Siete cosas que hay que saber del purgatorio

La Iglesia Católica señala en el Catecismo que el purgatorio es una “purificación final” que deben hacer para llegar al cielo todos aquellos “que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación”.

Sin embargo, se sabe poco de esta realidad y por ello presentamos siete cosas que debes saber sobre su existencia y la forma de ayudar concretamente a quienes están allí.

1.- Su existencia es mencionada en la Biblia

En diversos pasajes de la Biblia se encuentran referencias sobre el purgatorio. Están en Mt 12, 32; Lc. 12, 59; en Lc. 12, 59; en 1 Co. 3, 15; y 2 Mac 12, 44-4.

2.- Existe un museo que recoge 15 pruebas sobre su existencia

En Roma (Italia), cerca del Vaticano, se encuentra el Museo de las Almas del Purgatorio que está dentro de la Iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio. Fue creado en 1897 por el P. Víctor Jouët, un sacerdote francés misionero del Sagrado Corazón.

Allí se exhiben 15 testimonios y objetos, como libros y vestimentas, que probarían las “visitas” de estas almas a sus seres queridos para pedirles que recen por ellas.

3.- Una Santa pudo ver el purgatorio

alma del purgatorioSanta Faustina Kowalska recibió la gracia de poder ver el purgatorio, el cielo y el infierno. Ella cuenta que una noche su Ángel de la Guarda le pidió que la siguiera y se encontró en un lugar lleno de fuego y almas sufrientes.

Ella les preguntó qué era lo que más las hacía sufrir y le contestaron que era sentirse abandonadas por Dios. Cuando salió, escuchó que la voz del Señor que le dijo: “Mi Misericordia no quiere esto, pero lo pide mi Justicia”.

4.- La Virgen María consuela a las almas que están allí

En su visión sobre el purgatorio, Santa Faustina Kowalska notó que la Virgen María visitaba a las almas que estaban allí y escuchó que estas la llamaban “Estrella del Mar”.

Por otro lado, la Madre de Dios le reveló a Santa Brígida que “no hay pena alguna en el Purgatorio que, mediante mi auxilio, no se vuelva más suave y más fácil de soportar”.

5.- Se puede ofrecer una indulgencia por un alma del purgatorio

La Indulgentiarum Doctrina (Norma 15) señala que un católico puede obtener una indulgencia plenaria por un difunto “en todas las iglesias, oratorios públicos o —por parte de quienes los empleen legítimamente— semipúblicos” y siguiendo las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.

Cada 2 de noviembre se celebra la Fiesta de los Fieles Difuntos y ese día se puede ganar una indulgencia plenaria para el alma de un ser querido, familiar o amigo.

6.- Los santos escribieron oraciones por las almas del purgatorio

San Nicolás de Tolentino 3San Nicolás de Tolentino es conocido como el patrono de las almas del purgatorio porque en vida los fieles le pedían que rezara por los difuntos debido a las conversiones que obtenía.

Oración de San Nicolás de Tolentino
¡Oh glorioso Taumaturgo y Protector de las almas del purgatorio, San Nicolás de Tolentino! Con todo el afecto de mi alma te ruego que interpongas tu poderosa intercesión en favor de esas almas benditas, consiguiendo de la divina clemencia la condonación de todos sus delitos y sus penas, para que saliendo de aquella tenebrosa cárcel de dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión beatífica de Dios. Y a mi, tu devoto siervo, alcánzame, ¡oh gran santo!, la más viva compasión y la más ardiente caridad hacia aquellas almas queridas.
Amén.

Otros santos que escribieron una plegaria para obtener la liberación de las almas del purgatorio fueron San Agustín y Santa Brígida.

Oración de San Agustín
Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisiste nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándote a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Libra, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como has padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llévalas a descansar a tu santísima Gloria, y sálvanos, por los méritos de tu sagrada Pasión y por tu muerte de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevaste al buen ladrón, que fue crucificado contigo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
Amén.

Oración de Santa Brígida
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7.- Las almas del purgatorio pueden ser intercesores

Santa Catalina de Siena decía que las almas del purgatorio que han sido libradas de sus penas nunca se olvidarán de sus benefactores en la tierra e intercederán por ellos ante Dios. Además, cuando esa persona llegue al cielo, ellas saldrán a recibirlo.

Además sus plegarias protegen a sus amigos de los peligros y los ayudan a superar dificultades. Santa Catalina de Bologna expresó en una ocasión: “He recibido muchos y grandes favores de los Santos, pero mucho más grandes de las Santas Almas (del Purgatorio)”.

San Juan Masías era otro santo que tenía una gran devoción por las ánimas del purgatorio y con sus oraciones, especialmente el Rosario, logró liberar a un millón cuatrocientas mil. Como retribución, obtuvo extraordinarias y abundantes gracias y ellas lo consolaron en su muerte.

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Fuente: Aciprensa