del pueblo, pues ni siquiera me daba cuenta de su presencia. Fui inducida para ello por un impulso interior.
(Se da entonces el milagro del sol, prometido tres meses antes, como prueba de la verdad de las apariciones de Fátima. La lluvia cesa y el sol por tres veces gira sobre sí mismo, lanzando a todos los lados fajas de luz de varios colores, amarillo, lila, anaranjado y rojo. Parece a cierta altura desprenderse del firmamento y caer sobre la muchedumbre. Al cabo de diez minutos de prodigio toma su estado normal. Entretanto, los pastorcitos eran favorecidos por otras visiones.)

Desaparecida Nuestra Señora en la inmensidad del firmamento, vimos al lado del sol a San José con el Niño y a Nuestra Señora vestida de blanco con un manto azul. San José con el Niño parecían bendecir al mundo, pues hacía con las manos unos gestos en forma de cruz.

Poco después, pasada esta Aparición, vi a Nuestro Señor y a Nuestra Señora, que me daba sensación de ser la Virgen de los Dolores. Nuestro Señor parecía bendecir al mundo de la misma forma que San José. Se disipó esta aparición y me parecía ver todavía a Nuestra Señora en forma semejante a Nuestra Señora del Carmen.

He aquí la historia de las Apariciones de Nuestra Señora en Cova de Iría, en 1917.

MÁS DETALLES

Francisco (11-6-1908 a 4-4-1919)

Las palabras del Ángel en su tercera aparición: “Consolad a vuestro Dios”, hicieron profunda impresión en el alma del pequeño pastorcito. “En cuanto a Jacinta, parecía preocupada con el único pensamiento de convertir pecadores y preservar las almas del infierno. Él trataba solamente de pensar en consolar a Nuestro Señor y a la Virgen, que le había parecido estar tan tristes.” (Lucía).

Dominado por el sentimiento de la Presencia de Dios, recibió en la luz que María comunicó a los videntes en las apariciones, discurría: “Estábamos ardiendo en aquella Luz que es Dios y no nos quemábamos. ¿Cómo es Dios? Esto no lo podemos decir. Pero qué pena que Él está tan triste; ¡si yo pudiera consolarle!”

En la enfermedad, confió a su prima: “¿Nuestro Señor aún estará triste? Tengo tanta pena de que Él esté así. Le ofrezco cuantos sacrificios puedo.”
La víspera de morir se confesó y comulgó, con los más santos sentimientos. Después de cinco meses de casi continuo sufrimiento, el 4 de abril de 1919, primer viernes, a las diez de la mañana, murió santamente el consolador de Jesús.

Jacinta (10-3-1910 a 20-2-1920)

Vivía apasionada por el ideal de convertir pecadores, a fin de arrebatarlos del suplicio del infierno, cuya pavorosa visión tanto la impresionó.

Alguna vez preguntó: “¿Por qué es que Nuestra Señora no muestra el infierno a los pecadores? Si lo viesen, ya no pecarían, para no ir allá. Has de decir a aquella Señora que muestre el infierno a toda aquella gente. Verás cómo se convierten. ¡Qué pena tengo de los pecadores! ¡Si yo pudiera mostrarles el infierno!”

Antes de morir, Nuestra Señora se dignó aparecérsele varias veces. He aquí lo que ha dictado a su madrina Madre Godinho.

Sobre los pecados

Los pecados que llevan más almas al infierno son los de la carne.
Han de venir unas modas que han de ofender mucho a Nuestro Señor.
Las personas que sirven a Dios no deben andar con la moda.
Los pecados del mundo son muy grandes.

Si los hombres supiesen lo que es la eternidad harían todo para cambiar de vida. Los hombres se pierden porque no piensan en la muerte de Nuestro Señor ni hacen penitencia.

Muchos matrimonios no son buenos, no agradan a Nuestro Señor ni son de Dios.

Sobre las guerras

Nuestro Señor dijo que en el mundo habrá muchas guerras y discordias.
Las guerras no son sino castigos por los pecados del mundo.
Nuestra Señora ya no puede retener el Brazo castigador de su Hijo sobre el mundo.

Es preciso hacer penitencia. Si la gente se enmienda, Nuestro Señor todavía salvará al mundo; mas si no se enmienda, vendrá el castigo.

Sobre los sacerdotes

Pida mucho por los Padres, pida mucho por los Religiosos.

Los Padres sólo deben ocuparse de las cosas de la Iglesia.

Los Padres deben ser puros, muy puros.

La desobediencia de los Padres y de los Religiosos a sus Superiores y al Santo Padre, ofende mucho a Nuestro Señor. 
Pida mucho por los Gobiernos. ¡Ay, de los que persiguen la religión de Nuestro Señor!

Si el Gobierno deja en paz a la Iglesia y da libertad a la religión será bendecido por Dios.

Sobre las virtudes cristianas

No ande rodeada de lujo; huya de las riquezas. Sea amiga de la santa pobreza y del silencio.

No hable mal de nadie y huya de quien hable mal. Tenga mucha paciencia, porque la paciencia nos lleva al Cielo. La mortificación y los sacrificios agradan mucho a Nuestro Señor.

Durante la enfermedad (pleuritis purulenta), confió a su prima: “Sufro mucho; pero ofrezco todo por la conversión de los pecadores y para desagraviar al Corazón Inmaculado de María.”

Al despedirse de Lucía le hace estas recomendaciones:
“Ya falta poco para irme al Cielo. Tú quedas aquí para decir que Dios quiere establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María. Cuando vayas a decirlo, no te escondas. Di a toda la gente que Dios concede las Gracias por medio del Inmaculado Corazón de María. Que las pidan a Ella, que el Corazón de Jesús quiere que a su lado se venere el Corazón Inmaculado de María, que pidan la paz al Inmaculado Corazón de María, que Dios la confió a Ella. Si yo pudiese meter en el corazón de toda la gente la luz que tengo aquí dentro del pecho, que me está abrasando y me hace gustar tanto del Corazón de Jesús y del Corazón de María.”

Murió santamente el 20 de febrero de 1920. Su cuerpo reposa, como el de Francisco, en el crucero de la Basílica, en Fátima.

Lucía

La Providencia Divina todavía no había terminado la obra encargada a los pastorcitos. La Virgen dijo a Lucía que “con el fin de prevenir la guerra, vendré para pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora en los primeros Sábados de mes”. Lo pidió a Lucía en 1925, 1926 y 1929. Estando en Pontevedra, el 10 de diciembre de 1925 se le apareció la Virgen a Lucía con el Niño Jesús a su lado, subida en una nube de luz. La Virgen puso su mano en el hombro de Lucía, mientras en la otra sostenía su Corazón rodeado de espinas. Al mismo tiempo, el Niño Jesús dijo: “Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Está cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas.”

Después dijo Nuestra Señora a Lucía:
“Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que durante cinco meses en el primer sábado se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación.”

El 15 de febrero de 1926, el Niño Jesús se apareció de nuevo a Lucía, preguntándole si había difundido la devoción a Su Santísima Madre. Lucía le contó de las dificultades que partían de su confesor y de su superiora. El Señor respondió:
“Es verdad que tu Superiora sola no puede hacer nada; pero con Mi Gracia lo puede todo.”

Lucía le habló de la confesión para los primeros sábados y preguntó si valía hacerla en los ocho días. Jesús contestó: “Sí; todavía con más tiempo, con tal que me reciban en estado de gracia y tengan intención de desagraviar al Inmaculado Corazón de María.”

En junio de 1929 la Virgen pidió en una aparición la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, prometiendo que de este modo se prevenía la difusión de sus errores y se adelantaba su conversión. Pero sólo el 20 de diciembre de 1940 Lucía recibió permiso para escribir al Santo Padre Pío XII pidiéndole esta consagración.

Lucía describe esta aparición de la siguiente manera:
“De repente toda la Capilla (en las Doroteas de Tuy) se alumbró de una Luz sobrenatural, y una Cruz de luz apareció sobre el Altar, llegando hasta el techo. En la claridad de la parte superior se podía ver la cara de un hombre y su cuerpo hasta la cintura. En el pecho había una paloma de luz, y clavado en la Cruz había un cuerpo de otro hombre. Por encima de la cintura, suspendidos en el aire, podía ver un Cáliz y una gran Hostia, en la cual caían gotas de Sangre del Rostro de Jesús crucificado y de la Llaga de Su costado. Estas gotas, escurriendo en la Hostia, caían en el Cáliz. Debajo del brazo derecho de la Cruz estaba Nuestra Señora de Fátima, con su Corazón Inmaculado en su mano izquierda, sin espada ni rosas, pero con una corona de espinas y llamas. Debajo del brazo izquierdo de la Cruz, grandes letras, como si fuesen de agua cristalina, que corrían sobre el Altar formando estas palabras: “Gracia y Misericordia”.

Entendí que era el misterio de la Santísima Trinidad que se me enseñó, y yo recibí luces acerca de este misterio, que no se me permite revelar.
La Virgen me dijo:
“Ha venido el momento en que Dios pide al Santo Padre que en unión con todos los Obispos del mundo haga la consagración de Rusia a mi Corazón, prometiendo salvarla por este medio.”

Pío XII cumplió en parte este deseo de la Virgen consagrando el mundo con mención especial de Rusia, el 31 de octubre de 1942, al Inmaculado Corazón de María y haciendo la consagración especial sólo de Rusia el 7 de julio de 1952, con estas palabras:
“Como hace algunos años consagramos todo el género humano al Corazón Inmaculado de la Virgen, Madre de Dios, así ahora, de un modo especialísimo, dedicamos y consagramos todos los pueblos de Rusia al mismo Inmaculado Corazón.”

Decimos “en parte” puesto que no fue en unión con todos los obispos del mundo.

Tampoco las consagraciones de Pablo VI (1965) y de Juan Pablo II (1982) fueron completas.

ORACION DADA A LOS PASTORCITOS

Oh Dios mío,
yo creo, espero, adoro y os amo.
Y os pido perdón por todos los que
no creen, no esperan, no adoran
y no os aman. (Tres veces)

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente,
y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, 
Alma,
Sangre y Divinidad de Tu
Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los tabernáculos 
de la tierra, en expiación por los 
ultrajes, sacrilegios e indiferencias 
con las que Él mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos del 
Sagrado Corazón de Jesús y por la 
intercesión del Inmaculado Corazón 
de María, te pido por la conversión 
de todos los pecadores.
Amén


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Virgen de Luján – Argentina, 1630 https://www.reinadelcielo.org/virgen-de-lujan-argentina-1630/ Thu, 08 May 2025 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=18 Luján, Provincia de Buenos Aires, Argentina

En 1630, cien años después del milagro de Guadalupe, María se manifiesta en el Río de la Plata. Como suele ocurrir con la Santísima Virgen, a fuerza de milagros se produjo un fenómeno de conversión popular que arrastró a millones de personas a través de los siglos, al amor verdadero por la Madre de Dios y a través deElla a Cristo.

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Una humilde imagen de terracota, representando la Concepción de la Virgen María, se transportaba en una carreta hacia el norte Argentino. Un esclavo negro llamado Manuel fue colocado por María en escena desde el primer minuto: cuando la carreta no quiso moverse de su sitio en las cercanías del Río Luján, se quedaron en el lugar dos personas: María y el negro Manuel. Hermosas historias entre la Reina del Cielo y su fiel servidor se dieron entonces: Ella se desplazaba milagrosamente por kilómetros cuando querían separarla de él, mostrando claramente Su Voluntad de volver junto a su amado Manuel. También sus vestidos aparecían de mañana llenos de abrojos y barro, ya que Ella iba a recorrer los campos en búsqueda de los pecadores.

El negro Manuel, con su santidad y humildad, es una luz que llama al pueblo Argentino. María buscó en él a Su amado servidor: esclavo, humilde, sencillo, trabajador, alegre, un buen siervo de Dios. ¿Acaso no constituye Manuel un verdadero prócer de la historia del Río de la Plata, no reconocido por los libros pero si por la propia Madre de Dios?.Imitar a Manuel, pedir su ayuda, difundir su existencia: son todas acciones que agradan a nuestra amada Madre.

El milagro se difundió rápidamente, y fue multiplicándose en más milagros que a su vez atraían a una mayor devoción de la naciente Virgen de Luján. Fue entonces que la caridad de una rica mujer del lugar se unió a la santa humildad del negro Manuel, y juntos dieron inicio a la expansión de la obra del Cielo: la ciudad de Luján nació bajo el Manto de María, y aún hoy bajo Su Manto cobija el amor y el dolor de los Argentinos.

Con los siglos, la surgiente patria Argentina se nutrió de la devoción por la Virgen de Luján: la creación de la bandera nacional tiene innegables raíces en los colores del Manto de María allí, a través de su creador Manuel Belgrano, así como fue fuente de apoyo para el libertador del cono sur, el General José de San Martín.

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Muchas historias de milagros y epopeyas históricas se mezclan en Luján, a través del tiempo. Hasta el Martín Fierro, poema de las pampas por excelencia, se refiere a la Virgencita mediadora e intercesora de gracias. Muchos han visitado estas tierras y dejado su legado de amor, como el Beato Don Orione, ya que Luján ha sido siempre punto de apoyo en este suelo bendecido por María, declarada Patrona de Argentina, Paraguay e Uruguay. Juan Pablo II finalmente dio su toque definitivo al Santuario, con su visita y oración profundamente Mariana.

Argentina tiene en sus raíces a la Virgen de Luján, y en sus ramas a María del Rosario de San Nicolás. Se puede decir sin miedo a equivocarse que la propia Madre de Dios marcó con su sello inconfundible la creación de esta Nación, y su historia actual también. Para los argentinos, es tiempo de volver los ojos a la mirada Misericordiosa de la Reina del Cielo, Virgen gauchita y guapa, para suplicarle su ayuda urgente.

Virgencita de Luján, andadora de caminos,
danos la humildad del negrito Manuel,
verdadero prócer de esta patria.

Danos honestidad en nuestros corazones,
y sinceridad y caridad en nuestras acciones
haciéndonos esclavos de Tu Hijo Amado.

Ayúdanos a reconocerte en nuestro origen
como verdadera Madre de esta Nación,
bajo Tu Manto, que es nuestra bandera.

Danos amor por el trabajo honesto,
recordando a nuestros padres
que trabajaron esta tierra bendita.

Santa Madre de Dios
ayúdanos a encontrar la unión,
la unión en el amor a Dios.

Virgencita gaucha, danos a Tu Hijo Jesús
intercede ante El para que Luján brille
esperando el glorioso día de Su vuelta.

Agradecemos a todos aquellos, conocidos o desconocidos, que han colaborado en la elaboracion de este trabajo. Con la intercesión del negrito Manuel, unidos en el amor a la Virgencita de Lujan y por amor a Cristo.

El Momento

El año 1630, exactamente cien años después del majestuoso milagro de Guadalupe, marca una vez más el deseo de María de evangelizar en forma temprana a la joven América. Buenos Aires era entonces un puerto dedicado básicamente al contrabando, mientras gran parte del contacto con Europa se daba desde el Virreinato del Perú, viajando por tierra en carreta. Es por este motivo que las ciudades más antiguas de la Argentina están al norte del país, como es el caso de Santiago del Estero. Todos estos datos juegan un papel importante en el milagro de Luján: tenemos una finca en Santiago del Estero perteneciente a un hacendado que compraba mercadería para la capilla que allí construía, también un barco practicando contrabando en el puerto de Buenos Aires, un grupo de carretas que inician un viaje entre Buenos Aires y Santiago del Estero. Todo se desarrolla en el ambiente colonial que caracterizó a la fundación de la Argentina.

María obra en silencio, en lo pequeño. Pero al descubrir los detalles del milagro de Luján, se comprende que la influencia Mariana en la creación de la Argentina marcó el corazón de este país, como Guadalupe lo hizo con México.

¿El lugar?

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El sitio se encuentra a unos cincuenta kilómetros al norte de la Ciudad de Buenos Aires. Pero en realidad se deben marcar dos lugares en relación con el milagro: el verdadero sitio donde María manifestó su voluntad de quedarse sigue siendo hoy en día un área de campo ubicada junto al Río Luján, en las cercanías de la actual localidad de Villa Rosa, partido de Pilar. La imagen de María fue trasladada algunos años después a la casa de doña Ana Matos, en la actual ciudad de Luján, a varios kilómetros del lugar del milagro. Sin embargo, en ese sitio también junto al Río Luján, no había más que la casa de la señora Ana Matos. La actual ciudad de Luján y los diversos templos que se fueron construyendo para María, hasta concluir en la magnifica basílica actual, surgieron exclusivamente como resultado de los milagros que la imagen producía. María atrajo con sus milagros el afincamiento de los que querían vivir cerca de la Madre Celestial.

Doce millones de personas viven en la ciudad de Buenos Aires, cercana a Luján. Veinte millones de personas viven en la ciudad de México, cercana al templo Guadalupano. María anticipó por siglos en ambos casos, el surgimiento de importantes concentraciones de almas. ¿O es que las almas se concentraron alrededor de María?. ¡Es importante que meditemos sobre la influencia Mariana en el surgimiento de América!

El eje del milagro: el negro Manuel

Increíblemente se conoce muy poco sobre el milagro de Luján, a pesar de la enorme popularidad de la Advocación de la Virgen de Luján en la región. Pero lo mas sorprendente es que se desconoce que así como en Guadalupe hubo un Juan Diego (¡ahora San Juan Diego!), hubo también un negro llamado Manuel en Luján. Este fiel hombre de Dios, esclavo de los hombres, entregó voluntariamente su esclavitud a María.

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El negro Manuel nació en 1604 en Cabo Verde (ciudad hoy llamada Dakar), zona tórrida y occidental de África, y en ese tiempo colonia portuguesa. A los 25 años, cuando Manuel gozaba de su plena libertad, fue apresado en un reclutamiento de negros llevado a cabo a finales del año 1629 por mercaderes sin conciencia y al margen de toda ley, y conducido a las naves ancladas en el puerto de Cabo Verde, para ser vendido como esclavo en el Brasil. Llegó al puerto de Pernambuco después de una travesía de 30 días. Al atracar la nave los negros fueron llevados a la plaza pública, y allí puestos a la venta. Un capitán de navío llamado Andrea Juan lo compró para su servicio. Dotado de una clara inteligencia y de un corazón humilde, aprendió muy pronto las verdades de la Fe y fue bautizado quizás entre los días de Navidad y Año Nuevo, y a los pocos días recibió la comunión. Como era de corazón ingenuo y de alma pura e inocente, todas las cosas de la religión le producían una gran impresión.

El negro Manuel deja Brasil en enero de 1630 rumbo al Puerto de Santa María de los Buenos Aires, en el barco del capitán Andrea Juan. El llevaba en su barco dos imágenes de la Virgen María para su amigo Antonio Farías de Sáa.

¿Le resulta familiar este hecho?. Claro: una de las dos imágenes es la del milagro. Veamos como María empieza a unir las piezas de su obra.

¿Cómo llegó la imagen a Argentina?

Carreta Virgen de Luján

En el año 1630 España y Portugal vivían bajo una misma corona, por lo que el comercio entre las colonias de ambas naciones tenía un nivel de actividad inusual. Un portugués llamado Farías de Saa tenia una estancia en la localidad de Sumampa, en Santiago del Estero, al norte de Argentina. Allí estaba construyendo una capilla para la que consideró oportuno comprar una imagen de la Concepción de la Virgen María. Portugués de origen, Farías sabía muy bien de la reputación artística de los artesanos brasileños. Como era amigo del capitán Andrea Juan (el mismo que había comprado al negro Manuel), a éste le solicitó le traiga desde Brasil la imagen de María. El pedido de la imagen debió formularse a mediados de julio de 1629, pues en esos días se hallaba el piloto Andrea Juan en el puerto de Buenos Aires, y estaba por zarpar a Pernambuco, Brasil. El marino cumplió el encargo y le trajo no una, sino dos imágenes de Nuestra Señora, una bajo la advocación de la Concepción, y la otra de la Madre de Dios, con el Niño en sus brazos. Las imágenes fueron hechas en Brasil, en el valle de Paraíba, en la ciudad de San Pablo.

Andrea Juan, capitán del barco, llega a Buenos Aires a fines de marzo de 1630 con las imágenes de María y el negro Manuel a bordo. Fue entonces que tuvo inconvenientes por ser contrabandista, como era común en esta época. Su amigo Bernabé González Filiano sale entonces ante las autoridades en su ayuda, haciéndose cargo de la deuda. El marino portugués, en agradecimiento y pago, le entrega a Filiano a su esclavo: el negro Manuel. El nuevo amo y dueño del pobre negrito manda enseguida a Manuel a su estancia de Luján, para mayor seguridad y evitarse complicaciones, ya que el pobre esclavo carecía totalmente de documentación.

Las imágenes parten hacia el norte Argentino

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Acondicionadas las imágenes de la Madre de Dios en dos cajones, en el mes de mayo de 1630 fueron subidas a una carreta y emprendieron viaje al Norte por el camino real. Al llegar a las orillas del río Luján se detuvieron los troperos para pasar la primera noche del viaje, en la estancia de Don Tomás Rosendo Oramas. Se ha documentado perfectamente quién era Tomás Rosendo y dónde tenía su estancia, junto al río Luján, muy cerca del camino real. Hay que ubicar la estancia a la altura del pueblo llamado actualmente Villa Rosa, en un paraje denominado Zelaya, en el partido de Pilar.

El escenario estaba listo: la imagen estaba en el lugar indicado, el negro Manuel estaba allí, sólo faltaba el milagro para indicar la voluntad de María.

Imágenes de la Réplica de la Capilla en Zelaya

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Réplica de la Primera Capilla en Zelaya4
Réplica de la Primera Capilla en Zelaya5
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¡El Milagro!

A la madrugada siguiente, una clara mañana de inicios de mayo, al intentar proseguir la marcha los bueyes no pueden mover el carro. Los bueyes por más que tiraban no podían moverlo un paso. Admirados de la novedad, los pobladores preguntaron al conductor qué cosa cargaba en la carreta, a lo que respondió que era la misma carga de los días precedentes, y añadió: “Vienen aquí también dos cajones con dos bultos de la Virgen, que traigo recomendados para la Capilla nueva de Sumampa”.

Conversando sobre tan extraña novedad, se supone que el negro Manuel, movido por la gracia de Dios dijo: “Señor, saque del carretón uno de los cajones, y observemos si camina”. Así se hizo, pero en vano. “Cambien los cajones, veamos si hay en esto algún misterio”, replicó Manuel. Los bueyes insinuaron moverse en cuanto se bajó esa caja del carro. Entonces, pensando que todo estaba resuelto, la volvieron a subir. El resultado: el carruaje volvió a quedarse como estacado al piso. Cuando volvieron a bajar la caja, los bueyes se movieron sin dificultad alguna. Dijo entonces el negro Manuel: “Esto indica que la imagen de la Virgen encerrada en este cajón debe quedarse aquí”. Abrieron el cajón y encontraron una bella imagen de la Virgen en su advocación de la Purísima Concepción.

Imagen de la Virgen que continuó hacia Sumampa

De inmediato los arrieros la veneraron y luego, en devota procesión, llevaron la imagen a la casa de la estancia de Rosendo donde sus dueños le levantaron un humilde altar. Desde luego los arrieros entendieron que era una particular disposición del Cielo que la imagen de la Virgen encerrada en tal cajón se quedase en aquel paraje, como en efecto se quedó. La otra imagen prosiguió viaje a su destino en Sumampa, donde se la consagró en la capilla de la estancia de Farías de Saa, en Santiago del Estero.

Desde ese día, en lo más intimo del alma del negrito Manuel se formó una unión firme e indeleble entre su corazón y el Inmaculado Corazón de la Virgen. Dios dispuso entonces consagrar al negro Manuel al culto de la milagrosa imagen dejándolo en casa de Rosendo Oramas, ya que en él se manifestaban señales evidentes de su filial amor, respeto y veneración. El se quedó allí para servirla con prolijidad y esmero.

Como María le dijo al ángel en el día de la anunciación: “Yo soy la esclava del Señor”, así Manuel transformó su real esclavitud en este mundo, en una voluntaria y Divina esclavitud, entregada a la Madre de Dios. Y Ella se sirvió de él para fundar una devoción que cambió los corazones de muchas generaciones de americanos. ¡María presentó ese día el alma del pobre negrito a su Hijo Jesús, para gloria del Cielo todo!

La devoción inicial a María

La familia de Don Rosendo entendió desde un principio lo que ocurría allí, por lo que rápidamente decidieron construir un lugar de veneración de la imagen. La Capilla de la Virgen estaría lista a mediados de 1633 y se abriría a numerosos peregrinos que allí acudían, atraídos por las gracias que la Virgen Santísima dispensaba a sus devotos. Su construcción sería muy rústica y no pasaría de un modesto rancho, con paredes de barro, techo de paja y piso natural de tierra, y por todo lujo un revoque de blanqueo. El pequeño altar tendría una sencillez primitiva y un poco más arriba estaría colocada la Santa Imagen. El lugar era conocido como La Capilla o Ermita de Rosendo. Y Rosendo dedicó al negro Manuel al culto de la imagen, quien cuidaba de la lámpara de la Señora, que incesantemente ardía. Manuel dedicaba su vida al cuidado en el aseo y decencia de su altarcito: él nunca dejaba a su Imagen sin luz ardiente. A Ella había sido donado como esclavo, y él entendía perfectamente lo que importaba tal donación, y se reconocía como verdadero y exclusivo esclavo de la Virgen.

Durante estos primeros años fueron muchos los peregrinos que acudieron al lugar de veneración, atraídos no sólo por el milagro inicial que hizo quedar la imagen allí, sino también por la gran cantidad de curaciones que se daban entre los visitantes. La fama se extendía, haciendo que el lugar quedase incómodo para las romerías que venían desde Buenos Aires a pedir ayuda y orar a María.

El milagro del primer traslado de la imagen

El heredero de la propiedad de Rosendo, deseoso de remediar la necesidad de dar albergue a los peregrinos y que aumentasen los cultos a la Virgen, aceptó vender la misma a una devota dama cordobesa, que pasó a tener un papel fundamental en esta historia: Doña Ana de Matos. En el año 1671 se concretó la compra y traspaso de la Santa Imagen de la Concepción desde su antigua ermita hasta la casa de Doña Ana. Testifica la ilustre dama: “La santa Imagen de la Limpia Concepción haberla adquirido por dinero de mano del Maestro Juan de Oramas”. El administrador de los bienes del difunto Rosendo era Juan de Oramas, heredero de la familia, quien realizó la venta a Doña Ana. Inicialmente se trasladó la imagen dejando al negro Manuel en la estancia de Rosendo, desconociéndose el motivo por el que se separó a Manuel de quien era su ama.

Lo concreto es que cuando Doña Ana fue a buscar a la Virgen a la mañana siguiente al dormitorio de su casa donde la había instalado, se encontró con la sorpresa de que no estaba allí. Desesperada por no poder encontrar a tan preciado tesoro, y luego de revolver cielo y tierra, se dirige desconsolada a la Estancia de Rosendo, donde encuentra la imagen en el viejo altar. Vuelve entonces a llevar la imagen a su casa, y la vigilan con más cuidado esta vez. Y María vuelve a traslocarse milagrosamente, desapareciendo de allí para aparecer a varios kilómetros del lugar, en su antiguo altar otra vez. Doña Ana Matos comprende entonces que algo no agrada a María y decide realizar una procesión formal para trasladar a la imagen. El traslado se cumplió seguramente en las proximidades del 8 de diciembre de 1671, como preparación de una nueva celebración de la fiesta de la Purísima Concepción, y con la presencia del Obispo y el Gobernador.

¡Y esta vez María se quedó en su nueva casa!. Pero probablemente el motivo fue otro: fue que en esta oportunidad se llevó al negro Manuel con Ella, al que nunca se debió separar de Su lado. El traslado de Manuel no fue simple: si bien él no tenía papeles, el Maestro Juan Oramas consideraba que pertenecía a la herencia recibida del difunto Bernabé Filiano, por lo que su familia se negaba a entregarlo. De hecho, Manuel había sido legado como esclavo a una joven integrante de la familia de Rosendo. El pobre negrito se defendía diciendo: “Yo soy de la Virgen, no más. El conductor de las Santas imágenes, Andrea Juan, me dijo varias veces antes de morir, en la casa de Rosendo en Buenos Aires, que yo era de la Virgen, y que no tenía otro amo a quien servir más que a la Virgen Santísima”. Finalmente fue Doña Ana Matos quien, junto a vecinos de la zona, compró a Manuel a la familia Oramas para poder mantener la unión que María tan claramente había ordenado.

La inocente simplicidad de Manuel era tal que algunas veces trataba a la Virgen con mucha familiaridad. Habiéndose ya construido el pequeño oratorio contiguo a la casa de Ana de Matos, y estando ya colocada en su nicho la Imagen, observaba el negro Manuel que algunas noches faltaba Ella del nicho. Y que por la mañana la encontraba en él, pero muchas veces llena de rocío y otras con el manto lleno de abrojos o barro. En estas ocasiones él le decía: “Señora mía, ¿qué necesidad tenéis Vos de salir de casa para remediar cualesquiera necesidad siendo tan poderosa?. ¿Y, cómo Vos sois tan amiga de los pecadores, que salís en busca de ellos, cuando veis que os tratan mal?”

Nacimiento de la Ciudad de Luján

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Por cierto que el nuevo lugar de residencia de la imagen, la casa de Doña Ana de Matos, quedaba en lo que actualmente es la Ciudad de Luján. Pero nada de ello existía en ese momento, ya que la ciudad surgió como resultado directo de la devoción a María allí. Y todo se inicia en el año 1682. El 2 de octubre Doña Ana dona tierras a la Virgen de Luján en estos términos: “Porque tengo mucho amor a la advocación de Nuestra Señora de la Limpia Concepción y a su Santa Imagen hago gracia y donación a dicha Santa Imagen de todo el sitio que necesitare para la construcción de su Capilla, con más una cuadra de sitio en contorno de ella”. Ana de Matos hace la donación con la condición de que dicha Imagen ha de estar perpetuamente en dichas tierras y en caso contrario queda anulada la donación, debiendo ser entregada la Imagen a los herederos, por haberla ella adquirido con su dinero.

Con esta donación Ana de Matos convertía realmente en oficial y pública la Capilla de Nuestra Señora, al pasar al dominio de la Iglesia y a sus autoridades la posesión de ese lugar sagrado, y también con esa entrega daba origen y fundamento a la verdadera fundación de la actual Ciudad de Luján.

El negro Manuel muestra signos de santidad

Uno de los más famosos milagros obrados por la Virgen a través del negro Manuel y seguramente el más celebrado fue la curación del Padre Pedro Montalbo. Sucedió en el año 1684: el Padre Montalbo enfermó gravemente de unos ahogos asmáticos que en poco tiempo lo redujeron a tísico confirmado. Y viéndose él así, afligido fue en un carretón a hacer una novena a la Virgen de Luján en los días de su fiesta patronal. Cuando estaba como a una legua de Luján tuvo un accidente que lo dejó medio muerto, y así llegó a las puertas de la capilla. Salió el negro Manuel y ungiéndole el pecho con el aceite de la lámpara de la Virgen, volvió en sí. Mientras tiernamente lo consolaba, le decía el negrito Manuel: “La Virgen Santísima lo quiere para que sea su Capellán”. Así surgió el primer Capellán de María en Luján.

Con el proyecto de levantar un templo más digno de la veneración que merecía la Virgen, el negro Manuel acumulaba las ofrendas que traían los devotos peregrinos y andaba por las estancias y aun por los pagos distantes, pidiendo limosnas para la construcción del Santuario. A su muerte se le hallaron $14.000 de las limosnas, que los devotos le habían entregado. El negro Manuel, respetado por todos como un patriarca, reunía en la ermita a todos los peregrinos y rezaba junto con ellos el Santo Rosario. Luego, en un lenguaje lleno de humilde simplicidad, daba a entender a los peregrinos que venían atraídos por los favores que obraba la Virgen, que pusiesen toda su confianza en Ella. Que teniéndola por intercesora con su Divino Hijo, seguros alcanzarían las gracias que necesitaran. Y cuando todos se retiraban, el negro Manuel se quedaba orando sólo hasta altas horas de la noche. Manuel continuó con su servicio a María hasta la ancianidad. Hallándose en la última enfermedad dijo un día a los presentes: “Mi Ama, la Santísima Virgen, me ha revelado que he de morir un viernes y que al sábado siguiente me llevará a la Gloria”.

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Y en efecto, así sucedió. Su muerte sucedió en 1686, en el día que había dicho, y se puede creer que se verificó por entero su profecía: su alma bendita fue llevada al Cielo para poder gozar allí de la Virgen María, cuya venerable imagen tanto había amado y cuidado en la tierra. Murió en olor de santidad, por cuyo motivo es tradición que su cuerpo fue sepultado detrás del altar Mayor del Santuario del Capellán Montalbo, descansando a los pies de su Ama.

De este modo el negro Manuel nos reveló, como otras veces, que María se comunicaba con él. No nos debe sorprender este don concedido a su alma, ya que siempre sucede de este modo con quienes aman a Dios hasta el límite.

El es un pilar de la fundación de la Argentina, ya que fue el siervo de la Madre de la Patria. Desconocido por la gente de estos tiempos, su alma nos pide desde el Cielo que tomemos su ejemplo de humildad y sabia esclavitud entregada a la Madre Celestial. La enseñanza que este pobre esclavo nos deja debe ser la fundación sobre la que se construya el renacer de la nueva Argentina: la entrega total a la Madre de Dios, para que Ella interceda por el pueblo ante su Hijo Amado, Jesucristo.

Milagros después de su muerte

La fama de santidad y de gran siervo de Dios que el negro Manuel dejó en su muerte se mantuvo en el tiempo. Cuando Don Juan de Lezica había sido encargado por Doña Ana para la construcción del nuevo templo de Luján, aproximadamente en el año 1757, tuvo problemas por la falta de arena gruesa, de tal modo que la obra se veía retrasada. En esta situación un negro, que sin dudas fue Manuel, se le apareció y le aseguró que a pocos pasos de allí había arena en un campo. La halló Juan de Lezica en el lugar señalado, que jamás nadie había sabido que existiese. El hallazgo se tuvo por milagroso, ya que todos sabían que el negro Manuel no podía estar ajeno a la obra del nuevo Templo.

Donde está la humildad y la rectitud de intención, allí también están la sabiduría y la santidad. Testigo de esta verdad es el negrito Manuel, cuya obra sobrevive siempre atractiva y joven en la historia de Luján. Aprendamos del negro Manuel la materna esclavitud de amor por la que se hace ofrenda de toda nuestra persona y de todos nuestros bienes a María, y por Ella a Jesucristo, aprendiendo a Marianizar toda nuestra vida haciendo todo por María, con María, en María y para María, para ser y hacer todo por Jesús, con Jesús, en Jesús y para Jesús.

Los primeros años de crecimiento de Luján

En 1685 el Padre Montalbo impuso óleo y crisma a varios creyentes en el lugar. Seguramente esto se cumplió en la Capilla de Luján (entonces en construcción), o también en los ranchos del campo. En 1730 se eleva el pedido de que Luján fuese elevada a Parroquia. Se enumeran entonces 114 estancias, cantidad considerable al relacionarla con la lejanía de la Capital. Es un dato más que nos muestra que el culto a Nuestra Señora de Luján congregaba mucha gente en el lugar, verdadero motivo de nacimiento y desarrollo de la ciudad. Finalmente en este importante año de 1730 se crea la Parroquia de Luján. El 8 de diciembre de 1763 se produce el traslado de la imagen al nuevo templo, conocido como Templo de Lezica y Torrezuri.

De este modo creció la devoción a María en Luján, hasta transformarla en el centro de Cristiandad mas importante de la región. Nada detuvo el impulso inicial que la Madre de Dios marcó junto al Río Luján: ¡Quedarse en estas tierras!

Luján: origen indudable de la bandera Argentina

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Mucho se ha dicho sobre el origen de los colores de la bandera Argentina. Se dice que su creador, el General Manuel Belgrano, se inspiró en los colores del cielo para imprimir el azul/celeste y blanco que la caracteriza. Sin embargo, otra es la verdad: los colores de la bandera Argentina fueron tomados de los colores de María de Luján. Lo confirman muchos testimonios escritos, como por ejemplo los textos del historiador Aníbal Rottjer: “El sargento mayor Carlos Belgrano, que desde 1812 era comandante militar de Luján y presidente de su Cabildo, dijo: “Mi hermano tomó los colores de la bandera del manto de la Inmaculada de Luján de quien era ferviente devoto. Y en este sentido se han pronunciado también sus coetáneos, según lo aseveran afamados historiadores”. El mismo autor dice: “Después de implorar el auxilio de la Virgen, y usando como distintivo de reconocimiento los colores de su imagen, por medio de dos cintas anudadas al cuello, una azul y otra banca, y que llaman de la medida de la Virgen, porque cada una de ella medía 40 cm, que era la altura de la imagen de la Virgen de Luján”. O también “al fundarse el Consulado en 1794, quiso Manuel Belgrano que su patrona fuese la Inmaculada Concepción y que, por esta causa, la bandera de la dicha institución constaba de los colores azul y blanco. Al fundar Belgrano en 1812 el pabellón nacional ¿escogería los colores azul y blanco por otras razones distintas de las que tuvo en 1794?”. El Padre Jorge Salvaire no conocía estos detalles y sin embargo afirma que “con indecible emoción cuentan no pocos ancianos que al dar Belgrano a la gloriosa bandera de su Patria los colores blanco y azul celeste, había querido, cediendo a los impulsos de su piedad, obsequiar a la Pura y Limpia Concepción de María, de quien era ardiente devoto”.

Manuel Belgrano, que había concurrido a Luján en 1812 con su ejército a visitar a María y rezar el Rosario allí con sus soldados, ofrece a la Virgen en 1813 dos banderas tomadas al enemigo en la batalla de Salta. El 27 de mayo se leyó en la sesión del Cabildo de Luján el siguiente oficio: “Remito a Usía dos banderas de división, que en la acción del 20 de febrero se arrancaron de las manos de los enemigos, a fin de que se sirva presentarlas a los pies de Nuestra Señora, a nombre del Ejército de mi mando, en el Templo de ésa, para que se haga notorio el reconocimiento en que mis hermanos de armas y yo estamos a los beneficios que el Todopoderoso nos ha dispensado por su mediación; y exciten con su vista la devoción de los fieles para que siga concediéndonos sus gracias. Dios guarde a Usía muchos años. Jujuy, 3 de mayo de 1813. Manuel Belgrano. Al Sr. Presidente, Justicia y Regimiento del Muy Ilustre Cabildo de la Villa de Luján”.

Cumplidos todos los trámites oficiales y notificaciones debidas, las banderas fueron colocadas en función solemne ante la Santísima Virgen de Luján el sábado 1 de julio de 1813.

Luego de conocer estos hechos históricos que nos revelan que la bandera Argentina procede directamente del Manto de la Madre de Dios, debemos comprender que Dios no se aparta de la historia de las naciones. Somos los hombres los que nos apartamos de Dios, pese a Su insistencia en ayudarnos. En este caso, por intercesión de Su amorosa Madre.

Luján, cuna de la Patria Argentina

En mayo de 1818, cuando el general San Martín visitó la villa y el santuario de Luján, venía cubierto con los laureles de la reciente victoria de Maipú, y en viaje de Chile a Buenos Aires con el propósito de obtener recursos para proseguir la campaña del Perú. Con qué alegría debió contemplar allí los gloriosos trofeos de la batalla de Salta, enviados por el general Belgrano desde Jujuy en 1813. En marzo de 1820 visita Manuel Belgrano, ya enfermo, por última vez el Santuario de Luján. El nunca dejó de agradecer a su protectora. Y En el año 1823 vuelve el general José de San Martín a visitar el Santuario de Luján. Había terminado su gigantesca empresa, asegurando la libertad de Chile y el Perú. San Martín, que había consagrado el ejército de los andes a la Virgen María en Mendoza, encuentra también en Luján las raíces que lo impulsan a amar el suelo Argentino.

El Martín Fierro, poema gauchesco que resume la esencia de la verdadera argentinidad, pone en alto la entrega del hombre de las pampas a la Madre de Dios, cuando las cosas no están para nada bien:

Si me salva
la Virgen de este apuro
en adelante le juro,
ser más güeno que una malva.

¿Acaso no estamos hoy en una situación similar a la que el Martín Fierro describe en esta memorable estrofa?. El pueblo Argentino (lo decimos como argentinos que somos) debe buscar en sus raíces Marianas el fruto de humildad y entrega que lo conduzca nuevamente a la senda del bien y del amor filial. Que la Virgen de Luján nos ilumine en este difícil camino que tenemos por delante.

Milagro en Mendoza

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En 1832 un malón de 2000 indios se había propuesto llegar a la ciudad de Mendoza. Cuando los indios se encontraban a la orilla del río Mendoza a las dos de la mañana esperando la hora oportuna para atacar, se enfermó la esposa del Juez del lugar. Ante la gravedad del estado de la señora fue necesario buscar a una mujer médica que vivía en la orilla del río. Por este motivo, el gendarme que fue a la casa de la médica vio a los indios y dio parte inmediatamente a su jefe, quien en el acto mandó avisar a todos los vecinos. Muchos huyeron a la Ciudad, pero el resto (principalmente mujeres y niños) se concentraron en la Iglesia del lugar, dedicada a Nuestra Señora de Luján. El pobre vecindario clamó a la compasiva Señora del Cielo y Ella los atendió. Los indios huyeron despavoridos: jamás se supo cuál fue la causa de su fuga. Lo cierto es que desapareció el peligro y el pueblo reconoció en su Patrona a la autora del prodigio y salió del templo confesando a voces, entre lágrimas y sollozos, que “la Virgen de Luján los había salvado”. La Virgen había salvado en esta ocasión a la incipiente Villa que se formaba alrededor de su Capilla y también de manera tan oportuna a la ciudad capital de Mendoza.

El impulso del Padre Jorge Salvaire

Un sacerdote francés, el Padre Salvaire, fue impulsor incansable del Santuario de Luján, a tal punto que la Basílica actual es conocida como la Basílica de Salvaire. ¿Que lo impulsó a tan grande obra?. Un milagro de María, ni más ni menos.

Sucedió a fines de 1875, cuando Salvaire tenía 28 años. Este es un relato de época: “Era en el sur de la provincia de Buenos Aires. Los indios recorrían todavía como dueños la Pampa estéril. El alba alumbraba tristemente una toldería escondida en el fondo de una de las ondulaciones de la inmensa llanura. En el campamento, la noche había sido una larga orgía, preludio de la ejecución de un prisionero. La víctima, que era un modesto sacerdote francés, había pasado la noche en oración. Cuando el día amaneció, la chusma, aquella hez de las tolderías, vino a insultar los últimos momentos del condenado. En primera línea una banda de viejas arpías se distinguían por su violencia, la crudeza de sus injurias, y en medio de sus imprecaciones excitaban a los guerreros a horadar con sus lanzas aquel perro cristiano. El joven sacerdote, de rodillas, oraba. No desesperaba. En los momentos que todo parece perdido, el hombre encuentra siempre en un rincón del corazón un rayo de esperanza. Muy débil era este rayo en el prisionero, pero la fe lo animaba.

Las vociferaciones de la chusma aumentaban a cada momento. La hora suprema había llegado. Él lo comprendió. Echó una mirada hacia el pasado que se le apareció en cuadros llenos de amargura a causa de su mismo encanto. Volvió a ver a Francia, a su aldea, a su viejo padre enorgullecido por su elevación al sacerdocio y llorando por su partida. Recorrió durante algunos momentos sus últimas etapas a través del nuevo país que él había venido a evangelizar. Su espíritu se detuvo admirado al pensar en la última plegaria que había dirigido al pie de los altares en una modesta Capilla dedicada a la Madre de Dios. Era apenas la víspera, en que había visitado el Santuario de Luján. Rezaba allí con fervor por el buen éxito de su viaje. Vuelve a hallar este fervor en el medio del peligro y dirigiéndose a la Consoladora de los afligidos hizo el voto, si Ella alejara de él el martirio inútil que le amenazaba, de propagar su culto y de consagrar su vida a transformar en un templo digno de Ella el modesto oratorio en donde se había arrodillado.

¿Por qué la rabia de los indios se había desencadenado contra este misionero de paz? Una espantosa plaga, la viruela, azotaba la tribu y esa gente acusaba al sacerdote de haber traído el mal. Era menester matarlo y arrojar sus cenizas al viento a fin de conjurar el maleficio. Los gritos, la carrera loca de los jinetes había cesado. Sacaron la suerte y los cuatro guerreros designados para horadar a la víctima con sus lanzas subieron pronto a caballo. Los pusieron luego en movimiento en un círculo que debía ir poco a poco estrechándose, hasta que pudiesen golpear al condenado. En aquel momento, un joven indio llegaba al campamento. Se acercó al sacerdote, lo miró con un movimiento rápido, arrojándole su poncho sobre la cabeza le gritó: Cúbrete, cristiano, y no vayas a morir de miedo.

El sacerdote repetía casi maquinalmente su voto: ¡Salvadme, Santa Madre!. Si por vuestra gracia todopoderosa escapo de la muerte, mi vida será consagrada a levantar vuestro Santuario y propagar el culto de vuestro bendito Nombre. El poncho había caído sobre él y su pesado tejido grueso le pareció una coraza que venía a protegerlo. La hendidura del pocho se hallaba precisamente sobre su cara, la entreabrió a fin de respirar y apercibió a los guerreros terriblemente excitados continuando su carrera furibundos. Pero más allá frente al Cacique, estaba un joven de grande estatura que le hablaba. Sus ademanes elocuentes como los de todos los guerreros pampeanos indicaban que él abogaba calurosamente. El Cacique dio una señal. El galope cesó. El joven se acercó al misionero y quitándole el poncho le dijo: Levántate, hermano, estás salvado.

El padre Salvaire, a quien desde entonces llamaron familiarmente el padre Salvado, reconoció al indio que había intercedido por él y que era el hijo del Cacique. Ese joven, tiempo antes había sido preso por las tropas nacionales y debía ser fusilado cuando el padre Salvaire obtuvo su perdón. El joven acababa de pagar su deuda de agradecimiento”.

El Padre Salvaire dedicó a partir de entonces su vida a promover en Argentina y en el Vaticano la obra de María en Luján. Y como era un historiador, publicó en 1885 su “Historia de Nuestra Señora de Luján, su Origen, su Santuario, Su Villa, sus milagros y su culto”. Su obra alcanzó enorme prestigio, de tal modo que Luján alcanzó desde entonces tanta fama que cruzó las fronteras y fue conocida la historia de la Virgen Bendita del Plata en todo el mundo católico.

El Beato Luis Orione en Luján

El 16 de noviembre de 1921 visita por primera vez el Santuario y reza allí la Santa Misa Don Luis Orione, fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, y hoy elevado a Beato por Juan Pablo II. Pocas semanas antes de esta fecha Monseñor Maurilio Silvani había rogado su presencia en el País, y Don Orione aceptando la invitación escribía:

“Estaré presente en la peregrinación a Luján. Allí, a los pies de la Virgen, comenzará la misión de los Hijos de la Divina Providencia en la Argentina”.

Don Orione en las visitas que hizo a nuestro país visitó varias veces el Santuario. El 11 de noviembre de 1934 predicó en la gran peregrinación italiana, y el 13 de abril de 1935 celebró ante la Santísima Virgen de Luján el 40º aniversario de su ordenación sacerdotal.

Don Orione ha sido especial para la Argentina, no sólo por sus visitas, sino también porque dejó un legado de caridad y amor que perdura.

Juan Pablo II y la Virgen de Luján

El viernes 13 de noviembre de 1998 el Santo Padre Juan Pablo II acudió a la iglesia nacional argentina en Roma, dedicada a la Virgen de los Dolores, con ocasión de la entronización de la imagen de Nuestra Señora de Luján. La imagen había sido bendecida por él mismo el 11 de noviembre de 1995 durante la última visita ad limina del Episcopado argentino. La imagen de la Virgen fue llevada en procesión desde el altar a través de la nave central, hasta la capilla donde ha quedado expuesta a la veneración de los fieles. En la homilía, el Santo Padre dijo:

“Virgen de Luján, cuida al pueblo argentino, sosténlo en la defensa de la vida, consuélalo en la tribulación, acompáñalo en la alegría y ayúdalo siempre a elevar la mirada al cielo, donde los colores de su bandera se confunden con los colores de tu manto inmaculado”.

¿Cómo es la imagen de la Virgen de Luján?

Virgen de Luján

El sabio misionero Jorge María Salvaire realiza una minuciosa descripción que data de 1885: “La imagen de Nuestra Señora de Luján es pequeña en altura: mide unos cuarenta centímetros de alto. Sus facciones son menudas, pero bien proporcionadas. El rostro es óvalo. El semblante modesto, grave y al mismo tiempo dulcemente risueño, conciliando a la vez benevolencia con su irresistible atractivo, y respeto con majestad de Reina y gran Señora. La frente es espaciosa; los ojos grandes, claros y azules; la cejas negras y arqueadas; la nariz algo aguileña, la boca pequeña y recogida, los labios iguales y encarnados cual rosa, las mejillas sonrosadas. Mira un tanto hacia la derecha. El color del rostro aunque muy agraciado, es un tanto amorenado. Tiene sus delicadas manos, asimismo bien formadas, juntas y arrimadas al pecho, en ademán o movimiento de quien humildemente ora. El ropaje de la talla se compone de un manto de color azul, hoy muy amortiguado, sembrado de estrellas blancas; debajo de dicho manto aparece una túnica de color encarnado, aunque en el día igualmente muy amortiguado. Los pies de la Santa Imagen descansan sobre unas nubes, desde las cuales emerge la media luna, que tradicionalmente se pone debajo de las plantas de la Virgen Inmaculada, y luego como jugueteando inocentemente entre aquellas nubes, descuellan cuatro graciosas cabecitas de querubines, con sus pequeñas alas desplegadas de color ígneo. Finalmente, diremos que la materia con que ha sido fabricada la Santa Imagen es de arcilla cocida. En resumidas cuentas, no es, debemos confesarlo, la antigua Imagen de nuestra Señora de Luján, una obra de arte; en cuanto a la materia, nada apreciable es, y por lo que mira a la hechura, no se puede, a la verdad , mentar entre las Imágenes notables. Preciosa es empero, sobre toda ponderación, por los innumerables y admirables portentos que, por su intercesión, obró incesantemente la divina misericordia, por los piadosos recuerdos que su sola vista despierta, y por la veneración tan entrañable que le profesaron nuestros padres.”

Es de hacer notar que esta descripción corresponde a la estatuilla original. La misma ha sido cubierta con gran cantidad de vestimentas y ornamentos, que configuran la imagen que conocemos popularmente. Se ha vestido a la humilde María de terracota, para darle un aspecto de Reina, aunque Ella en lo profundo sigue siendo la misma hermosa y humilde mujer de Galilea.

Del milagro inicial a la Basílica de Luján

En el año 1677 un fraile carmelita llamado Juan de la Concepción, cumpliendo el deseo de la señora Ana de Matos, mandó edificar una nueva capilla en los terrenos cedidos por la señora. Más tarde, se hizo un nuevo templo en 1754, y finalmente se construyó una solemne basílica, cuyas obras duraron desde el año 1887 al 1930. Cada lugar donde estuvo la Virgen tuvo un nombre como denominación: a la primera ermita se le llamó “la ermita de Rosendo” (la estancia donde se produjo el milagro); a la segunda, “la capilla de Montalbo” (por el nombre del primer Párroco); a la tercera, “el templo de Lezica” (quien fue protagonista del milagro de la arena); y a la última, “la basílica de Salvaire” (por el Padre francés Jorge Salvaire), siendo éste último uno de los templos católicos más grandes y fastuosos de la América Hispana. La corona de la Virgen de Luján lleva tres escudos de las tres repúblicas del Plata (Argentina, Uruguay y Paraguay) y de la madre patria, en memoria de los dos siglos de protección que España le dio a este santuario.

La Virgen de Luján Patrona de la Argentina, Uruguay y Paraguay

El 5 de octubre de 1930 dio comienzo la Gran Semana del tricentenario del milagro de Luján y en este día se juró a María de Luján por Patrona de las tres Repúblicas hermanas: Argentina, Uruguay y Paraguay. El Papa Pío XI decretó su Patronazgo el 8 de septiembre, y allí se hallaban presentes casi todos los Obispos de Argentina, Montevideo y Asunción. Finalmente el 6 de octubre se consagró el Santuario de Nuestra Señora, y el 8 de diciembre se la declaró Basílica por gracia del Santo Padre, quedando legitimado el título de Basílica, que el aura popular se había adelantado a darle desde mucho tiempo atrás. Los milagros que se describen de esta advocación Mariana son imposibles de enumerar, y la devoción y el cariño que siente el pueblo argentino por su patrona es incalculable. La basílica ha sido visitada por Papas, reyes y gobernantes de todo el mundo.

El pueblo Argentino peregrina cada año a Luján en multitudes, reza, pide gracias, no olvida a su Patrona. María, desde allí, se enarbola como la insignia que marca el camino a Jesús en el sur de América. Su Presencia centenaria ilumina el deseo de Dios, la Voluntad Divina. María nos llama desde Luján, nos busca, nos coloca bajo Su Manto.

Quizás son tiempos de volver aún más a las fuentes y pedir una vez más que María, desde Luján,

SALVE AL PUEBLO ARGENTINO


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¿Cuántas veces se ha aparecido la Virgen María? https://www.reinadelcielo.org/cuantas-veces-se-ha-aparecido-la-virgen-maria/ Wed, 19 Feb 2025 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=6105 En la edición del mes de diciembre de 2015, la revista National Geographic ha puesto en portada y como reportaje principal la devoción y la intercesión de la Virgen María como un fenómeno global, haciendo de la madre de Jesús “la mujer más poderosa del mundo.”

La apuesta editorial de la revista, recientemente adquirida por la 21th Century Fox del magnate australiano nacionalizado estadunidense Rupert Murdoch, es importante, toda vez que en el cuerpo de la nota se señala que María es más nombrada en el Corán que en la Biblia y que para católicos y musulmanes, es la mujer más santa de la historia.

Hay que recordar que National Geographic se publica mensualmente en más de 30 idiomas y que cuenta con 7.5 millones de suscriptores en todo el planeta.

El cazador de milagros

Buena parte del reportaje, firmado por la periodista Maureen Orth, está basada en las investigaciones de Michael O’Neill, impulsor del sitio web www.MiracleHunter.com y que presenta la historia, las estadísticas, las frecuencias y las apariciones marianas, tanto las de la fe popular como las aprobadas por los obispos locales y por el Vaticano.

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En el sitio web se describe que la aparición más antigua de la que se tiene datos es la de la Virgen del Pilar a Santiago el Mayor, a las orillas del río Ebro, en Zaragoza, en el año 40 después de Cristo.

Las apariciones de la Virgen se han hecho mucho más frecuentes en las últimas décadas. Algunos estudiosos –-cita O’Neill en su página web—estiman que a lo largo de la historia después de Jesucristo, han ocurrido unas 2.500 apariciones marianas, de las cuales tan solo en el siglo XX se dieron cerca de 500.

De acuerdo al Diccionario de Apariciones de la Virgen María, del sacerdote mariólogo René Laurentin, a lo largo de la historia, 308 de estas apariciones han sido a futuros santos o beatos. Generalmente estas apariciones no son reconocidas oficialmente por la Iglesia y solo se registra a siete papas (de los 266 que ha habido, desde san Pedro a Francisco) que han sido testigos de apariciones marianas.

Para este sitio web, las apariciones más famosas de la Virgen María son las de Guadalupe, en México (1531), Rue de Bac, Francia (1830), Lourdes, Francia (1858), Fátima, Portugal (1917) y Medjugorje, Bosnia-Herzegovina (a partir de 1981, aunque esta última todavía se encuentra pendiente el proceso vaticano de aprobación).

Proceso muy cauteloso

La aparición reconocida por el Vaticano en fecha más reciente es la de Laus, Francia, ocurrida en 1664 (y autorizada bajo Benedicto XVI, en 2008). Por otra parte, las más recientes apariciones con reconocimiento del Vaticano son las de Kibeho, en Ruanda, que terminaron en 1989.

Las apariciones en Itapirange, Brasil (especialmente las de 1994-1998) fueron declaradas como hechos sobrenaturales por el obispo local en 2009.

Las apariciones de 1859 en Champion (Wisconsin) son las primeras y únicas que han obtenido aprobación episcopal en la historia de Estados Unidos (diciembre 8 de 2010).

Por su parte, el obispo de Lipa, en Filipinas, monseñor Raymond C. Argüelles, declaró, apenas el 12 de septiembre de este mismo año 2015, como hechos sobrenaturales dignos de creerse las apariciones de esa jurisdicción en 1948. Esto las hace las apariciones aprobadas por un obispo local en fecha más reciente en todo el mundo.

De las 2.500 apariciones marianas registradas por el portal web, solamente 28 de ellas han recibido aprobación de los obispos locales y 16 han sido reconocidas por el Vaticano.

Adicionalmente, ha habido cuatro apariciones en Egipto, aprobadas por la Iglesia Ortodoxa Copta en los últimos 50 años.

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Fuente: Religión en Libertad


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Aparición de la Virgen en Lourdes – Francia https://www.reinadelcielo.org/aparicion-de-la-virgen-en-lourdes-francia/ Tue, 11 Feb 2025 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=54 ]]> En los Pirineos Franceses se presenta en el año 1858 la Madre de Dios a una niña de catorce años, ignorante y carente de formación religiosa. Francia, de este modo, recibió en pocos años tres visitas de la Inmaculada Concepción: La Medalla Milagrosa en París en 1830, La Salette en 1846 y Lourdes en 1858.

Como suele ocurrir en muchas oportunidades, María elige a una niña campesina como testigo, demostrando una vez más que Dios no se interesa por las grandezas del mundo, cuando de enviar a Su Madre se trata. Nunca eligió Ella a príncipes o reyes o grandes dignatarios para dar sus mensajes. Gente sencilla y con el corazón abierto es lo que Dios quiere de este mundo, y es a ellos a quienes dirige a Su Madre.

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Bernardita Soubirous, la testigo de la Presencia Celestial en la Gruta de Massabieille en el pueblo de Lourdes, encontró a una María esplendorosa, que dio vida a un lugar de sanaciones y espiritualidad que llegará a millones de personas con el paso de las décadas. Vestida de blanco, refulgente como el sol, se presentó para confirmar el tercer Dogma Mariano que había sido promulgado por el Papa Pío IX pocos años antes: La Inmaculada Concepción de María. Este hecho nos llena el alma de alegría y da sentido por si solo a la Presencia de la Madre de Dios en Lourdes. Pero María hizo también otros prodigios, como el de hacer surgir una fuente de agua de la roca: esta agua no ha cesado de producir milagros de sanación física hasta hoy en día. Sin embargo, es la sanación espiritual el milagro mas grande de Lourdes: millones de personas concurren cada año a la Gruta en peregrinación, a manifestar su amor por la Madre del Salvador.

La testigo de la aparición siguió su vida luego de las dieciocho apariciones que pudo presenciar en la Gruta de Massabieille: Bernardita Soubirous dio curso a su naciente vocación religiosa, y se ordenó como la Hermana María Bernarda. Sin embargo, triste fue su vida de convento ante la incomprensión de su madre superiora y sus compañeras. Burlada, menospreciada y dejada de lado, supo con humildad entregar todo a la Voluntad del Creador. Enferma desde niña, tuvo un fuerte recrudecimiento de sus enfermedades con el paso del tiempo, hasta morir a los treinta y cinco años en una entrega total a Jesús y María.

La Hermana María Bernarda fue canonizada como Santa Bernardita, ante las evidencias de santidad que tuvo después de las apariciones, y hasta su serena muerte. Su cuerpo fue descubierto incorrupto después de muchos años, fresco como si hubiera muerto ayer. Y así se lo puede admirar en el convento de Nevers donde Bernardita pasó los últimos años de su vida terrenal. ¡Admiremos este prodigio del poder de Dios frente a nosotros, miren el rostro de Bernardita vivo como si hubiera muerto ayer!.

Lourdes es una joya muy importante en el alhajero de Dios: Jesús se lo regala a Su Madre, María Santísima. Es una manifestación Celestial llena de amor, de pureza, de humildad y de entrega a la Voluntad del Creador. ¡Es María en su máxima expresión!.

María, Madre mía, que te presentas a los más humildes envuelta en la Gracia de Tu Hijo. Envuélvenos en Tu Manto, cobíjanos de las impurezas del mundo y danos el calor de tu sonrisa. Haz que ahora, y por siempre, nos entreguemos a tu sencillez, tu silencio, tu humildad y tu confianza infinita en la Mano del Padre. Que el Espíritu Divino que tú recibiste para Gloria de los tiempos pasados, presentes y futuros, descienda sobre nosotros por Tu Sagrada Intercesión.

¡María, Madre mía, en tus brazos nos entregamos!

El momento

La aparición de María en Lourdes, Francia, se produce en el año 1858, veintiocho años después de la aparición de la Medalla Milagrosa (Santa Catalina Laboure en la Rue de Bac, París) y doce años después de la aparición de La Salette (Maximin y Melanie, en los alpes franceses). ¿Por qué tanta sucesión de gracias en Francia, en tan pocos años?. En aquellos años se propagaba desde Francia hacia el mundo una sucesión de doctrinas que ponían el centro en el hombre, alejándolo de Dios. Sectas y sociedades secretas fermentaron bajo los ideales de la revolución francesa, que bajo un aparente manto de buenas intenciones escondió un impulso al alejamiento de Dios, además de un ataque a la Iglesia de Cristo. También fermentaban en aquellas épocas muchas doctrinas incorrectas dentro de la propia iglesia. María vino a advertir de todo esto en esta sucesión de apariciones en suelo galo, a decirnos a los hombres que detengamos nuestro camino plagado de errores, que volvamos a poner a Dios en el centro de nuestras vidas, que no caigamos en doctrinas y filosofías del todo humanas, que solo sirven para ocultar a Dios de la vista del mundo.

Pero en el caso particular de Lourdes, vino a confirmar y agradecer la promulgación del tercer Dogma Mariano: María, la Inmaculada Concepción. Pocos años antes, en 1854, el Papa Pío IX había definido el nuevo dogma, después de siglos de meditación de los teólogos y Papas respecto de tan importante misterio de la obra de Dios. Y María se manifestó a esta pobre niña francesa bajo el titulo de La Inmaculada Concepción. ¡Que sorpresa la de los teólogos cuando esta ignorante niña manifestó un término sólo conocido por unos pocos!.

María nos advierte de los peligros, de nuestros errores, como una Madre que ama a sus hijos desde lo más profundo de su Corazón. Pero también nos felicita, nos incentiva a seguir, cuando hacemos algo correcto. Es una Madre educadora y formadora que se manifiesta cuando el bien de sus niños así lo requiere. En Lourdes vino a decirnos: gracias por tan hermoso regalo, por descubrir una joya tan preciada en el alhajero de la Santísima Trinidad. Madre perfecta y pura, concebida llena de gracia. ¡María, Inmaculada Concepción, sé la alegría del alma mía!

El lugar

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El pequeño pueblo de Lourdes, en las hermosas montañas de los Pirineos Franceses, fue el testigo de la aparición de María a Santa Bernardita de Soubirous. En el siglo XIX Lourdes es una cabeza de partido de más de 4.000 habitantes, entre los cuales hay notarios, abogados, médicos oficiales, pero también obreros, canteros, pizarreros y pequeños artesanos, tales como los molineros. Los diversos cursos de agua que bajaban de las montañas eran utilizados para motorizar la piedra de los molinos harineros que abundaban en el lugar. Los molinos son numerosos, algunos fuera de la ciudad, a lo largo de uno de los riachuelos que mueren en el Gave, como es el Lapacca. Justamente la hija de un molinero fue testigo y protagonista de la Presencia Celestial en el lugar, ya que la primera infancia de Bernardita ocurrió en un molino.

Pero Lourdes también fue un punto en que, al igual que muchos otros lugares de Europa, sufrió la hambruna y miseria que había sido profetizada por la Madre de Dios pocos años antes en la aparición de La Salette. El fracaso de las cosechas de trigo, nueces, papas y las pestes que la miseria trajo al pueblo, no fue ajena al pueblo de Lourdes.

Como suele ocurrir en muchas apariciones, María se presenta a niños humildes e ignorantes en lugares alejados y rurales, como una forma de manifestar su predilección por los mas humildes. Sin dudas que los corazones de muchos habitantes de Lourdes estaban abiertos al mensaje de Dios, preparados por el dolor y sufrimiento que se había abatido sobre sus hogares por aquellos tiempos. Acrisolados por la adversidad, los pobladores se entregaron a las evidencias que Dios puso en sus manos y dieron impulso a una de las apariciones que mas ha cambiado la historia del mundo, siendo actualmente el Santuario mas visitado junto con el de Nuestra Señora de Guadalupe, en México. No restemos méritos al pueblo de Lourdes, ellos hicieron con su fe una llama que iluminó la Presencia de María y dio esperanza a un mundo que se internaba en la oscuridad de doctrinas plagadas de egocentrismo y vanidad humana.

Gracias María, gracias pueblo de Lourdes, gracias Francia por habernos dado, con tu fe, la luz de la Presencia Divina que testimonia la sencillez y humildad que Dios espera de nosotros.

La vidente

Marie Bernard de Soubirous, Santa Bernardita o Santa Bernardette, es la sencilla alma que utilizó Dios para llegar a nosotros. Al igual que Santa Catalina de Laboure (La Medalla Milagrosa) Bernardita estuvo sola en todo momento, fue su testimonio el único soporte de la manifestación celestial que le tocó vivir. En muchas otras apariciones son múltiples los testimonios de los videntes (Fátima, La Salette, Medjugorje), pero en este caso fue ella contra la incredulidad de mucha gente. Es muy difícil para una niña de tan corta edad enfrentar con coraje la resistencia de nuestros corazones incrédulos, pero ella lo hizo apoyada únicamente en su fe inquebrantable y en su sencillez sin limites. ¡Pero no nos olvidemos de su coraje!.

Santa Bernardita nació el 7 de enero de 1844. En su bautismo le pusieron el nombre de Marie Bernard, pero desde pequeña la llamaban por el diminutivo “Bernardette”. Su padre Francisco era un hombre honesto y recto, que tenía el oficio de molinero. Durante la niñez de Bernardita su familia vivía en el molino de Boly, propiedad de una familia acomodada del lugar. Los Casterot habían entregado en renta el molino a Francisco: él se casó con Luisa Casterot cuando ella tenía 16 años de edad, y así se pensaba que su futuro estaría asegurado. Los hijos mayores eran niñas, de las que Bernardita era la primera, después de ella venía Toinette (dos años y medio más joven) y luego los dos varones, Jean Marie y Justin. El matrimonio era feliz: cuando los clientes venían a moler su trigo, la joven pareja les servía una comida completa. Esto podía hacerse en tiempos de abundancia, pero llegó a hacer crisis en tiempos de estrechez. Se puede decir de este modo que Bernardita nació en una familia de clase media, no fue pobre en su primer infancia. De hecho cuando ella nació fue confiada a una nodriza por seis meses. La nodriza, llamada Marie Avarant y de casada Lagues, vivía en Bartres, en el campo a 5 millas de Lourdes. Marie Lagues amamantó a Bernardette por 15 meses, desde junio de 1844 a octubre de 1845. De acuerdo con la costumbre ambas familias quedaron muy unidas entre sí.

Ella siempre recordó esos primeros diez años como sus años felices, en unión con sus padres y hermanos. Llamará a ese lugar el molino de la felicidad, porque allí descubre algo muy importante en la vida de todo hombre, de toda mujer: el amor humano. Alguna vez dirá: “Papa y mamá se aman”. Esta experiencia hará de ella una joven profundamente equilibrada, sobre todo en el momento de la prueba, de la miseria y de la enfermedad.

Comienza el sufrimiento de Bernardita

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A partir de 1854 varios acontecimientos vienen a trastornar la vida de la familia de Bernardita. Primero, un accidente de trabajo disminuirá a Francisco Soubirous, cuando una esquirla de la piedra del molino le salta a un ojo y lo deja tuerto. El fracaso de las cosechas de trigo (dos años de sequías profetizadas en La Salette) dejó en la hambruna al pueblo, pero también dejó sin trabajo a los molinos harineros. Mas tarde, cuando estamos ya en plena revolución industrial, aparecerán los nuevos molinos de vapor con los que no pueden competir los tradicionales molinos de agua. Todos estos molinos, empezando por el de Francisco Soubirous, van a la ruina. Las deudas y la imposibilidad de pagar el alquiler forzaron a los Soubirous a dejar el molino (fueron arrojados de su hogar) y albergarse en una miserable y pequeña habitación que les cedió un primo de Francisco llamado Andrés Sajous, que había sido una celda en otras épocas (se la conoce como le cachot, el calabozo). El lugar de hecho había sido abandonado como calabozo por ser insalubre, y recibe a la familia a comienzos del invierno de 1857. Les prestan una cama para los padres y otra para los cuatro hijos, y disponen además de un baúl y algunas banquetas. En un solo cuarto vivían los seis, el padre, la madre y los cuatro hijos. Para conseguir el escaso pan para los niños, Francisco y Luisa tomaban todo tipo de trabajos que podían encontrar. En medio de esta miseria Francisco fue falsamente acusado por el panadero de Lourdes de haber robado dos sacos de harina: le costará ocho días de cárcel. Al mismo tiempo una epidemia de cólera se abate sobre Lourdes, causando 38 muertos. Varios centenares de personas se ven afectadas por esta terrible enfermedad, entre ellas Bernardita, que sufrirá las consecuencias durante toda su vida.

Marcada y herida por los acontecimientos que han llevado a su familia a la marginación social, Bernardita es víctima de un doble sentimiento de exclusión. Primero en el pueblo: la señalan con el dedo como a la que vive en “el calabozo”. Y después que su padre tuvo que pasar una semana en la cárcel, la llaman la hija del “ladrón Soubirous”. Después en la parroquia: todos los domingos va a misa, pero a diferencia de sus compañeras no puede ir a comulgar, porque aún no ha hecho la primera comunión. Tiene catorce años, pero la enfermedad y el trabajo le han impedido ir a la escuela, por lo que no sabe leer ni escribir. Tampoco sabe hablar francés ya que sólo habla el dialecto de Lourdes, mientras el catecismo se enseñaba en idioma francés.

Su estancia en Bartres

En Noviembre de 1857 los Soubirous aceptan la propuesta de María Lagues (la antigua nodriza de Bernardita) para que ésta vaya como criada a su casa, en Bartre, un pueblecito cercano a Lourdes. Las dificultades económicas de la familia Soubirous dieron oportunidad a María Lagues para pedir hacerse cargo de Bernardita: el pretexto fue que le ayudase con otros niños, pero en realidad la quería para el pastoreo de ovejas. Quedó así como una pastorcita contratada aunque sin paga. Su padre, que la quería mucho, se dijo: “Será una boca menos que alimentar”.

Al ir a Bartres le prometieron que podría prepararse con el sacerdote del lugar para hacer su Primera Comunión. Tenía casi 14 años y era la única niña de su edad en Lourdes que no la había recibido. Pero al ver que era muy buena en su trabajo, la obligaban a pasar más tiempo cuidando las ovejas, lo que no le permitía asistir a las clases de catecismo. Los dos niños de la familia donde vivía se marchaban todas las mañanas a las clases de catecismo, mientras a ella le exigían marcharse al campo a pastorear. Esto le dolía mucho en su corazón. Pero el deseo de hacer la primera comunión hará que Bernardita regrese al “calabozo” en Enero de 1858, pocas semanas antes de la primera aparición.

Ha surgido un interrogante sobre la inteligencia de Bernardita. Muchos sugieren que no era inteligente. Es cierto que ella aprendía con dificultad y hasta ella misma decía que tenía “mala cabeza”, queriendo decir que tenía poca memoria. Al habérsele negado la posibilidad de estudiar, Bernardita, a los 13 años de edad todavía no sabía leer ni escribir. El maestro Jean Barbet, quién en una ocasión le dio clases de catecismo, decía de ella: “Bernardita tiene dificultad en retener las palabras del catecismo porque no puede estudiarlas, ya que no sabe leer, pero ella hace un gran esfuerzo en comprender el sentido de las explicaciones. Aún mas, ella es muy atenta y, especialmente, muy piadosa y modesta”.

Sin duda Bernardita había sabido cultivar un gran tesoro de Dios: un corazón adornado de las mas bellas virtudes cristianas: inocencia, amabilidad, bondad, caridad y dulzura. El sacerdote de Bartres, Abbé Arder, si bien se marchó a un monasterio poco después que llegara Bernardita, en los pocos contactos que tuvo con ella pudo captar la excelencia de su corazón. El tenía mucha fe en las apariciones de La Salette ocurridas once años atrás (1846) y así comparaba a Bernardita con los niños de La Salette. Decía: “Ella me parece una flor toda envuelta con perfume Divino. Yo le aseguro que en muchas ocasiones cuando la he visto, he pensado en los niños de La Salette. Ciertamente, si la Santísima Virgen se le apareció a Maximino y a Melania, lo hizo en orden a que ellos se convirtieran en simples y piadosos como ella.” Ni la ignorancia, ni la pobreza, ni el aspecto enfermizo de Bernardita le previnieron de apreciar en ella la simplicidad y la piedad. Decía el Sacerdote en una ocasión: “Mira a esta pequeña. Cuando la Virgen Santísima quiere aparecerse en la tierra, ella escoge niños como ésta”. Sus palabras fueron proféticas ya que a los pocos meses la Virgen se le comienza a aparecer en la gruta de Massabielle, cerca de Lourdes.

Todo estaba preparado: María observaba desde el Cielo cómo su pequeña caminaba hacia el momento de gloria de su vida terrenal. Había sido elegida, en el Plan de Dios, para jugar un papel importante en el llamado a los corazones inocentes, y ella misma era una criatura tremendamente inocente y pura. ¡Nada es casual en las manifestaciones Celestiales!

El regreso a Lourdes: las apariciones

última aparición de la Virgen de Lourdes

Cuando Bernardita vio que su deseo de prepararse para recibir la Comunión no era posible en Bartres, le pidió a María Lagues que le permitiera ir a Lourdes donde insistió a sus padres en que le concedieran regresar a casa. Quería recibir la Primera Comunión y tendría que empezar las clases de catecismo inmediatamente si quería recibirla en 1858. Sus padres accedieron y regresó a Lourdes el 28 de enero de 1858, sólo 14 días antes de la primera aparición de la Virgen.

Es importante, por lo tanto, comprender la razón por la que Bernardita se encontraba en Lourdes cuando tenía 14 años y comenzaron las apariciones: ella buscaba con todo su corazón recibir la Santa Comunión. La Virgen visita a un alma muy pura llena de amor por su Hijo, un alma dispuesta a cualquier sacrificio para llevar a cabo la obra de Dios. Bernardita, al verse impedida de recibir la comunión, recurre a la Virgen, reza diariamente el Santo Rosario y la Virgen le abre las puertas. La Virgen sabe que puede confiar en ella el trascendente mensaje que desea comunicar al mundo. De este modo, el 11 de febrero de 1858 era el día elegido para que el Cielo se hiciera presente en la tierra. Ese día cambiaría para siempre no solo la vida de Bernardita, sino que marca el comienzo de una fuente de Gracias que ha brotado para toda la humanidad, fuente que solo crece con el tiempo.

Ese día, con un tiempo tormentoso y amenazador, la madre de Bernardita le permitió ir al campo a buscar leña seca junto con su hermana menor llamada Toinette y una niña que vivía en una casa cercana, Jeanne Abadie. El lugar preferido estaba cerca del cementerio, pero como no encontraron ramas secas allí, siguieron camino pasando por el molino de Savy. De este modo se fueron acercando para recoger leña en un campo que había frente a la gruta de Massabieille. El canal que llevaba agua al molino de Savy pasaba frente a la gruta, de tal modo que las niñas debían cruzar el frío curso de agua para poder recoger la leña. Bernardita por su fragilidad física se quedó atrás. Las compañeritas habían pasado ya el canal, pero Bernardita no se atrevía a meterse al agua porque estaba muy fría y tenía miedo de enfermarse. Las demás insistían en que lo hiciese y cuando ella empezó a descalzarse, un ruido muy fuerte, parecido a un viento impetuoso, la obligó a levantar la cabeza y mirar hacia todos los lados.

¡Qué es esto!, se decía. Sin embargo las hojas de los árboles estaban inmóviles. El ruido del viento empezó de nuevo y más fuerte en la gruta. Bernardita notó entonces que sólo un arbusto que estaba en la gruta se movía con el viento, mientras los demás permanecían inmóviles. Y ahí, desde el fondo de la gruta, emergió una nube dorada e inmediatamente una maravillosa aparición se destacaba delante de ella, deteniéndose sobre el arbusto de rosas silvestres que estaba a la entrada de la gruta de Massabieile. En este mismo momento empezaron a sonar las campanas de la Iglesia parroquial y se oyó el canto del Ángelus.

La primera Aparición

De este modo, el 11 de febrero de 1858 en medio de una luz resplandeciente como el sol, pero dulce y apacible como todo lo que viene del Cielo, una joven prodigiosamente bella de unos 16 o 17 años de edad se dejó ver por Bernardita. Vestía un traje blanco, brillante y de un tejido desconocido, ajustado al talle con una cinta azul. Un largo velo blanco le caía hasta los pies envolviendo todo el cuerpo. Los pies, de una limpieza virginal y descalzos, parecían apoyarse en el rosal silvestre sobre el que flotaba la imagen, a la entrada de la gruta. Dos rosas brillantes de color de oro cubrían la parte superior de los pies de la Santísima Virgen. Juntas sus manos ante el pecho, ofrecían una posición de oración fervorosa. Tenia entre sus dedos un largo Rosario blanco y dorado con una hermosa Cruz de oro. Todo en Ella irradiaba felicidad, majestad, inocencia, bondad, dulzura y paz. La frente lisa y serena, los ojos eran azul celeste llenos de amor y los labios mostraban suavidad y mansedumbre. La Señora parecía saludarla tiernamente mientras se inclinaba ante Bernardita.

Bernardita se frotó sus ojos y los volvió a abrir, confirmando que no estaba soñando y que lo que veía era real. En ese momento, al ver la sonrisa de la Señora, perdió todo miedo y arrodillándose buscó su Rosario que traía siempre en su bolsillo. La Dama hizo una señal de aprobación con su cabeza y tomó el Rosario que llevada. Bernardita intentó hacer la señal de la Cruz, pero su mano quedó paralizada. En ese momento la Virgen tomo la Cruz del Rosario e hizo la señal de la Cruz e indicó a Bernardita que lo hiciera como ella. En ese momento su brazo paralizado quedó libre. La Señora empezó a pasar las cuentas del Rosario entre sus dedos y Bernardita empezó a rezar el suyo, cada una en oración interior. Sólo al final de cada misterio la Madre de Dios rezaba el Gloria con Bernardita. Al terminar, la Virgen le hizo señas con el dedo para que se acercara y extendiendo el brazo, se inclinó dulcemente y sonrió como despidiéndose de Bernardita, retornando hacia el interior de la gruta. ¡La Visión había desaparecido!.

Cuando las otras dos niñas volvieron a la gruta vieron a Bernardita de rodillas en el mismo lugar donde había visto a la Señora. Se rieron de ella, le dijeron que estaba loca, mientras le preguntaban si volvería con ellas o se quedaría allí. Bernardita cruzó entonces el curso de agua encontrándola tan caliente como la que utilizaba su madre para lavar la vajilla.

Bernardita preguntó a las otras niñas si habían visto algo en la gruta y al responderle éstas que no, les contó su experiencia y les pidió silencio. Pero la hermana de Bernardita se lo contó a su mamá. La madre no le creyó y ordenó a Bernardita que se dejase de imaginaciones y que le estaba prohibido regresar a la gruta. Esa noche, mientras rezaban el Rosario en familia, Bernardita rompió en llantos, repitiendo su invocación favorita: “Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que acudimos a ti”.

¡Que sencillez!. Cuanta inocencia y pureza en todo lo que ocurre alrededor de la Madre de Dios. Nada parece especial a los ojos de los hombres en un primer momento, pero con el tiempo se comprende que Dios no requiere de palacios, ni de tronos humanos, ni de vanidosas manifestaciones de poder terrenal. La gruta era un lugar apartado que solía ser refugio de los cerdos que criaban los vecinos del lugar. Y pasó a ser el centro de atención de millones de personas que por más de un siglo han sabido ver allí la paz y la magnificencia que dejó el paso de la Reina del Cielo.

Segunda aparición

Bernardita insistió ante su madre para que la deje volver a la gruta, pero ésta se negó repetidamente con diversos argumentos. Pensaba que todo era una treta del demonio, o que su hija había vuelto loca, pero ante todo temía hacer el ridículo entre sus vecinos. Finalmente el día 14 de febrero las niñas insistieron en que les dieran permiso para regresar a la gruta. Todos pensaban que lo que le había pasado a Bernardita era un engaño de satán, y entonces le dijeron que fuera a la gruta y rociara agua bendita para terminar con todo aquello. Así huiría el demonio y se quedarían tranquilos. Ante estos argumentos la madre finalmente aceptó y le dio autorización para ir a la gruta acompañada de otras niñas que, conociendo la historia, insistían en acudir al lugar con ella.

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Cuando llegaron a la gruta, Bernardita les pidió que se arrodillaran a rezar el Santo Rosario. Apareció de nuevo la Virgen, como el rostro de Bernardita testimonió cuando se transfiguró frente a las demás niñas. Ella tiró el agua bendita y dijo: “Si vienes de parte de Dios, acércate a nosotras”. El agua bendita llegó hasta los pies de la Virgen y Ella sonriendo con mas dulzura se acercó a Bernardita. Tomó el Rosario y se persignó con él. Empezaron ambas a rezarlo. Bernardita estaba como muerta, su mirada extasiada fija en la gruta, tan así que las otras niñas empezaron a llorar ruidosamente. Esto atrajo a dos mujeres del cercano molino Savy. Cuando vieron a Bernardita en éxtasis trataron de moverla, de interrumpir su visión, pero nada de esto fue posible. Entonces una de ellas fue a buscar a su hijo Antonio, un joven de 28 años. El se quedó maravillado de lo que vio: el rostro de Bernardita era una visión celestial, no se sintió digno siquiera de tocarla. Obligado por su madre, Antonio tomó a Bernardita en sus brazos y la llevó hacia el molino Savy. En todo momento ella mantuvo sus ojos clavados en un punto por encima de su rostro. Al llegar al molino Bernardita volvió lentamente en si, dejando el éxtasis. Cuando su madre llegó al molino estaba furiosa, y si no castigó a su hija fue porque las señoras y Antonio la reprendieron. ¡Como se atrevía a enojarse con alguien que era mas un ángel que una niña!. Al atardecer ya toda la población comentaba las maravillas que ocurrían en la gruta de Lourdes, pero a los comentarios se unían las burlas, desprecios e insultos.

Tercera Aparición

Luego de muchas discusiones e intentos de vencer su moral y convicción interior, los padres de Bernardita empezaron a creerle ya que ella jamás había mentido antes y se caracterizaba por su obediencia. Además los convenció la naturalidad con que ella exponía los eventos y sus mas pequeños pormenores. El 18 de febrero una señora y una religiosa deseaban acompañar a Bernardita a la gruta. Fueron con ella primero a la Santa Misa de las 5:30 a.m. y de allí se dirigieron a Massabieille. Bernardita caminaba tan rápido que parecía como si una fuerza superior la empujase hacia allá. Se arrodilló y empezó el rezo del Rosario, lanzó un grito de júbilo al ver al fondo de la gruta a la Señora. Le preguntó si se podían quedar sus dos acompañantes y la Virgen dijo que sí. Ellas también se arrodillaron y se pusieron a rezar mientras encendían una vela bendita. Bernardita le pasó un papel a la Virgen pidiéndole que escribiera cualquier cosa que deseaba comunicarle, a pedido de una de las señoras. La Virgen le dijo entonces:

“Lo que tengo que comunicarte no es necesario escribirlo, hazme únicamente el regalo de venir aquí durante quince días seguidos”.

Bernardita se lo prometió y la Virgen le respondió: “Yo también te prometo hacerte dichosa, no ciertamente en este mundo, sino en el otro” .

La quincena milagrosa

El rumor de las apariciones se esparció rápidamente y una gran multitud acudió a la gruta a partir de entonces.

19 de febrero: Llegó Bernardita a la gruta acompañada de sus padres y un centenar de personas. A partir de este día, iba a todas las apariciones con una vela encendida.

20 de febrero: Alrededor de 500 personas la acompañaban.

21 de febrero: Varios miles de personas llenaban todos los alrededores de la gruta. Hubo un momento en que la aparición parecía hacerse hacia atrás, y como hundirse en el interior de la roca. Para no perderla de vista, Bernardita fue acercándose de rodillas. Observó que la Virgen se había puesto triste. Le preguntó, ¿qué te pasa?, ¿qué puedo hacer?. La Virgen respondió: “Rogad por los pecadores”.

Bernardita era objeto de toda clase de burlas, persecuciones y ofensas. Incluso las autoridades civiles tomaron carta en el asunto. El comisario llegó a recogerla para hacerle un largo examen. Amenazó con llevarla a la cárcel si continuaba yendo a la gruta. Uno de los principales médicos de Lourdes se dedicó a estudiarla, observarla y examinarla. Este llegó a la conclusión que en Bernardita no había ningún signo de alucinación, histeria o escape de la realidad. Dijo así: “Aquí hay un hecho extraordinario, totalmente desconocido a la ciencia y a la medicina”. Sin embargo las persecuciones no terminaron: la policía continuó tratándola indignamente. El Párroco de Lourdes la defendió enérgicamente, pero manteniendo una actitud cauta respecto de la aparición. De hecho no acudía a la gruta como las multitudes del pueblo y de la región si lo hacían. En todo este proceso Bernardita se mantuvo firme pero con humildad, nunca tomando una posición defensiva, ni de ataque contra nadie.

22 de febrero: La Virgen no se le apareció. Todos se burlaban de Bernardita. Ella lloraba pensando que quizás había cometido alguna falta y que por eso la Virgen no se le había aparecido. Pero tenía la firme esperanza de volver a verla. Una de las cosas que mas sorprendía a la gente era ver a una humilde y sencilla pastorcita, carente de adecuada educación, saludar con gracia y dignidad a la Virgen al concluir la aparición. Le preguntaron una vez: “Dime, ¿quién te ha enseñado a hacer tan graciosos saludos?”. “Nadie, contestó, no se como habré saludado, trato de hacerlo como lo hace la Visión y ella me saluda de este modo cuando se marcha.”

23 de febrero: Primera vez que la Virgen formula una orden concreta. Ante diez mil personas la Virgen le da a Bernardita un secreto que solo a ella le concierne y que no puede revelar a nadie. También le enseñó una oración que le hacía repetir, pero que no quiso que la diera a conocer. La Virgen le dijo: “Y ahora, hija mía, ve a decir a los sacerdotes que aquí, en este lugar, debe levantarse un Santuario, y que a él debe venirse en procesión”.

Bernardita se dirigió inmediatamente hacia la Iglesia a darle el mensaje al Párroco. El sacerdote le preguntó el nombre de la Señora, a lo cual Bernardita le respondió que no sabía. Después de escucharla, el párroco le dijo: “Puedes comprender que yo no puedo bastarme de tu solo testimonio. Di a esa gran Señora que se de a conocer; si es la Virgen, que lo manifieste mediante un gran milagro. ¿No dices que se te aparece encima de un rosal silvestre?. Entonces dile de mi parte, que si quiere un Santuario, que haga florecer el rosal”. El sacerdote se mostraba firme y distante en su actitud exterior, pero luego confesó que en su interior sentía una gran emoción y amor al escuchar los relatos de la pequeña niña. Su responsabilidad como pastor lo obligaba a ser cauto y conservador.

24 de febrero: Toda la gente quiso saber que pasaría con el encargo del Párroco y si la Virgen haría el milagro del rosal. Bernardita como siempre llegó a la gruta y se arrodilló, sin poner atención en absoluto a la gente que iba por curiosidad. Le contó a la Virgen lo que el sacerdote le había pedido. La Virgen solo sonrió, sin decir una palabra. Después la mandó a rogar por los pecadores y exclamó tres veces: “¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!”. Le hizo repetir estas palabras y Bernardita lo hacía mientras se arrastraba de rodillas hasta el fondo de la gruta. Ahí le reveló un secreto personal y después desapareció.

Bernardita por humildad no relató todo los detalles, pero los testigos contaron que también se le vio besar la tierra a intervalos. La Virgen le había dicho: “Rogarás por los pecadores…besarás la tierra por la conversión de los pecadores”. Como la Visión retrocedía, Bernardita la seguía de rodillas besando la tierra. Bernardita se volvió hacia los asistentes y les hacía señas de: “Ustedes también besen la tierra”. Desde entonces le fue encomendada a Bernardita la penitencia por los pecadores. Un día la Virgen la mandó a subir y bajar varias veces la gruta de rodillas, la Virgen tenía la cara llena de tristeza. “La Virgen me lo ha mandado por mi y por los demás”, dijo ella.

La fuente de agua milagrosa

Agua de Lourdes

El 25 de febrero María le dijo en la visión: “Hija mía, quiero confiarte solamente para ti el último secreto. Igualmente que los otros dos, no lo revelarás a ninguna persona de este mundo”.

Y ahora -le dijo la Virgen después de un momento de silencio- ve a beber y lavarte los pies a la fuente, y come de la hierba que hay allí. Bernardita miró a su alrededor y no vio ninguna fuente. Pensó entonces que la Virgen la mandaba al canal que pasaba frente a la gruta y se dirigió hacia allá. La Virgen la detuvo y le dijo: “No vayas allá, ve a la fuente que está aquí”. Le señaló hacia el fondo de la gruta. Bernardita subió y, cuando estuvo cerca de la roca, buscó con la vista la fuente no encontrándola, y queriendo obedecer, miró a la Virgen. A una nueva señal Bernardita se inclinó y escarbando la tierra con la mano, pudo hacer en ella un hueco. De repente se humedeció el fondo de aquella pequeña cavidad y viniendo de profundidades desconocidas a través de las rocas, apareció un agua que pronto llenó el hueco que podía contener un vaso de agua. Mezclada con la tierra cenagosa, Bernardita la acercó tres veces a sus labios, no resolviéndose a beberla. Pero venciendo su natural repugnancia al agua sucia, bebió de la misma y se mojó también la cara. Todos empezaron a burlarse de ella y a decir que ahora si se había vuelto loca. Pero, ¡misteriosos designios de Dios!, con su débil mano acababa Bernardita de abrir, sin saberlo, el manantial de las curaciones y de los milagros mas grandes que han conmovido la humanidad desde entonces. Con el paso de los días la gente entendió lo que había ocurrido en la gruta, en su verdadera dimensión. Lo que originalmente les pareció algo extraño y anormal, culminó siendo un regalo inmenso del mismo Dios.

El agua milagrosa de Lourdes ha sido analizada por hábiles químicos: Es un agua virgen, muy pura, un agua natural que carece de toda propiedad térmica. Además tiene la peculiaridad que ninguna bacteria sobrevive en ella. Simboliza la Inmaculada Concepción, en cuyo ser nunca hubo mancha de pecado original ni personal.

26 de febrero: El primer milagro de curación: El buen párroco de Lourdes había pedido una señal, y en vez de la muy pequeña que había pedido, la Virgen acababa de darle una muy grande, y no solo a él, sino a toda la población. Había en Lourdes un pobre obrero de las canteras, llamado Bourriette, quien veinte años antes había tenido el ojo izquierdo horriblemente mutilado por la explosión de una mina. Era un hombre muy honrado y muy cristiano. Mandó a la hija a buscarle agua a la nueva fuente y se puso a orar, y aunque estaba un poco sucia, se frotó el ojo con ella. Comenzó a gritar de alegría. Las negras tinieblas habían desaparecido, no le quedaba mas que una ligera nubecilla, que fue desapareciendo al seguir lavándose. Los médicos habían dicho que él jamás se curaría. Al examinarlo de nuevo no quedó mas remedio que llamarle a lo sucedido por su nombre: milagro. Y lo mas grande era que el milagro había dejado las cicatrices y las lesiones profundas de la herida, pero había devuelto aún así la vista. Muchos milagros siguen sucediendo en Lourdes, por lo que en el santuario hay siempre una multitud de enfermos.

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La primera vela en la gruta de Lourdes: Un día al final de la aparición, Bernardita se acercó a su tía que la acompañaba y le dijo: ¿Quieres darme una vela y permitirme dejarla en la gruta?. Entonces se dirigió hasta el fondo de la gruta y allí la dejó encendida, apoyándola en la roca. Esta vela quizás en su momento fue la única, ahora son millones las que arden constantemente ante la imagen de la Virgen. La vela encendida es un hermoso símbolo: la cera blanca y virgen de la que está formada siempre ha representado la humanidad que Cristo tomó de María, y que unida a la Divinidad es la Luz del mundo. Como la cera de la vela, ésta humanidad sagrada se consumirá delante de Dios en adoración, suplicas y acción de gracias. La luz de la vela, resplandeciente y radiante, simboliza la Divinidad del Hijo de María. La vela encendida representa igualmente al cristiano, que iluminado por la fe debe consumirse delante de Dios como víctima de penitencia y amor.

El 2 de marzo Bernardita fue de nuevo a ver al párroco de Lourdes, recordándole la petición de la Virgen de levantar un Santuario en el lugar de las apariciones. El párroco le contestó que era obra del Obispo quien ya estaba enterado de la petición y sería el encargado de poner por obra el deseo celestial de la Visión.

El 4 de marzo, ultimo día de la quincena y siguiendo su costumbre, Bernardita antes de dirigirse a la gruta asistió a la Santa Misa. Al final de la aparición, tuvo una gran tristeza, la tristeza de la separación. ¿Volvería a ver a la Virgen?. La Virgen siempre generosa, no quiso que terminara el día sin una manifestación de su bondad: un gran milagro, un milagro maternal, coronación de la quincena de apariciones: un niño de dos años estaba ya agonizando, se llamaba Justino. Desde que nació tuvo una fiebre que iba poco a poco desmoronando su vida. Sus padres, ese día, lo creían muerto. La Madre en su desesperación lo tomó y lo llevó a la fuente: el niño no daba señales de vida. La madre lo metió quince minutos en el agua que estaba muy fría. Al llegar a la casa, notó que se oía con normalidad la respiración del niño. Al día siguiente, Justino se despertó con tez fresca y viva, sus ojos llenos de vida, pidiendo comida y sus piernas fortalecidas. Este hecho conmocionó a toda la comarca y pronto a toda Francia y Europa, tres médicos de gran fama certificaron el milagro, llamándolo de primer orden.

Entonces el gobernador de Tarbes, ciudad a la que pertenecía Lourdes, reunió a todos los alcaldes de la zona para dar instrucciones precisas de prohibir de inmediato la asistencia a la gruta de todo ciudadano. Todo fue en vano, cada día acudían mas peregrinos de todas partes. No obstante las persecuciones, las burlas y las injurias, Bernardita continuaba visitando la Gruta. Iba a rezar el Rosario con los peregrinos. Pero la dulce visión no aparecía. Ella ya estaba resignada a no volver a ver a la Virgen.

Yo soy la Inmaculada Concepción

Vigen de Lourdes

El 25 de Marzo fue el día de la gran revelación. En el día de la Anunciación Bernardita se sintió fuertemente movida a ir a la Gruta. Muy contenta obedeció ese llamado en su corazón, y fue inmediatamente. Como era una fecha solemne, los peregrinos tenían la esperanza de que la Virgen se aparecería y cuando llegó Bernardita se asombró de la cantidad de personas que encontró. Fue este día 25, en la historia de las apariciones, un día de gloria. Bernardita volvió a preguntarle a la Señora: “quieres tener la bondad de decirme quien eres y cual es tu nombre?”. La visión resplandecía mas que nunca, sonriendo siempre, y siendo su sonrisa la única respuesta. Bernardita insistió…”¿quieres decirme quien eres?, te lo suplico Señora Mía”. Entonces la Señora apartó su vista de Bernardita, separó sus manos, hizo deslizar en su brazo el Rosario que tenía en sus dedos, levantó a un mismo tiempo sus manos y su cabeza radiante, en tanto que sus manos se juntaron delante del pecho, su cabeza se afirmó y, mas resplandeciente que la luz del sol, dirigida la vista al cielo dijo:

“YO SOY LA INMACULADA CONCEPCIÓN”

Y así desapareció, dejando en Bernardita esta imagen y ese nombre. Bernardita oía por primera vez esas palabras. Mientras se dirigía a la casa parroquial para contarle al párroco (ya que éste le había dado el encargo de preguntar a la visión como se llamaba) iba ella por todo el camino repitiendo “Inmaculada Concepción”, esas palabras tan misteriosas y difíciles para una niña analfabeta. Cuando el párroco oyó el relato de Bernardita, quedó asombrado. ¿Como podía una niña sin ninguna instrucción religiosa saber el dogma que solo unos cuatro años antes había la Iglesia promulgado?. En 1854 el Papa Pío IX había definido el dogma de la Inmaculada Concepción. El sacerdote comprobó definitivamente que Bernardita no se había engañado, era ella, la Virgen Santísima, la soberana Madre de Dios quien se le aparecía en la Gruta. Años después confesó que mucho le costó reprimir la emoción que sintió cuando la niña pronunció esas palabras. Su corazón no podía ya ocultar la maravilla que estaba ante sus ojos. Bernardita también encontró entonces la seguridad de que era la Madre de Dios quien le hablaba, lo que le dio una gran paz y alegría en el corazón.

Este es el mayor misterio de Lourdes, revelado graciosamente por María a Bernardita: Los dogmas de la iglesia son fundamentales para dar firmes cimientos al Cuerpo Místico de Cristo. La iglesia, cuerpo vivo y en permanente evolución desde que Jesús mismo le dio vida, se nutre de las verdades que hacen de María un pilar fundamental de nuestra fe. Inseparable es María de Su Hijo, Jesús. E inseparable es la pureza de la Madre y la Pureza del Hijo. Inmaculada Una, inmaculado El. ¿Cómo podría el Padre haber dado la naturaleza humana a Su Hijo, si no fuera en un Cuerpo y un Alma Inmaculados?. La nueva Arca de la Alianza, María, fue, es y será la más pura obra de la Creación. La nueva Eva que vino a corredimirnos junto a Su Hijo: el Redentor, el nuevo Adán. Jesús y María, unidos indisolublemente en la obra de la Salvación: El sobre Su Trono de Rey, Ella a sus pies, como Su mas perfecta discípula.

5 de Abril: El día lunes de Pascua Bernardita volvió a la gruta, rodeada de una verdadera multitud de personas que oraban con ella. Arrodillada como era su costumbre, tenia en la mano izquierda la vela encendida que le acompañaba en todas las ocasiones y la apoyaba en el suelo. Absorta en la contemplación de la Reina de los Cielos, y mas sabiendo ahora con seguridad que era la Virgen Santísima, levantó sus manos y las dejó caer un poco, sin percatarse que las tenia sobre el extremo de la vela encendida. Entonces la llama comenzó a pasar entre sus dedos y a elevarse por encima de ellos, oscilando de un lado para el otro, según fuera el leve soplo del viento. Los que estaban ahí gritaban: “se quema”. Pero ella permanecía inmóvil. Un médico que estaba cerca de Bernardita sacó el reloj y comprobó que por mas de un cuarto de hora la mano estuvo en medio de la llama, sin hacer ella ningún movimiento. Todos gritaban ¡milagro!. El médico comprobó que la mano de Bernardita estaba ilesa. Después que terminó la aparición: uno de los espectadores aproximó a la mano de Bernardita la llama de la misma vela encendida, y ella exclamó: “¿Oh que quiere usted, quemarme?

La última aparición

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Fue el día 16 de Julio de 1858, día de la Virgen del Carmen. Bernardita, que llevó el escapulario del Carmen toda su vida, se siente de nuevo movida a ir a la gruta, que está cercada, vigilada y prohibida por las autoridades locales. Va acompañada de su tía Basile y unas vecinas. Bajan por praderas contiguas a la gruta, siendo acompañadas por una multitud que al verla no dudó del llamado de María. Se arrodillaron lo mas cerca posible de la gruta pero sin poder llegar a ella.

Bernardita recibe la última visita de la Virgen y diría luego: “Nunca se había aparecido tan gloriosa”. Bernardita había cumplido su misión, con gran amor y valentía ante todos los sufrimientos que tuvo que sobrellevar y ante todos los obstáculos que el Enemigo puso en su camino. Su confesor dijo repetidamente: “La mejor prueba de las apariciones es Bernardita misma, su vida”.

Los ataques del demonio

Se lee en el libro del Génesis que la enemistad entre la mujer y el demonio durará por siempre. Y esto es así porque es María quien vence al mal, con Su Pureza infinita y con Su Inmaculado Corazón. Es que satán simplemente no puede soportar tanta perfección celestial en una criatura. María representa y anticipa la derrota del mal, es la prueba de la santidad a la que se llega por el camino de la humildad, el silencio y la entrega a Dios. Este es el motivo por el que en toda aparición Mariana se producen ataques del maligno, y no fue Lourdes la excepción, ya que durante la cuarta aparición Bernardita escuchó claramente un coro de aullidos que provenían del canal que corre frente a la Gruta. Voces altisonantes, como de fieras que peleaban entre si, voces que le ordenaban que escape de allí. María también escuchó, ya que levantó su mirada en dirección a esas voces. De inmediato estas profirieron profundos gritos y se dieron a la fuga, no escuchando Bernardita más esos sonidos.

Pero antes de que terminen las apariciones hubo otros ataques del maligno: una señora llamada Honorine pasaba por la gruta cuando escuchó gritos y sonidos de bestias peleando dentro de la gruta. Esto le ocurrió también al día siguiente, por lo que la dama huyó aterrorizada y no fue a la gruta por mucho tiempo. También un niño llamado Juan Bautista Estrade sufrió un gran susto: al pasar frente a la gruta se detuvo a rezar por un momento. En ese momento vio que desde la gruta se dirigía hacia él una hermosa dama, que flotaba sobre una nube, pero una nube cuyos colores eran como los de las tormentas. Esta mujer fijó sus ojos en los del niño, que aterrorizado vio que eran enormes y negros. El niño comprendió que era el demonio y huyó. Solo luego de varios días aceptó narrar lo sucedido. Muchos otros eventos de este tipo sucedieron por esos días.

Pensemos por un instante en la gigantesca obra que surgió a partir de la aparición de Lourdes, y cuantas almas fueron rescatadas de las garras del mal a través de las gracias derramadas por la Madre de las Gracias allí. Además, Lourdes es un símbolo de pureza, de la Inmaculada Concepción, de principio a fin. Es a partir de estos simples pensamientos que comprendemos cuanto daño le hizo a los planes del príncipe de la mentira lo que ocurrió en la gruta de Massabieille. Por supuesto, quiso arrebatar de las manos de María semejante logro, más nada puede hacer él frente a la Reina del Cielo. ¡Con su calcañal Ella aplasta su cabeza

El mensaje de la Madre de Dios en Lourdes

El Mensaje que la Santísima Virgen dio en Lourdes, Francia, en 1858, puede resumirse así:

1. Es un agradecimiento del Cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes (1854), al mismo tiempo que así se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de ésta virtud.

2. Es una exaltación a las virtudes de la pobreza y humildad aceptadas cristianamente, al escoger a Bernardita como instrumento de su mensaje.

3. Un mensaje importantísimo en Lourdes es el de la Cruz. La Santísima Virgen le repite que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la Cruz.

4. La importancia de la oración, del rezo del Santo Rosario, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello). También un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y la importancia del cuidado de los enfermos.

Bernardita después de las apariciones

Santa Bernardita

La humilde jovencita escogida para tan gran misión permaneció después de las apariciones como era antes, es decir la Virgen se encargó de conservarla sencilla, humilde y modesta. A ella no le gustaban el bullicio ni la popularidad. Pasaba como una más, excepto por sus virtudes, por su inocencia, su candor y rectitud en su obrar. Hizo su primera comunión el mismo año de 1858, el 3 de junio, día de Corpus Christi. Nada espectacular sucedió excepto que ella había piadosamente recibido a Jesús. Dios seguía visitándola, no con brillantes apariciones, sino por la prueba amarga de los sufrimientos: de la incomprensión, burla, casi siempre estaba enferma, soportaba dolores de toda clase, recogida y resignada con paciencia. Sufría de asma crónica, tuberculosis, vómitos de sangre, aneurisma, gastralgia, tumor de una rodilla, caries en los huesos, abscesos en los oídos que le ocasionaron sordera, pero ésta se le curó un poco antes de su muerte.

La Virgen le dijo a Bernardita: “No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el próximo”. Y estas palabras de la Virgen se cumplieron plenamente en nuestra santa. Mucho tuvo que sufrir durante su vida hasta su muerte a los 35 años. La salud de Bernardita era muy delicada, muchas veces tenía que estar en cama con fiebre. Tenía días críticos con ataques de asma que muchas veces eran tremendamente dolorosos. Muchos encontraban cura a sus enfermedades en la fuente de Lourdes, pero no Bernardita. Un día le preguntaron: “¿No tomas del agua de la fuente?. Estas aguas han curado a otros, ¿por qué no a ti?. Esta pregunta insidiosa pudo haberse convertido en una tentación para Bernardita en no creer en la aparición, pero ella no se turbó. Le respondió: “La Virgen Santísima quizás desea que yo sufra. Lo necesito”. ¿Porqué tu más que otros?. “El buen Dios solo lo sabe”. ¿Regresas algunas veces a la gruta?. “Cuando el Párroco me lo permite”. ¿Porqué no te lo permite todo el tiempo?. “Porque todos me seguirían”. Antes habías ido aún cuando se te había prohibido. “Eso fue porque fui presionada.” La Virgen Santísima te dijo que serías feliz en el otro mundo, así que estas segura de ir al cielo. “Oh no, eso será sólo si obro bien”. ¿Y no te dijo Ella que hacer para ir al cielo?. “Nosotros lo sabemos muy bien, no es necesario que yo lo diga”.

Su últimos años en Lourdes

Bernardita no podía recibir en su casa el cuidado que ella necesitaba para su frágil salud y el gran número de visitantes curiosos le causaban fatiga. Viendo esta necesidad, Abbé Peyramale (el párroco de Lourdes) pidió a la Superiora del Hospicio de Lourdes que acogiera a la niña. Le dijo: “Es con ustedes que la niña debe estar. Ustedes pueden darle el cuidado que ella necesita en todos los aspectos”. En el año 1860, las Hermanas de la Caridad de Nevers, que servían el hospital y la escuela, le ofrecieron un asilo titular. Desde aquel día permaneció bajo su techo, con su salud delicada, pero con su consigna de siempre: no llamar la atención de nadie. Aún cuando sus padres ya se habían mudado del calabozo y vivían en un molino, le dieron permiso para permanecer con las hermanas. Su madre lloró por su partida pero sabía que era por el bienestar de la niña.

Sin ser brillante, Bernardita adquirió entonces gran cantidad de conocimiento elemental. En su tiempo en el hospicio permaneció siendo una niña de su edad. Era recta, sincera, piadosa pero traviesa, muy vivaz, a quien le encantaba reír, jugar y bromear. Muchas veces la ponían a cuidar niños más pequeños, como era la costumbre en las escuelas elementales y Bernardita se mostraba tan joven y juguetona como la más pequeña niña.

Al crecer, Bernardita tuvo como toda joven sus momentos de vanidad, queriendo estar arreglada y lucir bien. Pero todas estas vanidades pasaron por ella rápidamente y sin dejar ningún rastro en su corazón. Decía la Hermana Victorina: “La fiebre pasó rápidamente y no dañó su profunda piedad”.

La vocación religiosa

Santa Bernardita Religiosa

La Virgen Santísima le dio una gracia especial al llamarla a la vida religiosa. Parece que nunca Bernardita consideró en serio el matrimonio. A los 19 o 20 años, en 1863, la vocación de ser religiosa se le presentó claramente. Había considerado vagamente ser carmelita, pero no fue difícil hacerle comprender que su salud era muy delicada para enfrentar los rigores del Carmelo. Fue el Obispo Forcade de Nevers, que tenía en su diócesis la Casa Madre de las Hermanas de la Caridad del hospicio y la escuela de Lourdes, quien contribuyó definitivamente en su orientación. El le preguntó cuáles eran sus intenciones para el futuro y ella le respondió: “Señor Obispo, todo lo que pido es quedarme en esta casa como una sierva”.

Pero hija mía, ¿no has pensado en llegar a ser una religiosa como las hermanas a las que tan apegada estás?. “Oh, Señor Obispo, nunca he creído que esto pudiese ser para una ignorante y pobre niña como yo. Usted sabe bien que soy pobre y no tendría la dote necesaria”. No es la pobreza lo que debe detenerte. Se puede hacer una excepción a la regla y recibir a una joven sin dote, si ella tiene signos claros de vocación”. “Señor Obispo, sus palabras me han tocado profundamente, le prometo que pensaré en ellas”.

Habiendo hecho su elección, más ataques de enfermedad y la necesidad de intentar varios tratamientos médicos retardaron la puesta en práctica de su promesa. En 1866 escribió: “Estoy mas presionada que nunca a dejar el mundo en ingresar al convento. Ahora lo he decidido definitivamente y espero dejarlo pronto”. Por fin llegó el gran día a comienzos de Julio de 1866, tenía 22 años de edad. Por última vez fue a la amada gruta donde su despedida fue de todo corazón. “¿Ven la gruta?, era mi Cielo en la tierra”. Al día siguiente se despidió de su familia y el 4 de Julio de 1866 Bernardita dejó su pueblo natal para nunca más volver.

La Hermana María Bernarda (Marie Bernard)

Ni la superiora, la hermana Josefina Imbert, ni la maestra de novicias Madre María Teresa Vausou, entendían el tesoro que se les había confiado. Sí, admitían que la Virgen se le apareció, pero la veían tan “ordinaria” que tenían dificultad en ver santidad en ella. Su idea de santidad aparentemente era diferente a la de la Iglesia. En el proceso de Beatificación, el Reverendo Peach les dijo a sus estudiantes: “El testimonio llegó a esto: que Bernardita era muy ordinaria. Pero cuando se les preguntó si ella era fiel a las reglas, si tenía que ser corregida por desobediencia o en referencia a la pobreza y castidad, todas se apresuraron a decir: “Oh no, nada de eso”.”

¿Por qué sus superioras la juzgaban tan mal?, solo se puede encontrar respuesta en que era parte de la Providencia Divina para la santificación de Bernardita. De manera particular la Maestra de Novicias, Madre María Teresa Vauzou, quién fue la causante de muchos sufrimientos espirituales de Bernardita durante los 13 años que vivió en el convento. La Madre María, quien era estimada por su ojo agudo y su penetración psicológica, nunca fue capaz de leer en esta alma límpida su íntima unión con Dios, ni tampoco su total abandono a los deseos de la Divina Voluntad, la cual formaba su vida interior. Bernardita, sin haber estudiado sobre las formas de oración, pasaba horas en ella, recitando su Rosario con gran fervor. Vivía en unión perpetua con la Virgen Santísima y a través de Ella con Jesucristo. “Bernardita estaba totalmente perdida en Dios”. Al recibir el hábito de postulante recibió su nombre de religiosa el cual sería su mismo nombre bautismal, Sor María Bernarda.

Tres semanas después de haber recibido el hábito, Bernardita enfermó de gravedad con un nuevo ataque de tuberculosis y tuvo que ser puesta en la enfermería. Esta crisis de sofocación asmática y de tos fue tan seria que el médico pensaba que su muerte era inminente. La Madre Superiora llamó al Obispo y este le administró el Sacramento de Extrema Unción, pero ella no pudo recibir el Viático porque constantemente estaba vomitando sangre. Pensando que Bernardita estaba a punto de morir, la Madre Superiora quiso darle el consuelo de pronunciar sus votos. Habló con el Obispo, y la comunidad dio su aprobación unánime. Sabiendo lo que iban a hacer, Bernardita respondió con una sonrisa de agradecimiento. Fue el Obispo Forcade quien presidió la ceremonia. Bernardita dio su consentimiento por medio de signos ya que no podía hablar. Entonces le fue dado el velo de profesa. Se pensaba que estaba a punto de morir, pero Bernardita siempre ponía su salud en las manos de la Virgen.

La nueva religiosa se durmió y se despertó a la mañana siguiente en un estado de felicidad que ella declaró a su Superiora: “Mi Reverenda Madre, usted me hizo hacer la profesión religiosa porque pensaba que iba a morir. Bueno, mire no voy a morir”. La Madre Superiora entonces le respondió: “Tonta, tú sabías que no ibas a morir y no nos lo dijiste. En este caso, si no has muerto para mañana en la mañana, te quitaré el velo”. Y la hermana María Bernarda, con admirable sumisión heroica, le respondió simplemente: “Como usted desee, reverenda Madre”. Y a pesar del dolor que esto le causaba, supo aceptar este cáliz que el Señor le enviaba.

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Durante su noviciado, Bernardita fue tratada más severamente y quizás más cruelmente que las otras novicias. Sus compañeras decían: “No es bueno ser Bernardita”. Pero ella lo aceptaba todo y veía en ello la mano de Dios. Bernardita profesó el 30 de octubre de 1867 con el nombre de Sor María Bernarda, cuando tenía 23 años de edad. Sin embargo, la felicidad de ese momento fue teñida por una ruda humillación. Cuando llegó el momento de distribuir a las nuevas profesas los trabajos, la Madre Superiora respondió a la pregunta del Obispo: “¿Y la hermana María Bernarda?, “Oh, Señor Obispo, no sabemos que hacer. Ella no es buena para nada”. Y prosiguió: “Si desea, Señor Obispo, podemos tratar de usarla ayudando en la enfermería”. A lo cual el Obispo consintió. La hermana María Bernarda recibió el dolor de esta humillación en su corazón, pero no protestó, ni lloró, simplemente aceptó el cáliz.

Muchas tribulaciones tuvo que pasar; humillaciones, grandes y pequeñas se apilaban sobre ella, y ella decía: “Cuando la emoción es demasiado fuerte, recuerdo las palabras de nuestro Señor, “Soy Yo, no tengan miedo”. “Ante el rechazo y humillaciones de mis Superioras y compañeras inmediatamente agradezco a nuestro Señor por esta gran gracia. Es el amor de este Buen Maestro el que hará desaparecer el árbol del orgullo en sus malas raíces. Mientras más pequeña me hago, más crezco en el Corazón de Jesús.”

A Bernardita se le concedió un gran regalo al comienzo de 1874. Había sido asistente de enfermería, un trabajo que amaba mucho, pero sus fuerzas se diminuían. Después de un ataque de bronquitis en el otoño de 1873, por el cual tuvo que ir al hospital, se determinó que estaba muy débil para seguir ayudando en la enfermería y se le dio el trabajo de menos esfuerzo físico en el Convento, el cual era al mismo tiempo el más importante, y el cual ella amó mucho más que el de ayudante de enfermería: la nombraron asistente de sacristán. Su nueva posición le daba la oportunidad de pasar mucho tiempo en la capilla, cerca del Santísimo Sacramento. Estaba casi sin supervisión, lo que le permitía hablarle al Señor en el Tabernáculo, sin que nadie pensara que ella era extraña. Manejaba todos los artículos sagrados con gran reverencia. El corporal, los purificadores y las albas los trataba consciente que Jesús Encarnado los había tocado durante el Sacrificio de la Eucaristía. Por eso no permitía que nadie le ayudase en este ministerio.

Pero este regalo no duró por mucho tiempo, ya que su salud constantemente empeoraba. A partir de 1877 no es más que una inválida. Se le provee cuidado lo más posible y ella obedece todas las prescripciones. Pronunció sus votos perpetuos el 22 de septiembre de 1878, en un tiempo en que se sentía mejor. Pero no duró mucho. Al siguiente 11 de diciembre retornó a la enfermería, para nunca más salir. Sus últimos meses fueron muy difíciles, haciéndole pasar por la noche oscura del alma. Perdió confianza, la paz del corazón y la certeza del Cielo. Fue tentada al desánimo y desesperación. Pensaba que era indigna de la salvación. Este fue su cáliz más amargo y su sufrimiento mayor.

También sufría mucho físicamente. La cama le causó tener la espalda repleta de llagas. Su pierna tuberculosa se le reventó. Desarrolló abscesos en los oídos, los que la hicieron prácticamente sorda por un tiempo. Si no hubieran sido tan evidentes sus síntomas, nadie hubiese sospechado que estaba enferma. Su actitud tan serena y gozosa no manifestaba el profundo sufrimiento que padecía. No perdió su fortaleza y su aceptación. A una hermana que le dijo que iba a orar para que el Señor le mandara consolación, ella le respondió: “No, no, no consolación, solo fortaleza y paciencia”. Bernardita padeció su pasión durante la Semana Santa de 1879. El día 16 de Abril de 1879 rogó a las religiosas que la asistían que rezaran el Rosario, siguiéndolo ella con gran fervor. Al acabar un Ave María, sonrió como si se encontrara de nuevo con la Virgen de la Gruta y murió. Eran las 3:15 PM. Sus últimas palabras fueron la conclusión del Ave María: “Santa María, Madre de Dios, ruega por mí pobre pecadora….pecadora…”.

Santa Bernardita

Santa Bernardita 2

Pocos años pasaron desde el fin de las apariciones para que la iglesia abra el proceso de investigación de las apariciones de la gruta de Massabieille. Se convoco a teólogos y médicos, geólogos y científicos. No sólo se investigó a la propia Bernardita, sino también el origen de la fuente de agua que surgió en la gruta. Pero el determinante fue el abrumador numero de testimonios de conversiones, milagros de sanación y gracias que las multitudes recibieron. Se aprobó la aparición dándose libre acceso a la devoción de la virgen en Lourdes a las multitudes que acudían a la gruta, al Santuario que se abrió allí, al agua que surgía de la fuente y que curaba a muchos enfermos. Atrás quedaron los años iniciales de persecución, donde la policía prohibía el acceso y perseguía a Bernardita, llegando incluso a intentar encarcelarla. Lourdes se fue transformando en un punto de espiritualidad Mariana que derramaba sus Gracias por el mundo entero, reproduciendo el amor por María entre sus hijos. Y como continuación de la obra del Cielo allí, Bernardita dio testimonio de una vida de santidad oculta, pero que salió a la luz con el paso de los años, como ocurre con las maravillas del Señor: ocultas y pequeñas en un inicio, esplendorosas cuando salen a la luz.

Bernardita fue finalmente Canonizada el 8 de Diciembre de 1933 ante el amor y la alegría de todo un pueblo. Celebramos su fiesta el día en que partió a la casa del Padre, el 16 de Abril. Lourdes se ha convertido en el santuario Mariano mas visitado de Europa y el segundo en el mundo, después del Santuario de la Virgen de Guadalupe en México. Infinidad de enfermos han sido sanados en las aguas milagrosas de Lourdes, pero el mayor milagro siguen siendo las muchísimas conversiones del corazón.

El cuerpo incorrupto de Bernardita

Santa Bernardita cuerpo incorrupto

Después de su muerte, su cuerpo fue puesto en la pequeña Capilla Gótica, situada en el centro del jardín del Convento y la que estaba dedicada a San José. Fue en esta Capilla en la que, después de 30 años, en Septiembre 22 de 1909 reconocieron el cuerpo, en vista al proceso de Beatificación diocesano. El cuerpo fue hallado en perfecto estado de preservación. Su piel dura, pero intacta, mantuvo su color. Hubo un segundo reconocimiento en Abril 18, 1925, poco antes de su Beatificación el 12 de Junio de 1925. (ver Santos Cuerpos Incorruptos)

De este modo, dos veces se abrió el féretro de Bernardita durante su proceso de Beatificación y Canonización, después de décadas de su muerte. Y en ambas oportunidades se encontró su cuerpo totalmente incorrupto pese al paso de los años. Esta señal de Dios, un milagro ante nosotros, testimonia la santidad que ella tuvo en vida y que le mereció entrar al Reino de Dios de la mano de su amada Madre Celestial.

Su cuerpo, aún incorrupto en la actualidad, está expuesto en una urna de cristal en el convento de San Gildard, en Nevers, Francia. Miremos el rostro resplandeciente, pleno de felicidad, de Bernardita. Ella nos muestra con que alegría se llega al final de la vida, cuanto se tiene la seguridad plena de estar entrando en la Patria Celestial

¡Santa Bernardita, ruega por nosotros!

Oración a la Virgen de Lourdes

“Santísima Virgen de Lourdes, que a ninguno desamparas ni desechas, mírame con ojos de piedad y alcánzame de tu Hijo perdón de mis pecados para que con devoto afecto celebre tu Santa e Inmaculada Concepción, en tu milagrosa imagen de Lourdes y reciba después el galardón de la bienaventuranza del mismo de quien eres Madre. Amén.”

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Virgen de la Medalla Milagrosa – Santa Catalina Laboure https://www.reinadelcielo.org/medalla-milagrosa-catalina-laboure-francia/ Wed, 27 Nov 2024 06:03:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=44

oracionmedallamilagrosa

París, Francia

La Virgen María se aparece en 1830 a una joven postulante a noviciado en el convento de la Rue de Bac, iniciando una era de apariciones que permiten catalogar a los tiempos desde allí en adelante como una verdadera era Mariana universal. Se habían producido diversas apariciones en los siglos previos: la primera fue la Virgen del Pilar en España, con María aún viva en la tierra, al apóstol Santiago, y luego muchas otras en distintos lugares y momentos. Pero la cantidad e importancia de lo que ocurrió desde la Medalla Milagrosa en adelante marcaron el inicio de los tiempos de María como Capitana de sus fieles hijos enamorados.

medalla catalina

La Hermana Catalina de Labouré había luchado muchos años, desde niña, para realizar su sueño de ingresar a un convento y consagrarse a la vida religiosa. La temprana muerte de su madre la llevó a entregar todo su amor de hija a la Madre de Dios. Enfrentó tremenda oposición de su padre, vivió humildemente y con una escasa educación, esperando con paciencia que Dios haga Su Voluntad en su vida. San Vicente de Paul obró entonces un milagro: en un sueño le marcó a Catalina el camino a seguir, sin que ella llegue a reconocer en ese momento quien era el sacerdote que le hablaba así. Después de varios años, reconoció en su llegada al convento de la Rue de Bac al patrono de la orden de las Hijas de la Caridad en un retrato: San Vicente de Paul, muerto algunos siglos antes, era el sacerdote que se había presentado en sus sueños.

Segura a partir de allí de que estaba realizando la Voluntad de Dios, Catalina vivió desde sus primeros meses en el convento la Presencia Mística de Jesús: durante la Eucaristía El se presentaba a Catalina con ornamentos de Rey, pero mostrando los agravios que el mundo le realizaba a pesar de Su Divinidad. Catalina sólo confió a su confesor sus visiones, manteniendo el secreto de las revelaciones que recibía hasta el final de su vida. Pero ella secretamente añoraba la Presencia Mística de su amadísima Madre Celestial. Ante sus insistentes ruegos, en la noche del 18 de julio de 1830 un ángel se presenta a Catalina y la conduce a ver a la Virgen María, quien se le manifiesta esplendorosa en la capilla del convento. Dialogan durante más de dos horas, y allí la Madre de Dios guía amorosamente a Catalina hacia la obra que le encomienda.

Sucesivas revelaciones le indican la necesidad de difundir una Medalla por todo el mundo. Catalina revela el pedido a su confesor, quien sin el conocimiento de Catalina lucha y logra que la Medalla se diseñe y se difunda. La impresionante cantidad de milagros que se generan a partir de allí hacen que la Medalla Milagrosa sea distribuida en millones de copias por muchos países, sin que nadie pueda conocer el nombre de la vidente que recibió tan noble encargo. Catalina, en absoluta humildad, vivió en silencio y trabajo permanente toda su vida, hasta que una muerte apacible la llevó a losbrazos de su Madre Celestial por siempre. El mundo conoció entonces el nombre de la vidente que tuvo la gracia de recibir a la Virgen en la Rue de Bac: Catalina fue canonizada como Santa Catalina de Labouré, mientras su cuerpo milagrosamente incorrupto aún en la actualidad, es expuesto en París ante la admiración de las multitudes que la visitan.

La vida de Santa Catalina de Labouré fue de una simplicidad y humildad extrema, oculta totalmente de la vista de los hombres y de las cosas del mundo. Sin embargo ella vivió en silencio la Presencia permanente de Jesús, María, los ángeles y los santos, que la regocijaban con la promesa de la vida en la Patria Celestial. Catalina se entregó totalmente a la Voluntad de Dios, y ese fue su secreto: la obediencia total, aún sin entender, la humildad total aceptando el sufrimiento como parte del plan de Dios.

Admiremos una de las obras más importantes de Dios en nuestros tiempos: la Medalla Milagrosa es una imagen y un mensaje que nos rodea, por Gracia Divina. María merece todo nuestro amor de hijos, y este amor se alimenta con el conocimiento de la Presencia de Ella entre sus almas elegidas, como la sencilla y humilde Catalina.

¿El momento?

El siglo XIX es un momento de cambio para la humanidad. Después del impacto de la revolución francesa, el individuo y sus derechos empezaron a ponerse por encima de la necesidad de tener como referencia permanente a Dios. El crecimiento del respeto por la persona (un objetivo digno, en si mismo) trajo lamentablemente aparejada una tendencia hacia el materialismo, el individualismo y toda forma de mejora de la calidad de vida de las personas. Esto hizo crecer el deseo de gozar en esta vida, y olvidar o relegar los sueños de alcanzar la verdadera felicidad en el Reino de Dios.

María acompañó siempre la historia de la humanidad con sus apariciones, y cuando el hombre más se alejó de Dios, más se hizo presente Su Madre, como ocurre en nuestros tiempos.

¿El lugar?

Francia es un país elegido por la Virgen, ya que allí se han desarrollado muchas de las apariciones más trascendentes: La Medalla Milagrosa, Lourdes y La Salette. Y esta trilogía ha ocurrido en una sucesión de pocas décadas a partir de lo ocurrido en la Rue de Bac.

Evidentemente Dios considera a esta tierra un lugar especial, ya que a la protección que le concedió a través de Santa Juana de Arco, San Juan Bautista Vianney, Santa María Margarita Alacoque y San Vicente de Paul, añadió la Presencia impactante de Su propia Madre con imágenes y mensajes que hoy en día pueblan las iglesias y la fe de quienes buscan la puerta del Reino.

¿La vidente?

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El 2 de mayo de 1806 nace Catalina Labouré, de sobrenombre Zoé, en el pueblito de Fain-les-Moutiers, en la Borgoña. Su padre, que era campesino y también alcalde del pueblo, era un hombre rudo, trabajador, taciturno, autoritario, profundamente honrado y cristiano, además de tener una frustrada vocación sacerdotal sobre sus espaldas. Su madre, Luisa Magdalena Gontard, era una mujer profundamente cristiana, llena de fe y piedad. Dios bendijo este matrimonio, del cual nacieron 17 hijos: siete murieron a una temprana edad, sobrevivieron solamente diez: 7 varones y 3 niñas. Catalina era la novena.
De su virtuosa madre recibió una sólida piedad y un gran amor al trabajo bien hecho, que fue su característica toda la su vida. Catalina no pudo acudir al colegio, por lo que no pudo aprender a leer y escribir sino hasta una edad adulta. La madre de Catalina murió cuando ella tenía 9 años, por lo que a partir de ese momento ella decidió adoptar a la Madre de Dios como su madre. Con el tiempo, Catalina debió adoptar el rol de mamá de sus hermanos, ya que su hermana mayor ingresó en un convento para consagrarse como Religiosa. Así se transformó en una silenciosa trabajadora rural, pero con gran esfuerzo acudía caminando varios kilómetros al día a recibir la Eucaristía. Su vida era trabajo, oración, ayuno en entrega al Señor, y todo en el más absoluto silencio, signo de su humildad. Catalina desarrollaba en su interior el deseo de consagrarse al Señor, pero no veía como podría enfrentar a su padre en semejante decisión.

Dios pone pruebas en nuestro camino, como a Catalina. Pero no lo hace porque no nos ame, sino todo lo contrario, lo hace porque nos ama infinitamente. El sabe que nuestra alma es como un metal que debe ser templado a través del fuego de la adversidad. El quiere vernos triunfar, para llegar así a ser almas puras y dignas de estar en Su Presencia.

El sueño de Catalina

Medalla Milagrosa 2

Cierto día Catalina tuvo un sueño extraño. Se veía en la Iglesia de Fain-les-Moutiers, en su lugar acostumbrado, mientras un sacerdote desconocido celebraba la misa. El tenía una mirada suave y profunda. Terminada la misa el sacerdote se dio vuelta, y mirándola insistentemente, le hizo una señal para que se acercara. Pero ella, asustada escapó. De regreso de la misa (siempre en su sueño), Catalina se detiene en una pobre casa para visitar a una enferma. Entra y, ¡qué sorpresa!: el sacerdote desconocido se encuentra ahí, junto a la enferma, y dirigiéndose a ella, le dice: “es bueno, hija mía visitar a los enfermos. Hoy, usted se me escapa: pero, un día vendrá hacia mí. Sepa que Dios tiene designios sobre usted. No lo olvide”. Catalina, una vez despierta, se llena de alegría sin poderse explicar el por qué. Y se pregunta el significado de este curioso sueño y el misterioso personaje, sin encontrar explicación alguna.

Dios utilizó a San Vicente de Paul para enviar un mensaje a una de sus elegidos, Catalina. Muchas veces el Cielo se sirve de ángeles y santos para hablarnos, a través de sus imágenes o del conocimiento de sus vidas. Conocer a los siervos de Dios es acercarse a Dios!

La vocación de Catalina

A los 22 años Catalina decide enfrentar a su padre en el pedido de ingresar como postulante al convento de las Hermanas de la Caridad. El padre, contrariado, se negó fuertemente pese a los argumentos y ruegos de Catalina. Ella obedeció, como toda su vida. Pero una tristeza la invade, para frustración de su padre. Con el sueño de que Catalina encuentre marido en París, la envía a trabajar allí al restaurant de un hermano mayor. Catalina llega así a París, donde lejos de buscar novio se inclinó aún más a sus deseos de una vida consagrada a Jesús. Con la ayuda de sus hermanos Catalina ingresa a un instituto de educación donde aprende a leer y escribir, pero viviendo en rechazo a la forma de vida de las demás jóvenes parisinas. Humillada a diario por ser una campesina ignorante, esto no hace más que reafirmar su fe y confianza en la Voluntad Divina.

La gran sorpresa

Un día Catalina descubre que cerca de donde vivía, en París, había una casa de las Hermanas de la Caridad: de inmediato decide ir a llamar a la puerta del convento de la Rue de Bac. Mientras aguarda que la atiendan, observa un cuadro en la recepción que llama su atención: un anciano sacerdote la mira con bondad. Catalina lo reconoce sin vacilar: es el sacerdote que había visto en su sueño, y que le hacía señas. Entonces recuerda lo que le había dicho: “Hoy, usted se me escapa, pero, un día usted vendrá hacía mí. Sepa, hija mía, que Dios tiene designios sobre usted”. Se puede adivinar la emoción de Catalina. Cuando llegó la madre superiora, le preguntó: “Oh, perdón, madre mía…Por favor, ¿Puede decirme quién es ese anciano?. “¡Pero… es nuestro Padre San Vicente de Paul… nuestro fundador!”, le contestó la superiora. La sorpresa dejó a Catalina sin palabras. De repente, lo había comprendido todo: Dios la llamaba a ser Hija de la Caridad.

El papá de Catalina fue convencido, con la insistencia del resto de sus hijos, de permitir el desarrollo de la vocación de Zoé. Así ella ingresó al convento de la Rue de Bac, en París.

Presencia de Jesús en la vida de Catalina

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Durante los nueve primeros meses de su noviciado en la Rue du Bac, Catalina tuvo también la gracia especial de ver todos los días al Señor en el Santísimo Sacramento.

El domingo de la Santísima Trinidad, 6 de junio de 1830, el Señor se mostró durante el evangelio de la misa como un Rey, con una Cruz en el pecho. De pronto, los ornamentos reales de Jesús cayeron por tierra, lo mismo que la Cruz, como unos despojos desperdiciables. “Inmediatamente – escribió sor Catalina – tuve las ideas más negras y terribles: que el Rey de la tierra estaba perdido y sería despojado de sus vestiduras reales. Sí, se acercaban cosa malas “. Pero Catalina guardaba un anhelo en su corazón: ver a la Virgen María, su amada Madre. Y así oraba pidiendo se le conceda esa gracia.

Mientras tanto ella se limitaba a contarle estas visiones a su confesor, quien fastidiado le indicaba que no debía pretender tener tales gracias siendo tan solo una poco preparada novicia.

La primera aparición de la Madre de Dios

El domingo 18 de Julio 1830 todo era silencio en la sala donde dormía Sor Catalina. Cerca de la medianoche escuchó que por tres veces la llamaban por su nombre. Se despertó y vio un niño vestido de blanco, que parecía tener como cuatro o cinco años, el cual le dijo: “Levántate pronto y ven a la capilla. La Santísima Virgen te espera”.

Sor Catalina vacila, teme ser notada de las otras novicias. Pero el niño responde a su preocupación interior y le dice: “No temas, es casi medianoche y todas duermen muy bien. Ven, yo te aguardo”. Vestida Sor Catalina, el niño comienza a andar, y ella lo sigue. Por donde quiera que pasaban las luces se encendían. El cuerpo del niño irradiaba vivos resplandores y a su paso todo quedaba iluminado. Al llegar a la puerta de la capilla el niño toca la puerta con su dedito y aquella se abrió al instante. Dice Catalina: “Mi sorpresa fue más completa cuando, al entrar a la capilla, vi encendidas todas las velas y los cirios, lo que me recordaba la Misa de medianoche”. El niño la llevó al presbiterio, junto al sillón destinado al Director, donde solía predicar a las Hijas de la Caridad, y allí se puso de rodillas, y el niño permaneció de pie todo el tiempo al lado derecho. La espera le pareció muy larga, ya que con ansia deseaba ver a la Virgen.

El majestuoso ingreso de la Virgen María

la medalla

Por fin el niño le dijo: “Ved aquí a la Virgen, vedla aquí”. Sor Catalina oyó como un rumor, como el roce de un traje de seda, que partía del lado de la tribuna, junto al cuadro de San José. Vio que una señora de extremada belleza, atravesaba majestuosamente el presbiterio, “fue a sentarse en un sillón sobre las gradas del altar mayor, al lado del Evangelio”. Sor Catalina en el fondo de su corazón dudaba si verdaderamente estaba o no en presencia de la Reina de los Cielos, pero el niño le dijo: “Mira a la Virgen”. Le era casi imposible describir lo que experimentaba en aquel instante, lo que pasó dentro de ella, y le parecía que no veía a la Santísima Virgen. Entonces el niño le habló, no como niño, sino como un hombre muy enérgico y con palabras muy fuertes: “¿Por ventura no puede la Reina de los Cielos aparecerse a una pobre criatura mortal en la forma que más le agrade?. Entonces, mirando a la Virgen, me puse en un instante a su lado, me arrodillé en el presbiterio, con las manos apoyadas en las rodillas de la Santísima Virgen. María era la misma de Nazaret, no con un cuerpo de luz y de gloria, sino viva, humana. Y María era tal como en Nazaret, cuando hablaba familiarmente con Jesús, y ahora lo hacia con Catalina, dulcemente, como se habla a un niño. Allí pasé los momentos más dulces de mi vida, me sería imposible decir lo que sentí. Ella me dijo cómo debía portarme con mi director espiritual, la manera de comportarme en las penas y acudir (mostrándome con la mano izquierda) a arrojarme al pie del altar y desahogar allí mi corazón, pues allí recibiría todos los consuelos de que tuviera necesidad. Entonces le pregunté que significaban las cosas que yo había visto, y ella me lo explicó todo “.

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Fueron muchas las confidencias que Sor Catalina recibió de los labios de María Santísima, pero jamás podremos conocerlas todas, porque respecto a algunas de ellas le fue impuesto el más absoluto secreto. Pero si sabemos que le confió una misión especial:

“Dios quiere confiarte una misión. Te costara trabajo, pero lo vencerás pensando que lo haces para la gloria de Dios. Tu conocerás cuan bueno es Dios. Tendrás que sufrir hasta que lo digas a tu director. No te faltarán contradicciones, más te asistirá la gracia, no temas. Háblale a tu director con confianza y sencillez, ten confianza, no temas. Verás ciertas cosas, díselas. Recibirás inspiraciones en la oración”.

Luego María le realizó profecías sobre lo iba a acontecer en Francia en las siguientes décadas y también en la comunidad religiosa que ella integraba. Todas estas profecías se cumplieron de forma de dar confianza a su director espiritual, quien fue el encargado de difundir la obra de María encomendada a Catalina. La Virgen, después de estar con ella unas dos horas, desaparece de la vista de Sor Catalina como una sombra que se desvanece.

Es maravilloso escuchar de la boca de Santa Catalina estos relatos: el sonido del roce del vestido de María permite imaginarla como una hermosa mujer, una Reina que se presenta a sus hijos para ponerlos bajo su Manto Celestial, para enamorarlos con su belleza y pureza infinitas.

Segunda aparición de la Virgen María.

La tarde el 27 de noviembre de 1830, estaba Sor Catalina haciendo su meditación en la capilla cuando le pareció oír el roce de un traje de seda, que le hizo recordar la aparición anterior.

Aparece así por segunda vez la Virgen Santísima, vestida de blanco con mangas largas y túnica cerrada hasta el cuello. Cubría su cabeza un velo blanco que sin ocultar su figura caía por ambos lados hasta los pies. Cuando Catalina quiso describir su rostro solo acertó a decir que era la Virgen María en su mayor belleza. Sus pies posaban sobre un globo blanco, del que únicamente se veía la parte superior, y aplastaban una serpiente verde con pintas amarillas. Sus manos elevadas a la altura del corazón sostenían otro globo pequeño de oro, coronado por una Crucecita. La Santísima Virgen mantenía una actitud suplicante, como ofreciendo el globo. A veces miraba al Cielo y a veces a la tierra. De pronto sus dedos se llenaron de anillos adornados con piedras preciosas que brillaban y derramaban su luz en todas direcciones, circundándola en este momento de tal claridad, que no era posible verla. María tenia tres anillos en cada dedo: el más grueso junto a la mano, uno de tamaño mediano en el medio, y uno más pequeño en la extremidad. De las piedras preciosas de los anillos salían los rayos, que se alargaban hacia abajo y llenaban toda la parte baja. Catalina observó que algunos anillos tenían piedras preciosas que lanzaban luces más fuertes, mientras otros apenas emitían luz. Mientras Sor Catalina contemplaba a la Virgen, ella la miró y dijo a su corazón:

“Este globo que ves (a los pies de la Virgen) representa al mundo entero, especialmente Francia y a cada alma en particular. Estos rayos simbolizan las gracias que yo derramo sobre los que las piden. Las perlas que no emiten rayos son las gracias de las almas que no piden”.

Con este mensaje claramente María nos invita no solo a orarle, sino a pedirle permanentemente sus gracias. También con estas palabras la Virgen se da a conocer como la mediadora de las gracias que nos vienen de Jesucristo. El globo de oro (la riqueza de gracias) se desvaneció de entre las manos de la Virgen. Sus brazos se extendieron abiertos, mientras los rayos de luz que salían de sus anillos seguían cayendo sobre el globo blanco de sus pies.

La Medalla Milagrosa

La medalla milagrosa

En este momento se apareció una forma ovalada en torno a la Virgen y en el borde interior apareció escrita la siguiente invocación: “María sin pecado concebida, ruega por nosotros, que acudimos a ti”. Estas palabras formaban un semicírculo que comenzaba a la altura de la mano derecha, pasaba por encima de la cabeza de la Santísima Virgen, terminando a la altura de la mano izquierda. Oyó de nuevo la voz en su interior:

“Haz que se acuñe una medalla según este modelo. Todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias. Las gracias serán más abundantes para los que la lleven con confianza”.

La aparición, entonces, dio media vuelta y quedo formado en el mismo lugar el reverso de la medalla. En él aparecía una M, sobre la cual había una Cruz descansando sobre una barra, la cual atravesaba la letra hasta un tercio de su altura, y debajo los Corazones de Jesús y de María, de los cuales el primero estaba circundado de una corona de espinas, y el segundo traspasado por una espada. En torno había doce estrellas. La misma aparición se repitió, con las mismas circunstancias, hacia el fin de diciembre de 1830 y a principios de enero de 1831. La Virgen dijo a Catalina: “En adelante, ya no verás , hija mía. Pero oirás mi voz en la oración”.

En el anverso de la Medalla, la M de María sostiene la Cruz de Cristo, mientras que el Sagrado Corazón de Jesús está junto al Inmaculado Corazón de María. Se empieza con esta imagen a plantear el quinto dogma de Fe Mariana: María como Corredentora, Abogada y Medianera. María, inseparable de Jesús, nos muestra que Ella sufrió místicamente lo que Su Hijo sufrió física y místicamente también. En Amsterdam a partir de 1945 y en Akita, Japón, desde 1973, María consolidó este pedido a la iglesia: la aprobación del quinto dogma de Fe Mariana: María como Corredentora, Abogada y Medianera. Este pedido aún no fue satisfecho, pero quienes amamos a María esperamos pacientemente que se cierre de este modo el círculo de los cinco dogmas Marianos, tal como Ella lo pide.

La difusión de la Medalla Milagrosa

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Catalina solo relató estas experiencias a su confesor y director espiritual, el Padre Aladel. El siempre le manifestó un gran escepticismo y guió a Catalina hacia un silencio profundo sobre estos hechos, al igual que la Virgen le había solicitado. Sin embargo, el Padre Aladel observaba que Catalina era la más inculta, la más humilde y la más trabajadora de todas las novicias, por lo que en su corazón crecía la convicción de que la Presencia de María en la Rue de Bac era cierta. También empezó a notar que las profecías que la Virgen le realizó a Catalina empezaron a realizarce a su alrededor. Sin decírselo jamás a Catalina, él convenció entonces al Obispo de realizar el cuño de la Medalla e iniciar su difusión en París. Fue tan masivo el desarrollo de milagros a través de la Medalla que su fama corrió rápidamente a través del mundo, multiplicándose su distribución a fuerza de testimonios. Uno de los milagros más conocidos ocurrió a un conocido banquero y abogado judío, Alfonso Ratisbone. El odiaba a los católicos desde que su hermano se convirtió y ordenó sacerdote. En medio de una de las habituales discusiones que solía tener contra el Catolicismo, le entregaron una Medalla que él aceptó llevar sólo para demostrar que no tenía temor de usarla. Dos días después y de modo totalmente casual, se encuentra esperando a un amigo en la puerta de una iglesia en Roma. No resistiendo la tentación ingresa a ella, y allí recibe la aparición de la Madre de Dios que reafirma a través de él la verdad de Su Medalla.

La fama sobre el bautismo y conversión del banquero Ratisbone dio la vuelta al mundo, junto a la imagen de la Medalla Milagrosa.

María envía un mensaje a través de este milagro: un llamado a la conversión de su propio pueblo, el pueblo judío. Ratisbone convirtió luego a cientos de judíos, fue un enorme trabajador en Tierra Santa, salvando y recuperando muchos de los lugares que Jesús tocó con su testimonio vivo. Nada es realizado por Dios en forma casual, todo tiene un significado profundo en los hechos realizados según la Voluntad de Dios.

Catalina en el más profundo anonimato

catalina y la medalla milagrosa

Terminando el Noviciado, Sor Labouré tomó el hábito en las Hijas de la Caridad, el 30 de Enero de 1831. ¡Qué alegría para ella !. Algunos días después, la cambiaron de casa y le dieron un puesto bien humilde, que correspondía a su falta de cultura: ayudará en la cocina del Asilo de ancianos del Barrio San Antonio. Deja, pues, el Seminario de la calle de Bac, donde ha sido tan feliz. Este dormitorio donde su ángel custodio la vino a buscar una noche, y en especial, esta capilla donde recibió gracias excepcionales. No le importa, va confiada en los que son la razón de su vivir: Jesús y María. Catalina se va alegre y serena a donde la obediencia la manda. Llega a esta gran casa, en la que pasará toda su vida. El asilo alberga a 50 ancianitos, es decir, que el trabajo no le faltará. Sor Labouré se entregará de todo corazón, sin permitirse jamás un instante de reposo.

Catalina, mudo testigo de la realizacion de la obra que se le encomendó

Catalina vivió el crecimiento de la difusión de la Medalla, sabiendo que todo el mundo se preguntaba quien sería la Religiosa que tuvo la gracia de ver a la misma Madre de Dios. Se sabía que una novicia en la Rue de Bac había recibido la visita de María y el pedido de la Medalla, pero nadie conocía la identidad de la agraciada. Ella escuchaba atenta los relatos sobre los milagros que acontecían, y en silencio se regocijaba por saber que María realizaba finalmente la obra que a ella había sido encomendada. Que feliz fue cuando recibió la primer Medalla!.

Muchas veces recibió presiones su confesor, el Padre Aladel, para revelar quien era la persona que había estado con la Virgen en la Capilla de la Rue de Bac, pero por nada del mundo él aceptó jamás contradecir órdenes expresas de la Madre de Dios.

El 31 de diciembre de 1876 muere Catalina, en medio de una paz y serenidad que produjeron admiración a sus cohermanas. Ella por fin pudo entrar al Reino de Dios, como su Madre Celestial le había prometido.

De tal manera, el mundo pudo conocer sólo después de la muerte de Sor Catalina, la identidad de la vidente que originó la devoción a la Medalla Milagrosa.

Santa Catalina de Labouré, y su cuerpo incorrupto

Cuando, 56 años después de la muerte de Catalina, el Cardenal Verdier hizo abrir su tumba para hacer lo que se llama “un reconocimiento de las reliquias” de la que iban a beatificar, se encontró su cuerpo tal como se lo había depositado. El doctor que levantó sus párpados, tras 56 años de entierro, sintió una intensa emoción al descubrir sus magníficos ojos azules, que parecían estar aún con vida: ¡esos ojos que habían visto a la Madre de Dios!. El cuerpo de Catalina fue trasladado entonces a la calle de Bac, donde se lo puede ver, hoy en día, en una urna de vidrio. Después de la beatificación que se realizó en 1933, catalina Labouré fue canonizada el 27 de Julio de 1947, por Pío XII, el cual declaró a toda la Iglesia:

“Decretamos y definimos SANTA, a la Beata CATALINA LABOURÉ”.

La Medalla Milagrosa en nuestros tiempos

La imagen de María en la Medalla Milagrosa es una de las más difundidas en nuestros tiempos. Sus manos derraman rayos en forma de gracias sobre todos nosotros, mientras su mirada nos consuela y proteje.

No cabe duda que la Madre de Dios tiene un sentido fundamental en el plan Celestial para estos tiempos: sus pies pisan la serpiente, como símbolo del efecto destructor que el amor por María tiene sobre el pecado. Enamorarse de María lleva necesariamente al deseo profundo de no defraudarla, no decepcionarla. Y para ello, debemos recordar que Ella es la siempre Pura, la Inmaculada. ¿Qué creemos entonces que Ella espera de nosotros?

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La Virgen del Pilar https://www.reinadelcielo.org/la-virgen-del-pilar/ Fri, 11 Oct 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=160 Historia de la Virgen del Pilar

La tradición, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con el Espíritu Santo, predicaban el Evangelio. Se dice que, por entonces (año 40 después de Cristo), el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba en España. Aquellas tierras no habían recibido el evangelio, por lo que se encontraban atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima Virgen para su misión.

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Juan y Santiago, hijos del Zebedeo, pescadores de Galilea que sigueron a Jesús hasta transformarse en Sus Apóstoles. Después del Pentecostés, llenos del Espíritu Santo, los doce Apóstoles salieron a evangelizar el mundo. Santiago tuvo la inspiración de elegír la peninsula Ibérica como destino, cambiando a partir de allí la historia de España y de la América toda, muchos siglos más tarde.

Los documentos dicen textualmente que Santiago, “pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso”.

María se aparece a Santiago

En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando “oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol”. La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie, y prometió que “permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio”.

Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, con el concurso de los conversos, la obra se puso en marcha con rapidez. Pero antes que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.

La Virgen no demoró su misión ni un minuto. Cuando aún estaba en esta tierra, antes de su Asunción, nos mostró con su aparición en España cual iba a ser su misión a lo largo de los siglos. Mucho tiempo después, fue San Luis Grignon de Monfort quien nos enseñó el alcance verdadero de la misión de María en el Plan de Dios.

La devoción a la Virgen del Pilar

El Pilar Zaragoza

Muchos historiadores e investigadores defienden esta tradición y aducen que hay una serie de monumentos y testimonios que demuestran la existencia de una iglesia dedicada a la Virgen de Zaragoza. El más antiguo de estos testimonios es el famoso sarcófago de Santa Engracia, que se conserva en Zaragoza desde el siglo IV, cuando la santa fue martirizada. El sarcófago representa, en un bajo relieve, el descenso de la Virgen de los cielos para aparecerse al Apóstol Santiago.

Asimismo, hacia el año 835, un monje de San Germán de París, llamado Almoino, redactó unos escritos en los que habla de la Iglesia de la Virgen María de Zaragoza, “donde había servido en el siglo III el gran mártir San Vicente”, cuyos restos fueron depositados por el obispo de Zaragoza, en la iglesia de la Virgen María. También está atestiguado que antes de la ocupación musulmana de Zaragoza (714) había allí un templo dedicado a la Virgen.

La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como “una antigua y piadosa creencia”.

Tradición a través de los siglos

En 1438 se escribió un Libro de milagros atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al fomento de la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el católico dijo: “creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado a la Sta.y Purísima Virgen y Madre de Dios, Santa María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros”.

La tradición habla del gran milagro del Cojo de Calanda, ocurrido en el año1640. Se trata de un hombre a quien le amputaron una pierna. Un día años mas tarde, mientras soñaba que visitaba la basílica de la Virgen del Pilar, la pierna volvió a su sitio. Era la misma pierna que había perdido. Miles de personas fueron testigos y en la pared derecha de la basílica hay un cuadro recordando este milagro.

El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen del Pilar, pero ya desde siglos antes, en todas las iglesias de España y entre los pueblos sujetos al rey católico , se celebraba la dicha de haber tenido a la Madre de Dios en su región, cuando todavía vivía en carne mortal.

Tres rasgos peculiares que caracterizan a la Virgen del Pilar y la distinguen de las otras:

1- Se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal. A diferencia de las otras apariciones la Virgen viene cuando todavía vive en Palestina: ¨Con ninguna nación hizo cosa semejante”, cantará con razón la liturgia del 2 de enero, fiesta de la Venida de la Virgen.

2- La Columna o Pilar que la misma Señora trajo para que sobre él se construyera la primera capilla que, de hecho, sería el primer Templo Mariano de toda la Cristiandad.

3- La vinculación de la tradición pilarista con la tradición jacobea (del Santuario de Santiago de Compostela). Por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago, han constituido dos ejes fundamentales, en torno a los cuales ha girado durante siglos la espiritualidad de la patria española.

Simbolismo del Pilar

Virgen del Pilar 1

El pilar da idea de la solidez del edificio-iglesia con la de la firmeza de la columna-confianza en la protección de María. La columna es símbolo del conducto que une el cielo y la tierra, “manifestación de la potencia de Dios en el hombre y la potencia del hombre bajo la influencia de Dios”. Es soporte de los sagrado, soporte de la vida cotidiana. María, la puerta del cielo, la escala de Jacob, ha sido la mujer escogida por Dios para venir a nuestro mundo. En ella la tierra y el cielo se han unido en Jesucristo.

Las columnas garantizan la solidez del edificio, sea arquitectónico o social. Quebrantarlas es amenazar el edificio entero. La columna es la primera piedra del templo, que se desarrolla a su alrededor; es el eje de la construcción que liga entre si los diferentes niveles. María es también la primera piedra de la Iglesia, el templo de Dios; en torno a ella, lo mismo que los apóstoles reunidos el día de pentecostés, va creciendo el pueblo de Dios; la fe y la esperanza de la Virgen alientan a los cristianos en su esfuerzo por edificar el reino de Dios.

Vemos en Exodo 13, 21-22, que una columna de fuego por la noche acompañaba al pueblo de Israel peregrino en el desierto, dirigiendo su itinerario. En la Virgen del Pilar el pueblo ve simbolizada “la presencia de Dios, una presencia activa que, guía al pueblo de elegido a través de las emboscadas de la ruta”.

Liturgia Eucarística del Pilar

Los textos utilizados son: en la primera lectura, 1 Crónicas 15, donde se recuerda a la Virgen simbolizada por el arca de la alianza, la presencia de Dios en medio de su pueblo, a través de María, lo cual es gozo para la Iglesia. La segunda lectura (He 1, 12-14) y el evangelio (Lc. 11, 272-28) nos hablan también de la presencia de la Virgen en la iglesia y de las alabanzas que el pueblo le tributa. El prefacio celebra las maravillas que Dios ha realizado en María, “esperanza de los fieles y gozo de todo nuestro pueblo”. Durante la oración colecta se pide por intercesión de la Virgen “fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor”, así como en la oración de las ofrendas, donde se muestra el deseo de “permanecer firmes en la fe”.

Antífona de entrada: se piensa en la Virgen como “la columna que guiaba y sostenía día y noche al pueblo en el desierto”, y en el salmo responsorial se recuerda “el Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado”.

En el aleluya: “afianzó mis pies sobre la roca y me puso en la boca una cántico nuevo”.

Domina en la liturgia la idea de la presencia de María en la Iglesia y de la firmeza que su intercesión y su devoción procura al pueblo de Dios.

El día 12 de octubre de 1492, precisamente cuando las tres carabelas de Cristóbal Colon avistaban las desconocidas tierras de América, al otro lado del Atlántico, los devotos de la Virgen del Pilar cantaban alabanzas a la Madre de Dios en su santuario de Zaragoza, pues ese mismo día, conocido hoy como el Día de la Raza, era ya el día de la Virgen del Pilar.

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Apariciones de María Rosa Mística – Italia https://www.reinadelcielo.org/apariciones-de-maria-rosa-mistica-italia/ Sat, 13 Jul 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=66 Brescia, Italia

La Virgen María se aparece a una humilde enfermera llamada Pierina Gilli. Ella quiso consagrarse al Señor como hermana de la orden de las Siervas de la Caridad, sin poder lograrlo debido a los problemas que afectaban su salud: el Plan de Dios para Pierina indicaba que su vida debía ser la de un instrumento que recibiría a la Madre del Salvador.

Sin embargo, con anterioridad a María, Pierina recibió las apariciones de una Santa mujer, la fundadora de la orden a la que ella quiso ingresar, Santa María Crucificada de la Rosa. Ella preparó la venida de la Virgen: María finalmente se presentó durante 1944 en una primera oportunidad, mostrando tres espadas que atravesaban su Corazón. Las espadas representaban las heridas producidas por las faltas de las almas consagradas, sacerdotes y religiosas. Este mensaje indicó a las claras el sentido de toda la revelación que María nos iba a entregar a través de la humilde enfermera de Brescia.

rosa mistica 2

Pero fue en la primavera italiana de 1947 en que la Virgen acentuó su presencia ante Pierina: allí se manifiesta con la conocida imagen de las Tres Rosas engarzadas en su pecho, y una actitud que de tan amorosa llena de amor a los corazones más fríos y alejados. María Rosa Mística es el nombre con el que la Virgen se manifiesta a Pierina, para alegría de quienes vemos en la Madre de Dios a nuestra guía y capitana:

¡Ella nos lleva a su Hijo, Jesús!

Los mensajes de la Virgen se centran a partir de entonces en la necesidad de ayudar a las almas consagradas, religiosas y sacerdotes, mediante la oración, el sacrificio y la penitencia, siendo estos los mensajes representados en las tres Rosas que María lleva en su imagen. El propósito de ésta misión es claro: Dios necesita a los que integran Su Cuerpo Místico con la función de ser pastores de las almas, y también a quienes con su oración sostienen espiritualmente a la Iglesia. El mundo no puede salvarse, si la iglesia no tiene en su interior a las fieles almas consagradas que muevan a los hombres a la conversión verdadera. ¡Ellos son las venas por los que corre la Sangre espiritual del Cuerpo Místico!

Pero sin dudas que la conocida imagen de la Rosa Mística ha sido el signo que ha caracterizado a ésta aparición: las miles de estatuas que inundaron el mundo han generado cientos de milagros, en la forma de lacrimaciones, lacrimaciones de Sangre, escarchas de colores, exudación de aceite perfumado y sanaciones de cuerpos y almas.

Todas estas Gracias han tenido un efecto maravilloso: la Rosa Mística se transforma rápidamente en una de las imágenes de María más difundidas en el mundo actual. La Reina del Cielo nos enamora profundamente, nos lleva a Su Corazón Inmaculado con la seguridad de quienes saben que tienen la protección de Dios.

¡María Rosa Mística, llena nuestro corazón de tu Gracia, mueve nuestras almas con suavidad y ternura, como lo hacías con tu Niño en Nazaret!

Agradecemos a www.corazones.org por los textos utilizados como base de este documento. Tambien agradecemos a Opus Rosa Mystica, por haber distribuido gratuitamente miles de imagenes de la Rosa Mística por todo el mundo, muchas de las cuales han sido fuente de milagros sorprendentes. Si desea comunicarse con estos enamorados de María, la direccion es:

Opus Rosa Mystica
Horst Mehring
Wittgenbusch 54
D-45277 Essen
Fax 49-201-588746

PS. El buen Horst Mehring falleció hace pocos años, desconocemos información sobre la continuidad de su obra de difusión de María Rosa Mística alrededor del mundo.

El Momento

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Año 1944, llegan los finales de la segunda guerra mundial. El mundo se ve sacudido por la maldad del hombre, y la dolorosa mirada de Dios que contempla la arrasadora acción del tentador sobre millones de corazones humanos. María, Madre de la Misericordia, inicia en Ámsterdam en este año las apariciones que conocemos como La Señora de todas las Naciones, o María Corredentora. En la misma Europa, en el mismo año inicia sus apariciones a una humilde enfermera italiana, origen de la mundialmente difundida devoción a María Rosa Mística. Muy cerca de allí, El Padre Pío de Pietrelcina y Luisa Picarreta trazaban surcos de santidad en las almas de los hombres, que tendrían creciente efecto en los corazones deseosos de encontrar a Dios.

¡La Misericordia de Dios preparaba algo maravilloso para todos nosotros en esos tiempos!

¿El lugar?

Montichiari (que significa no casualmente Monte Luminoso) es una pequeña ciudad de 14.000 habitantes del norte de Italia, a 20 Kms. de la ciudad de Brescia. Está situada al pie de los Alpes italianos, en la fértil llanura del río Po, región de Lombardía. Italia fue bendecida una vez más, de este modo, por la Gracia de Dios. ¿Qué extraño designio del Señor marca a este pueblo con tan distinguida elección, por siglos y siglos?. Un día, en el Reino, lo comprenderemos de modo profundo. Por ahora, nos limitamos a contemplar la interminable lista de santas mujeres, santos hombres y santos lugares que pueblan la historia del pueblo romano.

¿La vidente?

Pierina Gilli nació primera de nueve hermanos en la villa de San Jorge, Montichiari, el 3 de agosto de 1911. Su padre fue Pancracio Gilli, campesino. Su madre, Rosa Bartoli, crió a sus nueve hijos en la pobreza y en el amor a Dios. Fue bautizada el día 5 de agosto, fiesta de Nuestra Señora de las Nieves, “ocasión en que mi madre me consagraría a la Madre del Cielo para que con su tierna protección conservase mi vida blanca y pura como la nieve”, según sus propias palabras.
A los siete años de edad muere su padre como consecuencia del sufrimiento experimentado en los campos de batalla de la primera guerra mundial. Pierina vivió de 1918 hasta 1922 en el orfanato de las Siervas de la Caridad, donde, a los 8 años de edad, recibió su primera comunión. Su madre contrajo matrimonio nuevamente, con nuevos hermanitos que requerían de los cuidados de Pierina, hermana mayor. La pobreza envolvió a la familia, mientras ella recibe el llamado a la fe religiosa. Su vocación se ve truncada por sus tempranos problemas de salud, que la obligan a salir del convento de las hermanas Siervas de la Caridad donde había ingresado. Se transformó en enfermera, hasta la edad de 32 años en que vuelve a intentar consagrarse como Hermana de las Siervas de la Caridad. Sin embargo, su salud la colocó nuevamente en la vida laica: Dios tenía otros planes para Pierina, dentro de Sus misteriosos designios.
Pierina vive a partir de este momento las apariciones de María, transformándose su vida de inmediato, hasta su muerte. El 12 de enero de 1991 Pierina Gilli regresa a la casa del Padre.

La vida de esta mujer es de una sencillez sorprendente, indicando una vez más la predilección de Dios por los pequeños humildes, los que aceptan Su Santa Voluntad sin discutir ni preguntar. Pierina fue una Laica consagrada a la Virgen, y por Ella a Jesús. Este es un signo de los tiempos que vivimos, y también un paso necesario frente al contenido central de los mensajes que María entregó a Pierina. Como dijo nuestro amado Juan Pablo II, ¡ésta es la hora de los laicos!

Antecedentes de la Rosa Mística

Rosa Mística

La asociación de la Rosa Mística con la Madre de Dios proviene de siglos atrás, mucho antes de las apariciones en Brescia a Pierina Gilli. En la catacumba romana de San Calixto (siglo III) los cristianos dibujaron rosas como signo del paraíso. En el siglo V ya la rosa era signo metafórico de la Virgen María. Edulio Caelio fue el primero en llamar a María “Rosa entre espinas”. Cuatro siglos después el monje Teofanes Graptos usa el mismo símil refiriéndose a la pureza de María y a la fragancia de su gracia. Desde el medioevo se hace referencia al texto de Isaías: “saldrá un vástago del tronco de Jesé y un retoño de sus raíces brotará” como referente a María y Jesús. También, del libro de Sabiduría: “He crecido como una palma de Engadi, como un rosal en Jericó”. De éste modo, la veneración a la Rosa Mística se remonta a los primeros siglos del cristianismo.

Vemos también en el himno “Akathistos Paraclisis” de las iglesias del Oriente (el cual es una especie de Rosario cantado) ésta hermosa invocación: “María, Tú, Rosa Mística, de la cual salió Cristo como milagroso perfume.” Podemos ver también como las Letanías Lauteranas (1587) en honor a la Santísima Virgen, ya traen el título de María Rosa Mística.

Pero sin dudas la referencia más directa proviene de Alemania: desde el año 1738 en la diócesis de Speyer, en el Santuario de Rosenberg, se venera la milagrosa imagen de la “Rosa Mística”. En el pedestal que sostiene a la imagen están pintadas tres rosas: una blanca, una roja y una dorada, y en el halo luminoso que la rodea se destacan tanto a la derecha como a la izquierda, trece rosas doradas. A partir de la aparición de Montichiari la Virgen es honrada cada 13 de Julio como María Rosa Mística. ¿Coincidencia?. No, más bien Divina Providencia.

Nada ocurre en forma aislada en el Plan de Dios: todo tiene un significado. Cada aparición de María tiene un sentido y una sincronía perfecto con el anuncio que Dios quiere hacernos en estos tiempos. Prestemos atención a la palabra de la Virgen bajo la advocación de la Rosa Mística, y meditemos en nuestros corazones sobre lo que ocurre a nuestro alrededor en la actualidad.

Pierina recibe a otros mensajeros celestiales

Antes de las apariciones de la Virgen, Pierina recibió la gracia de ser visitada por la santa fundadora de la Congregación de las Siervas de la Caridad, la que en ese momento era la Beata María Crucificada de la Rosa. Tenía 33 años y, siendo enfermera, se enfermó gravemente de meningitis. El día 17 de diciembre de 1944 (día de la fiesta de su santa fundadora) sintió que se abría la puerta y vio a esta religiosa ya fallecida que le preguntó: ¿Cómo estás Pierina?. A lo que ella respondió que le dolía mucho la cabeza. Ella entonces le dijo: “Este vasito (tenía en sus manos un vasito blanco) me lo dio una Señora para ungirte. El dolor de cabeza que tienes te continuará un poco todavía…tendrás que cargar una Cruz desnuda, pero luego sanarás. Dicho esto le hizo señas de que se pusiera sobre su costado derecho, y le ungió la parte enferma en la espalda y la cabeza. Esta “Señora” que le dio el vasito blanco a Santa María Crucificada de la Rosa con aceite que tenía la propiedad de sanar, no era otra más que la Virgen María.

Las apariciones de la que es hoy ya Santa María Crucificada de la Rosa, serán muy frecuentes a Pietina, trayéndole consuelo y fortaleza en las tantas pruebas a las que tiene que verse expuesta a causa de las manifestaciones de la Virgen y de su mensaje.

Primera aparición de la Virgen a Pierina

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Del 23 al 24 noviembre de 1945 se produce la primera aparición de la Virgen a Pierina, pese a que algunos textos consideran que fue en realidad la ocurrida durante junio de 1947. Lo concreto es que en esta fecha, Santa María Crucificada de la Rosa se aparece a Pierina, y con ella se manifiesta por primera vez la Virgen en forma transparente, vestida de color violeta y con un velo blanco que cubría su cabeza y bajaba hasta los pies. Tenía los brazos abiertos de manera que se podían ver tres espadas que estaban clavadas en su pecho a la altura del corazón. La santa le dijo a Pierina que aquella Señora era la Virgen, la cual venía a pedirle oraciones, sacrificios y sufrimientos para reparar por los pecados de tres categorías de almas consagradas, almas sacerdotales, a Dios: por aquellas almas religiosas que traicionan su vocación, para reparar el pecado mortal de estas almas y para reparar la traición de los Sacerdotes que se hacen indignos de Su Sagrado Ministerio.
Luego la Virgen le explicó a Pierina el significado de las tres espadas: la primera espada significa la pérdida culpable de la vocación sacerdotal o religiosa, la segunda espada representa la vida en pecado mortal de personas consagradas a Dios, y la tercera espada la traición de aquellas personas que al abandonar su vocación sacerdotal o religiosa, pierden también la fe y se convierten en enemigos de la iglesia.

Las tres Rosas son anunciadas por María: oración, sacrifico y penitencia

El día domingo 13 de Julio de 1947 se produce la primera aparición de la Virgen con tres Rosas en el pecho. La Virgen se aparece en la sala del hospital, vestida de blanco con una capa blanca que tenía reflejos de luz plateada y con un manto blanco sujetado bajo la garganta, como por un gancho. Este manto le llegaba hasta los pies, dejando entrever sobre la frente cabellos color castaño claro. Tenía ribete bordado en oro. Cuando Pierina asombrada le preguntó quien era, Ella dijo: “Yo soy la Madre de Jesús y la Madre de todos vosotros”. Abrió los brazos y en lugar de las espadas que Pierina había visto en la aparición anterior, la Virgen tenía tres rosas: blanca, roja y amarilla (dorada). Después de una pausa, Ella dijo: “Nuestro Señor me envió para implantar una nueva devoción Mariana en todos los institutos, así masculinos como femeninos, en las comunidades religiosas y en todos los sacerdotes. Yo les prometo que si me veneran de esta manera especial, gozarán particularmente de mi protección, y habrá un florecimiento de vocaciones religiosas”. María pidió que el 13 de cada mes fuera un día en el que se hiciera la Jornada Mariana, a la cual precedieran oraciones especiales de preparación por 12 días. Y pidió también: “dicha Jornada debe ser de reparación por las ofensas cometidas contra nuestro Señor por las almas consagradas que con sus culpas hacen penetrar en mi Corazón y en el Corazón de mi Divino Hijo tres espadas punzantes”. Ese día se derramarán abundancia de Gracia y santidad de vocaciones en los Institutos que así la honrasen.

Entonces Ella explicó el significado de las tres Rosas:

Deseo que el 13 de Julio de cada año sea festejado por cada Instituto. Deseo que en cada Congregación o Instituto haya almas que vivan con gran espíritu de oración, para lograr que ninguna vocación sea traicionada. En ese momento la rosa blanca que tenía sobre el pecho resaltó más para que éste era el significado atribuido al color blanco.

Deseo también que existan otras almas que vivan de generosidad y amor al sacrificio, a las pruebas, a las humillaciones, para reparar las ofensas que recibe Nuestro Señor de las almas consagradas que viven en pecado mortal. En esta oportunidad resaltó la Rosa Roja en el pecho de la Madre del Salvador.

Deseo también que otras almas inmolen totalmente su vida para reparar las traiciones que recibe Nuestro Señor de los Sacerdotes Judas. Finalmente, la Rosa amarillo-oro resaltaba. La Inmolación de estas almas obtendrá de mi Corazón maternal la santificación de estos ministros de Dios y abundancia de gracias sobre sus congregaciones.
En ese instante la Virgen estuvo un poco silenciosa. Después, con una sonrisa de complacencia y con la mirada hacia la Beata Sor María Crucificada le dijo: “He escogido primero este Instituto, porque la fundadora de éste es “De la Rosa”, la que ha infundido en sus Hijas el espíritu de caridad.” Luego dijo con alegría: “he aquí por qué me presento rodeada de un rosal. El Señor escogió este Instituto primero, debido al carisma de su Fundadora, el amor”.

María claramente busca la santidad de las almas consagradas a Dios en ésta dramática aparición. Ella desea que la oración, el sacrificio y la penitencia logren del Señor la Gracia necesaria para santificar a las almas consagradas, verdaderos artífices del amor que se debe derramar sobre el mundo. Con almas sacerdotales santas, el mundo se santifica. Alguien dijo alguna vez: como sería el mundo si tuviésemos mil Padres Pió de Pietrelcina. ¡Aquí está enclavado el misterio del mensaje de la Rosa Mística!.

El 22 de octubre de 1947 en la capilla del hospital de Montichiari, durante la celebración Eucarística y con la asistencia de médicos, empleados y gentes del lugar, hizo su aparición la hermosísima Señora. Todos se percataron de una presencia extraordinaria pero solamente Pierina pudo verla y escucharla. María Rosa Mística pidió la práctica de la devoción que ya había recomendado, y recalcó: “Mi Divino Hijo, cansado por las incesantes ofensas, quiso descargar Su Justicia, pero me interpuse como mediadora entre El y los hombres, intercediendo especialmente por las almas consagradas”. Pierina, la vidente, le dio las gracias en nombre de todos y ella se despidió recomendándole con majestad y ternura: “¡Vive de amor…, amor al prójimo!.

El 16 de noviembre de 1947, en una Iglesia parroquial de Montichiari, la aparición tuvo por testigos a varias personas, entre las cuales se contaban algunos sacerdotes. Su mensaje puede resumirse en estas palabras: “Mí Divino Hijo Jesús y Señor Nuestro está hastiado de las muchas y graves ofensas que se le infieren por tantos pecados contra la santa pureza. Le provoca desatar un diluvio de castigos…pero mi intercesión se ha interpuesto para que tenga compasión una vez mas, por eso pido en desagravio oración y penitencia. Suplico íntimamente a los sacerdotes que amonesten a los hombres para que no sigan en la liviandad. Yo regalaré mi gracia a quienes ayuden a explicar esos delitos. ¿Se nos perdonará entonces?, preguntó la vidente. La Rosa Mística contestó: “Sí, en cuanto se les deje de cometer”. Y con estas palabras se alejó.

El 22 de noviembre de 1947 Pierina le preguntó a nuestra Madre: ¿qué debemos hacer para cumplir sus deseos de oración y penitencia?. Resplandeciente de bondad, contestó la Virgen: “¡Oración!”. Hizo silencio unos momentos y continuó: “penitencia quiere decir, aceptar las pequeñas cruces diarias y realizar el trabajo cotidiano en espíritu de expiación”. En seguida le prometió: “El 8 de diciembre, alrededor del mediodía, vendré otra vez aquí y será la hora de gracia. La hora de gracia será un acontecimiento de numerosas y grandes conversiones, almas totalmente endurecidas en el mal y frías como este mármol, tocados por la Divina Gracia, volverán a ser amantes y fieles a Dios”.

Jacinta y Francisco de Fátima se aparecen con María

Jacinta y Francisco de Fátima

El 7 de diciembre de 1947 se aparece serena y majestuosa la Virgen. Llevaba un manto blanco y desde la cabeza le caía graciosamente en pliegue: un niño se lo sostenía a la derecha y una niña a la izquierda. La Madre de Dios dijo: “¡Mañana mostraré mi Inmaculado Corazón que es tan poco conocido por los hombres!”. Después de un corto silencio prosiguió: “En Fátima, propagué la consagración a mi Corazón, en Bonate procuré inculcar ésta devoción en las familias cristianas (allí se había aparecido durante la segunda guerra mundial) y aquí en Montichiari, deseo implantar la devoción a Rosa Mística unida a la veneración de mi Inmaculado Corazón y deseo arraigarla especialmente en los conventos e institutos religiosos para que las almas consagradas a Dios obtengan aumento de gracia a mi maternal Corazón”.

Pierina le preguntó quienes eran los niños que estaban a su lado, y nuestra Señora le explicó: “Son Jacinta y Francisco, quienes te acompañarán desde ahora en todos tus contratiempos. Ellos también tuvieron que sufrir a pesar de haber sido mucho mas pequeñitos que tú. Esto es lo que quiero de ti, sencillez y bondad a semejanza de estos niños”. Extendió entonces sus brazos hacia la tierra en señal de protección y mirando al cielo exclamó: “Alabado sea el Señor” y desapareció.

Aparición del 8 de diciembre de 1947

Pierina contempló a la madre de Dios decir: ¡Yo soy la Inmaculada Concepción, yo soy María de las Gracias, esto es, la llena de Gracia, Madre de mi Divino Hijo Jesucristo!. Descendió suavemente por la escala y añadió: “Por mi venida a Montichiari deseo ser invocada y venerada como Rosa Mística. Quiero que al mediodía de cada 8 de diciembre (Solemnidad de la Inmaculada) se celebre la hora de la gracia en todo el mundo. Mediante ésta devoción se alcanzarán muchas gracias para el alma y el cuerpo. Nuestro Señor, mi Divino Hijo Jesús, concederá copiosamente Su Misericordia, mientras los buenos recen por sus hermanos que permanecen en el pecado. Es preciso informar cuanto antes al Supremo Pastor de la Iglesia Católica, el Papa Pío XII, mi deseo de que esta hora de gracia sea conocida y extendida por todo el mundo. Quien no puede ir a la iglesia que la realice en su casa al mediodía y conseguirá mis gracias.” Luego mostrándole su purísimo Corazón exclamo: “Mira este Corazón que tanto ama a los hombres, mientras la mayoría de ellos lo colma de vituperios.” Calló unos momentos y continuó: “Si todos, buenos y malos, se unen en la oración, obtendrán de este Corazón misericordia y paz. Los buenos acaban de alcanzar por mi mediación la Misericordia del Señor, que detuvo un gran castigo. Dentro de poco se conocerá la eficaz grandeza de esta hora de Gracia.”

Notando Pierina que la resplandeciente Señora iba a alejarse, le imploró fervorosamente: “¡Oh hermosa y amada Madre de Dios, yo le doy gracias!. Bendiga a todo el mundo especialmente al Santo Padre, a los sacerdotes, religiosos y a los pecadores. Ella contestó: “Tengo preparado una sobreabundancia de gracia para todos aquellos hijos que escuchan mi voz y toman a pecho mis deseos”. Con estas palabras se terminó la visión.

Las apariciones de Fontanelli

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Pierina pasó varios años en Brescia como ayudante en un convento de religiosas por orden del Obispo Diocesano, Monseñor Giacinto Tredici y el Franciscano Giustino, sacerdote de gran fama. El fue desde entonces su director espiritual.
La segunda etapa de las maravillosas apariciones de Rosa Mística comienzan en el año de 1966 en Fontanelli, un campo de Montichiari donde se halla una fuente de agua escondida en una gruta. Una vieja grada de piedra con unos diez escalones da acceso a la cueva. En febrero, mientras Pierina rezaba en su cuarto ante un altar de la Virgen, tuvo el privilegio de volverla a ver. La madre de Dios le infundió nuevo ánimo, la colmó de consuelo y alegría y le prometió para el domingo blanco, 17 de abril de 1966, su aparición en Fontanelli. Informado el Obispo de Brescia de la anunciada aparición de la Virgen, ordenó a Pierina a guardar absoluto secreto sobre el particular.
El 17 de abril de 1966 Pierina rezaba el rosario paseándose en el camino, a poca distancia de la gruta. Alrededor del mediodía, después del toque del Ángelus, se apareció la Madre de Dios y dijo: “Mi Divino Hijo Jesús con todo amor me mandó para dar un poder milagroso de curación a esta fuente.. En señal de penitencia y purificación besa, de rodillas, el peldaño superior… Ahora baja un poco más siempre de rodillas y besa otra vez el peldaño”

La vidente descendió de espalda y arrodillada y la Virgen la siguió, sus inmaculados pies descalzos eran perfectamente visibles al posarse en los escalones. Por tercera vez le mandó: “besa las gradas, y haz levantar de aquí una cruz” y señaló con la mano izquierda el punto preciso en donde debía ser colocada. “Que los enfermos y todos mis hijos pidan ante todo perdón a mi Divino Hijo. Besen con mucho amor la cruz y luego saquen agua de la fuente y beban .”
La Celestial Señora se acercó a la fuente y ordenó a Pierina: “Coge barro en las manos y luego lávate. Esto te debe mostrar cómo el pecado es lodo y suciedad en el corazón de mis hijos, pero sí se bañan con el agua de la gracia, las almas quedan purificadas y otra vez dignas de la amistad de Dios”. Se inclinó, tocó con sus manos la fuente en dos lugares y prosiguió: “Es preciso que se haga conocer a todos mis hijos los deseos de mí Hijo Jesús, comunicados en 1947, y los mensajes que di en la Iglesia de Montichiari. Deseo que los enfermos y todos mis hijos acudan a esta fuente milagrosa. Tu misión está en este lugar en medio de los enfermos y de quienes necesiten de tu ayuda”. En una aparición posterior la Virgen pidió a Pierina que llame a este lugar “la Fuente de la Gracia” y la Madre de Dios también dijo: “Deseo que los enfermos y todos mis hijos vengan aquí a la fuente de la Gracia”.

La Virgen comenzó a elevarse hacía lo alto y abrió majestuosamente los brazos, a cuyo impulso se desplegó y extendió su manto que ocupó un espacio inmenso. Cobijadas por el manto, hacía la derecha, aparecieron la iglesia de Montichiari y la fortaleza o Castillo de María. La Madre de Dios repitió: “Deseo que los enfermos y todos mis hijos, vengan aquí a la fuente de la Gracia”. Su maravillosa sonrisa fue la rúbrica de sus palabras, mientras seguía elevándose hasta perderse en el cielo.

La aparición del Castillo de María bajo el manto de Nuestra Señora tiene su razón de ser. Cuando fue puesto el Castillo en venta, personas pudientes deseaban comprarlo para hacer de él un centro nocturno nada recomendable. Monseñor Rossi, Párroco de Montichiari, se propuso impedirlo a todo trance y pidió incesantemente la ayuda de la Rosa Mística. Surgió entonces la idea de comprarlo para fines caritativos. Se dirigió a Monseñor Luigi, apóstol de la Caridad que ya había fundado en Italia varios asilos para enfermos y ancianos. Este compró el castillo y lo convirtió en un hogar para sacerdotes, ancianos y enfermos. Se estableció allí una capilla y en señaladas ocasiones se dan retiros espirituales. Monseñor Francisco Rossi afirmó: “Todo esto es para mí un milagro muy grande y visible de la Rosa Mística. La vieja fortaleza de María que estuvo a punto de convertirse en un lugar de pecado es hoy lugar de oración, reparación y caridad. Las construcciones que aparecieron al lado izquierdo, cobijadas por el manto de María, fueron la visión profética de muchas edificaciones que la fe y la caridad de las gentes han levantado en torno a la fuente milagrosa.

¡Qué hermosas semejanzas con la aparición de Lourdes!. A María le gusta el agua, Ella está siempre cerca del agua. Agua que lava los pecados, que purifica y sana almas y cuerpos. La Virgen nos ayuda en las cosas del mundo, cuando las ponemos al servicio de Dios. Ella mueve sus influencias maternales con Jesús, y consigue lo que le pedimos con un corazón sincero y una intención recta.

La Medalla de la Rosa Mística

Medalla de la Rosa Mística

El 19 de mayo de 1970 La Virgen María, Rosa Mística, le pidió a Pierina: haz de acuñar una medalla según este modelo: por un lado “Rosa Mística” y por el otro, “María, Madre de la Iglesia”. He sido enviada por el Señor, que escogió a Montichiari para traer el don de Su amor, el don de la fuente de Gracia y el don de la medalla de mi amor maternal. Yo intervendré en la difusión de la medalla, prenda de caridad universal. Mis hijos me llevarán sobre sus corazones a todas partes y yo les prometo mi protección maternal llena de gracias, en este tiempo en que se quiere destruir la veneración que se me tributa. Esta medalla es el signo de que mis hijos están siempre conmigo que soy la Madre del Señor y Madre de la humanidad. Este es el triunfo del amor universal. La bendición del Señor y mi protección estarán siempre con aquellos que recurren a Mí.

Apariciones gloriosas

El 29 de junio de 1974 se repite esta aparición de varios años atrás (13 de enero de 1951) donde se había mostrado una puerta de luz de oro y sobre ella tres leyendas. Cada leyenda con un color diferente:

Fíat de la Creación
Fíat de la Redención
María de la Corredención

La Virgen transmite a Pierina: “Feliz el hombre que se confía a la protección de su Ángel custodio y escucha sus inspiraciones…”. El 22 de julio de 1973 Pierina pregunta a la Virgen qué oraciones deberían decir, y Ella contestó: “Oración de Fe, oración de amor, oración de alabanza, oración para obtener gracias”, y agregó “¡Recitad el Santo Rosario!”. A continuación contesta la pregunta de por qué se había manifestado como Rosa Mística. Dice así la Virgen: “Rosa Mística no tiene en sí nada de nuevo. En Rosa Mística está simbolizado el “Fíat” de la Redención, el “Fíat” de mi colaboración. Yo soy la Inmaculada Concepción, la Madre de Jesús el Señor, la Madre de la Gracia, la Madre del Cuerpo Místico: ¡La Iglesia!”. Mientras la Madre Celestial hablaba, sus ojos estaban llenos de lágrimas. Después agregó: “La Gracia del Señor y Su Misericordia infinita por la Iglesia harán florecer de nuevo la Rosa Mística. Y si se escucha ésta invitación materna, Montichiari será el lugar desde el cual la luz mística se irradiará a todo el mundo. Sí, todo esto se realizará!”

El 8 de septiembre de 1974 dijo María a Pierina: “Yo soy María, la Madre de la Iglesia. Por esta Iglesia, por el Santo Padre, por los sacerdotes y por todos los hijos de la Iglesia pido oración, oración, oración, para que vuelva a los corazones el verdadero amor al Señor y a la verdadera caridad. Invocad especialmente la protección del Arcángel San Miguel, para que proteja a la Iglesia contra todos los engaños amenazantes y la defienda. En efecto, la Iglesia no se ha encontrado jamás en tanto peligro como hoy.”

El mensaje de María Rosa Mística para éste mundo

Actualmente miles de imágenes de María Rosa Mística se extienden por todo nuestro planeta y con ella va su petición: Oración, sacrificio y penitencia por todas nuestras amadas almas consagradas. Cientos de imágenes de María Rosa Mística se reportan lacrimando y no es secreto tampoco que un sinnúmero de ellas, se reportan “escarchadas” para la gloria de Dios. Aquella promesa que la Virgen hiciera a Pierina sobre sus imágenes se hace una realidad cada vez más visible: “donde quiera que yo me detenga mediante esas imágenes, llevo conmigo las Gracias del Señor y el Amor de este Corazón materno.” Vemos que Dios ha querido darnos a Su propia Madre una vez más, como fue al pie de la Cruz. Y María, nuestra pequeña niña de Galilea, no quiere más que salvarnos, llevarnos de nuevo a El. María es la Corredentora, la misma que en Fátima nos despertó como soldados de su pequeño ejército. Pierina fue nada más que un canal, un humilde instrumento que aceptó ponerse al servicio de Dios. ¡Admiremos a la hermosa Rosa Mística, seamos hijos orgullosos de tan admirable Mujer!

¡María Rosa Mística, ruega a Jesús por nosotros!

El significado de las escarchas

rosa mistica escarcha

En estos tiempos en que los hombres se sienten satisfechos y alejados de aquello que los orienta y mantiene, que es mi Hijo el Señor, quiero manifestar de la manera más humilde, los mensajes que quiero entregarles y manifestarles el significado de las escarchas. Es mi corazón el que les anuncia la protección que ejerzo sobre los hijos de la luz, aquellos que han sido comprados por la sangre de mi Hijo. Por eso, la oración, el sacrificio, la reconciliación y la penitencia son las armas con las cuales van a combatir en las grandes batallas contra Satanás.

Quiero anunciarles el significado de los colores de mis escarchas

* Las plateadas: en ellas te muestro la magnanimidad de mí corazón. Pídeme lo que quieras.
* Las doradas: en ellas anuncio que me inclino hacia el débil; voy a sanar algo espiritual, físico, psico-lógico o moral.
* Las azules: en ellas te quiero anunciar mi cercanía. Estoy contigo, estoy presente.
* Las verdes: ellas son un canto para que te abras a la esperanza. Yo actuaré en el favor de Dios. Espera en Dios.
* Las rojas: en tiempos de pruebas ofréceme un sacrificio; recuerda que te amo.
* Las transparentes: el camino de la humildad es la senda que lleva a la liberación. Sé humilde y sencillo. En esas actitudes se expresa mi corazón.
* Las aguamarinas o tornasoles: es el camino; por muy tortuoso que sea, quiero anunciarte que en ese camino estaré contigo.

A mis hijos, que han sido agraciados con mis regalos, brotados del amor que les tiene mi Hijo y que son la manifestación amorosísima del Padre, que a todos ama y cobija en su seno, les imparto la bendición en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.


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Novena a la Reina de la Paz en Medjugorje – Mensajes de la Virgen https://www.reinadelcielo.org/novena-a-la-reina-de-la-paz-en-medjugorje-mensajes-de-la-virgen/ Tue, 18 Jun 2024 15:44:02 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=27955 Invitamos a caminar de la mano de María hacia el 43° Aniversario de sus apariciones en Medjugorje.

La Virgen dijo que en esta novena oremos por la paz en el mundo.

“Queridos hijos, en estos días el Señor me ha permitido concederles aún más gracias. Por eso, queridos hijos, deseo invitarlos nuevamente a que oren. Oren sin cesar y así les daré el gozo que el Señor me da a mí. Con estas gracias, hijitos, deseo que sus sufrimientos se transformen en gozo. Soy vuestra Madre y deseo ayudarlos. Gracias por haber respondido a mi llamado”. (19/06/1991)

Primer día – 16 de junio

Una vez terminada la aparición de nuestra Madre del Cielo, la vidente Marija Pavlović-Lunetti compartió que, durante el momento de la aparición, ella nos había presentado a nosotros junto con nuestras intenciones a la Virgen y todo lo que teníamos en el corazón, ofreciendo a la Virgen todos nuestros sacrificios y la oración por la paz.

Marija contó que la Virgen había orado en su lengua materna, el arameo, y que la Virgen dijo que esperaba mañana (refiriéndose a hoy, lunes 17 de junio) a muchos más, porque hay mucha necesidad de orar por la paz. Después nos bendijo y se fue al Cielo.

Segundo día – 17 de junio

Marija hablo después de la aparición y dijo: “Está noche también la Virgen ha venido. Me parecio un poco más alegre que ayer, lo que significa que le hemos obedecido y hemos venido en un número más grande. Pero no significa que eso sea suficiente, es necesario seguir orando por la paz. La Virgen ha rezado por nosotros en su idioma materno, el arameo. La Virgen ha orado largo tiempo sobre nosotros y yo le he encomendado todas nuestras intenciones y todo lo que tenemos en el corazón. De manera especial le pedí a la Virgen que interceda ante su Hijo Jesús por la paz en el mundo, como ella lo ha pedido. La Virgen oró una vez más y nos bendijo a todos”.

Luego, Marija invitó a todos los presentes a rezar la tercera parte del rosario, los Misterios Gloriosos, también por la paz del mundo.

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Fuente: Centro Medjugorje


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Al atardecer, la Virgen María se manifestó en Kenia https://www.reinadelcielo.org/al-atardecer-la-virgen-maria-se-manifesto-en-kenia/ Sat, 18 May 2024 08:55:57 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=27902 ]]> En una supuesta imagen tomada en el Santuario Subukia en Kenia a principios de octubre de 2022, se puede apreciar a la Santísima Virgen María en un hermoso atardecer. La publicación que compartió esta imagen ha generado casi 4,000 reacciones, más de 10,000 compartidos y cientos de comentarios en las redes sociales. Los usuarios han difundido las fotos en diversas plataformas como Instagram y TikTok.

La página de Facebook Misión Guadalupana Para El Mundo Desde 1948 publicó una foto fascinante de una reunión de oración en África en la que se vería a la Virgen.

Esta publicación ha inspirado a muchos a orar y acudir a la Virgen en busca de ayuda, protección e intercesión. Algunos han expresado su gratitud y devoción hacia la Virgen María, reconociéndola como la madre santísima que intercede por ellos ante Dios. La manifestación de la Virgen en el atardecer ha sido interpretada como un signo de la presencia divina en momentos de necesidad.

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Fuente: churchpop.com


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